miércoles, 20 de enero de 2021

EXTREMADURA


 Una sola palabra sirve de título a la entrada de hoy en EL CUADERNO DE SILVESTRE. Esa palabra no es otra que EXTREMADURA.

Hace unos días, apareció en diversas redes y plataformas un vídeo de una persona de cuyo nombre, aunque suene muy cervantino, realmente no me acuerdo pero que, aunque lo recordase no lo pondría porque es justamente lo que quiere, tener publicidad. El caso es que esta persona se dedica a desgranar mil y un improperios sobre nosotros los extremeños y sobre nuestra región.

Pues bien, yo os contaré un poquito lo que es Extremadura, resumiendo lo más posible porque se podría escribir un libro y no sería corto.

Comenzaré hablando de la naturaleza Extremeña tema que, por mi formación como Técnico Superior en Gestión y organización de los recursos naturales y paisajísticos, domino algo.

Extremadura es una región con grandes áreas protegidas con distintas categorías. Destaca por encima de todas ellas el Parque Nacional de Monfragüe, que es además Reserva de la Biosfera. Este Parque es un magnífico ejemplo del monte mediterráneo que en otros tiempos cubrió buena parte de Iberia.

Tenemos también el Parque Natural de Cornalvo, en una zona de extensas dehesas y zonas húmedas que sirven de morada a una gran diversidad de aves.

En el norte de Cáceres encontramos la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos que a sus maravillosos paisajes con entornos idílicos como Los Pilones, une una diversidad botánica y faunística realmente impresionante. Se solapa esta Reserva en buena parte de su extensión con uno de los espacios naturales protegidos más singulares del Continente Europeo: la Reserva de Caza La Sierra. Esta Reserva cuenta con el reconocimiento Wildlife, que en España sólo comparte con la Reserva de Caza de Riaño. Podemos ver en la Reserva de Caza la Sierra entre otras especies singulares a la cabra montés ibérica, animal realmente espectacular. 

Ejemplar macho de cabra montés ibérica, una de las joyas faunísticas de España y de Extremadura


Cuenta Extremadura con numerosas ZEPA (Zona Especial para la Protección de Aves), sobresaliendo por encima de ellas la Sierra de San Pedro con importantes colonias de cría Buitre Negro y Águila Imperial Ibérica.

Destacar también el Monumento Natural de Los Barruecos, cerca de la ciudad de Cáceres.

Entre las especies botánicas de Extremadura sobresalen árboles tan icónicos como la encina y el alcornoque, el roble melojo, el quejigo y especies tan singulares como el loro, recuerdo de los bosques de épocas de clima más húmedo. También especies de árboles amenazados como el tejo o el acebo.

En cuanto a la fauna, junto a la cabra montés ya citada, comparten las montañas norteñas el amenazado desmán ibérico que es un mamífero insectívoro que habita en aguas limpias y oxigenadas, y el curioso neverón o topillo nival, roedor propio de áreas montañosas y frías. Sobrevuelan los cielos extremeños el águila imperial ibérica, el buitre negro o la cigüeña negra, además de un sinfín de rapaces y aves propias de zonas húmedas pues no olvidemos que Extremadura con sus numerosos embalses o pantanos es la comunidad con mayor número de kilómetros de costa. 

Tras recorrer un poco de pasada las riquezas naturales, ya sé que faltan muchísimas cosas, pasemos a hablar del potente sector primario extremeño. No olvidemos que la base de todo está en la agricultura y la ganadería, pues sin esto ¿de qué íbamos a comer?

Se producen en Extremadura gran diversidad de productos de reconocida fama tanto a nivel nacional como internacional: los tomates de Miajadas, el arroz de las Vegas del Guadiana, los higos de Almoharín, las cerezas del Valle del Jerte entre las que sobresalen las singulares picotas, arándanos y frambuesas de la Vera, castañas de los Ibores, el sur de Badajoz, la Vera, el Jerte o el Ambroz, el pimentón de la Vera que es el auténtico "oro rojo" afamado y buscado por los cocineros del mundo entero....

Gran variedad de frutas se cultivan y comercializan en la región o se transformar en exquisitas mermeladas y conservas diversas.

Los extensos olivares producen aceites de gran calidad como el de Monterrubio o el de Gata-Hurdes.

Pasamos a los vinos de la Ribera del Guadiana, de Cañamero, los potentes vinos de la Sierra de Gata o los recios vinos de pitarra de la Vera. No olvidemos el cava extremeño, de tan merecida fama.

Sin abandonar los alcoholes, no podemos olvidar los licores extremeños desde el singular licor de bellota a la gloria que se elabora de manera artesanal en las bodegas del noreste cacereño.

Los montes extremeños con su gran variedad de flores, son el hábitat perfecto para las laboriosas abejas que producen las deliciosas mieles de Villuercas y Ibores y de las Hurdes. 

Es la miel materia prima indispensable para elaborar el rico turrón de Castuera.

Vacas de raza Retinta, autóctonas de la dehesa extremeña.

La dehesa extremeña, sistema "agrosilvopastoral" en el que se combinan a la perfección la actividad humana y la vida silvestre, proporciona los más excelsos manjares extremeños. En ella se crían los cerdos ibéricos que son la base de los jamones Dehesa de Extremadura y de un sinfín de deliciosos embutidos como la humilde patatera que es un auténtico manjar. Pastan en las dehesas varios millones de ovejas, entre ellas la singular raza Merina cuya lana hizo famosa a España en otros tiempos y que ha servido para dar origen a la cuarta parte de los ovinos del mundo. Proporciona hoy la Merina un excelente cordero digno de los más paladares más exclusivos y con la escasa pero asombrosamente rica leche de estas ovejas se fabrican quesos de gran fama como el de La Serena o la Torta del Casar, que es sin lugar a dudas uno de los mejores quesos del mundo. También las vacas ocupan su lugar en Extremadura y junto al altivo toro bravo se crían razas que producen la famosa Ternera de Extremadura.

Y si en las dehesas pastan las cabras, las vacas y los cerdos, las sierras extremeñas están dominadas por la cabra que produce leche para elaborar exquisitos quesos como el de Los Ibores o el de La Vera. Y donde hay cabras, hay cabritos que son la base de excelentes platos.

No podemos dejar de hablar del sector primario sin mencionar la caza. Extremadura es el paraíso de los cazadores de todo el mundo, donde se pueden cobrar piezas tan cotizadas como el altivo macho montés o la esquiva perdiz roja, sin olvidarnos del conejo, la liebre, el jabalí, el venado, el corzo, el muflón, el arruí, las diversas palomas y tórtolas....

Y en los ríos y embalses de la región hay abundante pesca desde la finísima trucha de las frías aguas del norte a las carpas y siluros de los pantanos, sin olvidarnos de la reina de la pesca extremeña que es la tenca de las charcas y lagunas.

Toda esta gran variedad de productos se refleja lógicamente en la gastronomía extremeña con platos tan renombrados como la caldereta de cabrito o cordero, las migas, el moje de peces, las tencas fritas, los platos de caza mayor y menor, infinidad de dulces de sartén...

La perdiz roja, especie de gran valor natural, cinegético y gastronómico.


    Pasamos ahora a hablar de cultura e historia. Cuando en la mayor parte del mundo, los hombres estaban más preocupados de buscar el sustento diario y de protegerse del ataque de los depredadores, los extremeños que habitaban en la Cueva de Maltravieso (Cáceres) estaban ya plasmando sus pensamientos en las paredes de la cueva que les servía de morada.

Miles de años más tarde y utilizando tecnologías sumamente rudimentarias, los habitantes de la región, construyeron los impresionantes dólmenes de los alrededores de Valencia de Alcántara y ya comenzaron a edificar los primeros poblados permanentes pues la gran abundancia de recursos naturales y la incipiente actividad agroganadera, les permitían llevar una vida mínimamente sedentaria. Encontramos abundantes restos neolíticos por ejemplo en la comarca de La Vera con impresionantes poblados aún no investigados del todo en lugares como Jarandilla de La Vera.

Siglos antes de la llegada de los romanos, ya contaban las extremeñas con buenas joyas de oro y prueba de ello es el Tesoro de Aliseda.

Los romanos poblaron la región y construyeron importantes ciudades como la singular Cáparra con su impresionante arco.

Pero sin lugar a dudas hablar de Extremadura y romanos es hablar de Emerita Augusta, la actual Mérida, que llegó a ser una de las ciudades más importantes de todo el Imperio Romano. Fue Mérida uno de los primeros enclaves cristianos de la península con nuestra niña mártir Santa Eulalia de Mérida.

A los romanos, les siguieron los visigodos que crearon diversos códigos legislativo que aún se conservan vigentes en algunos aspectos como la ganadería.

Tras ellos, llegaron los árabes que unieron sus conocimientos a los de la población local y dejaron su impronta en ciudades como Badajoz y Cáceres.

Reconquistada Extremadura por los cristianos, comienza el verdadero periodo de gloria para nuestra región. Se construyen nuestras imponentes catedrales: Coria, Plasencia (Catedral Vieja y Nueva), la Concatedral de Cáceres, la Catedral de Mérida y la Catedral de Badajoz. Y se levantan nuestros Monasterios más singulares como Yuste y sobre todo el Monasterio de Santa María de Guadalupe, lugar de retiro y descanso para los reyes de Castilla.

El Real Monasterio de Santa María de Guadalupe


Datan además de esta época multitud de castillos y fortalezas, remodelados posteriormente para servir de palacios a los nobles tras la pacificación de la región. El imponente castillo de Feria, el de Nogales, el de Segura de León o el de Jarandilla de la Vera entre otros muchos.

Pueblos con barrios judíos como Hervás o Cabezuela del Valle. 

En 1492 comienza la aventura americana. Los principales conquistadores fueron sin lugar a dudas humildes extremeños que se atrevieron a cruzar el peligroso océano para llegar hasta un lugar incierto donde conseguir una vida mejor. Hombres y mujeres de gran valentía como Pizarro, Hernán Cortés, Valdivia o Inés Suárez. Conquistadores que llevaron al Nuevo Mundo nuestra cultura y nuestra religión pero que respetaron a la población indígena no como hicieron los conquistadores de otras naciones. Así, mientras que en los territorios conquistados por España con la inestimable ayuda de los extremeños, pronto hubo catedrales y universidades a las que podían acceder también los indígenas puesto que eran ciudadanos españoles en virtud a lo dispuesto por la reina Isabel I de Castilla.

En el siglo XVI, Extremadura era el centro de España. Los conquistadores quisieron mejorar su tierra y ciudades como Plasencia o Trujillo se convirtieron pronto en residencia de la nobleza y en mercados cosmopolitas donde junto a los productos locales, se podían encontrar ya los más variados productos traídos desde América a Sevilla y desde allí a Extremadura.

Entre 1556 y 1558, Extremadura pasa a ser el centro del mundo conocido. El hombre más poderoso del mundo quiso pasar sus últimos días retirado en un sencillo palacio junto al Monasterio de Yuste. Personalidades de todo el mundo acuden o mandan regalos a Carlos I de España y V de Alemania que aunque ya había abdicado y no era más que un hombre, seguía siendo considerado como un César.

Llega el Barroco y con él los excelsos pintores europeos entre los que sobresale un extremeño: Francisco de Zurbarán. 

Y a partir de aquí, no dejará Extremadura de tener en todo momento personajes relacionados con el mundo de las artes, de las ciencias, del deporte y de la cultura en general, pero para no extenderme en exceso, aquí lo dejo y ya continuaremos.

Para terminar, permitid que añada una última cosa. Hoy es el día de San Sebastián y ayer se hubiesen celebrado dos fiestas de Interés Turístico: El Jarramplas de Piornal y las Carantoñas de Aceúche pero ya hablaremos de fiestas otro día.

Simplemente, mis queridos lectores y amigos, os animo a que cuando todo esto mejore (digo yo que se "bicho" algún día se irá), visitéis Extremadura. Seáis o no extremeños, Extremadura tiene mucho que ver y es una tierra para disfrutar con los cinco sentidos.

Un saludo desde Guijo de Santa Bárbara. 

Fdo: Silvestre de la Calle García, escritor y por encima de todo EXTREMEÑO.


6 comentarios:

  1. cada dia me sorprendes y emocionas más, mil gracias por hacerme mas llevadero esta puñetera pandemia

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  2. Muy bien, para defender a Extremadura no hace falta insultar solo con exponer sus virtudes es suficiente, sigue así. Un saludo.

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  3. Estupenda exposición, Silve.
    Ese personaje que habla mal de Extremadura habrá que perdonarle, habla sin conocimiento, el pobre.

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  4. Estupenda exposición, Silve.
    Ese personaje que habla mal de Extremadura habrá que perdonarle, habla sin conocimiento, el pobre.

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  5. Y tantos escritores, poetas , escultores, pintores y científicxs. Claro que sí

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