LA FERIA DE EL BARCO DE ÁVILA

El Barco de Ávila es una villa situada al suroeste de la provincia de Ávila en el límite con las de Cáceres y Salamanca. Bañada por las aguas del río Tormes y a los pies de la Sierra de Gredos, es el centro de una comarca donde la ganadería tiene gran importancia y por lo tanto se celebran en ella ferias ganaderas de gran renombre desde hace siglos, siendo la más importante de todas la que se celebra en el mes de octubre.

Feria de octubre. 2013.

(c) Silvestre de la Calle García.

El rey Alfonso VIII otorgó fuero a la Villa del Barco y en el mismo se le concedieron dos ferias anuales que se celebrarían el 1, 2 y 3 de marzo y el 1, 2 y 3 de octubre aunque posteriormente se trasladaría esta última a los días 12, 13 y 14 del mismo mes. Además, el monarca concedió un mercado semanal todos los lunes del año.

Tres siglos más tarde, el I Duque de Alba concedió a la Villa otra feria los días 6, 7 y 8 de mayo.

Castillo de Valdecorneja.

El Barco de Ávila.

(c) Silvestre de la Calle García.

A principios del siglo XX, el Ayuntamiento de El Barco de Ávila autorizó una nueva feria los días 10, 11 y 12 de agosto, que en pleno consistorial el 14 de junio de 1953 y ante la petición de numerosos vecinos se adelantó para celebrarse los días 9, 10 y 11 de agosto.

En la década de 1940 se autorizó una nueva feria a comienzos del año, celebrándose los días 7, 8 y 9 de enero y siendo conocida como "Feria de los Reyes".

Por último, se autorizó la celebración de una feria más los días 20, 21 y 22 de septiembre.

Vaca Avileña. Feria de El Barco de Ávila. Octubre 2013.

(c) Silvestre de la Calle García.

Sin embargo, la feria más importante y renombrada fue siempre la de octubre, a la que acudían ganaderos de toda la comarca y tratantes de toda España.

El gran escritor barcense Nicolás de la Fuente Arrimadas en su magna obra Fisiografía e Historia del Barco de Ávila publicada en 1925, describe la feria de octubre de la siguiente manera:

Tomando como tipo para la descripción de la feria de octubre diremos:

Que se presentan en el teso, el ferial, muchos y muy escogidos ejemplares de ganado vacuno alcanzando altos precios el destinado a la carne, en especial los estupendos toros de 2, 3 y 4 años, magníficamente cuidados.

Si hay buena otoñada, es decir, pastos, tiene valor y aprecio el ganado de vida.

Toro de raza Avileña Negra Ibérica.

(c) Silvestre de la Calle García.

Asisten al teso muchas caballerías, en lo general de poco precio: jacas gallegas que suelen darlas a plazos; hoy se pueden comprar excelentes potros con el hierro del Estado y buenas muletas, pero sólo el resto de las que no se vendieron en septiembre en las ferias de Salamanca y Béjar. Muchos burros pequeños, de escaso valor, son motivo de la habilidad y poder sugestivo de los gitanos, que días antes de la feria ya están aquí en acecho. 

Burros en las cercanías de El Barco.

(c) Silvestre de la Calle García.

Hay buenos y numerosos grupos de ganado de cerda, algunos ya para matarse, con 8 ó 9 arrobas, como torrezneros; los más para engorde, para cebarles y que pongan hacia enero sus 12 a 14 arrobas: para este menester suelen preferir los serranos comprarlos en la feria de agosto.

Cerda de cría.

(c) Silvestre de la Calle García.

De ganado lanar y cabrío se presentan pocos ejemplares; de los últimos hay muy hermosos tipos.

Cabras en El Barco de Ávila.

(c) Óscar Martín.

Continúa D. Nicolás describiendo pintorescos detalles de la feria pues por toda la Villa se repartían puestos de los más diversos artículos desde herramientas para el campo a turrón de la Sierra de Francia, pasando por cacharros de cocina, changarros y esquilas para el ganado, mantas de Lumbrales, yugos y taburetes de Navarredonda o cucharas de palo de Pedro Bernardo.

De Navarredonda eran famosos los yugos para bueyes y vacas.

(c) Juan Manuel Yuste Apausa.

Para terminar, anota las cifras medias de ganado que se presentaban y vendía en la feria:

Tomando como tipo la feria de octubre, según la estadística de los rematantes, se presentan en el teso unas 6000 vacas, 5000 ovejas y cabras, 1000 cerdos y sus 1000 caballerías, entre mayores y menores. La venta en un quinquenio resulta en la feria de octubre, si el año es bueno, 1500 cabezas de ganado vacuno, hasta 3000 ovejas, casi 800 cerdos y entre cambios y ventas, 300 cabezas de ganado caballar y asnal, más de éste y de jacas gallegas, por las facilidades de pago que se dan.

Vacas de raza Avileña-Negra Ibérica.

(c) Silvestre de la Calle García.

A lo largo del siglo XX la feria de octubre fue poco a poco cambiando. Durante décadas mantuvo su gran importancia siendo la cita obligada para todos los ganaderos del partido judicial de El Barco de Ávila, hoy desparecido.

Acudían también ganaderos y sobre todo tratantes de diversas zonas de España especialmente cuando se comenzó a generalizar el transporte en camión.

Sin embargo, poco a poco la situación empezó a cambiar y los ganaderos comenzaron a vender el ganado de forma independiente en las propias explotaciones sin necesidad de llevarlo a la feria.

Vaca Avileña-Negra Ibérica bociblanca.

(c) Silvestre de la Calle García.

De esta forma la feria de octubre fue poco a poco perdiendo su importancia hasta llegar a la situación actual.

Hoy en día, la feria es más bien una exposición del magnífico ganado, especialmente vacuno, de la zona, que un punto de compraventa de ganados.

Cada año, se exhiben bastantes cabezas de ganado vacuno de raza Avileña-Negra Ibérica, Parda de Montaña, Blonda de Aquitania y sobre todo Limusina y Charolesa, dos razas de gran importancia en la comarca.

Semental de raza Charolesa.

(c) Silvestre de la Calle García.

Se celebran concursos morfológicos de raza Limusina y Charolesa todos los años, presentando los ganaderos de El Barco y poblaciones cercanas excelentes animales que divididos en categorías según su raza, edad y sexo son expuestos y presentados ante los jueces.

Semental de raza Limusina.

(c) Silvestre de la Calle García.

Los animales son preparados cuidadosamente durante semanas o meses por los ganaderos para ser llevados a la feria y presentados a los concursos.

Llegado el gran día, son lavados y acicalados convenientemente para causar la admiración de los visitantes y para que los jueces los valoren adecuadamente.

Acicalando el ganado para el concurso.

(c) Silvestre de la Calle García.

Ante la atenta mirada del público, los ganaderos exhiben sus animales ante los jueces que tras valorar todas las características de los animales, decidirán qué animal es el campeón de su categoría.

Concurso de raza Limusina. 2013.

(c) Silvestre de la Calle García.

La presencia de ganado vacuno es imprescindible en una feria de este tipo teniendo en cuenta la gran importancia que tiene esta especie en la comarca y sobre todo teniendo en cuenta su importancia histórica.

Se presentan también animales de otras especies aunque su presencia no es constante.

Caballos Hispano-Bretones en la feria de 2013.

(c) Silvestre de la Calle García.

Paralelamente a la feria de ganado suelen organizarse otras actividades como la actuación del grupo de Jotas y Dulzainas barcense que interpreta bailes tradicionales en las cercanías del teso o en el mismo recinto.

También se suele haber mercado de alimentación y artesanía y la degustación de judías del Barco, plato estrella de la gastronomía barcense.

Bailes tradicionales en la feria de 2013.

(c) Silvestre de la Calle García.

LA FERIA EN 2022

Este año por particularidades del calendario, se ha celebrado la feria los días 15 y 16 de octubre por coincidir con el fin de semana más próximo a la fecha original de celebración de la fiesta, facilitando así la asistencia de todas aquellas personas que trabajan durante la semana.

Cartel de la feria.

Aunque en corto número, se han presentado excelentes ejemplares de ganado vacuno pertenecientes a ganaderos locales y de pueblos cercanos que han causado la admiración de todos los visitantes.

Precioso ejemplar de raza Limusina.

(c) Carlos Sánchez Burdiel.

Han destacado los magníficos bovinos de las razas Charolesa y Limusina presentados al concurso de sus respectivas razas divididos en las correspondientes categorías.

Ejemplares de raza Charolesa.

(c) Carlos Sánchez Burdiel.

Por supuesto, se han expuesto también algunos ejemplares de la raza Avileña-Negra Ibérica que, aunque autóctona de esta zona, es minoritaria en los alrededores de El Barco aunque su presencia siempre causa admiración y añoranza.

Raza Avileña-Negra Ibérica.

(c) Carlos Sánchez Burdiel.

La presencia de caballos ha estado este año limitada a escasos ejemplares de silla pertenecientes a jinetes que, al pasar por el teso pararon un rato a descansar y ataron allí los caballos para que pudieran ser admirados sobre todo por los niños.

Caballos en el teso.

(c) Carlos Sánchez Burdiel.

Hace años que no se presentan cerdos y las cabras y ovejas tampoco son frecuentes aunque este año ha sido expuesto un pequeño lote de cabras pertenecientes al ganadero local Óscar Martín.

Cabras de Óscar Martín.

(c) Carlos Sánchez Burdiel.

Pero sin lugar a dudas, las estrellas de este año no han sido los animales más grandes sino los más pequeños ya que los avicultores y cunicultores de la Villa han participado en la feria presentando una gran variedad de gallinas, pavos, palomas, faisanes y demás aves así como conejos.

Todos estos animales de corral, que antaño nunca participaban en la feria, han causado gran admiración entre los visitantes, especialmente entre los niños.

Aves diversas magníficamente cuidadas y en recintos adecuados para ellas.

(c) Carlos Sánchez Burdiel.

VALORACIÓN DE LA SITUACIÓN.
Gran diferencia hay entre la feria de hoy en día y aquella descrita por don Nicolás en su libro.

Muchos factores han incidido en esta pérdida de importancia de la feria como reunión de compraventa de ganado.

En primer lugar, la menor importancia de la ganadería respecto a épocas pasadas y la venta de los animales en las propias explotaciones.

Vaca en las cercanías de El Barco.

(c) Silvestre de la Calle García.

En segundo lugar, los imperativos sanitarios que, durante años, obligaron a suprimir la mayoría de las ferias al tener que mantener el ganado de las distintas explotaciones cuidadosamente separado para evitar contagios.

En tercer lugar, estarían las constantes trabas burocráticas que dificultan el movimiento del ganado fuera del término municipal lo que plantea serios problemas a los ganaderos de otras localidades para acudir a la feria.

Feria de El Barco. 2013.

(c) Silvestre de la Calle García.

Sin embargo, estos "pequeños contratiempos" no deben ser problema para organizar una buena feria pues si algo ha caracterizado siempre a los barcenses y a los habitantes de los pueblos vecinos, es su tesón y espíritu de lucha.

Muchas actividades se pueden organizarse para promocionar poco a poco la feria y convertirla de nuevo en un gran evento ganadero:

Subastas de ganado, concursos de las diversas especies, realización de actividades tradicionales relacionadas con la ganadería como arrastre de madera con bueyes, tiro de carros, paseos en burro para los más pequeños, elaboración artesanal de queso...

Elaboración artesanal del queso.

(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Varios son los "organismos de poder" que pueden facilitar de diversas maneras la organización de este importante evento ganadero en el que también deben animarse a participar los ganaderos de los pueblos cercanos y todos los ganaderos de la localidad pues, aunque las gallinas y conejos sean animales muy atrayentes para los niños y en 2022 el trabajo de los avicultores y cunicultores de la Villa ha sido impresionante, "las ferias las mueve el ganado grande" como bien nos decía ayer un ganadero de El Barco de Ávila.

Entre todos debemos conseguir que la feria renazca y perdure.

Que nunca se pierda la feria de octubre.

(c) Silvestre de la Calle García.

No debemos ver la feria de octubre como un simple evento ganadero sino como una festividad de primer orden que puede atraer a muchos turistas a la Villa para que disfruten tanto del ganado presentado en la feria como de los monumentos barcenses como el Castillo de Valdecorneja, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, el Puente Viejo, la Ermita del Cristo del Caño o la Puerta del Ahorcado...

Puerta del Ahorcado, a escasos metros del teso.

(c) Silvestre de la Calle García.

Turistas que además dejarán dinero en los negocios locales cuando tomen un café, disfruten de un buen plato de judías del Barco, unas patatas revolconas o un buen chuletón de Avileño o que compren diversos productos locales como el delicioso chocolate o los afamados embutidos.

Embutidos y jamones Chopo.

En este establecimiento podrá el visitante adquirir excelentes productos típicos.

Es además la feria de octubre un acontecimiento importante para el resto de la comarca pues, como la mayoría de los actos tienen lugar por la mañana, los visitantes podrán pasar la tarde en los pueblos cercanos disfrutando de su arquitectura tradicional y de sus incomparables paisajes. 

Visitar las históricas Villas de Bohoyo y Becedas, la serrana aldea de El Tremedal, Navalonguilla y su impresionante museo de la trashumancia o la preciosa localidad de Nava del Barco entre otras muchas.

Nava del Barco.

(c) Silvestre de la Calle García.

Desde EL CUADERNO DE SILVESTRE, blog escrito por un ganadero natural de Extremadura pero descendiente de El Barco y pueblos cercanos como Palacios, Becedas, Lancharejo, Santiago de Aravalle, Puerto Castilla, Tormellas o Nava del Barco, queremos rendir un sencillo pero sincero homenaje a todos los que hacen posible que se celebre cada año la feria de octubre y que se haya podido celebrar también en este año, animando también a todos los que de una u otra manera han participado a que participen en la edición de 2023 y animando también a otros ganaderos a que asistan.

Que en octubre de 2023 veamos en el teso vacas, caballerías, cerdos, ovejas y cabras y también gallinas, conejos y demás animales de corral.

Gallinas Castellanas Negras criadas en El Barco de Ávila.

(c) Carlos Sánchez Burdiel.

Bibliografía y fuentes consultadas:

- Fuente Arrimadas, N. (1925) Fisiografía e Historia del Barco de Ávila.

- Mateos, F. (1996) Historia del Barco de Ávila.

Colaboración:

Carlos Sánchez Burdiel.

Fdo: Silvestre de la Calle García.

Técnico Forestal.