Para escribir mis artículos, la clave está en dos cosas: leer y escuchar.
Actualmente gasto un importante presupuesto en libros sobre cultura tradicional, ganadería e historia que me sirven para investigar sobre numerosos temas. Además, como sacristán y encargado del archivo parroquial, paso muchos ratos leyendo en los viejos libros parroquiales, lo cual no es tarea fácil, para documentarme sobre la historia de mi pueblo, Guijo de Santa Bárbara.
A menudo pensamos que es el Guijo es un pequeño pueblo de montaña con poca historia, pero nos equivocamos de lleno y ahí está el archivo parroquial para demostrarlo. Y eso que sólo tenemos datos desde el siglo XVII.
Pero fundamentalmente, mi fuente de inspiración son los viejos que me rodean. Sí, viejos y no ancianos como dice mi abuelo Antonio Leandro. Ahora parece que viejo es una palabra despectiva pero antaño viejo era una palabra que implicaba respeto y veneración.
Parece hoy que los viejos estorban pero antes no era así ni por asomo. El abuelo que no podía ya trabajar en el campo, se sentaba en la cocina junto a la lumbre y viendo las llamas pasaba las horas. Si estaba el tiempo bueno, se salía a la puerta y se sentaba en el poyo o en una silla de enea y apoyado en su garrota parecía mirar al infinito. Pero en ambos casos, si alguien de la familia se acercaba y se sentaba un ratito junto al abuelo, empezaba a desgranar historias guardadas en su memoria que los niños escuchaban con gran emoción.
Pues bien. Eso hice yo cuando era niño, cuando era adolescente y aún lo sigo haciendo hoy cuando ya soy un hombre hecho y derecho. He pasado muchas horas de mi vida sentado con mi abuelo Juan mientras cuidábamos las vacas en los prados, con mi abuela Marce a la puerta de casa junto a otras viejas de la calle como tía Mina, con mi abuelo Antonio Leandro en su cocina de lumbre o con mi abuela Visita en la solana.
Mis abuelos paternos Antonio Leandro y Visitación
Lo mismo he hecho con otros muchos viejos del pueblo, muchos de los cuales por desgracia ya nos han dejado. También con viejos de otros pueblos. Recuerdo especialmente las charlas con tío Manolo Yuste de Barajas de Gredos, gran ganadero con muchas historias que contar, con tío Julio Chamorro de Hoyos del Espino y fallecido a los 105 años, con Lucio Barajas Sánchez de Navacepeda de Tormes, con tío Primitivo Torralvo de aquí de mi pueblo.....
Y ahora, con esto de mis artículos, mucha gente joven se está animando a contarme las historias que a ellos les han contado sus padres y abuelos y me están enviando fotografías para que escriba artículos sobre actividades tradicionales. A esto os animo a todos los que leáis este artículo. Podéis enviarme fotografías e historias de vuestras familias por Whatsapp, Telegram o por correo electrónico.
También podéis proponer temas comentando cada artículo de este blog. Entre todos podemos y debemos conseguir que no se pierdan las tradiciones y la cultura de nuestros pueblos. Aunque creáis que una simple foto de cualquier motivo tradicional, de un viejo utensilio que guardáis en casa y que perteneció a vuestra abuela es poca cosa, puede ser mucho y una foto del mismo puede servir para hacer un magnífico artículo y que otros conozcan algún tema del que no habían oído hablar nunca.
¡Animaos y colaborad! Y si tenéis aún la suerte de tener a vuestros abuelos con vosotros o a cualquier persona mayor de la familia, pasad rato con él o con ella y que os cuente sus historias aunque las repita 50 veces. Así es como se ha transmitido la cultura de generación en generación.
Un abrazo desde el Guijo de Santa Bárbara.
Sigues y sigues creciendo Silvestre, me siento orgulloso de ti, eres un campeón. Tu si que eres el embajador de la familia y no yo.
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