domingo, 5 de marzo de 2023

AGARRADO A LAS RAÍCES: HOMENAJE A ALONSO DE LA CALLE HIDALGO.

Alonso de la Calle Hidalgo es el principal colaborador de EL CUADERNO DE SILVESTRE.
Maestro de profesión, además de haber ejercido otras profesiones como agricultor, ganadero y peón de albañil, Alonso ha sido un hombre sumamente polifacético.
Gran aficionado a la naturaleza, la pesca, la música, la fotografía y la investigación sobre la cultura tradicional de la Sierra de Gredos, siempre ha vivido muy apegado a su pueblo y sin olvidar jamás sus raíces.


Alonso nació el 17 de julio de 1952 en Guijo de Santa Bárbara, siendo el primogénito de los cuatro hijos de Antonio Leandro de la Calle Jiménez (1924-2022) y de Visitación Hidalgo Burcio (n.1929).
Como era costumbre en el pueblo, recibió su nombre de su abuelo paterno que había fallecido dos años antes.

Alonso en 1953.
(c) Colección Familia De la Calle

Antonio Leandro, era cartero rural y compaginaba esta profesión con la de ganadero y agricultor por lo que desde pequeño, Alonso estuvo vinculado al mundo ganadero y cuando salía de la escuela o en los periodos vacacionales tenía que ayudar a su padre con las distintas tareas agropecuarias como el ordeño de las vacas, la siega del heno o la recogida del tabaco.

Antonio Leandro y Alonso acarreando tabaco con el burro.
(c) Colección Familia De la Calle.

A los 14 años, al terminar la escuela, Alonso marchó del pueblo para continuar sus estudios en la Universidad Laboral de Zamora.
Aunque allí estaba interno, los fines de semana iba a casa de sus tíos Juan Moreno Nebot y Consuelo García Parrón, que residían en Zamora desde hacía varios años. Fue precisamente el tío Juan quien aficionó a Alonso a la fotografía y el que le regaló su primera cámara de fotos en 1969.
Cuando Alonso volvía al pueblo para pasar las vacaciones, aprovechaba para realizar fotografías de la familia y de la sierra, pues ya por entonces era gran aficionado a la naturaleza y se estaba empezando a interesar por la cultura tradicional.

Las chozas de Pimesaíllo.
Guijo de Santa Bárbara. 1969.

Alonso ejerció eventualmente el oficio de cartero rural de Guijo de Santa Bárbara cuando por enfermedad, vacaciones o diversos motivos, su padre no podía hacerse cargo del reparto.
El trayecto entre Guijo y Jarandilla, lo realizaba Alonso en muchas ocasiones a lomos del burro, atándolo al llegar a esta última población en la reja de tía Francisca, prima de Antonio, que residía a las afueras del pueblo. Tras recoger el correo en la oficina, montaba en el burro y subía nuevamente hasta Guijo para realizar el reparto.

Alonso con el burro en la garganta.
(c) Juan Moreno Nebot.

Finalizados sus estudios en Zamora, Alonso estudió magisterio en Cáceres aunque pasados los años regresaría a Zamora para realizar allí el Servicio Militar.
En sus visitas al pueblo, ayudaba a su padre con las tareas del campo y también le tocaba ya ayudar a su futuro suegro Juan García García con las tareas de su explotación agropecuaria.

Alonso con la yegua de su suegro.
(c) Colección Familia De la Calle.

Finalmente, Alonso regresó al pueblo donde el 3 de marzo de 1979 contrajo matrimonio con Vicenta García de la Calle con quien tiene 2 hijos.
Ya en aquella boda, se vio que Alonso era un hombre interesado por defender y conservar las tradiciones guijeñas, pues la suya fue una "boda de choto" con su correspondiente víspera, boda y tornaboda.
Las bodas de choto eran aquellas en las que los padres de uno de los contrayentes, en este caso Juan García García y Marcelina de la Calle Vicente, padres de Vicenta, aportaban un choto para sacrificarlo y que sirviese de comida para los invitados a la boda.
Los más de 400 invitados que asistieron a la boda, pudieron degustar la exquisita carne de una chota machorra criada esmeradamente por Juan y Marcelina.

Boda de Alonso y Vicenta.

Alonso se dedicó durante un breve periodo al trabajo de peón de albañil pero posteriormente se dedicó al trabajo agropecuario cultivando frambuesas y siendo colmenero. 
Cuando era necesario, ayudaba a su padre con el oficio de cartero como ya se dijo antes.
El cultivo de la frambuesa era algo novedoso en Guijo de Santa Bárbara y por el que apostaron numerosos agricultores, tanto jóvenes como mayores, que querían buscar alternativas más rentables al cultivo del tabaco.
La frambuesa es un pequeño arbusto que requiere clima fresco y húmedo siendo necesario un buen abonado de la tierra y abundante riego para conseguir buenas producciones.
Durante la campaña de fructificación, que se prolonga durante todo el verano, deben ser recolectadas cada dos días, aprovechando el día que no se recogen para regarlas.

Frambuesas.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Al ser un fruto sumamente delicado, deben recogerse a primera hora de la mañana para evitar el calor. 
Tras recogerlas y repartirlas en cajas adecuadas para el transporte, Alonso marchaba a Madrid para vender las frambuesas a las más selectas pastelerías y restaurantes de la Capital.
En ocasiones, dado que Alonso no podía realizar el viaje por tener que encargarse de regar las frambuesas o de otras labores agrícolas, el transporte de las frambuesas hasta Madrid era llevado a cabo por su cuñado Emilio García.

Frambuesas.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Aunque la planta de las frambuesas es un arbusto, debe podarse todos los años en invierno para que no crezca en exceso. Produce frutas durante un máximo de 3 ó 4 campañas por lo que para garantizar la producción todos los años se deben plantar nuevos arbustos a partir de los esquejes obtenidos al podar las ya existentes.
Previamente, es necesario arar y preparar la tierra y como las fincas de Alonso eran de difícil acceso, el arado debía realizarse con el burro.

Alonso arando con el burro.
(c) Colección Familia De la Calle.

Compaginaba su trabajo de agricultor con el de ganadero, pues era apicultor o colmenero.
Las abejas, en contra de lo que muchos piensan, son una especie ganadera como otra cualquiera y aunque requieren pocos cuidados, es necesario estar pendiente de ellas para que sean productivas.
La venta de miel era un ingreso importante para Alonso y Vicenta.

Abeja en una flor.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

En su escaso tiempo libre, Alonso se dedicaba a sus aficiones ya citadas entre las que destacaba la pesca de la trucha en la garganta Jaranda y sus afluentes.
Alonso compartía esta afición con su padre que se la inculcó desde pequeño.
La temporada de pesca comenzaba el tercer domingo de Marzo y terminaba a finales de junio no existiendo cupo alguno debido a la gran abundancia de truchas.
Alonso y otros pescadores del pueblo realizaban además una importante labor repoblando con alevines o pequeñas truchas pescadas en las partes bajas y transportadas vivas en cántaros con agua que se iba renovando para luego soltarlas en las cabeceras de los cursos de agua.

Truchas.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Fue precisamente a lo largo de la década de 1980 cuando Alonso se dio cuenta que los tiempos estaban cambiando aceleradamente y que muchos aspectos de la cultura tradicional se estaban perdiendo en el olvido especialmente todo aquello que estaba relacionado con el mundo de los cabreros.
Comenzó entonces a realizar fotografías de las chozas que quedaban en la sierra de Guijo de Santa Bárbara, algunas de las cuales estaban todavía habitadas por los cabreros durante los meses veraniegos.

Choza de Los Andariques. 1982.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Al mismo tiempo realizó numerosas fotos de la gente de Guijo de Santa Bárbara, de la arquitectura tradicional, de fiestas y costumbres locales... llegando a reunir sin lugar a dudas la mayor cantidad de testimonios gráficos jamás realizada por ningún guijeño.

Matanza tradicional en 1980.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Pasó Alonso muchos ratos hablando con los viejos del pueblo que le contaban sus experiencias e historias, realizando fotografías de muchos de ellos: tía Gregoria, tío Crisantos "El Zorrita", tío Lute "El Colilla", tío Alfonso "El Fuelle", Simón y Andrés "Los Calbotes", Tío Casimiro "El Perroseco"....

Tía Gregoria (1888-1989)
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

La música ha sido siempre otra de las aficiones fundamentales de Alonso que aprendió a tocar la guitarra siguiendo el método tradicional, que no era otro que escuchar a los viejos guitarreros del pueblo, especialmente Tío Modesto y tío Santiago.
Con ellos aprendió a tocar las canciones que de toda la vida se habían tocado en las populares rondas por la calle y empezó también a recopilar cantares escuchados a los viejos del pueblo.

Tío Modesto.
(c) Colección Familia De la Calle.

Alonso transmitió su pasión por la música popular a muchos jóvenes del pueblo, consiguiendo de esa manera que no se perdiese en el olvido pues ya pocos jóvenes se interesaban por aprender a tocar la guitarra y a aprender los cantares que se habían transmitido durante generaciones.
Vicenta compartía con Alonso esta afición por la música tradicional y ambos formaron parte de un grupo folklórico en Jarandilla de la Vera, mientras que en Guijo surgía poco a poco y gracias a ellos el grupo conocido como LA RONDA DE LA VIGÜELA.

Jóvenes de Guijo de Santa Bárbara a comienzos de los 90.

En 1992 con motivo de la grabación en el Guijo de un episodio del famosísimo programa de José Antonio Labordeta UN PAÍS EN LA MOCHILA se hizo un pequeño grupito de música llamado ASINA MEHMO integrado por Alonso, Vicenta, Jesús Antero, Evaristo Pobre y Vidal Jiménez.

Alonso, Vidal, Jesús, Vicenta y Evaristo.

Compartió Alonso en tal ocasión, vivencias y experiencias con José Antonio Labordeta, cantautor igual que él y le regaló uno de los tradicionales puros forrados con cintas, símbolo de los quintos del pueblo y que llamó poderosamente la atención de Labordeta.

José Antonio Labordeta y Alonso.

Al comenzar la década de los 90 y tras el nacimiento de sus hijos, Alonso decidió prepararse para las oposiciones de magisterio, las cuales aprobó en 1992.
Durante 25 años fue maestro de educación física en los colegios de Villanueva de la Vera, Madrigal de la Vera, Hernán-Pérez y Jarandilla de la Vera. 

Alonso con algunos compañeros en Villanueva de la Vera. 1994.

En el colegio público Conquistador Loaysa de Jarandilla de La Vera, Alonso impartió clases de Educación Física y Conocimiento del medio durante veinte años, hasta su jubilación en 2017.
Junto a los demás maestros de Educación Física de la comarca, organizaba anualmente una convivencia con los alumnos de los cursos superiores que cada año tenía lugar en un pueblo diferente de la comarca.

Convivencia en el año 2000 en Piornal.

Alonso inculcó a sus alumnos su amor por la naturaleza y la cultura tradicional, llevando a cabo interesantes prácticas como la puesta en marcha de un huerto en el patio de la escuela y en el que los alumnos más pequeños aprendían a cultivar fresas y otras plantas.

Preparando el huerto con los niños.

Durante mucho tiempo fue coordinador del programa ECOCENTROS en el que varios colegios extremeños participaban llevando a cabo actividades relacionadas con la ecología y el medio ambiente y realizando una convivencia anual.

Convivencia en el Centro de Educación Ambiental de Cuacos de Yuste.

Alonso animaba muchísimo la vida escolar. Siempre estaba dispuesto a organizar excursiones, a organizar diferentes actividades como la semana cultural o fiestas escolares como Navidad y el Día del Centro, donde jamás faltaba su guitarra.
Por supuesto, siempre participaba en los carnavales, donde cada año todo el mundo esperaba con emoción el disfraz de Alonso.

Una boda en carnaval.

Su profesión de maestro, le dejaba más tiempo libre que cuando era agricultor y ganadero, pudiendo dedicarse así a sus muchas aficiones.
Como fotógrafo, Alonso se centró siempre en la naturaleza y la cultura tradicional, siendo galardonado con numerosos premios a lo largo de los años y realizando numerosas exposiciones fotográficas además de colaborar en publicaciones de la Junta de Extremadura.
Fotografías de fauna, flora, paisajes, hielos, tormentas... han sido siempre las preferidas por Alonso.

Tormenta en la Vera.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Sin embargo, hay un protagonista central de las fotografías de Alonso. Un animal que es el símbolo fundamental de la naturaleza verata: EL MACHO MONTÉS.
Estos esquivos animales, llamaron la atención de Alonso desde que empezó a hacer fotos allá por los años 70, pero entonces era sumamente difícil verlos porque en la sierra de Guijo quedaban muy pocos ejemplares y al ser cazados habitualmente, huían de la presencia humana.
Sin embargo, desde 1985 se prohibió su caza en Guijo y pueblos cercanos, volviéndose más abundantes y confiados, permitiendo a Alonso realizar magníficas fotografías.

Machos monteses.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Sus fotografías de estos espectaculares animales son consideradas según algunos expertos como D. Alonso Álvarez de Toledo y Urquijo, marqués de Valdueza y presidente de la Junta Nacional de Homologación de trofeos de caza, entre las mejores de España.
Estas fotografías, junto con otras relacionadas con la naturaleza, han aparecido en libros y publicaciones diversas de la Junta de Extremadura así como en el Centro de Interpretación de la Reserva de Caza La Sierra, situado en Guijo de Santa Bárbara.
Los visitantes de este Centro pueden admirar una magnífica colección de fotografías y un documental realizados por Alonso.

Centro de Interpretación de la Reserva de Caza la Sierra.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

En sus habituales subidas a la sierra de Guijo de Santa Bárbara o a sus recorridos por toda la Sierra de Gredos, grabando y fotografiando todos aquellos aspectos de interés, Alonso aprovechó para comenzar con un ambicioso y exhaustivo trabajo de catalogación de las chozas de existentes, tanto de las que aún se conservan en pie como aquellas que en su día lo estuvieron, hablando para ello con cabreros, alcaldes, trabajadores de los ayuntamientos, propietarios de fincas... documentando las familias que habitaron cada choza y buscando fotografías antiguas.

Choza de El Melocotón. Tornavacas (Cáceres)
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Al mismo tiempo, grababa, fotografiaba y entrevistaba a todos los caberos de los pueblos de la Sierra de Gredos: Paulino Gargantilla (Jerte-Tornavacas), Primitivo Torralvo y familia (Guijo de Santa Bárbara), José Montero (Robledillo de la Vera), María Isabel Sánchez (El Raso), Jesús Carreras (El Raso), Benigna Blázquez (Guisando),  Jesús y Felicitación Marina (Navacepeda de Tormes)....
De esta forma, quedaron recogidas para siempre escenas como la elaboración tradicional del queso en las chozas por parte de tío Paulino o tía Benigna.

Tía Benigna haciendo el queso.
Guisando (Ávila).
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

No sólo se ha centrado Alonso en investigar y fotografiar todo aquello relacionado con la cultura cabrera de la Sierra de Gredos puesto que las vacas tienen una gran importancia en estas serranías y para Alonso, nacido y criado en una casa vaquera, las vacas tienen un significado muy especial.
Así, ha grabado las vacas de Guijo de Santa Bárbara subiendo de las dehesas, los herraderos, las yunta de vacas de Jesús y Feli Marina Jiménez en Navacepeda de Tormes, las yuntas de bueyes de Juan Manuel Yuste Apausa en Barajas de Gredos, las magníficas vacadas trashumantes de la familia Torres de Navarredonda de Gredos o de don Alonso Valdueza....

Yunta de vacas con carro de heno.
Navacepeda de Tormes (Ávila).
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Además de fotografías, Alonso realiza magníficas grabaciones de vídeo de los mismos temas habiendo editado en 2010 una colección de cuatro documentales:
- Los cabreros. La vida en la Sierra.
- Los vaqueros. La trashumancia.
- El Guijo. 300 años de historia.
- El Agua en la Vera.

Ha realizado además numerosos documentales que todavía no están a la venta pero que han sido proyectados en actos culturales en Guijo de Santa Bárbara y en numerosos pueblos.

Escena del documental Los cabreros. La vida en la sierra.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Para la realización de estos documentales, Alonso tuvo que recorrer durante mucho tiempo y en todas las estaciones del año, sierras y pueblos grabando las imágenes deseadas en el momento idóneo. 
Conversaciones con guardas, ganaderos, viejos de los pueblos...fueron necesarias para grabar las secuencias y escenas de los documentales siendo necesario recurrir a "actores" como sus propios padres Antonio Leandro y Visitación para poder recrear escenas de otros tiempos y que ya sólo estaban en el recuerdo de los más viejos.

Visitación y Antonio Leandro recogiendo las patatas.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

El trabajo investigador y divulgador de Alonso sobre la cultura tradicional ha sido reconocido en no pocas ocasiones y por diversas organizaciones, asociaciones culturales, ayuntamientos...
Así, en septiembre de 2013, UNIPROCA (Unión de Productores de Caprino) le otorgase un premio por su labor como investigador y divulgador de la cultura de los cabreros de la Sierra de Gredos.
Le entregó el premio la entonces Presidenta de Castilla-La Mancha Mª Dolores de Cospedal.

Premio Uniproca.

Durante más de dos décadas y hasta el día de hoy, Alonso ha sido administrador de la Dehesa Sierra de Jaranda luchando con gran tesón por los intereses de esta histórica propiedad guijeña perteneciente a una sociedad de accionistas cuyos orígenes se remontan al año 1859 cuando Antonio Jiménez García, antepasado de Alonso, compró parte de la sierra de Guijo al Estado.
Junto a otros administradores, Alonso consiguió que la finca citada formase parte de la Reserva de Caza "La Sierra", para comenzar de esa manera a cazar los ya abundantísimos machos monteses en el año 2001.
Otro de los grandes proyectos llevados a cabo por los administradores de la citada Dehesa fue la realización de un Expediente de Dominio asegurando la propiedad de la misma.
 
Félix Vaquero, Alonso de la Calle, Eulalio Leal, Luis de la Calle y Jesús María Jiménez.
Administradores de la Sierra de Jaranda.

Tradicionalmente, los archivos de la Sierra de Jaranda se guardaban en un arca de madera y los documentos se redactaban a mano por parte del secretario que lo fuese en cada momento, cosa que se sigue haciendo aún hoy en día con las actas de las sesiones o juntas generales celebradas una vez al año, pero a Alonso le ha tocado poner en orden todos esos archivos e informatizarlos para facilitar su uso, labor verdaderamente tediosa pero sumamente necesaria.

Arca de los documentos de la Sierra de Jaranda.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Desde un principio, Alonso realizó una gran investigación a partir de los archivos de la Sierra de Jaranda, lo que le llevó también a darse cuenta de la importancia que su antepasado Antonio Jiménez García, había tenido para la misma.
Alonso oyó hablar muchas veces su abuela Marceliana Jiménez Esteban, bisnieta de Antonio Jiménez García, del "Abuelo Viejo" como era conocido por todos los guijeños. 

La abuela Marceliana.
Sus vivencias y enseñanzas fueron decisivas en la vida de Alonso.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

En 1998, al cumplirse el centenario de la muerte del Abuelo Viejo, Alonso y su hermana Raquel comenzaron a investigar sobre tan insigne personaje.
Casi dos décadas estuvo Alonso, ayudado por Raquel, investigando en los archivos del Ayuntamiento de Guijo de Santa Bárbara, de la Parroquia de Nuestra Señora del Socorro, de la Dehesa Sierra de Jaranda, del Ayuntamiento de Jarandilla de La Vera, de la Diputación de Cáceres, del Ministerio de Asuntos Exteriores, del Archivo Histórico Nacional.... para poder averiguar todo lo relativo a Antonio Jiménez García.
Con todo el material obtenido, publicaron un libro en 2016 titulado EL ABUELO VIEJO. ANTONIO JIMÉNEZ GARCÍA.

Antonio Jiménez García.
Retrato pintado por Francisco Martín Rivera.

Es preciso explicar brevísimamente quién fue el Abuelo Viejo porque su vida encaja a la perfección en muchos aspectos con la de Alonso.
Antonio Jiménez García fue un hombre sumamente apegado a su pueblo y a las tradiciones heredadas de sus antepasados, siendo durante algún tiempo pastor para luego ser escribiente, secretario municipal, alcalde y diputado provincial. Toda su vida la pasó procurando mejorar las condiciones de vida de su pueblo y de toda la provincia, preocupándose de la educación y de la mejora de las comunicaciones.
En Guijo realizó una importantísima labor social en diversos ámbitos aunque posiblemente tengamos que señalar como principales logros la construcción de la escuela del pueblo y la compra de parte de lo que hoy es la Sierra de Jaranda, motor de la economía local ayer y hoy y por la que tantísimo ha luchado y sigue luchando Alonso.

El Abuelo Viejo y su esposa en el huerto de su casa. 1860.
Al fondo, la Sierra de Jaranda.
(c) Colección Familia De la Calle.

A la vez que investigaba sobre el Abuelo Viejo, lo hacía sobre la Sierra de Jaranda, consultando los archivos, hablando con antiguos administradores y ganaderos...para conseguir reunir toda la información necesaria y publicar en 2018 su segundo libro titulado LA DEHESA SIERRA DE JARANDA en el que se recoge la historia de esta finca desde 1859 hasta nuestros días.
De la Sierra ha dependido la vida de los guijeños desde hace más de un siglo y medio. Antes, era básica para el mantenimiento del ganado de los vecinos y aún hoy una veintena de familias siguen dependiendo de ella para sobrevivir si bien el aprovechamiento cinegético tiene una gran importancia actualmente.
Los beneficios son repartidos entre los propietarios, entre los que figura la Parroquia de Nuestra Señora del Socorro, y el Ayuntamiento por lo que todos los guijeños reciben algo de la Sierra.
Por este motivo, la publicación de este libro es muy importante y es uno de los grandes logros de Alonso.

La Dehesa Sierra de Jaranda.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Otra de las aficiones de Alonso son los caballos y durante varios años tuvo un par de preciosas yeguas llamadas Estrella y Serrana. Estrella estaba perfectamente domada y Alonso la utilizaba para pasear por los caminos de Guijo de Santa Bárbara mientras que Serrana, que era hija de Estrella y tenía sólo 6 meses cuando Alonso la compró, estaba en proceso de doma.
Uno de los objetivos fundamentales de la tenencia de estas yeguas era que mantuviesen limpios los prados.
Sin embargo, cuando Alonso estaba en el colegio, tenía que hacerse cargo de las yeguas su padre y finalmente, tuvo que venderlas.

Alonso y su yegua Estrella.

Como ya se dijo anteriormente, otra gran afición de Alonso fue la música y precisamente desde que comenzó a trabajar como maestro en Jarandilla de la Vera, tuvo más tiempo para dedicarse a ella.
Grabó un primer disco en solitario en 1998 titulado CON RAÍCES EN LA VERA cuyos tema más destacado fueron El rock de la Vera, canción que con toques humorísticos recorría todos los pueblos de la comarca de La Vera dando una visión cultural e histórica de cada pueblo.

La Vera. Fuente de inspiración para Alonso.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Posteriormente, formó parte del grupo LLARES FOLK durante varios años grabando en 2002 el discó RONDAS EN LA ALBOREÁ que entre sus principales canciones contaba con temas compuesto por Alonso como Raíces, Los Apostoles o La Ronda de los Cabreros.
El último de estos temas, es una preciosa canción que narra aspectos de la vida de los cabreros de Gredos.

Grupo Llares Folk.

El tema Raíces, que ha sido traducido a otras lenguas como el francés, podría simplemente con su estribillo resumir toda la vida y la trayectoria de Alonso desarrollando sus múltiples aficiones:

Yo me agarro a las raíces
que están debajo la tierra
y a las ramas no me agarro
porque el aire se las lleva.

Guijo de Santa Bárbara con sus fincas y sierras.
Las raíces de Alonso.
Finca de El Risco la Guija, donde Alonso ha pasado y pasa sus mejores momentos.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Tras dejar el citado grupo, Alonso siguió componiendo y tocando la guitarra en reuniones de familiares y amigos y muy especialmente en reuniones de cabreros donde aprovechaba para continuar sus investigaciones sobre la cultura tradicional.
Grabó un nuevo disco con 10 temas compuestos por él mismo y contando con la colaboración de Vicente García Gómez, que estuvo con él en LLARES, y con su propia hija Rocío de la Calle García. 
Este nuevo trabajo llevó por título LOS PICOS DE GREDOS, título de una de sus canciones centrales.

Alonso y Rocío.

Dentro de este último trabajo, se incluye también el tema La escuela de los colores que se convirtió en el himno del colegio de Jarandilla de la Vera, siendo aprendido y cantado por todos los niños del centro.

Alonso con los alumnos más pequeños del colegio.

Alonso y Rocío han realizado numerosos conciertos en Guijo de Santa Bárbara en la terraza del Bar Nakoba, así como en el municipio salmantino de Sotoserrano.
Junto a Vicente García, han realizado también conciertos en Madrigal de La Vera, pueblo en el que han desarrollado una gran labor social cantando todos los años en Navidad en la Residencia de Ancianos de la localidad y en casa de algunos viejos cabreros como Tío Desi.

Vicente y Alonso en la Residencia de Madrigal con Tía Rosa, madre de Vicente.

Desde el 2017, Alonso está jubilado como maestro pero continúa con sus aficiones.
Sigue con sus aficiones de siempre: haciendo fotografías y grabando todos aquellos aspectos relacionados con la cultura tradicional así como exhaustivas investigaciones de la misma, subiendo muy a menudo a la sierra para fotografiar a sus queridas cabras monteses, componiendo nuevas canciones, pescando en la garganta Jaranda y llevando a cabo un ambicioso proyecto de repoblación de la garganta con truchas autóctonas desde la Asociación de Pescadores de la que forma parte, y un sinfín más de actividades...
En definitiva, un hombre muy polifacético.

Alonso de la Calle Hidalgo.
Un hombre polifacético.

 ALONSO Y EL CUADERNO DE SILVESTRE.

Alonso es el principal colaborador fotográfico de EL CUADERNO DE SILVESTRE desde los inicios del blog hace ya 2 años.
Pero ¿Por qué?

Muchos lectores conocen perfectamente la razón, pero por si alguno no lo sabe, lo diré nuevamente. Alonso de la Calle Hidalgo es....

MI PADRE

En gran medida, a él se debe la existencia de este blog pues fue el que me inculcó desde siempre el amor por la cultura tradicional.
Con él colaboré activamente para escribir los libros que ha publicado y de los que con gran orgullo soy coautor y ahora es él quien colabora conmigo en este bonito proyecto.

Mi padre y yo con el libro de LA DEHESA SIERRA DE JARANDA.

Podría definirse EL CUADERNO DE SILVESTRE como un carro tirado por una yunta de bueyes siendo mi padre y yo ese binomio indivisible que permite que las ruedas de este carro que es el blog siga adelante y cada semana puedan publicarse nuevos artículos que, con el tiempo, esperamos que puedan ver la luz en papel para facilitar su lectura a todas aquellas personas que no se defiendan con las nuevas tecnologías.

Mi padre y yo.
Guisando (Ávila).

Quiero que este artículo sirva de homenaje para mi padre y para que todo el mundo pueda reconocer el gran trabajo que ha llevado a cabo a lo largo de los años en los más diversos ámbitos.

Alonso de la Calle Hidalgo.
Un hombre agarrado a sus raíces.

Fdo: Silvestre de la Calle García.

10 comentarios:

  1. Cualquier homenaje a este gran hombre se queda corto. Grande Alonso y grande su hijo. Un gran abrazo¡¡¡

    ResponderEliminar
  2. Buenísimo reportaje , todo un personaje buena gente ,se lo merece por lo que ha luchado por las raíces que nos dejaron nuestros ancestros ,y la música tradicional de Guijo ,un MAESTRO en toa regla ,y claro de tal palo ,tal astilla ,gracias y p'alante SIEMPRE 🥰 😘 😘

    ResponderEliminar
  3. Impresionante el artículo, cómo todos,y que similares las antiguas costumbres de ahí con las nuestras del norte,da gusto leerlo,eres único Silvestre,mil gracias por conservar y difundir lo que realmente valio la pena,y no los tiempos que corren ahora, saludos 😘😘

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias aunque yo poco o nada podría escribir sin gente como tú que sois quienes conserváis vivas las antiguas costumbres y quiénes habéis luchado por defender y proteger nuestras razas autóctonas.

      Eliminar
  4. Grande Alonso!!! Me ha encantado! Una gran persona en cualquiera de los ámbitos que se mueve, que no son pocos. Un besazo.
    Noemí

    ResponderEliminar