Por trashumancia entendemos el movimiento del ganado entre los pastos de invierno y de verano realizando el trayecto que los separa a pie por las vías pecuarias o bien en camiones.
Estos movimientos tienen lugar en todo el mundo desde la más remota antigüedad, siendo en la Península Ibérica la trashumancia de ovejas una actividad muy relevante y hasta principal en los reinos medievales durante siglos.
Pero el ganado bovino ha realizado también movimientos trashumantes desde tiempo inmemorial.
Aunque en ocasiones se trata de trayectos de gran distancia, normalmente los recorridos de las vacas son más cortos que los de las ovejas y que se dividen en tres tipos principales:
- Desplazamientos locales.
- Trasterminancia o "trashumancia corta".
- Trashumancia.
1. DESPLAZAMIENTOS LOCALES.
En muchos pueblos de montaña con términos municipales muy extensos y con grandes pastos estivales, el ganado es mantenido durante los meses invernales en las zonas bajas aprovechando la hierba de los prados.
Si no hay suficiente hierba fresca, el ganado puede ser estabulado de manera permanente o salir a pastar durante el día para ser recogido durante la noche y complementar su alimentación con el heno recogido en verano, con paja e incluso con piensos.
En primavera, el ganado sube a los prados más altos o a las zonas medias de la montaña, aprovechando la hierba tierna. De esta forma, los prados de las zonas bajas pueden ser reservados para segarlos en verano y almacenar el heno para el invierno en los pajares o en los clásicos almiares.
A finales de primavera, el ganado es subido a las zonas más altas. Estos pastizales suelen ser de propiedad municipal (antaño comunal) aunque pueden ser también privados, en cuyo caso los ganaderos tienen que pagar por llevar su ganado.
El ganado permanece suelto todo el verano, siendo vigilado periódicamente por los ganaderos si bien en ocasiones, los perros permanecen junto al ganado día y noche para defenderlo de los lobos y otros depredadores.
Al final del verano, cuando los pastizales ya van secos y el ganado tiene poco que comer, es trasladado nuevamente a las zonas medias de la montaña para aprovechar los pastos que ya habían consumido en primavera.
Llegado el invierno, el ganado se traslada a las zonas bajas y comienza así un nuevo ciclo.
Este tipo de movimiento era común cuando se trataba de pequeñas explotaciones familiares y en pueblos que contaban con peculiares sistemas de manejo comunal en las clásicas dulas o veceras en las que el ganado era cuidado por un riguroso sistema de turnos según el ganado que tuviese cada uno o bien pagando un vaquero entre todos.
En el norte de España y el Sistema Central sigue siendo un sistema bastante común.
El recorrido, al ser muy corto, se realiza siempre a pie.
2. TRASTERMINANCIA O TRASHUMANCIA CORTA.
Similar al sistema anterior pero con desplazamientos más largos y entre distintos términos municipales.
Generalmente, la distancia total recorrida entre los pastos de invierno y los de verano, no supera los 100 kilómetros, invirtiendo 2 ó 3 jornadas en su realización.
El manejo podía ser similar al descrito al hablar en el primer tipo, con pastoreo invernal o estabulación en las zonas bajas, pastoreo de primavera y otoño en zonas medias de la montaña y en prados altos y pastoreo en verano en las zonas más altas de la montaña.
Nuevamente, este sistema era y es frecuente en zonas del norte Peninsular y en el Sistema Central.
Tradicionalmente, estos recorridos se realizaban a pie aunque hoy en día pueden realizarse en camión sobre todo si hay que mover al ganado en zonas con mucho tráfico rodado o si se tarda más de 1 día en la travesía.
3. TRASHUMANCIA.
Se trata de movimientos de gran recorrido. Normalmente la distancia entre los pastos de invierno y verano supera ampliamente los 100 kilómetros, llegando a superar con facilidad los 250-300 kilómetros e incluso más.
El ganado suele recorrer varias provincias o comunidades autónomas.
Durante el invierno y la primavera, el ganado permanece en zonas bajas de dehesa (invernaderos) donde se alimenta de pastos naturales aunque si la primavera es muy seca puede que necesite alimentación suplementaria a base de paja y piensos.
A finales de la primavera, el ganado emprende la marcha siendo conducido por vías pecuarias o caminos ganaderos que se dividen en cañadas, cordeles y veredas en función de su anchura: 90 varas castellanas (unos 75 metros) en el caso de las cañadas, 45 varas (unos 37 metros) en el caso de los cordeles y 25 varas (unos 20 metros) las veredas.
En fechas próximas a la Natividad de San Juan Bautista (24 de junio) el ganado llega a los pastaderos estivales (agostaderos) donde permanecerá hasta bien entrado el otoño para volver a ser llevado nuevamente a las dehesas cuando aparezcan las primeras nieves.
Tradicionalmente, la trashumancia se realizaba a pie si bien hoy es muy frecuente el uso de camiones.
Estos movimientos, realizados por ganaderías de gran tamaño, son muy comunes en España.
Desde las dehesas extremeñas, castellano-manchegas y andaluzas, el ganado bovino es trasladado a las dehesas de Castilla y León, los pastizales serranos de Gredos, del Sistema Ibérico e incluso de la Cordillera Cantábrica.
EJEMPLOS.
Tipo 1.
LA MUDA PASIEGA.
Los vaqueros pasiegos realizaban con sus vacas de raza Pasiega cortos movimientos a lo largo del año.
Durante el invierno, permanecían en el fondo de los valles y las vacas salían a pastar en los prados alrededor de las cabañas.
Cuando la hierba de los prados de mediana altitud había crecido, los vaqueros se trasladaban con sus vacas y con ellos se iba toda la familia y los animales domésticos que tuviesen, estableciéndose en una nueva cabaña.
Repetían nuevamente estos movimientos hasta llegar a los prados y cabañas situados a mayor altitud durante el verano, momento en el que se aprovechaba para segar los prados de los valles y almacenar la hierba seca en las cabañas para poder alimentar a las vacas en el invierno.
La vaca Pasiega es única raza plenamente especializada en la producción lechera de la Península Ibérica. Tradicionalmente, el ordeño se realizaba de forma manual y la leche era transformada en queso y mantequilla de forma artesana por los propios ganaderos, de modo que el ganado podía moverse sin problema.
Hoy, dado que el ordeño se realiza de manera mecánica y la leche se entrega a la industria lechera, este sistema es imposible de mantener salvo en aquellas explotaciones que ya no ordeñan.
Tipo 2.
LOS VAQUEIROS DE ALZADA.
Los vaqueiros de Alzada de Asturias realizaban cortos movimientos entre los concejos de la costa y de las zonas bajas y los concejos del interior, ascendiendo en verano a poblados conocidos como "brañas".
Recibían el nombre de vaqueiros de alzada porque cuando se movía el ganado, se "alzaba la casa". Toda la familia y los animales se trasladaban con las vacas a las zonas altas.
Como en el tipo 1, el ganado podía pasar el invierno estabulado o pastando durante el día y siendo encerrado por la noche. Llegado el verano, el ganado era llevado a los pastos altos o "puertos".
Los vaqueiros tardaban normalmente 2 ó 3 días en trasladarse desde los pastos de invierno a los de verano aunque en ocasiones, de forma parecida a lo descrito en el tipo 1, podían tener zonas de pastoreo intermedio.
Vacas asturianas.
(c) Ceferino Fernández.
En este caso, la raza criada es la Asturiana de los Valles o Carreñana.
Se trata de una raza que actualmente es explotada principalmente por su aptitud cárnica pero que en el pasado era de triple aptitud trabajo-leche-carne.
Hay que destacar que la variedad utilizada tradicionalmente por los vaqueiros de Alzada era un animal más estilizado que los tipos actuales de la raza Asturiana de los Valles.
Tipo 3.
LOS VAQUEROS DE GREDOS.
La Sierra de Gredos (Ávila) es una región donde el ganado bovino trashumante tiene una enorme importancia.
Durante el invierno, el ganado pasta en las dehesas de Extremadura para ser trasladado en junio a los pastizales de Gredos.
El recorrido de unos 250-300 kilómetros e incluso más, es realizado todavía por muchos ganaderos a pie, invirtiendo 12-14 días. Es icónica la imagen de las vacas subiendo por la calzada romana del Puerto del Pico.
Vaca de la Familia Torres de Navarredonda de Gredos (Ávila).
Estos ganaderos suben sus animales a pie desde las dehesas cercanas a Mérida hasta los pastos de Gredos a pie.
(c) Silvestre de la Calle García.
El ganado pasta durante el verano en los extensos pastizales o dehesas serranas hasta que el frío e incluso la nieve obligan a que sea trasladado a Extremadura.
La raza criada por los vaqueros de Gredos es la Avileña-Negra Ibérica, destinada en el pasado a su utilización como animal de trabajo y para la producción de carne, con algunas fracciones dedicadas a la producción de leche de forma especializada, pero que hoy es esencialmente una raza destinada a la producción de carne de gran calidad.
CONCLUSIÓN FINAL.
En el presente artículo hemos querido esbozar un poco la trashumancia del ganado bovino a nivel nacional.
Es cierto que hay muchísimos ejemplos más y que entre los tres tipos descritos existen multitud de variantes intermedias pero con el presente resumen, el lector puede hacerse una idea de esta actividad.
Fdo: Silvestre de la Calle García.
Técnico Forestal.
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