jueves, 29 de abril de 2021

LA CABRA AZPI GORRI

Al hablar de la ganadería en el Norte de España, todos pensamos automáticamente en verdes prados donde pastan las vacas y pensamos que no hay ovejas y cabras. Sin embargo, encontramos una gran biodiversidad doméstica en esta zona, incluyendo numerosas razas de ovejas y cabras.             Hablaremos hoy en concreto de la cabra AZPI GORRI.

Cabra Azpi Gorri
(c) Leire  Amundarain

Se trata de caprinos fuertes, de perfil cefálico recto o subcóncavo, peso medio y proporciones medias o ligeramente alargadas. Los cuernos son finos y delgados y presentan forma de arco en las hembras mientras que en los machos son más fuertes y largos y con forma de ligera espiral.
La capa es negra presentando degradaciones rojizas en la parte inferior del cuerpo y en la cabeza.
El peso ronda los 40-45 kilogramos en las cabras y los 60-65 kilogramos los machos, pesos que pueden aumentar cuando las cabras reciben un buen manejo.

Precioso semental de la raza Azpi Gorri
(c) Ibai Menoyo

    La raza se distribuye en pequeños núcleos por todo el País Vasco, principalmente en las zonas de montaña. Pueden encontrarse cabras muy similares en zonas de Navarra y de Cantabria que, si bien no están reconocidas oficialmente como de raza Azpi Gorri, posiblemente lo sean o al menos tengan influencia de la misma.

Lote de ejemplares de raza Azpi Gorri.
Esta raza está perfectamente adaptada a la vida en el norte de España.
(c) Leire Amundarain.

El origen de esta raza está en el tronco Pirenaico, descendiente directo de la Capra aegagrus que fue domesticada en Asia Menor hace entre 8000 y 10000 años y que llegó a la Península Ibérica hacia el V Milenio antes de Cristo.

Magnífico ejemplar de raza Azpi Gorri
(c) Ibai Menoyo.

Aquellos primitivos caprinos domésticos ocuparon toda la Península para recibir posteriormente influencias de otros grupos étnicos llegados acompañando a sucesivas poblaciones humanas.
Sin embargo, en el Norte y particularmente en el País Vasco, la presencia de otros caprinos ha sido inexistente hasta épocas recientes por lo que podemos decir que la Azpi Gorri es una de las poblaciones caprinas más antiguas de la Península.

Preciosa cabra joven en la que se aprecian a la perfección las características de la raza.
(c) Ibai Menoyo.

La situación del ganado caprino en el País Vasco y Navarra ha sido siempre complicada. Durante mucho tiempo, había severas ordenanzas que limitaban el número de cabras por vecino y las cabras que se encontraban sin identificar en el monte eran consideradas animales de caza.
No obstante, era frecuente encontrar alguna cabra en casi todos los caseríos pero poco a poco fueron desapareciendo o siendo sustituidas por otras razas más productivas.

No estuvo reconocida oficialmente como raza hasta 1997 y en 2002 se censaron tan sólo 515 hembras reproductoras.  
Actualmente hay unos 1000 ejemplares puros.

Esta bonita raza se encuentra en grave peligro de extinción.
(c) Leire Amundarain.

Las cualidades reproductivas de la raza son muy buenas teniendo en cuenta el sistema de explotación netamente extensivo al que está sometida. Tradicionalmente, las cubriciones tenían lugar en agosto-septiembre y los partos se producían en enero-febrero, siguiendo más o menos la ley natural de los animales salvajes. 
Sin embargo, algunos ganaderos comenzaron a adelantar el periodo de cubrición para que los partos tuviesen lugar en octubre o noviembre y poder vender los cabritos en Navidad.
Generalmente el intervalo entre partos es de 12 meses y la prolificdad estimada es de 145 cabritos por cada 100 cabras paridas, tasa que puede aumentar hasta 170 con un esmerado manejo.


Arriba: Cabra con cabritillo recién nacido.
Abajo: Cabritillo de pocos minutos de vida.
(c) Ibai Menoyo.

Los cabritos son criados por sus madres hasta el destete con 40-50 días, momento en el que son sacrificados con un peso vivo de 12 kilos aproximadamente. Su carne es muy apreciada siendo consumida en días señalados.
La carne de las cabras adultas se consume en el medio rural.

Como curiosa anécdota, diremos que D. Ascensico Gorostidi Altuna (1923-1966) gastrónomo y sacerdote natural de Amézqueta (Guipúzcoa) y que ejerció su ministerio sacerdotal en Guijo de Santa Bárbara (Cáceres) entre 1951 y 1966, aseguraba que:
"Los cabritos de Euskadi son los mejores del mundo. No tienen nada que ver con los de otros sitios".

Cabra amamantando a su cabritillo.
(c) Leire Amundarain.

La raza tiene buenas cualidades lecheras y de hecho, en el pasado el ordeño fue práctica habitual. Sin embargo, el sistema extensivo dificulta mucho esta tarea y además limita la producción por lo que poco a poco se fue abandonando.
Sin embargo, actualmente, algunas explotaciones realizan el ordeño durante breves periodos de 3-4 meses con producciones de hasta 1,5 litros diarios por cabra, destinando la leche a la elaboración de queso.
Con un buen proceso selectivo y un manejo esmerado, se podría hacer de esta raza una buena cabra lechera, pero se perdería parte de su genuina esencia.

La cabra Azpi Gorri presenta una ubre muy bien conformada.
(c) Ibai Menoyo

El sistema de explotación es extensivo, permaneciendo las cabras entre 5 y 6 meses en el monte en estado de semilibertad, alimentándose exclusivamente de los recursos naturales. Precisamente durante la época de pastoreo en el monte, es cuando se cubren las cabras, lo que supone un peligro si hay cerca machos de otras razas.

Rebaño de cabras en el monte.
(c) Ibai Menoyo.

Durante el invierno, son bajadas a los caseríos y permanecen en praderas e incluso estabuladas durante la época de paridera y cría de los cabritos. Posteriormente, algunas explotaciones ordeñan a las cabras hasta que estas vuelven a soltarse al monte, después de haber realizado todos los tratamientos sanitarios pertinentes.

Rebaño de cabras en una pradera.
(c) Leire Amundarain.

El tamaño de las explotaciones es pequeño, situándose entre las 20 y las 30 reproductoras. Pocas superan las 50 cabezas  y son excepcionales las de 100 ó más cabras.
Este tamaño contrasta grandemente con las enormes explotaciones de zonas secas del centro y sur peninsular. 

Estas pequeñas explotaciones de cabras tienen una gran importancia al mantener limpio el monte.
(c) Ibai Menoyo.

Normalmente, los ganaderos disponen de otros tipos de ganado como vacas y ovejas, constituyendo las cabras un complemento más de la explotación agropecuaria.
No obstante, es muy beneficioso que distintas especies ganaderas pasten en una misma zona porque cada una aprovecha unos recursos diferentes y beneficia a las demás.
Mientras que las vacas consumen las hierbas más largas y bastas, las yeguas prefieren las cortas y duras y las ovejas consumen las hierbas finas y cortas que dejan atrás las vacas. 
Las cabras, por su parte, consumen los matorrales y "malas hierbas" que otras especies no consumen, manteniendo así limpias las praderas.

Pequeño lote de cabras en una pradera.
(c) Leire Amundarain

Sirva este artículo de homenaje a todos los cabreros que luchan por la cría y defensa de esta antigua y bonita raza caprina del norte peninsular y sirva también para que mucha gente del País Vasco ajena al mundo ganadero conozca también a esta raza que forma parte de la milenaria cultura del pueblo más antiguo de Europa.

Estas cabras llevan miles de años habitando las praderas vasconavarras.
(c) Leire Amundarain.

AKERBELTZ
No podemos terminar este artículo sin hacer un breve mención, aunque el tema daría para un artículo completo, de AKERBELTZ.
Se trata de un ser mitológico vasco representado por un macho cabrío negro. 
Tiene una doble "personalidad". 

Cuando es bueno, protege a los rebaños y a los animales por lo que era común tener un macho absolutamente negro en los caseríos.
Cuando es malo, Akerbeltz lidera las reuniones de brujas o "aquelarres", palabra que viene de un prado situado junto a las famosa cueva de Zugarramundi. (Aker= macho cabrío y Larre=prado). En estas reuniones, Akerbeltz  dirige a los brujos y brujas y se realizan diversos rituales.
Por ello, el Cristianismo asoció a la cabra y en particular a las cabras negras con el demonio.

Precioso macho Azpi Gorri bastante oscuro que bien podría representar al mítico Akerbeltz
(c) Leire Amundarain

Bibliografía y fuentes consultadas:

Estaban Muñoz, C (2008) Razas Ganaderas Españolas Caprinas. Colección FEAGAS.

AGRADECIMIENTOS

A Leire Amundarain y a Ibai Menoyo por aportar de manera totalmente desinteresada y con gran entusiasmo las fotografías para este artículo sobre la cabra Azpi Gorri.

Fdo: Silvestre de la Calle García.
Técnico Forestal.

lunes, 26 de abril de 2021

¡POLLITOS EN EL COLE!

    En EL CUADERNO DE SILVESTRE los artículos suelen centrarse en una raza ganadera o en una actividad tradicional pero hoy hablaremos de un apasionante proyecto que está llevando a cabo la Asociación de Criadores de la Gallina Pintarazada.

    Durante mucho tiempo ha sido frecuente en colegios tanto del medio rural como urbano hacer alguna excursión a una granja escuela para conocer de cerca la vida de los animales, los distintos cultivos y otras muchas cosas pero en estos tiempos, eso es complicado por la situación que todos conocemos pero...¿y si llevamos la granja al cole? 

¡Pollitos en el cole!
(c) Dibujo de Julián Alía

    Antes de nada, hablemos brevemente de la gallina Pintarazada. Se trata de una raza avícola que no está aún oficialmente reconocida pero que gracias al intenso trabajo desarrollado por la Asociación de Criadores, pronto figurará entre las razas avícolas autóctonas españolas.

Gallo Pintarazado.
Esta raza es una de las más espectaculares de nuestro país por su bellísimo plumaje y la imponente estampa delos gallos.
(c) Javier Bernal.

    La Pintarazada es una gallina de tipo ligero, perteneciente al denominado "tronco Mediterráneo", al igual que otras muchas razas españolas como la Castellana, la Utrerana o la Mallorquina entre otras.
El gallo alcanza un peso medio de 2,5-3 kilogramos mientras que la gallina pesa entre 1,8 y 2 kilogramos.
La característica fundamental de esta gallina es su bellísimo plumaje, existiendo cuatro variedades: perdiz, trigueña, zalaría y piñana.

Gallo y gallinas de la variedad Perdiz.
(c) Javier Bernal.

Pareja de la variedad Trigueña.
(c) Javier Bernal.

Gallo de la variedad Zalaría.
(c) Javier Bernal.

Pareja de la variedad Piñana.
(c) Javier Bernal.

    Se distribuye fundamentalmente por el noroeste de la provincia de Toledo, encontrándose también ejemplares en las provincias de Cáceres y de Ávila.
Es una gallina rústica, sobria y muy resistente, estando especialmente adaptada a la vida en la dehesa donde tradicionalmente habitaba acompañando a los rebaños de ovejas Talaverenas. 
Conserva una excelente capacidad de vuelo para subir durante la noche a las ramas de las encinas y huir así de los depredadores.

¡Viene el zorro!
(c) Dibujo de Julián Alía.

    Es una gallina de aptitud mixta, aunque con predominante aptitud ponedora. Sin embargo, no puede competir en cantidad de huevos con las gallinas industriales, motivo por el cual fue paulatinamente desapareciendo hasta que hace unos años, un grupo de aficionados entusiastas comenzaron a recuperarla recorriendo dehesas, fincas, corrales y gallineros para localizar a los últimos ejemplares y comenzar así el proceso de selección y cría.

Huevos de gallina Pintarazada.
(c) Javier Bernal.

    Ahora, la Asociación de Criadores está llevando a cabo un nuevo proyecto, llevando la gallina a los colegios. Sí, queridos lectores. Puede parecer curioso pero ahora la gallina Pintarazada comparte las aulas de algunos colegios con los niños de unos cuantos pueblos toledanos.

¿Cómo es esto posible?
En los CRA (Colegio Rural Agrupado) de Puente del Arzobispo (Puente del Arzobispo, Torrico y Valdeverdeja) y del Campo Arañuelo (Las Ventas de San Julián, Torralba de Oropesa, Herreruela y Calzada de Oropesa) se está llevando a cabo un interesantísimo proyecto.


En la fotografía de la izquierda vemos de izquierda a derecha a Dioni (Director) y a Manolo (Jefe de Estudios) del CRA de Puente del Arzobispo junto con Javier Bernal, presidente de la Asociación de Criadores de la Gallina Pintarazada.
En la fotografía de la derecha, Javier Bernal nos muestra el calendario y la información que manejan los alumnos.
(c) Javier Bernal.

    La Asociación de Criadores ha puesto a disposición de estos colegios de la provincia de Toledo, pequeñas incubadoras en las que los niños incuban los huevos de gallinas de raza Pintarazada.
En el aula, junto a la incubadora, tienen un calendario donde apuntan todos los datos: fecha de inicio de la incubación, evolución del pollito dentro del huevo observando al trasluz con linternas, fecha prevista del nacimiento...

Pollito recién nacido en la incubadora.
(c) Javier Bernal.

    La Asociación facilita a los centros educativos todo el material necesario y los niños ven todo el proceso, desde que se colocan los huevos en la incubadora hasta que 21 días después nacen los pollitos.
Tras el nacimiento, los pollitos son trasladados a un gran cajón de madera para que estén cómodos y puedan ser observados diariamente por los niños que deben apuntar su evolución y aprender a diferenciar las cuatro variedades de la raza.

Los niños aprenden a diferenciar las cuatro variedades de la raza puesto que ya los pollitos presentan plumajes muy diferentes entre sí.
(c) Javier Bernal.

    De esta forma, práctica y divertida, los niños aprende de dónde vienen los pollitos, cómo nacen, cómo se convierten en gallinas adultas...
Al mismo tiempo, el proyecto sirve para recuperar una raza de gallina que fue muy habitual en la zona.
La actividad está resultando todo un éxito gracias al entusiasmo de profesores, alumnos y miembros de la Asociación de Criadores.

Quienes nos hemos criado en el campo y en casas ganaderas, hemos visto muchas veces imágenes como esta en nuestra infancia, pero ahora todo ha cambiado y por eso proyectos como el que describimos aquí son tan necesarios.
(c) Javier Bernal.

    Ojalá este artículo sirva para dar a conocer esta experiencia a Asociaciones y Centros Educativos de toda España para que se realice en todos los colegios, especialmente en las zonas que cuenten con razas avícolas autóctonas para que los niños conozcan las razas autóctonas y aprendan a valorar una parte fundamental de nuestra cultura y nuestra biodiversidad ganadera.

Vídeo en el que podemos ver el cajón preparado para criar a los pollitos y que puedan ser observados por los niños.
(c) Javier Bernal.


AGRADECIMIENTOS
A don Javier Bernal, presidente de la Asociación de Criadores de la Gallina Pintarazada, por su gran colaboración para la publicación de este artículo y por luchar tanto por la preservación de esta preciosa gallina autóctona de la provincia de Toledo. 


Fdo: Silvestre de la Calle García.
Técnico Forestal.
Guijo de Santa Bárbara (Cáceres).

jueves, 22 de abril de 2021

LA VACA BLANCA CACEREÑA

Razas ganaderas autóctonas de Extremadura como el cerdo Ibérico, la oveja Merina o la vaca Retinta son sumamente conocidas dentro y fuera de la región pero hay una raza bovina muy singular que es desconocida tanto dentro como fuera de Extremadura pese a estar ante una de las razas ganaderas más antiguas de España. Nos referimos a la vaca BLANCA CACEREÑA.

La Blanca Cacereña, una de las razas ibéricas más desconocidas.
Ganadería de David Bernaldo de Quirós Pablo.
(c) David Bernaldo de Quirós Pablo.

Se trata de una raza de perfil ortoide (recto), mediolíneo, buena masa y poco hueso. La coloración es completamente blanca aunque en algunos individuos adultos toma un tono cremoso. Las mucosas son sonrosadas, existiendo algunos ejemplares de mucosas negras que no son deseables. Las pezuñas son también de color claro.
Precisamente su peculiar coloración blanca, ha contribuido ha su supervivencia pues al contrastar grandemente con los bovinos vecinos y en particular con los toros de Lidia, de coloraciones generalmente oscuras, fue muy demanda para la producción de cabestros.

Preciosa vaca Blanca Cacereña. Obsérvese el pelaje blanco inmaculado que hace inconfundible a esta raza del resto de bovinos españoles.
Ganadería de David Bernaldo de Quirós Pablo.
(c) David Bernaldo de Quirós Pablo.

Su arquitectura corporal se caracteriza una silueta de líneas abiertas y una morfología algo basta con gran desarrollo cutáneo.
Los toros miden por término medio 141 cm de alzada y su peso oscila entre los 800 y 1000 kilogramos mientras que las hembras miden unos 134 cm y pesan alrededor de 550 kilogramos.
Al explotarse en un sistema netamente extensivo, estos pesos pueden superarse cuando se modifica el sistema de explotación, especialmente en lo referente a la alimentación.

Joven semental de raza Blanca Cacereña.
(c) David Bernaldo de Quirós Pablo.

En un pasado no tan lejano, la raza se distribuía ampliamente por Extremadura, fundamentalmente por la provincia de Cáceres y el norte de Badajoz. Llegó a ser bastante abundante en el noreste de Cáceres, llegando a ocupar parte del Valle del Tiétar abulense, existiendo algunos testimonios de su cría en el siglo XIX en plena Sierra de Gredos.
Actualmente se encuentra distribuida en unas cuantas explotaciones, a menudo propiedad de la Junta de Extremadura y de diversas asociaciones conservacionistas, aunque existen algunas explotaciones convencionales.

La Blanca Cacereña es una símbolo de la dehesa extremeña.
Ganadería de David Bernaldo de Quirós Pablo.
(c) David Bernaldo de Quirós Pablo.


    El origen la raza es muy antiguo, existiendo tres teorías mayoritariamente aceptadas:
1. - Descendiente del Bos taurus desertorum y originaria de la propia península.
2. - Procedencia norteafricana, habiendo sido introducida en el neolítico junto con bovinos del tipo rojo, precursores de la actual Retinta.
3. - Introducida por los romanos.
4. - Introducción desde Nápoles en el siglo XVI por parte del Gran Duque de Alba don Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel.

La tercera teoría es normalmente la más aceptada debido a que se sabe a ciencia cierta que los romanos sacrificaban terneras blancas al dios Júpiter y que se preocuparon mucho por mantener bovinos blancos en todos los puntos del Imperio.
No obstante, es posible que todas las teorías sean ciertas y que los Romanos primero y el Gran Duque después, se centrasen en mejorar y acrecentar los bovinos blancos ya existentes.

Con la llegada del Cristianismo, esta costumbre de sacrificar terneros blancos desapareció y la posesión de vacas de este color, fue vista como un signo de posible paganismo.

Durante siglos, las Blancas Cacereñas han prosperado en zonas donde otros bovinos no eran capaces de sobrevivir siguiendo un sistema de explotación absolutamente extensivo.
Ganadería de David Bernaldo de Quirós Pablo.
(c) Ganadería de David Bernaldo de Quirós Pablo.

Sin embargo, durante siglos la raza siguió criándose en las serranías y dehesas del centro de Extremadura, donde otros bovinos no conseguían adaptarse.
Ocupó intensamente el noreste de la provincia de Cáceres y el suroeste de Ávila donde se cruzó con la raza Avileña dando lugar al llamado ganado “barroso cacereño” de aspecto intermedio entre ambas razas. Recibían este nombre por su capa de color terroso.
No deben confundirse estas barrosas con la célebre raza Barrosã del norte de Portugal, de la que hablaremos otro día.

Vaca F1 Charolés x Avileña.
Salvando las distancias, el ganado barroso cacereño presentaba un aspecto muy parecido al de esta bonita vaca.
(c) Miguel Alba.

    La raza fue explotada durante siglos por su doble aptitud trabajo-carne. Las vacas eran utilizadas para el trabajo agrícola en el área de cría mientras que los bueyes eran muy apreciados para la carretería. Por su capacidad de aprendizaje, su excelente morfología y rápido paso, además de por su extremada sobriedad, era uno de los bovinos de labor más apreciados de toda España.
Precisamente, esa morfología y cualidades como bovino de labor, la hacían una raza idónea para la producción de magníficos cabestros.

Con la mecanización agrícola y la introducción de razas más productivas, la Blanca Cacereña desapareció rápidamente, quedando relegada a pequeños núcleos que algunos ganaderos mantuvieron por tradición familiar.

La Blanca Cacereña quedó relegada en los años 70 pequeños núcleos en las dehesas del centro de Extremadura.
Ganadería de David Bernaldo de Quirós Pablo.
(c) David Bernaldo de Quirós Pablo.

    En los años 70 del pasado siglo, la raza estuvo a punto de desaparecer. Diversas entidades se preocuparon por recuperar la raza y evitar su desaparición. Actualmente, sigue estando en peligro de extinción aunque su supervivencia parece estar asegurada.
En su conservación ha sido y sigue siendo clave la labor llevada a cabo por el CENSYRA (Centro de Selección y Reproducción Animal) de Badajoz.

El principal interés de su conservación, radica precisamente en que es una reserva genética de primer orden al no encontrarse estrechamente emparentada con ningún otro bovino ibérico si bien guarda cierto parecido con la raza Palmera y las variedades cromáticas claras de la razas Rubia Gallega (marela) o Pirenaica (zuri).


Vaca Blanca Cacereña de la ganadería de David Bernaldo de Quirós. 
(c) David Bernaldo de Quirós.

    No obstante, tiene interés como productora de carne de calidad en un medio bastante adverso sin necesitar apenas suplementación alimentaria. La canal tiene una conformación aceptable y como hemos dicho ya, el sabor de su carne es realmente delicioso.
La carne se comercializa dentro de la IGP Ternera de Extremadura junto con la de otras razas criadas en Extremadura y bajo las siguientes categorías:
-          Ternera: 7-12 meses.
-          Añojo: 12-16 meses.
-          Novillo: 16-36 meses.

Además de eso, la raza Blanca Cacereña se destina a la producción de bueyes para carne, resultando absolutamente extraordinarios dado que la raza conserva la morfología y el lento crecimiento propios de las razas antiguas.

Pequeño lote de Blancas Cacereñas en una dehesa extremeña.
Ganadería de David de Bernaldo de Quirós Pablo
(c) David Bernaldo de Quirós Pablo.

El sistema de explotación es el propio de todo vacuno de dehesa, con núcleos de unas 30-40 reproductoras y un semental.
Tradicionalmente, se ha atribuido a esta raza un temperamento algo bronco, pero ello se debe más bien al manejo que a cualidades genéticas pues cuando se maneja adecuadamente, se comporta como cualquier otra raza de dehesa.
Los terneros son criados por las madres hasta el momento del destete, basando su alimentación en la leche materna y el pasto. Algunos pasan directamente al sacrificio y otros pasan al cebadero, para ser vendidos como añojos o novillos según la demanda o el gusto del propio ganadero.

Lote de ganado de raza Blanca Cacereña
(c) David Bernaldo de Quirós Pablo.

Aclaración final.
Cuando recorramos Extremadura, veremos muchísimos bovinos blancos o de colores claros pero la inmensa mayoría son mestizos de raza Charolesa o bien bovinos puros de esta raza oriunda de Francia, siendo muy difícil encontrar ejemplares de la raza Blanca Cacereña aunque diversos organismos oficiales y algunas explotaciones convencionales mantienen esta raza en nuestra región, donde lleva más de 2000 años.


Arriba: Semental de raza Charolesa. (c) Miguel Alba.
Abajo: El autor de este artículo con una soberbia hembra Charolesa. (c) Alonso de la Calle Hidalgo.
Como puede observarse, las diferencias entre la Blanca Cacereña y la Charolesa son muy notables, especialmente en el caso de las hembras.(c) Alonso de la Calle Hidalgo.


Bibliografía y fuentes consultadas:
- Aparicio Sánchez, G. (1960). Zootecnica especial. Etnología Compendiada.
- García Dory, M.A. (1990) Guía de campo de las razas autóctonas de España.
- Sánchez Belda, A. (1981). Catálogo de razas autóctonas españolas. Volumen I.
- Sánchez Belda, A. (1984). Razas Bovinas Españolas.
- Sánchez Belda, A. (2002). Razas Ganaderas Españolas Bovinas. Colección FEAGAS.
-VV.AA. (2009) Guía de campo de las razas autóctonas españolas.
- Ministerio de Agricultura (2010). Razas de ganado del catálogo oficial de España.
- Web del Ministerio de Agricultura.


Fdo: Silvestre de la Calle García.
Técnico Forestal.
Guijo de Santa Bárbara.

lunes, 19 de abril de 2021

LA VACA PIRENAICA

Viajamos hoy a la cordillera Pirenaica para conocer a otra de nuestras razas ganaderas autóctonas más importantes de nuestro país siendo la primera que contó con Libro Genealógico. Sin embargo, en los años 70 del pasado siglo y debido a los cruzamientos indiscriminados estuvimos a punto de perder a esta sensacional vaca: LA PIRENAICA.

La Pirenaica es actualmente una de las razas bovinas más famosas y renombradas de España.
Ganadería de Leire Amundarain Ganadutegia.
(c) Leire Amundarain Ganadutegia.

Estamos ante una raza con perfil recto o ligeramente cóncavo, eumétrica a subhipermétrica, proporciones alargadas, mucha masa y buen hueso. Capa rubia que oscila entre los tonos claros (zuri) y rojizo (gorri).


Arriba: Capa "zuri".
Abajo: Capa "gorri" donde se aprecia perfectamente la orla alrededor del ojo.
Ganadería de Leire Amundarain Ganadutegia.
(c) Leire Amundarain Ganadutegia.

Da imagen de un bovino de formato equilibrado y musculoso.
Es de temperamento dócil, de fácil manejo y perfectamente adaptada a diversos terrenos pero especialmente a zonas altas de montaña.
Los sementales alcanzan un peso de 900 a 1000 kilogramos mientras que el de las vacas oscila entre los 500 y 600 kg, pesos que pueden variar a lo largo del año y entre diferentes explotación según el manejo aplicado y la alimentación recibida.

Semental Pirenaico.
La imponente y majestuosa estampa de estos toros es inconfundible.
Ganadería de Leire Amundarain Ganadutegia.
(c) Leire Amundarain Ganadutegia.

En cuanto a su origen, la raza Pirenaica pertenece al tronco bovino rojo/rubio atlántico, turdetano como nos gusta llamarlo a algunos, estando emparentada con razas ibéricas como la Retinta, la Rubia Gallega, la Palmera o la Betizu y con razas francesas como la Bearnaise o la Lourdaise.


Grupo de vacas Pirenaicas con sus terneros.
Os recomiendo ver el artículo sobre la raza Retinta de este blog para apreciar el cierto parecido entre estas razas.
Ganadería de Leire Amundarain Ganadutegia.
(c) Leire Amundarain Ganadutegia.

La raza se distribuye fundamentalmente por Navarra, País Vasco, Aragón y Cataluña, aunque es cada vez más frecuente encontrarla en otras regiones.

Tradicionalmente, fue una raza de triple aptitud trabajo-leche-carne si bien era la primera aptitud en la que destacaba realmente. Desde las zonas montañosas, se exportaban yuntas de bueyes y vacas a las zonas bajas para ser empleados en el transporte y el laboreo.

Como toda raza bovina adaptada a la vida en la montaña, la Pirenaica primitiva tenía una morfología idónea para el trabajo debido a los buenos aplomos delanteros.
Ganadería de Leire Amundarain Ganadutegia.
(c) Leire Amundarain Ganadutegia.

Destacaba también por su buena producción lechera, relativamente alta en altas pasadas y sobre todo de gran calidad por su riqueza en grasa y proteína. Sin embargo, los intentos de hacer de ella una raza lechera o mixta cesaron pronto debido a la introducción masiva de vacas especializadas.
No obstante, mantiene sus buenas cualidades lecheras que permiten un rápido  y elevado crecimiento de los terneros.

La Pirenaica conserva la buena producción lechera de tiempos pasados, por lo que es una excelente criadora.
Ganadería de Leire Amundarain Ganadutegia.
(c) Leire Amundarain Ganadutegia.

Como ocurría con todos los bovinos ibéricos de trabajo, la producción de carne se centraba en las terneras sobrantes del cupo de reposición y en los adultos al final de su vida productiva.

Las mejores hembras, siempre se reservaban para la reposición.
Ganadería de Leire Amundarain Ganadutegia.
(c) Leire Amundarain Ganadutegia.

Con la mecanización y la aparición de razas lecheras especializadas, la Pirenaica desapareció pronto de las zonas bajas debido a que fue intensamente cruzada con sementales de raza Parda Alpina hasta su casi total extinción, llegando a quedar reducida a los altos valles del Pirineo Navarro, siendo el Valle del Baztán uno de sus principales refugios.

En zonas del Pirineo navarro vivían las llamadas "vacas blancas" que habían logrado salvarse del cruzamiento con otras razas que eran incapaces de adaptarse a la zona. A partir de ellas comenzó la recuperación de la raza.
Ganadería de Leire Amundarain Ganadutegia.
(c) Leire Amundarain Ganadutegia.

A partir de los años 70, ante la paulatina crisis del sector lechero y la reducción de los rebaños de ovejas en los altos pastizales pirenaicos, los ganaderos volvieron la mirada hacia la antigua raza de sus antepasados y comenzaron un intenso proceso selectivo para conseguir la raza actual que está totalmente especializada en la producción cárnica hasta el punto de ser una de las razas españolas más destacadas en esta producción por su rápido crecimiento y la extraordinaria conformación de la canal.

Precioso lote de terneros pirenaicos. En esta magnífica fotografía podemos contemplar la morfología de los animales desde distintos puntos de vista. Los expertos apreciarán ya la buena conformación de la canal de estos animales cuya carne es realmente exquisita.
Ganadería de Leire Amundarain Ganadutegia.
(c) Leire Amundarain Ganadutegia.

La carne se comercializa bajo diversas marcas de calidad como las siguientes:

 IGP TERNERA DE NAVARRA
  Ternero: Animales de 9  a 13 meses.
-  Ternera: Animales de 8 a 12 meses.
 
IGP CARNE DE VACUNO DEL PAÍS VASCO
- Txahala-Txekorra: Animales de 8 a 24 meses.
- Zaharra: Animales de 24 a 84 meses.
- Idia: Machos castrados de 24 a 59 meses.

El sistema de explotación de la raza es el propio de los bovinos de zonas montañosas combinando el pastoreo durante la mayor parte del año con la estabulación invernal. Durante el otoño y la primavera el ganado aprovecha los pastizales de las zonas bajas, ascendiendo en verano a las zonas de montaña. 


Arriba: En verano, la raza Pirenaica ocupa los pastizales de las zonas altas, estando perfectamente adaptada a la vida en la montaña.
Abajo: Durante el resto del año, el ganado se mantienen en zonas más bajas donde hay mayor disponibilidad de pastos.

En invierno sigue un régimen de estabulación con alimentación basada en paja y heno. Los terneros son criados por sus madres hasta el destete a los 6 meses y posteriormente son terminados en cebadero.

Aunque la Pirenaica es una raza muy rústica y sobria, durante el invierno es estabulada y alimentada con heno, paja y forrajes conservados.
Ganadería de Leire Amundarain Ganadutegia.
(c) Leire Amundarain Ganadutegia.

La raza no presenta problemas de parto por la morfología longilínea del ternero al nacer y la amplitud pélvica de la vaca.
Si bien en otros tiempos la raza fue sometida a intensos cruzamientos con sementales de raza Parda Alpina (hoy divida en las razas Parda y Parda de Montaña), hoy ya no ocurre esto y las vacas Pirenaicas son cubiertas principalmente por toros de su raza.

Vaca Pirenaica con su ternero.
La buena producción lechera de las madres junto a la propia genética, hacen que los terneros crezcan sumamente deprisa.
Ganadería de Leire Amundarain Ganadutegia.
(c) Leire Amundarain Ganadutegia.

Los sementales pirenaicos son utilizados en cruzamiento industrial con otras razas tanto de aptitud lechera como cárnica de otras zonas de España, dando excelentes resultados.

Precioso semental Pirenaico.
Ganadería de Leire Amundarain Ganadutegia.
(c) Leire Amundarain Ganadutegia.

LA BETIZU
No podemos terminar este artículo sin mencionar a la mítica BETIZU, vaca emparentada con esta raza y que es una de las más singulares de España, de Europa e incluso del mundo. Como se puede hablar muchísimo de ella, prometemos a los lectores y seguidores realizar otro día un artículo exclusivo de esta "VACA HUIDIZA.

Muchos consideramos a la Pirenaica como la "versión" moderna y mejorada de la ancestral Betizu.
Ganadería de Leire Amundarain Ganadutegia.
(c) Leire Amundarain Ganadutegia.


Bibliografía y fuentes consultadas:
- Sánchez Belda, A. Razas Bovinas Españolas. Madrid, 1984.
- Sánchez Belda, A. Razas Ganaderas Españolas Bovinas. Madrid, 2002.
- Web del Ministerio de Agricultura.

Agradecimientos:
A la ganadera Doña Leire Amundarain Ganadutegia por proporcionar de manera totalmente desinteresada las fotografías de su excelente ganado bovino de raza Pirenaica para poder ilustrar este sencillo reportaje.

Este artículo va especialmente dedicado a un grupo de seguidores de EL CUADERNO DE SILVESTRE que desde Bilbao me han pedido que si podía escribir algo sobre la vaca Pirenaica. 
Espero que os guste.

Fdo: Silvestre de la Calle García.
Técnico Forestal.
Guijo de Santa Bárbara (Cáceres)

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