LOS PATOS

Los patos ocupan un lugar de gran importancia en la avicultura mundial junto con las gallinas y los pavos, criándose comercialmente dos especies perfectamente diferenciadas: el pato doméstico o común y el pato mudo.

Patos en la Laguna del Mayo.
Acehúche (Cáceres)
(c) Gonzalo Lorenzo Gómez.

1. PATO DOMÉSTICO.

- Clasificación.
El pato doméstico desciende directamente del ánade real (Anas platyrhynchos) que habita en estado salvaje en gran parte del hemisferio norte y que presenta costumbres acuáticas y migratorias, siendo un ave muy social.
Presenta un gran dimorfismo sexual siendo los machos mucho más coloridos que las hembras en la época reproductora.
Al no existir una diferencia muy marcada entre el pato salvaje y el doméstico, este último es denominado Anas platyrhyncos domesticus hibridándose frecuentemente ambos patos y dando lugar a descendencia fértil.

Macho (izda.) y hembra (dcha.) de ánade real.
(c) Silvestre de la Calle García.

- Características generales.
Aves de tamaño medio con poco dimorfismo sexual o diferencia entre machos y hembras comparada con las especies silvestres.
El peso varía entre los 3,4-3,8 en los ejemplares domésticos y entre 1,1-1,2 kg en los salvajes.
Cabeza relativamente grande con pico recto, ancho en la base, algo aplanado y con los orificios nasales claramente posteriores.
Alas puntiagudas y plumaje denso y engrasado. Las extremidades, palmeadas como las de todas las anátidas, presentan un dedo posterior formado por una uña simple y sin lóbulo.

Pato doméstico.
(c) Adrián Pérez Fraile.

- Razas.
Existen numerosas razas de pato doméstico que puede dividirse en tres grandes grupos:

Razas de aptitud cárnica: Pekín, Rouen, Aylesbury, Duclair, Pomenaria, Belga de Tremonde, Azul sueco, Mallard (silvestre domesticado)...

Razas de aptitud ponedora: Khaki Campbell, Corredor Indio, Orpington...

Razas ornamentales: Cayuga, Call, Crestado...

Pato Corredor Indio.
(c) Juan José Hidalgo Villar.

- Origen e historia.
El pato fue domesticado en el sudeste asiático donde su cría tiene una gran importancia.
En Europa la especie no comenzó a criarse de manera más o menos generalizada hasta el siglo XVIII.
Únicamente en aquellas regiones del centro y norte de Europa donde las gallinas presentaban problemas de adaptación, se criaban patos y sobre todo gansos u ocas por ser aves perfectamente adaptadas a los climas fríos y lluviosos.

Patos en la nieve.
(c) Raúl Martín Martínez.

En el siglo XVIII comienzan a importarse de China diversas razas de pato doméstico, destacando la raza Pekín que tras ser mejorada en Europa y Norteamérica, se ha convertido en la base de la avicultura mundial en cuanto a patos se refiere.

Pato tipo Pekín.
(c) Gonzalo Lorenzo Gómez.

En España la cría de patos ha sido una actividad bastante minoritaria existiendo únicamente una raza descrita pero sin reconocimiento oficial. Se trata de la annera mallorquina, muy semejante a los ánades salvajes aunque de mayor tamaño y que es criada para la producción de carne y huevos.

Pata de plumaje salvaje.
(c) Adrián Pérez Fraile.

- Sistemas de cría.
Aunque la cría de patos tiene gran importancia a nivel mundial, su grado de tecnificación no alcanza el de las gallinas o los pavos, criándose generalmente en sistemas más extensivos al ser necesario su acceso al agua para garantizar su buen estado de salud.

Patos en un estanque.
(c) Juan Carlos Hidalgo Villar.

Como cualquier ave de corral, los patos son presa fácil de numerosos depredadores como zorros, garduñas, ginetas, meloncillos...por lo  que es aconsejable construir para ellos corrales cuidadosamente cercados con malla metálica para impedir el acceso de los cuadrúpedos e incluso cerrarlos también por arriba para evitar posibles ataques de aves rapaces.

Pata en un corral.
(c) Adrián Pérez Fraile.

De alimentación omnívora, los patos pueden alimentarse de plantas acuáticas, hierba, invertebrados... siendo por tanto grandes aliados para el agricultor, al consumir animales "dañinos" como caracoles y babosas.
En el caso de los patos dedicados a la producción de carne y/o huevos su alimentación debe complementarse con piensos similares a los empleados para las gallinas.

Patos alimentándose en el campo.
(c) Adrián Pérez Fraile.

A menudo son criados en pequeños corrales o granjas familiares donde conviven con otras aves de corral pero teniendo en cuenta que siempre deben tener acceso a agua fresca y limpia en cursos de agua naturales o en estanques especialmente diseñados para ellos.

Patos y gallinas en un corral familiar.
(c) Juan Carlos Hidalgo Villar.

- Producciones.
Las producciones de los patos son diversas destacando la carne y los huevos.
Para carne se sacrifican animales con edades comprendidas entre las 8 y las 12 semanas con pesos de 1,4-1,5 kg/vivo (1,2 kg/canal) a 2-2,5 kg/vivo.
Los animales de menor peso suelen comercializarse enteros siendo ideales para asar mientras que los grandes suelen venderse despiezados constituyendo el magret la pieza más estimada.
También tiene gran valor en la industria el hígado que se utiliza para la elaboración de foie. 

Patos comiendo pienso.
(c) Juan Carlos Hidalgo Villar.

La puesta comienza hacia la semana 24 de vida variando la cantidad de huevos puestos en función de la raza y el manejo:

Raza/huevos año:
- Khaki Campbell: 300-350
- Tsaiya: 300-320.
- Khaki x Pekín: 220-260.
- Corredor indio: 200-250.
- Rouen: 110.
- Silvestre domesticada: 80-120.

El peso de los huevos oscila entre los 65 y 85 gramos siendo de color blanco sucio o verdoso.

Huevos de pata.
(c) Adrián Pérez Fraile.

Los huevos pueden destinarse al consumo, siendo su clara más espesa que la de gallina y teniendo un sabor diferente, haciéndolos muy apreciados en pastelería. En el sudeste asiático, es común el consumo de huevos fertilizados y fermentados.
En otras ocasiones se destinan a la incubación de forma natural o artificial, naciendo los patitos tras 28 días de incubación.

Pata común y patito recién nacido.
(c) Juan Carlos Hidalgo Villar.

Otras producciones de cierta importancia son las plumas y el cuero. Las primeras, aunque de menor calidad que el plumón de oca, son utilizadas para el relleno de almohadas, cojines y edredones mientras que el cuero se utiliza para diversos objetos de artesanía.
El que las plumas y cuero de las anátidas puedan ser utilizados para estos fines se debe a que aíslan de manera natural a estas aves del agua y del frío.

Patos nadando.
(c) Gonzalo Lorenzo Gómez.

2. PATO MUDO.

- Clasificación.
El pato mudo doméstico, también conocido como pato criollo, pato de Berbería...desciende del pato mundo salvaje (Cairina moschata) que habita en Sudamérica.
Recibe este nombre porque el macho es incapaz de producir sonidos como los patos comunes.
Al igual que entre el ánade real o pato salvaje y el pato doméstico común, no existen grandes diferencias entre los ejemplares silvestres y domésticos por lo que se consideran una sola especie denominando a los domésticos como Cairina moschata domesticus.
Sin embargo, y dado que los patos mudos y comunes se hibridan entre sí, muchos expertos proponen que la denominación de la especie sea Anas moschata en lugar de Cairina moschata.

Pato mudo.
(c) Miguel Alba Vegas.

- Características generales.
Porte horizontal, cuerpo ancho y largo siendo más pesados que los patos comunes y alcanzando los machos un peso muy superior, prácticamente el doble, que las hembras.
Cabeza robusta, larga, con plumas que se enderezan en estados de excitación y carúnculas escarlatas a ambos lados que segregan una sustancia olorosa similar al almizcle.

Patos mudos.
(c) Raúl Martín Martínez.

- Razas.
Existen multitud de razas de pato mudo las cuales se clasifican en función del color del plumaje (negros, blancos, beiges, azules, barrados, manchados...) y del tamaño de las carúnculas de la cabeza.

Patos mudos.
(c) Sandra Rodríguez Sánchez.

- Origen e historia.
El pato mudo era mantenido como animal doméstico en América del Sur antes de la llegada de los conquistadores españoles y desde allí se extendió a Europa y el resto del mundo siendo hoy bastante popular en numerosos países de clima templado puesto que son más sensibles al frío que los patos comunes.

Patos mudos.
(c) Juan Carlos Hidalgo Villar.

- Sistemas de cría.
Los sistemas de cría del pato mudo no se diferencian prácticamente de los seguidos para la cría de patos comunes aunque su explotación está bastante menos extendida.
Es preciso anotar que estos patos son más agresivos, incluso con el hombre, que los patos comunes lo que hace que su cría sea algo más compleja.

Patos mudos.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Pese a ser un tanto más agresivos que los patos comunes, ambas especies pueden convivir en los mismos corrales y junto a otro tipo de aves como gallinas, pavos, ocas, ocas chinas, gallinas de Guinea..

Corral en una granja de Teruel.
(c) Raúl Martínez Martín.

- Producciones.
El pato mudo se cría fundamentalmente para la producción de carne aunque sus huevos también pueden destinarse al consumo humano.
Para la producción de carne, las hembras se sacrifican a las 9-10 semanas con un peso vivo de 2,2-2,3 kg y los machos a las 11-12 semanas con un peso vivo de 3,9 a 4,1 kg presentando ambos sexos un rendimiento en canal del 64%.
La carne del pato mudo, bastante más grasa que la del pato común, es muy apreciada pero lo más valorado de esta especie es el hígado para la elaboración de foie.

Pato mudo.
(c) Juan Carlos Hidalgo Villar.

La producción de huevos puede alcanzar las 180-200 unidades anuales en dos periodos de puesta de unos 5 meses cada uno separados por un periodo de alrededor de 3 meses de muda. En el primero ponen de 95 a 100 huevos y en el segundo de 80 a 85 huevos, los cuales tienen un peso superior a los de los patos comunes, pesando de 70 a 100 gramos.

Huevos de pato mudo.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

El periodo de incubación en el pato mudo es de unos 36 días frente a los 28 del pato doméstico.
Como en otras especies de aves domésticas nidífugas, la incubación puede hacerse de manera natural o artificial. Las patas mudas son extraordinarias incubadoras y unas madres magníficas criando tanto patitos mudos como comunes.

Patas mudas con sus patitos.
(c) Abel Pache Gómez.

3. PATO MULA.

Con el nombre de pato mula se conoce al híbrido entre el pato doméstico y el pato mudo. El nombre no puede ser más gráfico puesto que estos patos híbridos, al igual que ocurre con las mulas, son estériles y como ocurre con los mencionados mamíferos, los machos son totalmente estériles mientras que las hembras pueden ovular o poner algunos huevos aunque siempre sin fertilizar por lo que no sirven para incubar.
La cría de los patos mula tiene hoy una gran importancia a nivel industrial ya que gracias al vigor híbrido son animales de rápido crecimiento y mayor tamaño que sus progenitores siendo especialmente utilizados para la producción de hígado destinado a la elaboración de foie.
Aunque pueden obtenerse mediante diversos cruces, los patos mula industriales son fruto del cruzamiento de hembras de la raza Pekín y machos de pato mudo. 

Patos mudos y comunes en un corral.
(c) Juan Carlos Hidalgo Villar.


4. LOS PATOS COMO AVES ORNAMENTALES.

Los patos y otras anátidas siempre han llamado la atención del hombre por su espectacular plumaje nupcial que, en el caso de los machos, es casi tan espectacular como el de ciertas especies de fasiánidas (gallos, faisanes, pavos reales...) o también por su majestuoso aspecto como ocurre con los cisnes, las anátidas de mayor tamaño.

Patos.
(c) Arturo González Macías.

Es frecuente mantener patos en granjas familiares, granjas escuela, negocios de turismo rural...y también en parques y jardines municipales y zoológicos donde hacen las delicias de niños y mayores.
En tales ambientes, los patos domésticos o comunes y los patos mudos conviven con otras especies de anátidas.

Parque de los Patos.
Ceclavín (Cáceres)
(c) Arturo González Macías.

Las anátidas que conviven con los patos en estos lugares son las ocas comunes y las ocas chinas así como los majestuosos cisnes. En ocasiones habitan también anátidas de especies salvajes como el tarro canelo.
Para la mayoría de la gente, especialmente para los niños, todas estas aves que nadan en el agua son simplemente "patos" sin preocuparse por la identidad específica y/o racial de los mismos.

Oca china (izda.) y oca común (dcha.)
(c) Nuria Parra Mejías.

5. CURIOSIDADES SOBRE PATOS.

- Don Nicolás y los patos.
Don Nicolás de la Fuente Arrimadas, ex rector de la Universidad de Valladolid, escribió en 1925 la que para muchos es la más sensacional de las obras sobre la historia y la cultura de El Barco de Ávila y la Sierra de Gredos, titulada Fisiografía e Historia del Barco de Ávila.

Castillo de Valdecorneja y Puente Viejo sobre el río Tormes.
El Barco de Ávila (Ávila).
(c) Silvestre de la Calle García.

Analizando la economía de la zona y otras posibles alternativas para aprovechar al máximo los recursos naturales disponibles, Don Nicolás dedica un párrafo a hablar de la cría de patos:

"Es lamentable que con la abundancia de canales y acequias que hay en estos valles, no se críen parros (patos), gansos, ocas y todas las variedades de palmípedas. Con sólo el valor de su plumón, se reintegrarían todos los gastos que en ellos se hicieran."

Lamentablemente, no se siguió al pie de la letra el consejo de Don Nicolás y salvo alguna granja de ocas, la cría de anátidas domésticas no ha pasado en El Barco de Ávila y su comarca de ser una actividad meramente anecdótica llevada a cabo por algunos aficionados.

Pareja de patos.
(c) Raúl Martín Martínez.

- ¿Una monja criando patos?
Santa Maravillas de Jesús, cuya festividad se celebra el 11 de diciembre, era una inquieta religiosa madrileña de la Orden de las Carmelitas Descalzas y como la gran Santa de esta Orden, Santa Teresa de Jesús, recorrió España fundando conventos en una etapa especialmente dura tras la Guerra Civil Española.

Santa Maravillas de Jesús.

En 1953 la Madre Maravillas funda en Arenas de San Pedro Ávila un convento. Como todos los que fundaba, además de las dependencias propias de todo monasterio, había un amplio huerto para sustento de las monjas donde por supuesto no podían faltar los gallineros aunque una terrible epidemia de peste aviar diezmo la población de gallinas a nivel nacional y por lo tanto, había que pensar en otra alternativa.

Arenas de San Pedro (Ávila)
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

La Madre Maravillas viajó a Brenes (Sevilla) pues había sido invitada por los Marqueses de Esquivel. 
Allí vio una magnífica granja de patos y al enterarse que eran más duros y resistentes que las gallinas, no se lo pensó dos veces y mientras pasaba la epidemia, instaló, gracias a la limosna de los citados Marqueses, una granja de 100 patas en el convento de Arenas aunque sin renunciar nunca a sus queridas gallinas. Aquel negocio generó importantes beneficios para las religiosas arenenses. 

Patos.
(c) Juan Carlos Hidalgo Villar.

- ¿Un cura criando patos?
No abandonamos la Iglesia porque entre 1951 y 1966 el párroco de Guijo de Santa Bárbara (Cáceres), don Ascensio Gorostidi Altuna (1923-1966) natural de la localidad de Amezketa (Guipuzkoa) se dedicó también a la cría de patos ante los problemas que tenían las gallinas en aquella época.

Pata.
(c) Raúl Martínez Martín.

Los patos llamaron poderosamente la atención de los guijeños, muchos de los cuales los veían cuando iban de trashumancia con las cabras y vacas a las dehesas del Campo Arañuelo y donde estos animales vivían salvajes en ríos, arroyos y charcas pero nunca pensaron que pudieran criarse como las gallinas.

Don Ascensio Gorostidi Altuna.

A las afueras de la localidad, don Ascensio tenía su pequeña granja donde criaba gallinas y patos pero no con fines comerciales sino para el autoconsumo de huevos pues muchos días las cocineras de este sacerdote Gora y Remigia tenía que freír una docena de huevos para que el párroco quedase satisfecho, además de los huevos crudos que sorbía directamente en la granja.

Pata en Guijo de Santa Bárbara (Cáceres)
(c) Adrián Pérez Fraile.

6. DEDICATORIA.

Como se dice en el apartado anterior, los patos han sido aves muy raras en Guijo de Santa Bárbara (Cáceres), donde a pesar de la gran abundancia de agua, no hay buenos lugares para que los patos puedan anidar en estado salvaje y su cría, tampoco ha pasado nunca de ser algo meramente anecdótico manteniendo algún ejemplar con las gallinas.
Sin embargo, actualmente hay en Guijo de Santa Bárbara un criador de patos. Se trata de ADRIÁN PÉREZ FRAILE, de 20 años de edad, que está demostrando que la cría de patos puede ser una actividad con futuro dentro del panorama ganadero guijeño.
Por ello, le dedicamos este artículo deseando que le vaya muy bien en su proyecto de cría de patos.

Adrián Pérez Fraile.

Bibliografía y fuentes consultadas.
- De la Fuente Arrimadas, N. (1925) Fisiografía e historia del Barco de Ávila.
- Sañudo Astiz, C. (2011) Atlas mundial de etnología zootécnica. Editorial Servet.
- Seymour, J. (2023) El horticultor autosuficiente y  la vida en el campo. Editorial Blume. 
- 2008. Si tú le dejas...Vida de Santa Maravillas de Jesús, Carmelita Descalza. Editorial Edibesa.

Fdo: Silvestre de la Calle García.
Técnico Forestal.

Comentarios

ENTRADAS MÁS LEÍDAS (ÚLTIMOS 12 MESES)