LA CABRA DE LAS MESETAS
España cuenta con una gran diversidad de razas autóctonas entre las que se encuentran más de 20 razas caprinas. En la comunidad autónoma de Castilla y León encontramos una de estas razas, la cual está en gravísimo peligro de extinción: LA CABRA DE LAS MESETAS.
ETIMOLOGÍA Y SINONIMIA.
La Cabra de las Mesetas recibe su nombre por la región geográfica de origen que, en tiempos pasados, abarcaba ambas Mesetas o Submesetas de la península Ibérica, si bien en la actualidad únicamente puede encontrarse en la Meseta o Submeseta Norte, concretamente en la comunidad autónoma de Castilla y León.
Rebaño en la Meseta Norte.
Riocabado (Ávila).
(c) Sebastián Hernández.
Fue conocida con diversas denominaciones a lo largo del tiempo tales como Cabra Castellana, Cabra Española, Cabra del País, Cabra Común o Cabra Serrana, siendo este último el más utilizado por los ganaderos y expertos que se dedicaron a su estudio. Sin embargo, todos estos nombres, además de un tanto imprecisos, están ya en desuso y el último de ellos puede presentar confusiones con otras razas como la Blanca Andaluza o Serrana y con la raza portuguesa Serrana, mayoritaria en el país vecino y que está estrechamente emparentada con la raza que nos ocupa.
Otro nombre con el que fue conocida, ya de forma oficial desde 1997, fue el de Agrupación de las Mesetas por considerar que se trataba de un conjunto heterogéneo y poco definido de caprinos. Con el paso del tiempo, esta denominación fue sustituida por la actual de Cabra de las Mesetas.
CARACTERÍSTICAS GENERALES.
El aspecto general de los ejemplares de Cabra de las Mesetas responde a animales de proporciones mediolíneas, de perfil recto o subcóncavo, de aspecto fuerte y con marcado dimorfismo sexual.
PROTOTIPO O ESTÁNDAR RACIAL.
El prototipo o estándar racial al que deben ajustarse todos los ejemplares de la raza según la Asociación Nacional de Criadores de Cabra de las Mesetas, es el que se transcribe íntegramente a continuación.
Cabeza.
De tamaño medio o algo agrandada y forma triangular.
Perfil recto o ligeramente
cóncavo con depresión fronto-nasal.
Ojos expresivos.
Orejas de tamaño medio de porte
horizontal, a veces ligeramente inclinadas hacia abajo, que pueden mover con facilidad.
Hocico grueso y labios finos.
Cuello.
Con tendencia a se alargado y de amplia base en su unión con el tronco, más corto y
potente en los machos. Gotera yugular poco aparente. Frecuente la aparición de mamellas.
Tronco.
Alargado y bastante profundo. Línea dorsolumbar ligeramente en ascenso hacia la
grupa. Grupa corta, estrecha, caída y débilmente musculada. Vientre recogido. Costillares
aplanados. Cola corta, de porte elevado.
Extremidades. Finas, fuertes, con articulaciones enjuntas. Nalgas y piernas de escaso
desarrollo muscular. Pezuñas pequeñas y fuertes. En general, presentan buenos aplomos.
Cabra de las Mesetas.
(c) Asociación de Criadores.
Órganos genitales.
En general, en la hembra la mama es recogida, poco desarrollada y bien
implantada; de forma cónica, con los pezones dirigidos hacia delante y afuera, o abolsada
con los pezones de forma y posición variada. En el macho, los testículos están bien
desarrollados y son simétricos.
Disposición de la mama.
Riocabado (Ávila).
(c) Sebastián Hernández.
Capa.
Muy variable. Dentro de las denominadas simples, son más frecuentes las tonalidades
oscuras, negras o gateadas en negro. Entre las compuestas cabe señalar: berrenda, cárdena,
castaña y cervuna.
Como particularidades, las capas pueden presentar degradaciones de
diferente color e intensidad, en otras ocasiones degradaciones longitudinales a lo largo de
la cara (carrilleras).
Faneróptica.
Piel: fuerte, elástica y suave.
Mucosas: presentan coloración distinta en
función de la capa; es decir, las de capa negra presentan mucosas con pigmentación oscura
y las de capa clara del mismo tono.
Pelo: puede ser corto o largo. En ocasiones solo
existe un raspil a lo largo del lomo, o garra larga (garrudas) en las extremidades
posteriores. El pelo suele ser más largo en los machos. Éstos exhiben también una fuerte
perilla. Cuando existe en las hembras, es menos poblada.
Cornamenta: la más frecuente es el tipo Prisca, pero también los hay de tipo intermedio y
Aegagrus. Existen ejemplares acornes, pero son poco frecuentes.
Pezuñas: duras de color oscuro.
Desarrollo corporal: aunque variable según la zona de explotación y sistema de manejo, el
peso de los machos adultos se sitúa entre 65 y 70 kg., y entre 50 y 55 kg. en las hembras.
Defectos del prototipo racial.
Las desviaciones de estas características las calificamos como
defectos objetables, que bajan la puntuación morfológica, pero no excluirían al animal del
Libro Genealógico, y defectos descalificantes, graves, que sí lo excluyen.
Defectos objetables:
a) Conformación general o regional ligeramente defectuosa.
b) Ligera desviación del prototipo racial.
c) Cabeza con rasgos sexuales poco definidos.
Defectos descalificantes:
a) Conformación general o regional defectuosa en grado acusado.
b) Animales de capa blanca o muy clara.
c) Presentar taras o defectos que dificulte la función reproductora, así
como monorquidia y criptorquidia.
d) Prognatismo y braquignatismo.
e) Cualquier tara o defecto físico pronunciado.
ORIGEN DE HISTORIA.
La hipótesis más aceptada es que la Cabra de las Mesetas es un producto heterocigótico surgido del cruzamiento entre caprinos del tronco Aegagrus o Pirenaico y del tronco Prisca/Falconeri. Los primeros, llegados a Europa con las oleados de pueblos indoeuropeos se distribuyeron por toda la Península y los segundos llegaron con los comerciantes griegos en el I Milenio antes de Cristo. Poco a poco, estos caprinos se fueron cruzando y seleccionando hasta dar lugar a la raza actual.
Todo esto explicaría la variedad de encornaduras y capas que presentan los ejemplares de la Cabra de las Mesetas.
Lote de animales en un corral tradicional.
(c) Asociación de Criadores.
El concepto raza, tal y como lo conocemos hoy, no se comenzó a utilizar por primera vez hasta el siglo XVIII en Inglaterra, utilizándose tímidamente en España durante el siglo XIX pero no definiéndose realmente hasta bien entrado el siglo XX. Gran parte de las cabras de la península Ibérica eran englobadas inicialmente en lo que se conocía como cabra del país que era como llamaban los ganaderos a las cabras criadas de toda la vida en una región o país (comarca). Por asentarse en zonas principalmente de montaña, también eran conocidas popularmente como cabras serranas y en esa denominación se incluyeron razas actuales como la Cabra del Guadarrama, la Moncaína, la Verata, la Retinta, la Guisandera (no reconocida oficialmente)...que están estrechamente emparentadas con la Cabra de las Mesetas
Durante siglos, el ganado caprino tuvo una gran importancia en el medio rural español al ser el principal suministrador de leche para el consumo humano. Hasta bien entrado el siglo XX, la leche de cabra fue la más consumida en muchas zonas de España siendo frecuente que las familias tuviesen un reducido número de cabras (entre 1 y 3) que eran llevadas a pastar diariamente al campo en rebaños comunales conocidos como dulas o veceras y que eran pastoreados por turno por los propietarios en función de las cabras que poseían o por un pastor asalariado. Este sistema de explotación fue muy popular en Castilla y León con la raza que nos ocupa.
Cabra de las Mesetas.
Olombrada (Segovia).
(c) Jaime Sanz Reyes.
Además de eso, la Cabra de las Mesetas eran explotada en rebaños de varias decenas o centenares de ejemplares en las zonas más inhóspitas o de montaña donde no podían sobrevivir otras especies ganaderas, constituyendo el principal pilar, cuando no el único, de la economía de muchas familias.
También era frecuente encuentran individuos o lotes de pequeño tamaño en los rebaños de ovejas donde las cabras eran utilizadas como nodrizas de corderos huérfanos, mellizos o rechazados por sus madres.
En los años 60 y 70 del siglo XX las cabras comenzaron a sustituirse por ovejas y vacas en las zonas más llanas además de perder su hegemonía como animal lechero del medio rural con la progresiva expansión de las vacas lecheras y la posterior irrupción en el mercado de la leche envasada.
Los pocos rebaños supervivientes se vieron afectados primero por el cruzamiento con razas más productivas y posteriormente por el abandono del medio rural y la falta de relevo generacional especialmente en el sector del ganado caprino extensivo.
Desde 2012 la Cabra de las Mesetas cuenta con Asociación Nacional de Criadores (ANCAM) la cual fue creada en Zamora por un grupo de ganaderos liderados por D. Emilio Petisco Molina, conscientes del estado crítico de conservación y la gran importancia de la raza. Dicha Asociación fue inscrita en Registro General de Asociaciones y reconocida por la Junta de Castilla y León para la gestión del Libro Genealógico de la raza en 2013.
EXTENSIÓN E IMPORTANCIA.
Aunque en el pasado estos caprinos se distribuían por ambas Mesetas especialmente en las zonas montañosas, su área de distribución se fue reduciendo paulatinamente hasta llegar a la situación actual con tal sólo 6 explotaciones y 973 ejemplares censados. Los 6 rebaños se distribuyen de la siguiente forma:
- Fariza (Zamora).
- Fornillos de Fermoselle (Zamora).
- Arévalo (Ávila).
- Riocabado (Ávila).
- Olombrada (Segovia).
- Vinuesa (Soria).
La escasa importancia numérica no significa que la raza no tenga una gran importancia desde el punto socioeconómico, cultural, histórico y medioambiental pues supone la principal fuente de ingresos cuando no la única para sus propietarios, representando el último reducto de la cultura pastoril de los cabreros castellanoleoneses con la importancia histórica que esto tiene y constituyendo un elemento fundamental en los ecosistemas en los que la Cabra de las Mesetas habita y donde cumple una función ecológica de primer orden controlando el crecimiento excesivo del matorral.
CUALIDADES Y APTITUDES.
La Cabra de las Mesetas es una raza caracterizada por su gran rusticidad, resistencia, sobriedad y adaptabilidad, siendo capaz de sobrevivir en lugares verdaderamente duros donde no podrían hacerlo otros caprinos, soportando temperaturas extremas, siendo muy resistente a todo tipo de enfermedades y alimentándose de pastos pobres y degradados y de árboles y arbustos, adaptándose tanto a entornos serranos como a las grandes llanuras cerealistas salpicadas de bosquetes de encinas y pinos.
Rebaño de cabras.
Fariza (Zamora).
(c) Inés Luengo.
De aptitud mixta, es capaz de transformar recursos sumamente pobres y que sin su presencia se desaprovecharían al no poder ser aprovechados por otras cabras ni especies ganaderas, en carne y leche de gran calidad.
Reproducción.
La Cabra de las Mesetas es considerada una raza poliéstrica permanente, pudiendo entrar en gestación en cualquier época del año lo que permite a los ganaderos ajustar el calendario de partos según sus propios intereses y teniendo en cuenta las épocas de mayor valor en el mercado de los productos así como las de mayor disponibilidad de recursos naturales teniendo en cuenta el sistema de explotación esencialmente extensivo.
Cabra con sus cabritillos.
Fariza (Zamora).
(c)Inés Luengo.
Se suelen programar varias parideras a lo largo del año. Una de ellas en noviembre con el objetivo de comercializar los cabritos en fechas próximas a la Navidad por adquirir mejores precios en el mercado, otra en febrero para que las cabras puedan aprovechar la mayor disponibilidad de pastos de primavera y otra a principios del verano que asegura por un lado la venta de cabritos en verano y por otro la producción continua de leche a lo largo del año para entregarla a la industria.
Cabritos.
Riocabado (Ávila).
(c) Sebastián Hernández.
El primer parto suele producirse hacia los 12 meses de vida, lo que coincide con cubriciones hacia los 7 meses de edad. No obstante estas cifras pueden variar ostensiblemente en función del estado de desarrollo de las chivas en el momento de la cubrición pudiendo retrasarse ésta hasta los 12 meses e incluso más lo que puede retrasar la edad del primer parto hasta los 17 meses o más.
Cabra y cabritillo.
(c) Asociación de Criadores.
El intervalo entre partos se sitúa próximo a los 12 meses aunque con un buen manejo, sobre todo en lo relacionado con la alimentación, puede disminuirse. No obstante, teniendo en cuenta el manejo extensivo en unos casos y la producción lechera en otros, es conveniente permitir a las cabras recuperarse tras el destete de los cabritos o tras finalizar el periodo de ordeño antes del nuevo parto.
La prolificidad es muy variable en función de la edad de las cabras y del manejo recibido pero puede estimarse alrededor de 1,4 cabritos por parto. Los partos dobles son frecuentes en las cabras de segundo y sucesivos partos siendo los partos triples más raros pero no infrecuentes.
Cabritos de parto triple.
Riocabado (Ávila).
(c) Sebastián Hernández.
El sistema reproductivo más utilizado es la monta natural con sementales propios los cuales permanecen junto a las cabras durante el periodo que el ganadero estima oportuno.
No obstante, se está experimentando con la reproducción asistida y la conservación de embriones congelados.
Producción de carne.
La Cabra de las Mesetas tiene excelentes cualidades para la producción de carne tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo.
Los cabritos son comercializados a los 40-60 días con un peso vivo de 10-12 kilogramos y un rendimiento en canal que supera el 50%. Como todos los caprinos, su conformación cárnica es un tanto deficiente sobre todo si se compara con la de los corderos pero proporcionan una carne tierna, jugosa y de gusto exquisito.
Cabritos.
(c) Asociación de Criadores.
La carne de cabrito no es tan apreciada y conocida como la del lechazo ovino siendo en ocasiones muy difícil encontrarla en la carta de los restaurantes castellanoleoneses salvo que se encargue previamente. Por si fuera poco, Castilla y León no cuenta con lonjas específicas de cabritos como ocurre en las Comunidades Autónomas vecinas o en Portugal, lugares donde en ocasiones terminan las canales de los cabritos.
Sin embargo, el cabrito lechal asado es un manjar exquisito y quien lo prueba una vez queda cautivado por su sabor sutil y delicado.
Tradicionalmente, también tenía importancia la producción de chivos de 4-5 meses de vida y la de caprino mayor, procedente esta última de animales adultos al final de su vida productiva y que tenía gran demanda en el medio rural para la elaboración de embutidos y cecina. El consumo de este tipo de carnes es cada vez más común aunque la cecina de chivo sigue siendo muy apreciada en algunos lugares.
Producción de leche.
Como ya ha quedado expresado anteriormente, y aunque la Cabra de las Mesetas es una raza de aptitud mixta, la producción lechera ha gozado siempre de una gran importancia tanto desde el punto de vista cuantitativo (cantidad producida y duración de la lactación) como cualitativo (riqueza en grasa y proteína de la leche).
Disposición de la mama en una cabra justo antes del ordeño.
Olombrada (Segovia).
(c) Jaime Sanz Reyes.
Actualmente, no todos los ejemplares son sometidos a ordeño pero de las 6 explotaciones existentes, 4 ordeñan a sus cabras de manera regular, disponiendo 3 de ellas de sala de ordeño.
Solamente una explotación realiza control lechero oficial con los siguientes datos:
- Duración de la lactación (días): 232
- Litros producidos: 550
- Litros en lactación normalizada a 210 días: 296
- Proteína: 3,68 %
- Grasa: 4,99 %
- Extracto seco: 13,95%
Ordeño de las cabras.
Riocabado (Ávila).
(c) Sebastián Hernández.
De los datos del control lechero y sobre todo en lo referido a la calidad de la leche se deduce que es idónea para la elaboración de productos lácteos, especialmente queso. De hecho, siempre fue utilizada para este fin tanto en las pequeñas explotaciones como en las de cierta importancia.
Es preciso tener en cuenta que la Cabra de las Mesetas no ha sido seleccionada rigurosamente por lo que estas producciones muestran el gran potencial lechero de la raza sobre todo teniendo en cuenta el medio tan duro en el que vive y el sistema de explotación extensivo al que se encuentra sometida lo que demuestra que esta raza, que está emparentada con las principales razas caprinas lecheras españolas y europeas, puede convertirse, si es cuidadosamente seleccionada, en una raza ideal para la producción lechera en zonas frías.
Cabra de las Mesetas.
Olombrada (Segovia).
(c) Jaime Sanz Reyes.
La leche de estas cabras, destinada antaño al consumo en fresco o transformada en queso en las propias explotaciones, es comercializada actualmente a la industria quesera existiendo en la localidad segoviana de Olombrada una quesería denominada LA DULA DE LAS MESETAS que elabora productos con leche de Cabras de las Mesetas de su propia ganadería.
Otras producciones.
La Cabra de las Mesetas, como otras razas caprinas, ha tenido otras producciones a lo largo del tiempo. Una de ellas, ha caído totalmente en el olvido: la producción de piel. Antaño la piel del ganado caprino era muy apreciada para la fabricación de botas y pellejos para el transporte y conservación de vino y el caso de los pellejos también de aceite.
Otra producción de gran importancia en el pasado y que aún hoy se mantiene, es el estiércol, utilizado como abono orgánico de gran valor en el cultivo de cereales, viñedos y cultivos hortofrutícolas.
Este producto se va acumulando en las naves y corrales y es recogido y llevado a las tierras de cultivo cuando es necesario ya que con las cabras es muy complicado realizar la operación del redileo como se hace con las ovejas.
Cabras en el patio de una nave.
Riocabado (Ávila).
(c) Sebastián Hernández.
Aunque sea difícil de cuantificar económicamente hablando, una de las principales producciones de la Cabra de las Mesetas es su utilización como desbrozadora de fincas y montes evitando el crecimiento excesivo de árboles y arbustos, reduciendo así el riesgo de que se produzcan incendios forestales de gran magnitud y manteniendo la biodiversidad de los terrenos en los que se alimenta.
EXPLOTACIÓN Y MANEJO.
La Cabra de las Mesetas es explotada en régimen extensivo saliendo a pastar todos los días del año salvo causas de fuerza mayor o cuando las condiciones meteorológicas lo impiden ya que aunque estos caprinos están perfectamente adaptados tanto al calor como al frío extremo, no son amantes de la lluvia y las nevadas.
Rebaño en pastoreo.
Riocabado (Ávila).
(c) Sebastián Hernández.
Explotada en rebaños de 100-200 cabezas, salen al campo acompañadas por el cabrero y de perros como los mastines para defenderlas de posibles ataques de depredadores como el lobo, muy abundante en el área de distribución de esta cabra, y de perros de pequeño tamaño como los careas cuya labor es fundamental para el rápido control del rebaño en zonas de cultivo.
Mastines vigilando un rebaño.
Riocabado (Ávila).
(c) Sebastián Hernández.
Dependiendo de la zona en la que se sitúe la explotación y también de la época del año, las cabras pastan en terrenos de bosque y montes que no son aprovechados por otras especies aunque también pueden pastar en zonas agrícolas aprovechando los barbechos y zonas sin roturar.
Cabras en pastoreo.
Riocabado (Ávila).
(c) Sebastián Hernández.
Una vez cosechado el cereal, las cabras pueden aprovechar las rastrojeras hasta que la tierra vuelve a ser labrada para la siguiente cosecha cumpliendo la doble función de consumir unos recursos que de otro modo se desaprovecharían y la de abonar, aunque sólo sea ligeramente, el terreno con sus deyecciones.
Cabras en una rastrojera.
Riocabado (Ávila).
(c) Sebastián Hernández.
Lo mismo se hace en los rebaños de aptitud cárnica cuando los cabritos, aún demasiado pequeños, no pueden salir al campo.
Rebaño de cabras con el carea.
Riocabado (Ávila).
(c) Sebastián Hernández.
COMERCIALIZACIÓN.
La Cabra de las Mesetas no cuenta con el LOGOTIPO RAZA AUTÓCTONA 100% que garantice la procedencia de la carne, la leche y otros productos obtenidos de la raza, los cuales por otra parte tampoco están amparados por ninguna IGP (Indicación Geográfica Protegida) ni DOP (Denominación de Origen Protegida) que garanticen su gran calidad y que los asocien a una zona determinada de explotación del ganado productor.
No obstante, empresas como la Quesería LA DULA DE LAS MESETAS luchan por dar a conocer y poner en valor los productos de la raza contando con ciertos reconocimientos como Alimentos de Segovia y Sabores de Segovia que dan una idea al consumidor de la gran calidad de los mismos.
Queso La DULA DE LAS MESETAS.
No hace falta decir más con semejante fondo.
(c) Quesería LA DULA DE LAS MESETAS.
PERSPECTIVAS FUTURAS.
La situación de la Cabra de las Mesetas es realmente preocupante de cara al futuro debido al escaso censo y al reducido número de rebaños lo que dificulta el intercambio de animales, especialmente machos, entre las explotaciones para garantizar la variabilidad genética y evitar los problemas derivados de la consanguinidad.
El principal objetivo de cara al futuro a corto medio-plazo es garantizar la conservación y pureza de la raza tratando de aumentar poco a poco el censo y el número de rebaños para, en un futuro próximo, poder plantearse la mejora de las producciones de leche y carne manteniendo siempre las características y el fondo constitucional de la raza.
El trabajo realizado por los ganaderos y por la Asociación de Criadores es digno de elogio, participando en ferias y exposiciones de ganado dando a conocer la raza.
AGRADECIMIENTOS.
- A María Concepción González Rodríguez, directora técnica de ANCAM.
- A Sebastián Hernández, ganadero y presidente de ANCAM.
- A Jaime Sanz Reyes, ganadero, quesero y vicepresidente de ANCAM.
- A Inés Luengo, ganadera.
BIBLIOGRAFÍA.
- Memoria de actividades de ANCAM 2024.
- Web de ANCAM.
- Aparicio Sánchez G. (1960) Zootecnia especial. Etnología compendiada. Universidad de Córdoba.
- Esteban Muñoz C. (2008) Razas autóctonas Españolas Caprinas. Colección FEAGAS.
Llevaba mucho tiempo queriendo escribir un artículo sobre la Cabra de las Mesetas pero no terminaba de decidirme hasta que hace unas semanas, Jaime Sanz Reyes, ganadero y quesero propietario de la Quesería LA DULA DE LAS MESETAS, me propuso realizar el artículo poniéndose a mi entera disposición como así ha hecho. Gracias a su ayuda, así como a la de Sebas y Conchi, este artículo ha podido realizarse.
Por ello, aunque se lo dedico a todos los ganaderos de la raza y a los que de una u otra manera luchan por su conservación, se lo quiero dedicar especialmente a Jaime.
Queso LA DULA DE LAS MESETAS.
Porque Segovia es cochinillo pero también QUESO DE CABRA.
(c) Quesería LA DULA DE LAS MESETAS.
Fdo: Silvestre de la Calle García.
Técnico Forestal.
ENLACES EXTERNOS.
Millones de gracias Silvestre!!!! Estoy sin palabras. GRACIAS de corazón
ResponderEliminarMuchísimas gracias a tí, Jaime. Esto ha sido posible gracias a ti.
EliminarHola Silvestre, enhorabuena por el artículo. Soy vecino de Riocabado, población donde se sitúa una de las explotaciones que quedan de Cabra de las Mesetas. Aprovecho para saludar a Sebas, su propietario. Mucho ánimo, con la ayuda en lo posible de todos, tenemos que conseguir que esta raza perviva y siga siendo fuente de ingresos y de beneficios ambientales. Un saludo
ResponderEliminarMuchísimas gracias
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