viernes, 22 de enero de 2021

LA PLUMA DEL ESCRITOR



    Ayer, un buen amigo escritor, que fue precisamente el que me animó a realizar este blog, me felicitaba diciendo: Tienes buena pluma.

Con ello, quería mi amigo hacer alusión a los tiempos antiguos en los que los escritores en lugar de sentarse frente al ordenador como hacemos hoy, se sentaban ante una recia mesa de madera con sus útiles de escritura para plasmar lo que deseaban sobre papel o pergamino de piel de cordero, vaca o becerro e incluso en épocas más antiguas, hojas de papiro. 
Mojando la pluma en la tinta contenida en el tintero y escurriendo el exceso para no emborronar el papel o el pergamino, el escritor o "escribiente" como gustaban decir los antiguos, iba plasmando las palabras deseadas para inmortalizarlas. 

De este modo, escribió Miguel de Cervantes "El Quijote" y en la Edad Media, los monjes que habitaban en los monasterios de toda Europa, verdaderos centros de cultura, escribieron y transcribieron infinidad de obras a la luz de las velas de cera.

Mas no valía cualquier pluma para escribir adecuadamente. Se necesitaban plumas grandes pero de cañón o cálamo fino para que la escritura no resultase basta. Las plumas primarias de las alas de grandes aves eran las más adecuadas pero conseguir plumas de aves salvajes no era fácil por lo que había que buscar un ave doméstica que permitiese obtener fácilmente las plumas necesarias. El ave doméstica por excelencia hoy en día y que a todos nos viene primeramente a la cabeza es la gallina pero su pequeño tamaño, hacía que sus plumas fuesen inservibles para escribir. El ave elegida era la oca o ganso.

Grupo de ocas en una aldea cántabra
(c) Miguel Alba



Antes de nada, hagamos un inciso y aclaremos términos. ¿Qué es una oca? ¿es lo mismo que un ganso? ¿oca y ganso son lo mismo que ánsar?...
Un viejo dicho popular castellano rezaba "oca, ganso y ansarón, tres cosas suenan y una son? 
La oca doméstica (Anser anser domesticus) desciende del ánsar común, vigorosa ave salvaje que vive en el norte de Europa y que invierno viene a hibernar a nuestras latitudes sureñas buscando el clima más benigno. Suele utilizarse la palabra oca para designar a la hembra, ganso para nombrar al macho y ansarón para la cría, reservando la palabra ánsar para designar al ave salvaje o agriotipo del que desciende la doméstica.

Posiblemente, las ocas fueron las primeras aves en ser criadas en cautividad y posteriormente domesticadas. Se sabe que ya los egipcios las mantuvieron en estado doméstico, siendo difundida fundamentalmente por los romanos.

En la Edad Media, los monjes criaban en sus monasterios una bandada de ocas para abastecerse de carne, huevos y sobre todo plumas para escribir. Además de eso, la oca encarnaba una serie de virtudes apreciadas por los monjes para "catequizar" a la población.
Se trata de un ave que en estado natural es absolutamente monógama y que se empareja de por vida, siendo el macho sumamente territorial y defendiendo a la hembra y a los polluelos de cualquier amenaza. Pese a los miles de años pasados desde que se domesticó este ave, aún mantiene esta tendencia monógama y aunque se puede forzar al macho a cubrir a 2 ó 3 hembras, muchas veces se presentan problemas de fertilidad por lo que es ideal mantener 1 macho por cada hembra.


Pareja de ocas. A menudo, las hembras domésticas conservan coloraciones semejantes a las de las aves silvestres, mientras que el color de los machos es más claro o totalmente blanco
(c) Silvestre de la Calle García.

Los grandes nobles medievales, preferían la pluma de cisne para escribir por ser algo más "sofisticado". También las plumas de otras aves fueron utilizadas por los nobles para escribir pero los monjes y los verdaderos escritores siguieron prefiriendo la pluma de la oca hasta la invención de la pluma estilográfica moderna.

Es cierto que tras el Descubrimiento de América, la oca fue desplazada de muchos lugares por el pavo doméstico que era igualmente de gran tamaño, resistente, fácilmente manejable y con una alimentación más sencilla que las ocas pues mientras estas precisan pastos abundantes ya que son aves forrajeadoras, el pavo se alimenta de forma semejante a la gallina.
No obstante, fuera de España, la oca siguió siendo un ave fundamental para los granjeros especialmente en zonas como Francia, donde manteniendo vivas las tradiciones de egipcios, griegos y romanos, alimentan a las ocas de manera especial para producir el genuino y exquisito foie, un auténtico manjar que os recomiendo probar.

Desaparecido el uso de las plumas y sustituida la oca por otras aves en el terreno productivo, quedó como un ave de capricho y ornamental. En muchos pueblos y ciudades existen parques y jardines públicos con un estanque en el que nadan unos cuantos "patos" para deleite de niños y mayores. A menudo junto a los patos verdaderos, aparecen otras anátidas como cisne y rara vez faltan las bellas ocas.

Grupo de ocas en un parque.
(c) Silvestre de la Calle García


Así es que, queridos amigos, cada vez que veáis una oca pensad que con esas plumas fueron escritas grandes obras de la literatura universal y que simplemente por esto, ya merecen estas aves un lugar destacado en la historia de la literatura.

Un saludo desde el Guijo de Santa Bárbara.

1 comentario:

  1. totalmente de acuerdo con tu amigo tienes muy buena pluma sigue asi....deleitandonos con tus maravillosos escritos...

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