domingo, 29 de mayo de 2022

UNA CABRERA DEL SIGLO XXI

La cabrera era de toda la vida en el medio rural, la mujer del cabrero. Ayudaba a su marido a ordeñar, hacía y vendía el queso, se ocupaba de la casa y de los niños, cuidaba el ganado menudo como cerdos, gallinas y conejos...
Rara vez iba la cabrera de careo con las cabras pues esta era tarea del marido o de los hijos.
Pero siempre hubo excepciones a esta regla.
Hoy en día, todo esto ha cambiado. Estamos en el siglo XXI y hoy, cabrera es la mujer que tiene cabras. Es el caso de BÁRBARA GONZÁLEZ NAVARRO.


Bárbara con sus cabras.
(c) Ganadería Caprina San Adrián T.C.

Bárbara González Navarro nació en Alicante el 7 de diciembre de 1993 aunque vivió hasta los 20 años en Torrellano, pedanía de Elche.
Aunque sus padres no eran ganaderos, en la finca en la que trabajaba su padre como guardés, había un pastor con un rebaño de ovejas y desde pequeñita, Bárbara dijo que quería ser cuidadora de animales, ante las risas de toda la familia pues nadie había sido pastor en casa.

A Bárbara siempre le gustaron los animales, pero en su juventud, nadie se imaginaba dónde terminaría.
(c) Ganadería Caprina San Adrián.

El 14 de septiembre de 2010, Barbará conoció en la localidad madrileña de Cadalso de los Vidrios al que se convertiría en su compañero de vida hasta el día de hoy: Jonatan Rodríguez Seara.
Poco tiempo después Bárbara y Jonatan se trasladaron a vivir a Fraga (Huesca), donde ella trabajó como Técnico en Farmacia. 
Allí, la pareja recibió la mayor de las alegrías pues se enteraron de que serían papás de un niño al que decidieron poner por nombre Adrián. Lamentablemente, el niño murió antes de nacer.

Bárbara en la farmacia de Fraga (Huesca).
(c) Ganadería Caprina San Adrián.

En 2014 Bárbara y Jonatan se trasladaron a Las Navas del Marqués, en la provincia de Ávila, donde decidieron comprar un rebaño de cabras de raza De Guadarrama, la autóctona de la zona. Comenzaron con unas 150 cabras.
Esta raza caprina, de la que escribimos un artículo en su día (ver enlace al final), se caracteriza por su perfil recto o ligeramente cóncavo, tamaño medio a grande, cuernos en forma de arco en las hembras y ligeramente espiríleos en los machos y pelaje largo y basto.

Cabras de Guadarrama
(c) Ganadería Caprina San Adrián T.C. 

La coloración es muy variable. Predominan los tonos oscuros como negros y castaños, aunque también existen bellos ejemplares de coloración cárdena (grisácea), galanos o manchados...

Precioso macho de capa cárdena.
(c) Ganadería Caprina San Adrián T.C.

Además, presentan diversas particularidades croma´ticas apreciables en los animales oscuros como son las decoloraciones en la cara, las patas y la parte inferior del tronco.

Macho de capa oscura con zonas blancas en hocico y patas.
(c) Ganadería Caprina San Adrián T.C.

El origen de esta raza está en el cruzamiento de primitivas cabras del Tronco Pirenaico con caprinos de raza de Angora importados durante los reinados de Carlos III y Fernando VII con el objetivo de obtener una cabra productora de pelo fino para la confección de tejidos de calidad, cosa que no se consiguió.
No obstante, el resultado dio lugar a una cabra magníficamente adaptada a zonas con inviernos muy fríos como el este de Ávila, norte de Madrid y sur de Segovia, área de distribución de esta raza.

Algunos animales son muy similares en forma y coloración a la cabra de Angora aunque con pelo más basto.
(c) Ganadería Caprina San Adrián T.C. 

La raza de Guadarrama se explota por su doble aptitud leche-carne, alcanzando con un esmerado manejo, producciones lecheras nada despreciables que pueden superar los 500 litros de leche por lactación en hembras de 2º y sucesivos partos.
La producción cárnica se centra en el cabrito lechal, que es muy apreciado en el mercado madrileño.

Cabritos de Guadarrama
(c) Ganadería Caprina San Adrián T.C.

Una vez que compraron sus cabras y tras conseguir todo el papeleo necesario que, como la gente del mundo ganadero sabe, es una tarea más que complicada, buscaron un sitio adecuado para las cabras y lo encontraron en La Adrada, pueblo natal de Jonatan donde se trasladaron con su ganado.
El nombre de la ganadería estuvo claro desde un principio. Cuando todos los papeles estuviesen listos, la ganadería se llamaría "SAN ADRIÁN".

Bárbara y Jonatan comenzando su aventura como cabreros.
(c) Ganadería Caprina San Adrián T.C. 

Desde el minuto uno, Bárbara con Jonatan en la ganadería siempre que le era posible, puesto que trabajaba además como cajera en dos supermercados al mismo tiempo y tenía que hacerse cargo de la casa.
A comienzos de 2017, Bárbara se quedó nuevamente embarazada y al mes y medio, ella y Jonatan encontraron una finca muy adecuada para las cabras en Toro (Zamora), donde se trasladaron inmediatamente.
Durante todo el embarazo, Bárbara estuvo trabajando con las cabras, yendo a ordeñar hasta 15 días antes de dar a luz.
El 9 de septiembre de 2017 nació en la ciudad de Zamora su hija Leyre Daniela.

En Toro, esperando la inminente llegada de Leyre Daniela.
(c) Ganadería Caprina San Adrián T.C. 

Estando en Toro y haciéndose cargo de la casa y de la niña, Bárbara aprovechó para realizar diversos cursos con la Cruz Roja y de Coach Nutricional.
Tras tres años viviendo en Toro , en octubre de 2020 se trasladan con las cabras a Muñogalindo (Ávila), donde residen actualmente.

Las cabras en Muñogalindo (Ávila)
(c) Ganadería Caprina San Adrián T.C.

En Muñogalindo, Bárbara además de hacerse cargo de las cabras junto a Jonatan, siguió trabajando y realizando diversos cursos y trabajos desde cuidadora de personas con discapacidad intelectual a limpiadora del ayuntamiento.
Actualmente, Bárbara trabaja los fines de semana en el Museo Ibarrola en Garoza, en Muñogalindo.
Trabajo los viernes y sábados de 11 de la mañana a 7 de la tarde y los domingos de 10 de la mañana a 2 de la tarde. Durante la semana, realiza visitas guiadas concertadas con antelación por la mañana si se trata de grupos escolares y por la tarde si se trata de grupos particulares.

Bárbara realizando una visita guiada en el Museo Ibarrola en Garoza.
(c) Ganadería Caprina San Adrián T.C. 

Además se hace cargo de la casa y del cuidado de Leyre, ayudando a Jotanan con las cabras siempre que es necesario, especialmente en las épocas de mayor trabajo como las parideras o cuando las cabras están en periodo de alta producción de leche.

La paridera es una época de grandísimo trabajo.
(c) Ganadería Caprina San Adrián T.C. 

Hace apenas un mes, Jonatan sufrió una caída mientras estaba de careo con las cabras en el monte. Aunque no parecía nada, se rompió el escafoides de la mano izquierda por lo que temporalmente, la mayoría de las tareas de la explotación no puede realizarlas.
Entonces ¿Quién se encarga del ordeño de las más de 500 cabras de la explotación, de darles de comer, de limpiar las instalaciones y de hacer la mayoría de los trabajos?
Pues muy sencillo: BÁRBARA GONZÁLEZ NAVARRO.

Bárbara en la sala de ordeño.
(c) Ganadería Caprina San Adrián T.C.

Cada mañana, antes de las 6 y en unos montes plagados de lobos, ya va Bárbara camino de la nave para comenzar el ordeño de las cabras y tener todo listo a la hora en la que llega el camión de recogida de la leche.
Al llegar a la nave, Bárbara revisa el estado de todos los animales y después va ordeñando a las cabras de los distintos apartados, según el momento de la lactación en el que se encuentren.

Cabras entrando a la nave.
(c) Ganadería Caprina San Adrián T.C.

Las cabras van entrando poco a poco a la sala de ordeño donde Bárbara va cerrando las puertas, colocando las teteras, retirándolas cuando las cabras ya están ordeñadas, abriendo la puerta, sacando las cabras fuera y metiendo una nueva tanda.

Bárbara ordeñando sus cabras.
(c) Ganadería Caprina San Adrián T.C.

Después de ordeñar, Bárbara echar de comer a los machos y a las chivas que permanecen en los distintos corrales separados de las cabras en producción.

Chivas comiendo.
(c) Ganadería Caprina San Adrián T.C.

Jonatan mientras tanto, se queda en casa cuidando a Leyre para darla el desayuno y llevarla al cole, yendo después a la nave donde, aunque sea con una sola mano, ayuda a Bárbara en lo que haga falta.
A media mañana, Bárbara se va a casa para hacer las tareas propias del hogar y preparar la comida para recoger luego a Leyre y por la tarde irse de nuevo a las cabras.
Como el trabajo del pastoreo no requiere hacer esfuerzos con la mano, Jonatan se sigue encargando de esta tarea que, aunque muchos no lo crean, es sin lugar a dudas fundamental para el adecuado mantenimiento del ganado y para que produzcan leche de calidad.

Cabras pastando.
(c) Ganadería Caprina San Adrián T.C.

Y así, día tras día, aquella niña de ciudad de la que nadie diría hace 15 años que sería cabrera, se ha convertido en un ejemplo de mujer trabajadora y luchadora junto a su pareja y a su niña.
Bárbara vive por y para su familia y sus cabras. 
Su hija Leyre y su compañero Jonatan son lo primero para ella y el recuerdo de su hijo Adrián sigue y seguirá siempre presente en su vida.
Sin lugar a dudas, es un ejemplo a seguir no sólo para todas las mujeres ganaderas sino para todos los que trabajan en el campo o en cualquier otra actividad profesional pues su arrojo y tesón, son buena prueba de que si alguien se propone algo, puede conseguirlo a fuerza de luchar.

Bárbara con una de sus cabras.
(c) Ganadería Caprina San Adrián T.C. 

El camino de Bárbara y de Jonatan para llegar hasta donde están ahora, ha sido de todo menos fácil y ahora, atraviesa uno de los peores momentos.
La crisis del sector ganadero en general y del caprino de leche en particular, golpea duramente a familias como esta. Se han visto obligados a reducir el número de cabezas y tienen que hacer auténticos malabares para poder mantener a las cabras debido al bajo precio recibido por la leche y por los cabritos.
Además de las cabras, también ellos tienen que comer y sobrevivir.
Pero no se vienen abajo y tiran del carro como si fuesen aquellas recias vacas Avileñas de antaño que, como decía el gran Manolo Yuste, ganadero y carretero de Barajas de Gredos (Ávila), "donde ponen la mano, sube el carro", queriendo hacer referencia a que por duro que sea un camino, con tesón todo se supera.

Bárbara y Jonatan, un ejemplo de lucha y superación.
(c) Ganadería Caprina San Adrián T.C. 


*NOTA FINAL DEL AUTOR
Pensaréis, queridos lectores, que conozco mucho a Bárbara y a Jonatan pero la verdad es que no nos conocemos en persona.
Desde hace bastante tiempo, Jonatan Rodríguez Seara es uno de los mayores colaboradores de EL CUADERNO DE SILVESTRE y gracias a él se han publicado artículos de tanto éxito como LA CABRA DE GUADARRAMA o EL MASTÍN ESPAÑOL.
Hace unas semanas, Jonatan grabó un vídeo analizando la situación del sector lechero. Ese vídeo, que también se publicó en este blog, ha dado la vuelta al mundo. Con una educación exquisita y sin perder las formas, Jonatan describió a la perfección lo que viven los cabreros de leche cada día. Este vídeo se incluyó dentro de un artículo de este blog titulado EL PRECIO DE LA LECHE.
Recientemente, hemos publicado también un relato titulado MEMORIAS DEL CAMPO, escrito por Jonatan mientras cuidaba las cabras una tarde del mes de mayo.

Cabras de Guadarrama de Jonatan y Bárbara.
(c) Ganadería Caprina San Adrián T.C.

Y de Bárbara...¿Qué puedo decir de ella? Pues que por lo poco que la conozco, puedo decir que es una mujer de bandera. Una madre excepcional, una mujer luchadora como pocas para que la familia está por encima de todo, una gran trabajadora y una GRAN CABRERA que es algo muy complicado porque una cosa es ser una "guardacabras" y otra muy distinta es ser cabrera.

El otro día le dije a Jonatan una frase que me gusta mucho decir:
- "Cuida a Bárbara porque las libras que pesa, las vale en fanegas de oro".

Quiero que este sencillo artículo sirva de homenaje a todas las mujeres del medio rural, especialmente a las ganaderas y por encima de todo a Bárbara González Navarro, una auténtica CABRERA DEL SIGLO XXI.


Bárbara González Navarro.
(c) Ganadería Caprina San Adrián T.C.

Fdo: Silvestre de la Calle García.
Técnico Forestal.

ENLACES DE INTERÉS:
Artículos publicados en EL CUADERNO DE SILVESTRE con la colaboración de Jonatan Rodríguez Seara. 

- LA CABRA DE GUADARRAMA:

- EL MASTÍN ESPAÑOL:

- EL PRECIO DE LA LECHE:

- MEMORIAS DEL CAMPO:







lunes, 23 de mayo de 2022

V EUSKADIKO AZPI GORRI TXAPELKETA

El pasado domingo día 22 de mayo tuvo lugar en Mañaria (Vizcaya) el V Euskadiko Azpi Gorri txapelketa o V Campeonato del País Vasco de la Azpi Gorri.


Cartel publicitario del Campeonato.

Si bien en cierta ocasión ya dedicamos un artículo monográfico a esta raza caprina autóctona del País Vasco, que puede ser consultado por el lector que lo desee pinchando en el enlace que encontrará al final de este artículo, describiremos brevemente la raza Azpi Gorri antes de hablar del mencionado Campeonato.

Cabras de raza Azpi Gorri.
(c) Ibai Menoyo.

La raza caprina Azpi Gorri agrupa animales de perfil cefálico recto y tamaño medio. Presenta cuernos de en forma de arco (tipo aegagrus) en las hembras y de tipo intermedio entre el aegrus y el prisca en los machos.
La capa es muy homogénea y con un patrón muy característico. Es negra con la parte inferior del cuerpo de color rojo (de ahí el nombre azpi gorri o "bajos rojos").

Cabra Azpi Gorri.
(c) Leire Amundarain.

Tradicionalmente era una cabra de doble aptitud carne-leche, si bien el ordeño fue abandonándose paulatinamente. Actualmente es una raza de aptitud cárnica aunque se está volviendo a recuperar la tradición del ordeño en algunas explotaciones.

Cabra Azpi Gorri.
(c) Ibai Menoyo.

Durante mucho tiempo fue una raza incluida en dentro de la cabra Pirenaica aunque a finales del siglo XX y gracias al tesón de los ganaderos de Euskadi fue reconocida oficialmente como raza independiente.

Cabras Azpi Gorri.
(c) Leire Amundarain.

Como con todas sus razas autóctonas, el pueblo vasco en general y los ganaderos en particular, se preocupan mucho de proteger y fomentar la cabra Azpi Gorri para que sea conocida por el público en general y sus productos sean apreciados por el consumidor.

Cabras Azpi Gorri con su cabrito recién nacido.
(c) Ibai Menoyo.

Este domingo en el bello pueblo vizcaíno de Mañaria, se ha celebrado el V Euskadiko Azpi Gorri Txapelketa o Campeonato del País Vasco de la Azpi Gorri.
Numerosas ganaderías se dieron cita en este certamen ganadero para exponer sus animales y aspirar a recibir algún premio en las numerosas categorías del concurso.

Vista general.
(c) Ibai Menoyo.


Los animales estaban perfectamente separados por categorías con los datos de su criador al lado para poder saber fácilmente a qué ganadería pertenecían.
Por un lado, se encontraban los machos o chivos separados por edades y debidamente sujetos para evitar que se escapasen.

Chivos Azpi Gorri en el V Euskadiko Azpi Gorri Txapelketa,
(c) Ibai Menoyo.

Por otro lado, se encontraban las hembras divididas también en lotes según su edad y encerradas en un recinto adecuado con cama para su comodidad y un cubo con agua fresca.

Lotes de hembras Azpi Gorri en el V Euskadiko Azpi Gorri Txapelketa,
(c) Ibai Menoyo.

Como se ha dicho anteriormente, numerosos ganaderos acudieron al certamen con sus animales.
Este fue el caso de Ibai Menoyo que presentó sus excelentes animales y obtuvo los siguientes premios:

- Cabritos menores de 3 años: 3º Premio.
- Chivos adultos: 2º Premio.


Magníficos chivos jóvenes Azpi Gorri en el V Euskadiko Azpi Gorri Txapelketa,
(c) Ibai Menoyo.

Leire Amundarain participó también con una buena representación de animales de su explotación, consiguiendo los siguientes premios:

- Cabritas de 1 a 3 años: 2º Premio.
- Mejor lote de cabritas de 1 a 3 años.
- Chivos de 1 a 3 años: 2º Premio.
- Chivos Mayores: 3º Premio.

Magníficos chivos adultos Azpi Gorri en el V Euskadiko Azpi Gorri Txapelketa,
(c) Leire Amundarain

Numerosos fueron los curiosos que se dieron cita para admirar estos bellísimos animales. Dentro de la ganadería vasca, posiblemente la raza Azpi Gorri sea una de las menos conocidas debido a que animales como vacas o la mítica oveja Latxa, son más comunes en las praderas y caseríos de Euskadi.

Los jueces valoran los animales ante la atenta mirada del público.
(c) Leire Amundarain.

Campeonatos o concursos de este tipo, que son muy populares en Euskadi, tienen una gran importancia para cualquier las razas ganaderas del rico patrimonio zootécnico vasco, especialmente para aquellas que se encuentran en grave peligro de extinción como la cabra Azpi Gorri.

Premios obtenidos por Leire Amundarain.
(c) Leire Amundarain.

Debemos alabar estas iniciativas y valorar mucho el gran trabajo que realizar los ganaderos vascos en particular y toda la sociedad vasca en general por conservar su patrimonio cultural incluyendo, como es lógico la ganadería autóctona.
Sirven además estos certámenes, para que los jóvenes ganaderos sean conscientes de la importancia de las razas autóctonas y se animen a criarlas.

Los jóvenes ganaderos vascos se preocupan por conservar las razas autóctonas.
(c) Leire Amundarain.

* Nota final del autor.
Aunque soy de un pequeño pueblecito extremeño llamado Guijo de Santa Bárbara (Cáceres) en el que la raza caprina autóctona es la Verata, mi pueblo tiene un entrañable vínculo con Euskadi.
Entre 1951 y 1966 fue párroco de Guijo de Santa Bárbara el Rvdo. P. Ascensio Gorostidi Altuna (1923-1966), natural de Amezketa (Guipúzcoa) quien como buen vasco, era gran defensor de la cultura tradicional de su tierra y enseñó a los guijeños a valorar su cultura y tradiciones, aportando a nuestro pueblo la Danza de Santa Bárbara y construyendo la Capilla-Refugio de Nuestra Señora de las Nieves, el edificio religioso situado a mayor altitud de Extremadura.


Arriba: Don Ascensio Gorostidi en la Capilla-Refugio de Nuestra Señora de las Nieves.
Abajo: Danza de Santa Bárbara, introducida en Guijo por D. Ascensio en 1959.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.


Fdo: Silvestre de la Calle García.
Técnico Forestal. 

ENLACES DE INTERÉS:
- La cabra Azpi Gorri.

viernes, 20 de mayo de 2022

MEMORIAS DEL CAMPO

El campo. ¿Quién lo conoce mejor? ¿Los que están sentados en un despacho o los que día tras día y noche tras noche están pendientes de su ganado y sus cultivos?
Nadie mejor que un agricultor o un ganadero, en el caso de hoy, para hablar del campo. Jonatan Rodríguez Seara, cabrero de Muñogalindo (Ávila) nos ha enviado un precioso relato que escribió el otro día.

Jonatan Rodríguez Seara y Bárbara González Navarro con sus cabras.
(c) Ganadería Caprina San Adrián T.C.

Jonatan y su mujer Bárbara, son propietarios de GANADERÍA CAPRINA SAN ADRIÁN T.C. 
Tienen algo más de 500 cabras de raza Serrana de Guadarrama, conocida oficialmente como Cabra del Guadarrama.
Se trata de una raza autóctona de las serranías de Madrid, Segovia y Ávila y que se encuentra en peligro de extinción. 
Es una cabra de aptitud mixta leche-carne que, con un adecuado manejo, alcanza producciones realmente notables en sistemas semiextensivos. 

Cabras de Guadarrama.
(c) Ganadería San Adrián T.C.

El pasado 15 de mayo, mientras en la capital muchos celebraban alegremente la festividad de San Isidro, patrón de los labradores, Jonatan estaba en el campo con sus cabras y mientras pastaban tranquilas, se puso a escribir el siguiente relato salido del corazón de alguien que ama el campo.
Transcribimos a continuación este relato tal y como su autor, Jonatan Rodríguez Seara, nos lo ha mandado, limitándonos simplemente a poner las fotografías que ilustran este bonito relato.

Cabras de Guadarrama en pastoreo.
(c) Ganadería San Adrián T.C.

MEMORIAS DEL CAMPO.
Por Jonatan Rodríguez Seara.

Salimos del duro invierno. Comienza el mes de Marzo y por el sur ya va
llegando, aunque no sea de manera oficial, la primavera.
Ya despuntando el verdor en las dehesas, en los campos bajos y más cálidos.
Ya el ganadero mira con ansia al cielo para que caiga ese bendito agua que le
permita a la primavera darle un respiro a él y a su ganado.

Vaca Avileña-Negra Ibérica en una dehesa extremeña durante la primavera.
(c) Juan Manuel Yuste Apausa.

Ha llegado esa bendición en forma de agua, para el 15 de Marzo, en zonas de
Andalucía y por la baja Extremadura. Se le llena la boca al ganado, porque la
primavera ha llegado con su agua que bien merecía.
Mientras por las Castillas tendrán que esperar otra quincena más, hay que
preguntar al mes de Abril ¿cómo va a ser?, y si las penas del invierno nos las
va a corregir.

Ovejas pastando en las cercanías de El Barco de Ávila.
La primavera tarda en llegar a la ribera del Tormes.
(c) Silvestre de la Calle García.

Ahora ya sí, día 10 de Abril, todas las zonas bajas del país disfrutan de un
esplendoroso verdín y un sinfín de flores y colores.
En pleno esplendor la encina, escoba, tomillos, retamas, espinos, jaras...
Con tremendo festín día tras día, el ganado cambia el pelo, tiran el gordo y
basto del invierno, dando paso al fino y corto del verano. 

Vaca Avileña-Negra Ibérica con el fino y lustroso pelaje de verano.
(c) Miguel Alba Vegas.

Pero a un animal hay que ayudar en esta tarea singular, que se llama esquilar.
Por estas fechas los esquiladores hace días que sus máquinas pusieron a
preparar para tan ardua tarea, que ya apenas gente nacional sabe realizar.
A las ovejas hay que esquilar “primero las estabuladas para que no pasen calor
de más, y así su leche puedan aguantar”, después esos rebaños ya escasos
por desgracia, que van a trashumar, para cuando los puertos vayan a pastar, la
lana nueva tengan para abrigar, y el resto de rebaños, la agenda de los
esquiladores, bastante apretada en estas fechas les marcará el día, que
dejarán su vellón atrás, dejando en muchos casos las corderas de recría , para
mediados del verano o simplemente se quedarán sin pelar.

Aunque el esquileo se realiza mayoritariamente a máquina, todavía hay quienes esquilan a mano.
Orencio González y su hijo carlos esquilando a mano en Navalosa (Ávila).
(c) Leticia Pato Martín.

Y así pasa el mes de abril, ahora ya sí, la ansiada primavera ya está aquí, del
sur al norte casi todo lo cubre.
Muchas cosas buenas traen, y algunas no tan buenas. 
Ya trajeron los nuevos contratos de la venta de nuestra leche (nuestro sudor y sacrificio) para los siguientes meses, y como de costumbre con la excusa de que es primavera, 
las centrales lecheras quieren seguir inflando su cartera, gracias al amor de los ganaderos a sus animales y forma de vida, no sin darse cuenta que así hacen que el ganadero llegue al punto de repudiar, lo que más deseó desde pequeño, y puso más que su empeño, para no dejar perder el oficio de su vecino, padres o abuelos, y ahora está rezando día tras día:
¡Por favor Dios mío!, que nuestros hijos no se dediquen a este duro oficio.

Bárbara González Navarro ordeñando las cabras.
(c) Ganadería San Adrián T.C.

Ya que no hay peor vida que la del ganadero, siempre mal visto por el resto de
la sociedad, mal pagados nuestros productos y sin días para descansar.
Ya llega el mes de mayo, al contrario que en las zonas bajas, en las serranías y
puertos de montaña, que a la primavera más le cuesta llegar y ahora para
estas fechas empieza a asomar.

Cabras de Guadarrama disfrutando de la primavera en Muñogalindo (Ávila).
(c) Ganadería San Adrián T.C. 

En las zonas bajas la comida se seca cada día más, el ganadero pide agua al
cielo y reza a San Isidro, a ver si para el 15 mayo, una semana de abundantes
lluvias nos pudiera mandar, si así fuera, la primavera algo más nos pudiera
aguantar, aunque los que empiezan a segar, se tuvieran que esperar.

Los pastos de las dehesas se secan al llegar el calor.
(c) Miguel Alba Vegas.

Por estas fechas al ganado y ganadero de estirpe trashumante algo en el
instinto y la cabeza le empieza a rondar, el ganadero empieza a preparar ese
día tan especial, un día absurdo para muchos, pero un día marcado para él y
su gente. (Es el día del camino a comenzar), con otros ojos empieza a mirar a
esas varas repletas de cencerros que son los que el camino va a marcar, esos
cencerros que con gran esmero el ganadero empieza a preparar, ya que es un
orgullo pasar por los pueblos con su buen ganado bien adornado, para así la
atención de la gente poder llamar. 
A ver si hay suerte y alguien se encandila de ver el ganado pasar y a este oficio sin relevo generacional se quisiera dedicar.

Vacas de raza Avileña-Negra Ibérica ascendiendo el Puerto del Pico por la calzada romana.
(c) Silvestre de la Calle García.

A parte de engalanar los rebaños, los cencerros tienen su labor y misterio, su
labor, guiar al ganado por el campo, caminos o veredas, haciendo que entre los
animales sepan en todo momento a dónde tienen que marchar y si el ganado
por alguna circunstancia se hatajara o perdiera, por el sonido de los cencerros
más fácil son de encontrar. 
¿Su misterio?: hay que saber que cencerros son para qué tiempo y para qué y a qué animales se puede o no poner.

Vaca Avileña-Negra Ibérica con la zumba, el más grande de los cencerros.
(c) Silvestre de la Calle García.

Los primeros en comenzar la trashumancia son esos pastores y vaqueros que
huyen del calor extremo de la Andalucía hasta las serranías turolenses. Les
seguirán los extremeños con sus rebaños de merinas que en antaño vieron
el mundo conquistar y, hoy son muy escasos los que por las cañadas hasta los
puertos de León van a transitar.
Alguno más en camión si lo hará, siendo menos laborioso, más eficaz y sin tanta mano de obra para estas tareas hoy en día tan difícil de encontrar. Ya que las nuevas generaciones, sus manos, ropas y frente de estiércol, polvo y sudor no quieren manchar.
Vale más estar sucio con dinero limpio, que no limpio con dinero sucio o harto
de robar ¡pero de eso la sociedad ni oír hablar! ¡les da todo igual!...

Rebaño de ovejas trashumantes.
(c) Miguel Alba Vegas.

Rebaños de ovejas y hatajos de vacas, desarrollaran el largo caminar, desde los
pastos cálidos de invierno a los frescos del verano en los puertos y serranías,
buscándose su alimento y haciendo de las cuerdas sus tumbaderos, donde las
frescas brisas veraniegas de los altos les acaricien la cara hasta que entre el
otoño y llegue el frío y ahí no les deje estar.

Vacas en un puerto de Cantabria.
(c) Ganadería Almirante.

Todas volverán a sus casas de invierno, todas y algunas más, gracias a algún parto fuera de fecha aunque se intentan programar para que los partos no sean en este periodo estival, ya que los depredadores al acecho están y no es gusto de ningún ganadero que su ganado sea el merendero de estas criaturas, que nuestros antepasados quisieron esquilmar, ya que el lobo, meloncillo, buitre, oso o raposo son los culpables de muchas bajas en el ganado que pasta en los montes y que el ganadero está obligado a guardar. 
Pero a estos depredadores.... ¿Quién está obligado a controlar?

El lobo. Un gran peligro para el ganado.
(c) Javier Bernal Corral.

Las piaras de cabras ya son otro cantar, ya rara era la piara y el cabrero que se
decidieran por trashumar, ya que se decidían más por trasterminar, cambiar los
pastos del invierno de las dehesas y montes bajos por las zonas altas más
cercanas.

Cabras trashumantes en la comarca cacereña de La Vera.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Era yo un niño que con ese tiempo de ver los rebaños pasar, soñaba al ver el
mes de junio llegar, y con él la flor del piorno y después la del cambrión, que de
un intenso amarillo las laderas de las sierras que gustosamente visten, ¡y sí!
muy buena es la flor para la leche de nuestras cabras, pero sin duda, la vainilla
a la que da paso la flor, es lo mejor.

Cabras de raza Guisandera comiendo flor de piorno.
(c) Silvestre de la Calle García.

Si antaño era algo frecuente ver las piaras de cabras pasar por los pueblos,
hoy sin duda es algo excepcional, ya que son minoritarios los rebaños que de
forma tradicional salen a pastar. Las horas del día, debajo del sol o del
paraguas, son muy duras, y nadie ya se quiere sacrificar, y por otras causas
que ahora voy a nombrar:
El sector lácteo es el más perjudicado dentro del sector primario, ya que es apaleado, humillado y abandonado por quienes un día fueron votados y no saben gestionar y menos defender el puesto para el cual fueron seleccionados, haciendo cumplir sus leyes para que la escasa rentabilidad se viera crecer y no dejar el censo de ganaderos decaer.

Sala de ordeño para cabras.
(c) Ganadería Caprina San Adrián T.C.

Mejor ni hablar, aunque por nombrar mil y un problema más que hacen que estos oficios tengan mínimos beneficios, entre otros el suplicio del saneamiento de la tuberculosis que tantas piaras de cabras y hatajos de vacas han aniquilado y a sus propietarios los han arruinados de por vida.

Vacas Tudancas concentradas para hacer el saneamiento.
(c) Miguel Alba.

Y así pasan el verano las partidas de ganado que optan por su casa mudar,
ellos y sus perros que no se pueden dejar de nombrar, esos mastines
leoneses, españoles, castellanos o extremeños, ¡que los llamen como quieran!
(Menos M E O, MASTIN ESPAÑOL OFICIAL), que no te engañen esos
perros no son mastines y menos perros funcionales, ya que un perro que no
puede seguir a su rebaño, ¿Para qué vale?

Mastines cuidando las vacas en el puerto.
(c) Ganadería Almirante.

Y qué decir de ese otro gran trabajador incansable y fiel compañero que de los
pies del ganadero inmóvil permanece a la espera de una orden que cumplirá
según su entendimiento, siendo algunas veces los juegos como causa de una
distracción que hace entorpecer la labor del pastoreo.

El Carea. Compañero insustituible del ganadero.
(c) Javier Bernal Corral.

Ya llega agosto, y agosto en todos lados igual, poca comida en el campo, todo
seco, tardes más cortas y de la mano del ganadero queda sujetar el ganado en
buenas condiciones, hasta la otoñada ver llegar, y de vuelta, el camino volver a
retomar.

Vacas regresando a las dehesas de invierno.
(c) Silvestre de la Calle García

Autor: Jonatan Rodríguez Seara.

15 de Mayo de 2022.

Poco puedo añadir yo a este relato de Jonatan. Lo que habéis leído, queridos lectores, no es ficción. Es la pura realidad de lo que día tras día ocurre en el campo español. En las manos de todos está luchar para cambiar esta situación. 
No sólo es cosa de Jonatan y de su esposa Bárbara que luchan por vivir como cabreros y labrar un futuro a su hija Leyre Daniela mientras conservan una raza autóctona en peligro de extinción: la Cabra de Guadarrama.
Todos debemos aportar nuestro granito de arena para que los poderosos se dignen a hacer algo.

Cabras de Guadarrama.
(c) Ganadería San Adrián T.C.

Otro ejemplo de lucha por el medio rural es Marcos Rodríguez de la Calle, estudiante de 1º de Periodismo en la Universidad de Extremadura. 
Nacido en Navalmoral de la Mata pero vecino de Guijo de Santa Bárbara (Cáceres), Marcos ha escrito recientemente un magnífico artículo tratando el tema de la despoblación del medio rural, tomando como ejemplo el pueblo citado anteriormente, un pequeño municipio de 380 habitantes situado en la comarca cacereña de La Vera.

Piara de cabras de aptitud lechera pastando.
Al fondo, Guijo de Santa Bárbara (Cáceres).
(c) Silvestre de la Calle García.

La economía de este pueblo ha girado tradicionalmente en torno a la ganadería y la agricultura pero los constantes problemas que comenta Jonatan Rodríguez Seara en su escrito, han afectado grandemente a este municipio famoso durante siglos por su cabaña lechera que llegó a contar en algunos momentos con casi 4000 cabras lecheras repartidas en unas 50 explotaciones frente a las poco más de 400 en 2 explotaciones que tiene actualmente.
Peor ha sido la evolución del ganado vacuno lechero. Si en 1980 había unas 30 explotaciones con vacas lecheras, actualmente no queda ninguna.

Ángel de la Calle Vicente ordeñando a una de las últimas vacas lecheras que recorrieron los caminos guijeños.
(c)Alonso de la Calle Hidalgo.

Marcos Rodríguez de la Calle ha entrevistado para su artículo a jóvenes del pueblo, al matrimonio más anciano del lugar y a un técnico forestal especializado en ganadería extensiva para conocer la evolución de este municipio y analizar las posibles soluciones para el problema de la despoblación.
Ciertamente, debemos lamentarnos por la penosa situación del campo, pero debemos tratar de buscar soluciones.

Marcos Rodríguez de la Calle, estudiante de 1º de Periodismo.
(c) Marcos Rodríguez de la Calle.


Luchemos entre todos por el campo. La agricultura y la ganadería son la base del sistema productivo y si construimos un edificio sin buenos cimientos....¿qué pasará?
Queridos lectores. 
Ya lo vimos cuando hace dos años nos tocó estar encerrados en casa como si fuésemos cabras estabuladas (esperos que no nos vuelva a tocar lo mismo en breve...). 
Si el sector primario se paraliza, y el del transporte porque ambos van relacionados, se paraliza todo.
Dependemos de los agricultores y ganaderos para que no falte el alimento en nuestras mesas diariamente. Pensemos en ello cada vez que nos sentemos a comer en nuestras casas.

Vaca Parda de Montaña con su ternero.
(c) José Molleda.

ENLACES DE INTERÉS:

Artículo escrito por Marcos Rodríguez de la Calle.


Fdo: Silvestre de la Calle García.
Técnico Forestal.


GUIJO DE SANTA BÁRBARA. EL PUEBLO DE VIRIATO.

Guijo de Santa Bárbara es un pequeño pueblo situado en la comarca de La Vera, al noreste de la provincia de Cáceres y en las estribaciones o...