LA EHE (ENFERMEDAD HEMORRÁGICA EPIZOÓTICA)

Desde hace varias semanas pero cada vez con más intensidad y virulencia, una terrible enfermedad conocida como Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) está afectando al ganado ibérico, fundamental al vacuno, y también a ciertos herbívoros salvajes.
Lo que en principio parecía algo puntual, está causando numerosas bajas en la cabaña ganadera si bien no es una enfermedad transmisible y que tampoco afecta al ser humano.

Vaca afectada por la EHE.
(c) Gonzalo Lorenzo Gómez.

DESCRIPCIÓN.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, define la enfermedad en su web, de la siguiente manera:
"La Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) es una enfermedad vírica infecciosa no contagiosa transmitida por vectores (Culicoides spp.) que afecta a rumiantes domésticos y salvajes. En el ganado vacuno puede producir clínica moderada y autolimitante durante unas dos semanas. El ganado ovino es susceptible a la infección, pero poco a la enfermedad clínica, y el caprino es muy poco susceptible a la infección. Es una enfermedad que afecta a los ciervos y puede afectar también a gamos y corzos."

El ganado vacuno es el más castigado por la EHE.
(c) Pilar Domínguez Castellano.

Para que el lector comprenda mejor, la enfermedad es provocada por la picadura de un pequeño insecto o mosquito que se reproduce en charcas y aguas con poca corriente en épocas de elevadas temperaturas por lo que la sequía de la pasada primavera y las olas de calor del presente verano han provocado su explosión demográfica y la transmisión de la enfermedad que se transmite única y exclusivamente mediante la picadura directa del insecto a los animales citados tanto domésticos como salvajes.

Vacas en una rastrojera.
(c) Gonzalo Lorenzo Gómez.

SINTOMATOLOGÍA.
Una vez que el mosquito pica a una vaca, los síntomas de la enfermedad comienzan a hacerse evidentes en pocos días.
Todo comienza con un cuadro clínico de debilidad general y apatía que será más o menos grave dependiendo del estado fisiológico del animal, afectando más a los ejemplares que, por diversos motivos, cuentan con menores defensas: vacas en avanzado estado de gestación, recién paridas, en periodo de lactación, con alguna dolencia o a aquellos animales que por su avanzada edad tienen menos defensas.

Vaca recién parida.
(c) Gonzalo Lorenzo Gómez.

Si la enfermedad sigue desarrollándose, se producen lesiones en ojos, boca, lengua, órganos genitales, ubre...
Cuando afecta a los ojos, estos aparecen enrojecidos e hinchados y llorosos dificultando la visión la visión al animal.

Vaca con los ojos afectados.
(c) Pilar Domínguez Castellano.

Cuando aparecen lesiones en la boca y la lengua, el animal tendrá dificultades para comer y beber.
Las lesiones son variables.
Algunos animales sufren lesiones en la mucosa externa del hocico y algunas llagas en la boca, babeando abundantemente lo que hace que se deshidraten con con suma facilidad.
Pese a todo, si las lesiones no son muy graves consiguen comer y beber no sin dificultad ya que tienen problemas para masticar y tragar por lo que deben alimentarse con piensos molinos y paja menuda, recibiendo abundante agua fresca.

Vaca con lesiones en el hocico y la boca.
(c) Gonzalo Lorenzo Gómez.

En casos más extremos, se producen lesiones más graves en el interior de la boca como ampollas que impiden al animal comer. La lengua se hincha y se descuelga fuera de la boca. En casos así, el animal no puede ni comer ni beber y si los síntomas no remiten en pocos días, puede producirse la muerte por inanición y deshidratación.

Vaca con la lengua parcialmente descolgada.
(c) Pilar Domínguez Castellano.

La EHE afecta también a la ubre, lo que supone un gravísimo problema para aquellas que están criando o para las que son sometidas a ordeño, produciendo dolorosas heridas que, en el caso de las vacas de crían dificultan el amamantamiento del ternero que deberá ser retirado y alimentado con biberón o ser adoptado por otra vaca lo cual no siempre es fácil.

Vaca con la ubre dañada y amantando a su ternero.
(c) Gonzalo Lorenzo Gómez.

Como ya se dijo, la enfermedad causa debilidad extrema a muchos animales que sufren también grandes dolores en las extremidades, caminando con gran dificultad. 

Vaca afectada por la EHE caminando.
(c) Pilar Domínguez Castellano.

Muchos animales acaban presentando lesiones y parálisis en las articulaciones inferiores, lo que les obliga a permanecer tumbados en el suelo.
Esto supone un grave riesgo ya que al ser animales muy pesados, si permanecen mucho tiempo en la misma postura pueden presentar problemas de circulación y sufrir encharcamiento de los pulmones.

Vaca tumbada.
(c) Gonzalo Lorenzo Gómez.

En las vacas preñadas, la enfermedad puede provocar abortos y cuando los animales sufren lesiones en los órganos genitales se pueden producir dificultades en el parto y llegar a imposibilitar la futura reproducción obligando al sacrificio del animal.

Vaca tras sufrir un aborto.
(c) Gonzalo Lorenzo Gómez.

Muchos son los animales que consiguen superar la enfermedad si el ganadero trata los primeros síntomas a tiempo aunque a veces la evolución clínica es sumamente rápida, especialmente cuando se trata de vacas viejas, débiles o incluso de terneros pequeños.
Los animales que mueren víctimas de la EHE son retirados del campo para ser incinerados pero el ganadero no recibe ningún tipo de indemnización por la pérdida.
Evitamos poner imágenes de animales muertos para no herir la sensibilidad del lector.

Vaca afectada con su cría.
(c) Gonzalo Lorenzo Gómez.

Los animales que sobreviven tras haber estado enfermos, presentan una debilidad extrema que les hace ser muy sensibles a sufrir cualquier otra enfermedad e incluso a contraer de nuevo la EHE lo cual puede ser fatal para ellos.

Vaca adulta.
(c) Pilar Domínguez Castellano.


TRATAMIENTO.
No existe vacuna para la enfermedad puesto que hasta hace unas semanas era completamente desconocida. 
Lo único que pueden hacer los veterinarios y ganaderos es tratar al ganado con antiinflamatorios y antibióticos de amplio espectro.


También es imprescindible tratar el lugar donde estén las vacas para evitar la presencia de mosquitos o trasladar el ganado, siempre que sea posible, a lugares alejados de zonas donde haya aguas estancadas o de poca corriente.

Vacas en una zona seca.
(c) Pilar Domínguez Castellano.

EVOLUCIÓN.
La EHE empezó a detectarse en ganado bovino y rumiantes salvajes, fundamentalmente ciervos, del sudoeste peninsular a finales de la pasada primavera.
Al principio, nadie sabía muy bien lo que estaba pasando y se pensaba en que podían ser casos de envenenamiento, intoxicación o algo parecido debido a los síntomas que presentaban los animales afectados, pero pronto se descubrió que se trataba de una enfermedad que afectaba con mayor intensidad al ganado de zonas bajas y llanas o a los animales salvajes que debían beber en charcas estancadas o aguas de poca corriente repletas de pequeños mosquitos.

Vacas en una rastrojera.
(c) Gonzalo Lorenzo Gómez.

Los primeros casos se confirmaron en Andalucía occidental pero pronto comenzaron a diagnosticarse en el sur de Extremadura y Castilla-La Mancha, subiendo poco a poco hasta el norte y existiendo ya constancia de su existencia en toda Extremadura, Castilla-León, Madrid e incluso el norte peninsular, afectando cada día a nuevas zonas.

Vaca Frisona en el norte.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Pero como se ha dicho, aunque vacas y ciervos son los animales más propensos a sufrir la EHE, las ovejas, los gamos y los corzos pueden sufrirla también, siendo más raro que las cabras se vean afectadas.
En Extremadura ya se ha detectado la enfermedad en ovejas.

Ovejas afectadas por la EHE.
(c) Pilar Domínguez Castellano.

Al ser una enfermedad transmitida por mosquitos, existe la creencia generalizada que al llegar el frío y el invierno, las heladas causarán la muerte del mosquito y el fin de la enfermedad pero esto es una simple hipótesis.
Además queda todavía mucho verano y otoño por delante y si las lluvias otoñales van acompañadas de elevadas temperaturas, el mosquito se reproducirá aún más y la enfermedad se agravará.

Vacas en Extremadura.
(c) Pilar Domínguez Castellano.

SITUACIÓN DE LOS GANADEROS ANTE LA EHE.
Por el momento, los ganaderos no reciben ningún tipo de ayuda por los animales que mueren víctimas de la EHE.
Cuando se produce la muerte de un animal, los ganaderos deben llamar al servicio de recogida de cadáveres para que acudan a retirar el animal y sea incinerado. Para ello, los ganaderos pagan anualmente un seguro.
Como se ha dicho, muchos animales sobreviven pero quedan muy debilitados y deben ser alimentados y cuidados de forma especial para que se recuperen
Por lo tanto, las pérdidas económicas que puede causar la enfermedad en caso de persistir durante varios meses, serán cuantiosas y más teniendo en cuenta que la situación económica tan dura que sufren los ganaderos.

Vaca con su ternero.
(c) Pilar Domínguez Castellano.

UN PROBLEMA MÁS.
La EHE es un problema más que se suma a la difícil situación de los ganaderos españoles que atraviesan una crisis de las peores que se han conocido a lo largo de la historia.
A la falta de rentabilidad de las explotaciones debida al bajo precio de los productos ganaderos en origen (carne, leche, huevos, lana...), que no ha subido en muchos casos prácticamente nada en los últimos 20 años, se une la subida continuada de los costes de producción (alimentación, carburantes, agua, electricidad, teléfono...) siendo en estos momentos especialmente preocupante el aumento de los forrajes y piensos y de los carburantes.

Vacas comiendo paja.
(c) Leire Amundarain Ganadutegia.

Como sabemos muy bien, se están sufriendo en España los efectos de una pertinaz sequía y la falta de alimento para el ganado a causa de conflictos bélicos como la guerra de Ucrania y otros factores políticos que sería largo enumerar aquí.

Los efectos de la sequía se notarán durante meses e incluso años.
(c) Juan Manuel Yuste Apausa.

Preocupan también las continuas trabas por cuestiones burocráticas y sanitarias que dificultan el movimiento estacional y periódico del ganado (trashumancia, trasterminancia, subida a los puertos...) a lo que a su vez se une el incremento de los precios de los arriendos de las fincas y pastizales.

Vacas trashumantes.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

La interacción del ganado con la fauna salvaje es otro gran problema tanto desde el punto de vista sanitario (transmisión de enfermedades) como en lo que respecta a la depredación por parte de osos, zorros, grandes rapaces y especialmente lobos. La expansión de estos últimos cánidos en la mitad norte peninsular está afectando gravemente a la ganadería extensiva.

Lobo Ibérico.
(c) Leticia Pato Martín.

Si a todos los factores citados sumamos ahora los catastróficos efectos de la EHE, comprobaremos que la situación en la que viven los ganaderos es verdaderamente agónica pero parece que muchos no lo ven...

Vaca y ternero.
(c) Pilar Domínguez Castellano.

TESTIMONIOS DE GANADEROS.
Nadie mejor que los propios ganaderos saben lo que está pasando en el campo y los efectos de la EHE.
Gonzalo Lorenzo Gómez es un ganadero de la localidad cacereña de Acehúche que mantiene ganado ovino y vacuno de aptitud cárnica y que está sufriendo intensamente en su ganadería los efectos de las EHE:

"Esto es una auténtica ruina. Cada mañana me levanto y salgo de casa con miedo porque no sé lo que me voy a encontrar al llegar al campo.
Todos los días hay algún animal nuevo afectado y los que están enfermos no mejoran fácilmente. 
Dicen que son pocas las vacas que mueren por la enfermedad pero los propios camioneros del servicio de recogida de cadáveres aseguran que no dan a basto para retirar animales muertos del campo.
Y esto es sólo una cosa más pues los ganaderos llevamos meses o años sufriendo un problema tras otro y seguimos adelante porque hacemos lo que nos gusta y lo que nos han enseñado nuestros mayores pero no sabemos cuánto tiempo podremos seguir así porque nosotros y nuestros hijos tenemos que comer."

Gonzalo Lorenzo Gómez con uno de sus terneros.

A MODO DE EPÍLOGO.
Este artículo no pretende ser una publicación científica, porque quien lo escribe no está capacitado para hacerlo.
Simplemente pretende dar a conocer a los lectores, especialmente a aquellos que son más ajenos al mundo del campo, la situación que se está viviendo.
Una vez más, como hemos hecho en otras ocasiones desde EL CUADERNO DE SILVESTRE, nos unimos al sentir de los ganaderos y les brindamos todo nuestro apoyo deseando que la situación mejore pronto.
¡ÁNIMO GANADEROS!

Fdo: Silvestre de la Calle García.
Técnico forestal.

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