LA GRANJA DE RAÚL
Raúl Martín Martínez es un joven nacido el 3 de octubre de 1988 en Teruel, preciosa ciudad aragonesa en la que reside actualmente y en cuyas cercanías se encuentra su granja pues, aunque se dedica profesionalmente a otra actividad, Raúl es ganadero y agricultor a tiempo parcial y con el fin de cubrir las necesidades familiares con alimentos de calidad producidos por él mismo.
Raúl y su vaca Dálmata.
La de Raúl es una de esas clásicas granjas de los cuentos que tenemos en mente: una pequeña casita con un jardín delantero lleno de flores, la huerta donde crecen todo tipo de cultivos y una zona dedicada a la cría de animales donde Raúl tiene aves de diversas especies como gallinas, pavos, patos, patos mudos, ocas, palomas y animales como conejos, ovejas, cabras, cerdos, un poni, un caballo y, por supuesto, la estrella de la granja: una vaca lechera llamada Dálmata.
Raúl tiene muchísimos animales y cuida de todos ellos con gran esmero y mimo pero Dálmata es más que una simple vaca.
Hace años, a Raúl le regalaron un animal y le dijeron que era "un animal de color dálmata". El pensó que se estaban refiriendo a un perro, una oveja o algún animal así, pero en ningún momento pensó que se tratase de una vaca. Al verla, se alegró muchísimo y cuando le preguntaron que cómo se llamaría dijo rápidamente: Se llamará DÁLMATA.
Dálmata cuando llegó a la granja.
La pequeña Dálmata era apenas una ternerilla pero poco a poco fue creciendo gracias a las esmerados cuidados de Raúl, convirtiéndose en una preciosa novilla.
Dálmata comiendo pienso.
Dálmata siguió creciendo hasta que llegó el momento de quedarse preñada. Al no disponer de toro, Raúl tuvo que inseminarla. Durante los 9 meses que dura la gestación de las vacas, Dálmata recibió los mejores cuidados.
Llegado el momento, Dálmata parió una preciosa ternera.
Dálmata con su ternera.
Para Raúl, ese fue uno de los momentos más especiales de su vida como ganadero puesto que todos los cuidados dispensados a Dálmata durante muchos meses, habían dado su fruto.
Raúl con la ternera y uno de sus inseparables gatos.
La ternera vivía en un corral junto a su madre de forma que podía mamar cuando quisiera mientras que su madre se alimentaba de todo lo que Raúl la llevaba, siendo "inspeccionado" con curiosidad por la ternera.
Dálmata amamantó a su ternera durante meses, creciendo ésta fuerte y sana gracias a los grandes cuidados que Raúl daba ambas.
Dálmata y su ternera.
El proceso, se sigue repitiendo año tras año y Dálmata cría a sus terneros sin problema alguno como haría cualquier otra vaca.
Sin embargo, las vacas lecheras dan una cantidad de leche muy superior a la que el ternero puede consumir lo que hace que tengan que ser ordeñadas para que tanto el ternero como la vaca permanezcan sanos. Si el ternero consumiese demasiada leche, tendría graves trastornos intestinales mientras que si la leche no consumida se quedase retenida en la ubre de la vaca, esta sufriría mastitis por retención.
Por ello, cada día, Raúl ordeña a Dálmata, la cual produce una cantidad variable de leche en función de la que haya consumido el ternero o ternera.
Garrafas de leche.
Con la leche de Dálmata, Raúl elabora diversos productos lácteos para el consumo familiar.
Como es natural, parte de la leche se destina al consumo directo en fresco y de forma líquida. Pocas cosas habrá tan deliciosas como desayunar un tazón de auténtica leche y no "de cartón" acompañada por una tostada untada con nata de la propia leche espolvoreada con un poco de azúcar.
Jarra de leche recién ordeñada.
Raúl elabora exquisitos quesos con la leche de Dálmata. Este producto, aparentemente fácil de elaborar, requiere grandes conocimientos y una depurada técnica para obtener un producto de calidad inigualable.
Poco tienen que ver un queso elaborado industrialmente con uno artesano y especialmente si este es elaborado en casa con leche de los animales criados por el propio quesero.
Consumido en fresco, solo acompañado simplemente de un poco de pan, en ensaladas, como ingrediente de diversas recetas o como postre con miel, mermelada, membrillo...el queso es un auténtico manjar.
Quesos frescos.
La leche es también la base de numerosos postres como la cuajada, producto similar al queso que Raúl elabora con mimo y reparte posteriormente en los tradicionales recipientes de barro utilizados tradicionalmente para servir este exquisito postre.
La cuajada, al igual que el queso, puede adquirirse fácilmente en el mercado pero no tiene nada que ver una cuajada industrial con una casera elaborada con leche fresca.
Cuajadas.
Otro postre muy popular en el medio rural y que se elaboraba a menudo con motivo festividades o comidas especiales, es el arroz con leche.
Su elaboración es sumamente sencilla pues basta con cocer el arroz en leche con azúcar y añadir cáscara de naranja o limón, canela en rama y otros productos al gusto del consumidor para luego repartirlo en recipientes individuales y dejarlo reposar para consumirlo frío.
El ganado vacuno, como es bien sabido, produce también exquisita carne y ese es el destino las terneras de Dálmata, que se sacrifican para la producción de carne destinada al consumo familiar, coincidiendo con la matacía de los cerdos. Parte de la carne de ternera se destina al consumo directo fresca y congelada como los chuletones o la carne para guisar, mientras que el resto se destina a la elaboración de embutidos y cecina.
Aunque Dálmata da mucha leche y con ella se pueden hacer muchas cosas como hemos podido ver, Raúl también tiene cabras a las que ordeña para destinar la leche al consumo familiar y es que la leche de cabra es la mejor para beber puesto que sienta muy bien al organismo, pudiendo tomarla aquellas personas intolerantes a la lactosa de la leche de vaca.
Cabra y lechera llena de leche.
También tiene Raúl en esta granja, la cual parece salida de un cuento como decíamos al principio, un pequeño rebaño de ovejas
Tradicionalmente, estos animales proporcionaban lana, carne e incluso leche en las granjas si bien hoy su principal producción es la carne de los corderos.
Corderos.
Las ovejas cumplen también una importantísima función como desbrozadoras del terreno, manteniendo la granja limpia de hierba.
Raúl es un gran aficionado a los caballos.
Antiguamente, estos animales eran imprescindibles en las granjas al ser utilizados para el trabajo, pero hoy en día son animales de montura o simplemente de compañía.
Raúl junto a un caballo.
Actualmente, Raúl mantiene un precioso caballo y un pequeño poni. El primero vive en un recinto independiente mientras que el poni vive junto a Dálmata.
Caballo, poni y Dálmata.
Mucha gente piensa que el poni y el caballo son especies distintas pero en realidad pertenecen a la misma especie que cuenta con infinidad de razas de muy diversos tamaños siendo las más pequeñas y de morfología más bien rechoncha las conocidas como poni, palabra castellana que viene del inglés poney y que ha sustituido la castiza palabra castellana jaca, con la que se conocía a todo caballo menor de 7 cuartas (140 cm) si bien las jacas ibéricas fueron siempre más estilizadas que los ponis escoceses y de otros países norteños, donde estaban adaptados a vivir en ambientes fríos y nevados.
Poni en la nieve, algo frecuente en Teruel.
No pueden faltar en una granja los cerdos o "tocinos" como se dice en muchas regiones aragonesas. Raúl suele comprar y engordar cada año un par de estos animales.
En un pequeño corral sumamente limpio y cuidado, los cerdos de Raúl reciben los mejores cuidados y una selecta alimentación que tiene como base los productos estropeados de la huerta y los desperdicios de la comida familiar produciendo así una carne de calidad extraordinaria.
Cerdos descansando.
La carne de estos cerdos es aprovechada tras su sacrificio, la tradicional matacía, para elaborar exquisitos embutidos para el consumo familiar.
Siguiendo viejas recetas familiares, la carne es adobada cuidadosamente para obtener los diversos embutidos y tras probar y rectificar si es necesario, la masa es embutida en las tripas.
Los embutidos son colgados para que se sequen durante un tiempo determinado, siendo luego guardados y almacenados convenientemente para consumirlos a lo largo de todo el año.
Esta práctica, realizada antaño en todas las casas del medio rural, se va perdiendo y con ella se pierden viejas recetas, pero gracias a gente como Raúl, se siguen conservando.
En alguna ocasión, Raúl ha tenido también cerdos enanos, conocidos genéricamente como cerdos vietnamitas, los cuales son excelentes mascotas que, en contra de lo que pueda pensarse, son extremadamente limpios y sumamente inteligentes superando a los perros y, con perdón, incluso a los niños pequeños, puesto que un cerdo es más inteligente que un niño de 4 años.
Cerdos enanos y ocas.
En ninguna granja pueden faltar los animales de corral desde mamíferos como el conejo a una gran diversidad de aves como la gallina, el pavo común, el pato común, el pato mudo, la oca, la paloma....
Los conejos, dados sus hábitos excavadores y su tendencia a escaparse, son criados en jaulas para que sean manejados con mayor facilidad y estén protegidos de los depredadores.
Conejo en una jaula.
La gallina es el ave doméstica por excelencia y en la granja de Raúl no pueden faltar.
Viven sueltas, alimentándose con todo lo que encuentran y con el pienso y los subproductos de la huerta que Raúl les proporciona.
Gallo y gallina.
El principal objetivo de la crianza de gallinas es la obtención de huevos para el consumo familiar y de pollos que también se destinan al mismo fin.
Los huevos producidos por estas gallinas criadas en libertad, como se hizo toda la vida, son de una calidad inigualable y su sabor es muy diferente al de los huevos de gallinas criadas industrialmente en jaulas o en grandes granjas y alimentadas exclusivamente con piensos industriales.
Huevos de gallina de diferentes colores.
Lógicamente, no todos los huevos son destinados al consumo sino que una pequeña parte se destinan a la incubación, para lo cual se suele tener en las granjas alguna gallina enana por ser las mejores madres, aunque cualquier gallina puede servir como incubadora y nodriza de pollitos propios o ajenos.
Raúl cría también pavos comunes, aves de gran tamaño originarias de América pero que llevan siglos conviviendo en nuestras granjas y corrales con las gallinas y otras aves.
Gallinas y pavos.
Los pavos son aves criadas generalmente para la producción de carne, consumida generalmente en días festivos y en reuniones familiares constituyendo un auténtico manjar que, aunque suele asociarse con la Navidad, puede consumirse en fiestas tan importantísimas en Aragón como la Virgen del Pilar.
Pavos.
No obstante, en la mayoría de las granjas, se deja que las pavas pongan e incuben sus huevos puesto que son unas madres extraordinarias. También se puede dejar que pongan sus huevos en un nido y cuando vayan a comenzar a incubarlos, cambiárselos por huevos de gallina, pato, oca... y dejar que los incube. La pava no se dará cuenta del cambio y criará a los pollitos como a sus propios hijos.
Pava en el nido con pollitos recién nacidos.
En la granja también hay patos comunes y patos mudos. Aunque ambas especies son muy similares y pertenecen a la misma familia, son especies completamente diferentes.
Los primeros, descienden de patos silvestres que habitan en Europa y Asia donde fueron domesticados hace miles de años mientras que los segundos descienden de patos salvajes de Sudamérica, donde ya eran mantenidos en estado doméstico hace siglos.
Ambas especies, que pueden hibridarse dando lugar a ejemplares estériles conocidos como patos mula, se crían para la producción de carne y también de huevos.
Patos comunes (arriba) y mudos (abajo).
Las patas mudas son unas excelentes madres, incubando huevos propios o de pato común y criando a los patitos con gran esmero y celo motivo por el cual son mantenidas por muchos criadores de patos comunes por considerarlas mejores para criar que las patas comunes.
Pata muda con patitos.
Otros animales a los que Raúl es muy aficionado son las ocas, aves de gran tamaño que en las granjas son criadas para la producción de carne e incluso de huevos y también como animales guardianes puesto que con sus estridentes graznidos avisan de cualquier posible amenaza.
Las ocas hembra son excelentes madres, defendiendo a sus crías con gran fiereza.
Oca.
Todas estas aves conviven en la granja en absoluta armonía, congregándose todas ellas en el mismo punto a la hora de recibir la comida, una imagen verdaderamente espectacular para los amantes de los animales en general y de las aves de corral en particular.
Las aves de Raúl.
Y por supuesto, en la granja de Raúl no faltan los gatos, cuya principal función es cazar ratones además de dar compañía a su dueño, aunque los de Raúl son unos gatos muy particulares porque son gatos pastores que cuidan el rebaño de ovejas.
Gatos pastores
Podría pensarse que atendiendo a tantos animales, Raúl no tiene tiempo para hacer nada más en la granja, pero la huerta necesita no pocos cuidados para luego poder recolectar multitud de exquisitos productos como borrajas, calabacines, coliflores, judías verdes, tomates, pepinos, calabacines, pimientos...
Productos de la huerta.
Primero es necesario preparar la tierra, la cual conveniente abonada con el estiércol de los animales de la granja, quedará lista para la siembra de todos los cultivos.
Sembrando las patatas.
Llegado el momento, se procederá a cosechar los productos sembrados. Algunos, como las patatas, pueden cosecharse poco a poco, aunque lo ideal es sacarlas de la tierra todas a la vez y almacenarlas en un lugar fresco y seco.
Cosechando las patatas.
Otros productos como tomates o pimientos, van madurando poco a poco en la planta por lo que se cogen aquellos que estén en su sazón y el resto se dejan hasta que maduren, produciendo la planta nuevas flores y frutos a lo largo de la temporada.
Pimientos
También cultiva Raúl frutas como sandías y melones que necesitan pocos cuidados pero que durante la época de recolección deben revisarse diariamente pieza por pieza para conocer el momento óptimo en el que están listos para ser consumidos.
Sandía (arriba) y melones (abajo).
Hay una gran diferencia entre todos estos productos cultivados en casa y los que se compran en el mercado puesto que los primeros se recolectan cuando están maduros y en el punto idóneo de consumo mientras que los segundos son recolectados antes de madurar para facilitar el transporte o bien se almacenan en cámaras que les restan sabor.
Tomates madurando en la planta.
Con los productos de la huerta, se pueden elaborar infinidad de recetas y conservas. Algunos productos como las patatas no presentan problema alguno de conservación y se pueden ir consumiendo poco a poco de muchas maneras.
Patatas.
Pero como estamos en una granja donde hay numerosas aves, entre ellas gallinas ponedoras y tenemos delante unas ricas patatas, nada mejor que disfrutar de una de las exquisitas tortillas de patata que son una de las especialidades de Raúl y es que una tortilla con patatas de la huerta y huevos de la granja, es algo que no se come ni el restaurante con más estrellas Michelin del mundo.
Tortilla de patata.
Raúl todavía sigue teniendo tiempo para que el jardín de la casa de la granja luzca esplendoroso y repleto de las más variadas plantas y flores.
Ciertamente, estas plantas no tienen una finalidad productiva pero es importante tener un espacio de estas características en la granja.
Flores del jardín de Raúl.
La casa y el jardín tienen gran importancia para Raúl, pues aunque vive en la ciudad, es aquí donde se reúne a menudo con sus familiares y amigos para pasar un agradable día en el campo y desconectar así de la acelerada vida diaria.
Aquí es donde Raúl prepara para su familia amigo extraordinarios guisos como la paella con los productos de la huerta y la carne de los animales que él mismo cultiva y cría o donde prepara una sencilla pero suculenta barbacoa que gusta a todo el mundo puesto que, por mucho que evolucione nuestra especie, la costumbre de reunirse junto al fuego para asar carne es algo que jamás dejará de gustarnos.
Y después de estas comidas tan abundantes como deliciosas, nada mejor que terminar con los postres antes mencionados como la cuajada o el arroz con leche o bien con un chocolate caliente acompañado de algunos dulces caseros.
Chocolate y dulces.
En los fríos inviernos turolenses, cuando las heladas son muy fuertes o con la nieve cubre de blanco la granja, nada mejor que calentarse junto al fuego en el interior de la casa.
En momentos así, Raúl se siente absolutamente privilegiado y satisfecho con todo el trabajo realizado en la granja durante el año disfrutando de lo que le gusta.
Raúl calentándose junto al fuego.
Ejemplos como el de Raúl, deben servirnos a todos para darnos cuenta de la importancia que tienen la agricultura y la ganadería para la sociedad en general pues de estas actividades depende la producción de alimentos para todos.
Raúl tiene la inmensa suerte de poder obtener gran parte de los productos que consume a lo largo del año, pero esto supone un esfuerzo y un trabajo que son dignos de elogio.
Raúl y Dálmata.
Antiguamente, lo que hace Raúl era algo muy normal en pueblos e incluso zonas periurbanas de toda España, donde los trabajadores del sector industrial o de los servicios, mantenían pequeñas granjas pero hoy en día, nos hemos vuelto muy "comodones" y preferimos acudir diariamente al supermercado y comprar todo lo que necesitamos preocupándonos por conseguir los productos más baratos y sin fijarnos en su procedencia.
Por suerte, hay gente como Raúl que con lo que hace en su granja, permite que nos demos cuenta de los errores de esta sociedad que cada día da más y más la espalda al campo.
Raúl con una jarra de leche recién ordeñada.
Raúl es como vemos una persona autosuficiente que obtiene en su granja de los animales que cría y las plantas que cultiva la mayor parte de los alimentos que necesita tales como leche, queso, carne, huevos, verduras, hortalizas, frutas... sabiendo perfectamente que son productos de calidad y sin componentes químicos de ningún tipo, algo que hicieron todos nuestros padres, abuelos y generaciones anteriores para sacar adelante a nuestras familias.
Los sobrinos y los hijos de los amigos de Raúl tienen la gran suerte de poder ir a la granja y conocer de primera mano de dónde vienen los alimentos, disfrutando con los animales, ordeñando a las cabras o pastoreando las ovejas.
Quiero agradecer a Raúl su gran colaboración para poder realizar este magnífico artículo que ojalá sea leído y compartido por muchas personas y que está especialmente pensado para ser leído por niños en edad escolar y que así conozcan de primera mano el origen de los alimentos pero también para gente de cualquier edad y que de esa forma puedan valorar la importancia de la agricultura y la ganadería.
Por su puesto, también es un artículo que la gente mayor leerá con gran interés recordando su vida pasada permitiendo que sus hijos, nietos y bisnietos conozcan cómo vivieron ellos.
Sin RAÚL MARTÍN MARTÍNEZ esto no sería posible. Gracias, Raúl.
Técnico Forestal.
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