EL CABALLO HISPANO-BRETÓN

España cuenta con un rico patrimonio de razas equinas caballares autóctonas e integradas. Desde el brioso caballo de Pura Raza Española hasta el mítico Asturcón, una gran diversidad de caballos pueblan España siendo utilizados tanto para la hípica de recreo, para la producción cárnica e incluso para el trabajo.
Una de nuestras razas más singulares es sin lugar a dudas el caballo HISPANO-BRETÓN.

Yegua Hispano-Bretona con su potrillo.
(c) Raquel Cayón Campuzano.

DENOMINACIÓN.
Recibe su nombre de las dos razas que intervinieron en su formación: la Española o Castellana y la Bretona, autóctona esta última de la región francesa de Bretaña y muy utilizada en nuestro país como raza mejorante de la población caballar autóctona.

Semental de raza Hispano-Bretona de Carlos Colio.
(c) Raquel  Cayón Campuzano.

ORIGEN E HISTORIA.
Tradicionalmente, los caballos de la península Ibérica se dividían en tres grandes grupos:

- Raza Andaluza o Casta fina.
- Raza Española o Castellana.
- Jacas.

La raza Andaluza o Casta fina, se criaba en el sur peninsular por debajo de la denominada RAYA, de la que hablaremos más tarde. Se trataba de un caballo de fina estampa utilizado fundamentalmente como montura tanto en tiempos de paz como de guerra.
Con el paso del tiempo, daría lugar al Pura Raza Española.

Caballo de Pura Raza Española (PRE)
(c) Silvestre de la Calle García.

La antigua raza Española, también denominada Castellana por criarse fundamentalmente en la región de Castilla, era un animal de aspecto más fornido que el caballo Andaluz por haber sido ligeramente seleccionado por ganaderos y labradores con la intención de obtener un animal más adecuado para el trabajo y para la producción mulatera.

Yegua cruzada semejante a las antiguas yeguas Españolas o Castellanas.
(c) Jesús Carreras Delgado.

Las Jacas formaban una población de pequeños caballos conocidos y apreciados desde época romana. Utilizados como montura y como animales de carga e incluso trabajo, fueron fundamentales durante la Reconquista y posteriormente se convirtieron en el tipo utilizado por los ganaderos trashumantes.
Actualmente, sobreviven varias razas de Jacas, todas ellas en grave peligro de extinción en el norte peninsular: Pura Raza Galega, Asturcón, Monchino, Losino, Pottoka y Jaca Navarra.

Caballos Pottokas.
(c) Ana Belén Bermejo Pérez.

Centrémonos pues en la raza Española o Castellana. Desde el reinado de Enrique IV de Castilla, hubo severas prohibiciones para la cría de mulas por considerarla contraproducente para la cría de caballos.
Se prohibió la cubrición de yeguas de Casta fina por garañones o burros con el objetivo de proteger los mejores ejemplares. 
Al norte del Tajo, se permitió el uso del garañón.
Cuando los labradores comienzan a sustituir las yuntas de bueyes por las de mulas en las zonas cerealistas y se comienzan a roturar grandes extensiones de pasto, se comenzaron a producir mulas en Castilla pero las yeguas autóctonas no eran de gran tamaño y las mulas eran solamente medianas por lo que se tenían que importar de Francia.

La escasez de mulas obligaba a importarlas de Francia.
Ángel de la Calle Vicente con un mulo en Guijo de Santa Bárbara (Cáceres)
(c) Silvestre de la Calle García.

En el siglo XIX queda abolida la prohibición de criar mulas y se comienzan a introducir sementales de razas pesadas francesas con el fin de cruzar a las yeguas Españolas o Castellanas y obtener animales de mayor porte y tamaño.
Razas como la Ardanesa, Bolonesa, Percherona..fueron intensamente utilizadas pero finalmente se optó en la mayoría de los lugares por la raza Bretona que dio unos resultados excelentes.
Ya en 1926 participó en el Concurso Nacional de Ganados la raza HISPANO-BRETONA.
Sin embargo, el proceso selectivo fue lento no entrando a formar parte de las razas seleccionadas hasta la creación en Castilla y León del Libro Genealógico de la raza Hispano-Bretona por Orden de 17 de marzo de 1998 de la Consejería de Agricultura y Ganadería (B.O.C.yL. nº 65).

 El caballo Hispano-Bretón es uno de los grandes logros de la ganadería hispana.
(c) Raquel Cayón Campuzano.



PROTOTIPO.
La Orden citada al final del apartado anterior, establece el siguiente prototipo racial de la raza Hispano-Bretona:

Cabeza
Perfil recto, troncopiramidal, robusta, frente ancha y plana, orejas pequeñas de inserción moderadamente baja, órbitas ligeramente destacadas, ollares amplios, belfos gruesos, carrillera marcada, tupé moderado.

Vista fronto-lateral.
(c) Raquel Cayón Campuzano.

Cuello, cruz, espalda y pecho
Cuello fuerte, en apariencia corto, ligeramente redondeado y arqueado. Tronco piramidal en apariencia lateral de amplia inserción en el pecho, tablas muy musculadas, crinera abundante, espalda redondeada. La cruz no muy destaca, pecho ancho de león.

Tronco
Cilíndrico, dorso y lomos rectos, costillar arqueado, ijar plano anca musculada.

Grupa, muslo, nacimiento de la cola
Grupa fuerte, ancha, redondeada y doble, muslo y nalga musculados, nacimiento de la cola bajo, preferentemente entre isquiones, con maslo ancho y bien poblado.

 Vista posterior de un semental de Carlos Colio
(c) Raquel Cayón Campuzano.

Extremidades
Fuertes, bien aplomadas, brazos y antebrazos musculados, cañas secas y cortas, rodillas fuertes, tendón consistente, cernejas medianas, cascos cortos (bajos) y amplios.

Órganos genitales
En machos buena conformación, escroto íntegro, bien insertado, testículos descendidos y simétricos, sin lesiones
En hembras vulva y mama bien formadas, suficiente anchura de grupa y anchura isquiática.

Color de piel y pelo (capas)
Capas uniformes y sin particularidades. Castaños en sus distintos tonos. Alazanes en sus distintos tonos. Negros, ruanos, overos y tordos.

Aspecto de conjunto
Recto, hipermétrico, sublongilíneo, bien conformado, gran corpulencia, capa uniforme y brillante.

Excelentes ejemplares de raza Hispano-Bretona.
(c) Raquel Cayón Campuzano.

Existen una serie de defectos leves y graves que no detallaremos aquí por no extendernos en exceso.

Sí que debemos decir antes de terminar este apartado que existen otras dos normativas al respecto:
- Orden GAN 24/2005 de 1 de abril , de la Consejería de Ganadería, Agricultura y Pesca del Gobierno de Cantabria por la que se crea el Libro de Registro Genealógico de la Raza Equina Hispano-Bretona y se aprueba su funcionamiento en Cantabria.

- Decreto 139/2011 de 14 de junio del Gobierno de Aragón, que crea el Libro Genealógico de la raza equina Hispano-Bretón y se reconoce a la Asociación Aragonesa de Criadores de Equino Hispano-Bretón (ARAHISBRE) como gestora del mismo en Aragón.

Yegua Hispano-Bretona con su potrillo.
(c) Jesús Lucas Sánchez.

Simplemente resta decir que la alzada media a la cruz oscila entre los 150 y 155 cm y el peso ronda los 700 kilogramos, existiendo dos tipos de caballos Hispano-Bretones:
- Agrandando. De menor tamaño pero más grande que los antiguos castellanos.
- Musculado. De mejor conformación carnicera.

Semental Hispano-Bretón de Carlos Colio.
(c) Raquel Cayón Campuzano.

DISTRIBUCIÓN.
La raza Hispano-Bretona se distribuye fundamentalmente por el norte peninsular teniendo su cría gran importancia en Castilla y León, Cantabria y Aragón aunque cada vez es más común su presencia en otras comunidades de todo el país.
En Castilla y León destacan por su censo las provincias de León, Palencia, Burgos y Soria aunque está también presente en comarcas de Zamora y Ávila.
En Cantabria es muy abundante en las zonas montañosas del sureste de la Comunidad mientras que en Aragón es especialmente abundante en el Pirineo.
Hasta el año 2011 la población equina de Cataluña, reconocida hoy como raza independiente con el nombre de Caballo Pirenaico Catalán, formaba parte de la raza Hispano-Bretona.

Cantabria representa uno de los principales refugios de la raza Hispano-Bretona.
(c) Raquel Cayón Campuzano.


IMPORTANCIA.
Como toda raza autóctona, el caballo Hispano-Bretón tiene una gran importancia como reserva genética.
Tras la desaparición de los ovinos trashumantes, extensos puertos del norte peninsular quedaron infrautilizados, siendo aprovechados hoy por vacas y caballos de aptitud cárnica, sobresaliendo las yeguas de raza Hispano-Bretona. Esto permite rentabilizar unos recursos que de otra forma se perderían.

Los puertos cántabro-pirenaicos constituyen un hábitat idóneo para los caballos Hispano-Bretones.
(c) Raquel Cayón Campuzano.

EXPLOTACIÓN Y MANEJO.
El sistema de manejo de las yeguadas de cría, suele ser extensivo y a menudo acogido a regímenes trasterminantes e incluso trashumantes.
En el norte de España es habitual que el ganado pase el invierno en los prados más abrigados de los valles donde recibe alimentación complementaria si es necesario.

En invierno puede ser necesaria la suplementación alimentaria.
(c) Raquel Cayón Campuzano.

Poco a poco las yeguas, acompañadas de sus potrillos y de los sementales, van ascendiendo en altitud aprovechando pastos particulares o comunales.

Yeguas Hispano-Bretonas con su potrillos en primavera.
(c) Raquel Cayón Campuzano.

En verano, ascienden a los puertos o pastizales de montaña donde permanecen mientras el clima lo permite. 
Durante su estancia en los puertos, los caballos son visitados periódicamente por los ganaderos. Tradicionalmente, se les dejaba solos lo que suponía un gran ahorro de trabajo al ganadero que podía dedicarse a otras actividades pero hoy esto es cada vez más complicado por el creciente aumento de las poblaciones de lobo ibérico.

Manada de yeguas en los Puertos de Sejos.
(c) Raquel Cayón Campuzano.

Al bajar de los puertos, tienen lugar las tradicionales ferias en las que en el pasado se vendían los potros y el ganado de desecho y desvieje y que hoy se han convertido en exposiciones o concursos morfológicos de la raza.

Yeguas Hispano-Bretonas en Ruente (Cantabria).
(c) Miguel Alba Vegas.

Los sementales pueden permanecer todo el año con las yeguas o mantenerse separados para controlar la reproducción.
Las yeguas paren sin ningún tipo de problema y son excelentes criadoras.

Yeguas Hispano-Bretonas con potrillo y semental.
(c) Raquel Cayón Campuzano.

Frecuentemente, el caballo Hispano-Bretón se encuentra asociado a la explotación del ganado vacuno de aptitud cárnica. Razas bovinas como la Asturiana de los Valles, la Casina, la Tudanca o la Parda de la Montaña comparten los puertos norteños con estos caballos mientras que en otras zonas de España como la Sierra de Gredos (Ávila) comparten hábitat con la raza Avileña-Negra Ibérica, realizando largos recorridos trashumantes de hasta 300 km entre las dehesas extremeñas de invernada y los agostaderos serranos.

Potros Hispano-Bretones acompañando a las vacas Avileñas durante la trashumancia.
Cañada Real Leonesa Occidental.
Subida al Puerto del Pico (Ávila)
(c) Silvestre de la Calle García.

APTITUDES Y TIPOS DE PRODUCCIÓN.
El objetivo inicial de los ganaderos y labradores era obtener un caballo de tipo semipesado a pesado que sirviese para trabajar en el campo y cuyas yeguas pudiesen ser cubiertas por garañones o burros de gran alzada para la producción de mulas.
También el Ejército mostró gran interés por la raza para emplearla en operaciones militares y para la producción mulatera.

Magnífico semental.
(c) Raquel Cayón Campuzano.

Con la mejora de los transportes y la mecanización agrícola, la raza sufre una grave crisis. Sin embargo, los ganaderos optan por dirigir la selección hacia la producción de carne, al principio a modo de recurso y hoy en día como una verdadera actividad comercial.
El uso de la raza para las labores agrícolas, se mantiene en algunas zonas montañosas pero es cada vez más raro.

José Jiménez Jiménez arando con su yegua en Guijo de Santa Bárbara (Cáceres)
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

La producción de carne descansa actualmente sobre tres tipos comerciales: potro lechal, potro y equino mayor.

- Potro lechal.
Criado con leche materna y destetado en torno a los 6 meses. Puede ser enviado directamente al matadero sin recibir preparación alguna o bien pasar a cebaderos especializados para dar lugar al siguiente tipo.

Potrillos.
(c) Raquel Cayón Campuzano.

- Potro.
Tras el destete, muchos animales son sometidos a un régimen más o menos intensivo de explotación para ser enviados al matadero con una edad próxima a 18 meses.

- Equino mayor.
Procedente del desecho, es decir, de aquellos animales que sufren algún accidente y tienen que ser sacrificados de urgencia o de aquellos con mediocres cualidades reproductivas.
Sin recibir mucha preparación, se envían al matadero.

Yeguas Hispano-Bretonas pastando.
(c) Raquel Cayón Campuzano.

La carne de ganado equino caballar, muy mal considerada en el pasado por asociarse a épocas de penuria en la que se sacrificaban para el consumo los animales viejos que ya no servían para el trabajo, ha pasado a ser una carne alternativa cada vez más valorada y consumida tanto en fresco en el caso de los tipos más jóvenes como transformada en embutidos y cecina en el caso de los tipos de más edad.

Yeguas Hispano-Bretonas con sus potros en Navarredonda de Gredos (Ávila)
(c) Silvestre de la Calle García.

Respecto a la cría y producción de mulas, actividad de gran importancia en los años 40 y 50 del siglo XX, ha pasado a ser una actividad puramente anecdótica al igual que el uso de caballos Hispano-Bretones como cabalgadura de los picadores en las corridas de toros.

Mulas en la feria de Navarredonda de Gredos.
(c) Silvestre de la Calle García.

SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS FUTURAS.
El Caballo Hispano-Bretón figura en el Catálogo nacional de razas de ganado de España como raza autóctona en peligro de extinción.
La raza Hispano-Bretona va poco a poco extendiéndose por diversas zonas montañosas con el objetivo de mejorar por cruzamiento absorbente la cabaña equina local dando lugar a yeguas más pesadas y de mejores cualidades para la producción cárnica.

Caballos Hispano-Bretones en la Feria de Octubre.
El Barco de Ávila (Ávila).
(c) Silvestre de la Calle García.

Tres asociaciones velan por la selección y mejora de la raza:

- Asociación Aragonesa de Criadores de de Equino Hispano-Bretón.
- Asociación de Criadores de Ganado Equino de la Raza Hispano-Bretona de Cantabria "Manadas".
- Asociación Nacional de Equino Hispano-Bretón.

Antes de terminar este artículo y como siempre nos gusta hacer en EL CUADERNO DE SILVESTRE, pondremos el testimonio de una joven ganadera de Ruente (Cantabria).
Se trata de Raquel Cayón Campuzano propietaria junto con su padre Aurelio Cayón y su tío David Campuzano, de una excelente manada de raza Hispano-Bretona.

Raquel Cayón Campuzano junto a uno de sus ejemplares.
(c) Raquel Cayón Campuzano.

"Las yeguas que teníamos antes eran muy distintas a las de ahora por falta de selección. 
Para mejorarlas se optó por realizar cruzamientos con caballos procedentes de Navarra, que actualmente son considerados como una raza independiente, el caballo de Burguete.
Se trata de animales muy ágiles y especialmente adaptados a la vida en los puertos, más que el Bretón puro que era y es preferido en la zona de Campoo.

Yeguas de la familia en 1983.
(c) Raquel Cayón Campuzano.

También se trajeron algunas yeguas de Navarra y conservamos bastante documentación al respecto.
Esto se estuvo haciendo hasta que a finales de los años 90, las poblaciones derivadas de la raza Bretona se comienzan a separar en razas diferentes y se crean los Libros Genealógicos, no permitiendo el cruce con otras razas a excepción de la Bretona como mejorante.

Detalle del apunte de una compra de yeguas en Navarra.
(c) Raquel Cayón Campuzano.

Así fue como mejoramos las yeguas que tenía mi abuelo Vicente Cayón. Seguimos con esos animales pero hemos realizado un riguroso programa de selección y mejora para conseguir animales más acordes con el prototipo racial.

Vicente Cayón con sus yeguas en El Joces. 1987
(c) Raquel Cayón Campuzano.

Chaori Campuzano. 1986
(c) Raquel Cayón Campuzano.

David Campuzano.
(c) Raquel Cayón Campuzano.

En Ruente hay todavía muchas yeguas. Somos varios los vecinos que tenemos manadas y en el Valle de Cabuérniga también hay muchas. Ahora mismo los Puertos de Sejos están llenos de yeguas Hispano-Bretonas.

Raquel Cayón Campuzano.
(c) Raquel Cayón Campuzano.

Gracias a entusiastas ganaderos como Raquel Cayón Campuzano y su familia, la raza Hispano-Bretona está consiguiendo salvarse de la extinción. Estos caballos forman ya parte de nuestra historia, de nuestra tradición y de nuestra cultura.

Yeguas Hispano-Bretonas.
(c) Miguel Alba Vegas.

En otro tiempo nos sirvieron como insustituible motor animal en muchas zonas aisladas donde aún siguen siendo utilizados eventualmente, así como para la cría de mulas, mientras que hoy en día se han convertido en una raza productora de carne de gran calidad que supone una alternativa a otros tipos de carne y permite la diversificación de producciones.
Por todo ello, estos animales merecen ser preservados y sus ganaderos deben ser valorados por todos nosotros por la gran labor que realizan.

Semental Hispano-Bretón de Carlos Colio.
(c)Raquel Cayón Campuzano.

COLABORADORES:
- Raquel Cayón Campuzano.
- Miguel Alba Vegas.
- Jesús Lucas Sánchez.
- Alonso de la Calle Hidalgo.
- Ana Belén Bermejo Pérez.
- Diego Ceballos San Miguel

BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES CONSULTADAS.
- Sánchez Belda, A. (2012) Razas Ganaderas Españolas Caballares. Colección FEAGAS.
- Yanes García, J.E. (2000) Catálogo de razas autóctonas de Castilla y León (España) - Región Norte (Portugal). Fundación Rei Alfonso Henriques.






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