¡BURRA SOO!
El asno doméstico o burro, como más comúnmente le conocemos, ha sido un animal de gran importancia para el hombre a lo largo de los últimos milenios sobre todo en las zonas de clima cálido o templado y seco.
Utilizado principalmente como animal de trabajo, también ha sido muy empleado para la producción de mulos e incluso de leche y carne. Su importancia ha marcado la cultura popular de muchas zonas en las que ha habitado durante mucho tiempo.
Ángel de la Calle Vicente con su burro.
Guijo de Santa Bárbara (Cáceres)
(c) Olga de la Calle Santos.
Se trata de un animal doméstico muy antiguo que desciende del asno salvaje africano, animal que está aún habita en estado salvaje en algunas zonas del noroeste de África aunque se encuentra en gravísimo peligro de extinción.
Los asnos salvajes norteafricanos fueron domesticados como mínimo hace 5000 años en el antiguo Egipto donde fueron utilizados mucho antes que el caballo, que era desconocido.
Poco a poco se irían extendiendo por el resto del mundo, llegando a la península Ibérica hace unos 3000 años. Posteriormente, ya en el siglo XVI, serían los conquistadores españoles quienes lo introdujesen en América, extendiéndose así por todo el mundo.
Burra con su buche
Ambos animales presentan un pelaje muy similar al del asno salvaje.
(c) Miguel Alba.
En España, los burros han sido utilizados para todo tipo de trabajos, sobre todo en la mitad sur peninsular y en los archipiélagos de Canarias y Baleares, que por su clima seco son zonas más adecuadas para este animal. Además, en estas zonas las vacas y los caballos, que son los grandes animales de trabajo del campo europeo, se adaptan peor y son más difíciles de mantener.
Los burros son muy fáciles de mantener.
Navarredonda de Gredos (Ávila).
(c) Silvestre de la Calle García.
No obstante, el burro puebla toda España contando con las siguientes razas autóctonas:
- Andaluz. Gran tamaño y coloraciones claras.
- Catalán: Gran tamaño y coloración oscura con degradaciones claras.
- Balear: Semejante al anterior.
- De las Encartaciones: De tamaño muy pequeño y capa oscura.
- Majorero: De tamaño muy pequeño y capas claras.
- Zamorano-Leonés: Gran tamaño, coloración oscura y pelaje muy largo.
A estas razas oficialmente reconocidas, habría que añadir el burro fariñeiro de Galicia y el burro moruno del sur peninsular. Existe también una gran masa mestiza sin características definidas que es conocida como asno común y puede hallarse en toda España.
Los burros han sido utilizados para todo tipo de trabajos. Son capaces de realizar cualquier tarea al igual que los caballos, los mulos o los bueyes aunque lógicamente con las limitaciones propias de su tamaño.
Pese a su tamaño, a veces muy pequeño, los burros son excelentes animales de trabajo.
Genaro Jiménez con sus dos burros en Navalosa (Ávila).
(c) Silvestre de la Calle García.
Por su morfología, son más aptos para la carga que para el arrastre. A igualdad de peso, un burro es capaz de transportar cargas más pesadas que un caballo y recorrer largas distancias.
Antonio Leandro de la Calle Jiménez con una carga de leña.
Burra de Gonzalo Vergara.
Guijo de Santa Bárbara (Cáceres)
Los hermanos Ángel y Felipe de la Calle Vicente con el burro cargado de hojas para encamar la cuadra.
Guijo de Santa Bárbara (Cáceres).
(c) Olga de la Calle Santos.
Burro cargado de leña en Aldeanueva de Santa Cruz o Aldeanueva de las Monjas (Ávila).
(c) Alexis Hernández Llorente.
En zonas de montaña, el transporte de cargas de leña fue uno de los principales trabajos del burro.
Quintanar de la Sierra (Burgos).
Adrián Pablo Olalla.
En las zonas olivareras y cerealistas, los burros eran muy utilizados para llevar la aceituna y el grano hasta las almazaras y molinos para retornar luego con el aceite y la harina.
Alonso de la Calle Hidalgo con su burro cargado con cántaros de aceite.
Guijo de Santa Bárbara (Cáceres).
(c) Colección Familia de la Calle.
Su capacidad para aguantar el peso y su paso lento pero firme y seguro, hacen que sea un animal idóneo para la montura. Durante mucho tiempo fueron utilizados por labradores, mujeres, clérigos y jinetes modestos para desplazarse, reservando los caballos para menesteres guerreros.
Tío Antonio "El Correo", cartero rural de Guijo de Santa Bárbara durante 39 años, 16 de los cuales realizó diariamente el recorrido entre Guijo y Jarandilla de la Vera a lomos de su burro.
Recreación realizada en 2005 con la burra de Gonzalo Vergara.
Guijo de Santa Bárbara (Cáceres)
(c) Silvestre de la Calle García.
Pese a lo dicho anteriormente, también puede ser utilizado para el tiro arrastrando arados, trillos y carros, tanto solo como en yunta uncido a otro burro e incluso a animales de otras especies.
Ángel de la Calle Vicente arando con una burra.
Guijo de Santa Bárbara (Cáceres).
(c) Olga de la Calle Santos.
Jesús Marina Jiménez arando con una yunta de burras.
Navacepeda de Tormes (Ávila).
(c) Silvestre de la Calle García.
Arando las viñas en Navalmoral (Ávila)
(c) Jesús Herranz.
Arando las viñas en Navalmoral (Ávila)
(c) Jesús Herranz.
Gonzalo Vicente Rodríguez, trillando con una yunta de burros.
Guijo de Santa Bárbara (Cáceres).
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.
Burros con un carro de leña.
Casas del Puerto (Ávila)
(c) Alexis Hernández Llorente.
Para ciertas tareas de arrastre, no se utilizan arados o carros sino diversos útiles o bien se arrastra directamente la carga con colleras adecuadas y cuerdas en caso de utilizar un sólo animal o con yugos y cadenas si se utilizan en yunta.
El burro ha sido imprescindible para la cría de híbridos tanto de mulos (hijos de burro y yegua) como de burdéganos (hijos de caballo y burra). Si es difícil encontrar ya burros en nuestros campos, mucho más difícil es encontrar mulos.
El arriero Raúl Jiménez, gran defensor del mulo como animal de montura.
Guijo de Santa Bárbara (Cáceres).
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.
Guijo de Santa Bárbara (Cáceres).
(c) Silvestre de la Calle García.
Son además excelentes animales para la limpieza y mantenimiento de zonas de matorral pues están adaptados a consumir alimentos secos y fibrosos de forma parecida a las cabras.
Los burros son rústicos y sobrios que pueden alimentarse de pastos pobres y secos.
Navalosa (Ávila).
(c) Silvestre de la Calle García.
Respecto a la producción de carne y leche, han sido actividades menos comunes.
La producción de carne se basaba tradicionalmente en el consumo de los individuos viejos al final de su vida productiva o en épocas en las que no había otro tipo de carne, por lo que actualmente se asocia con época de hambre.
La producción lechera, sí que tuvo importancia en el pasado pues la leche de burra es muy similar a la humana por lo que es muy adecuada para niños pequeños y personas con problemas intestinales.
Actualmente, el burro es cada vez menos utilizado para trabajar en el campo por lo que su censo está disminuyendo drásticamente. Sin embargo, se están buscando alternativas para poder conservar la especie.
Así, el burro es conservado como un importante activo turístico para realizar rutas en zonas rurales y se mantiene en zoológicos y granjas escuela para que niños y mayores puedan disfrutar de él.
En el medio rural, mucha gente los mantiene como mascotas pues son muy dóciles y cariñosos así como para la limpieza de prados y fincas. Los burros requieren pocos cuidados y son mucho más fáciles de mantener que los caballos.
Otra utilidad curiosa y que cada vez se está extendiendo más, es el uso como "animal guardián", particularmente de rebaños de ovejas o vacas en zonas loberas asociados siempre a mastines y otros perros. El burro tiene un finísimo oído y un gran olfato por lo que detecta a los lobos y con sus sonoros rebuznos pone en guardia a los perros y al ganadero.
Imágenes como esta son cada vez más comunes en Castilla dado el enorme aumento de la población de lobos.
(c) Miguel Alba.
Son utilizados en fiestas populares, romerías y recreación de antiguos oficios tradicionales, actividad esta última que está tomando cada vez más auge en el medio rural durante los periodos vacacionales.
No pueden faltar los burros en las fiestas y mercados medievales
(c) Javier Bernal
En las fiestas de recreación de oficios tradicionales, hay que sacar los viejos trajes del arcón de la abuela.
Fiesta de la trilla de San Martín de La Vega del Alberche (Ávila)
(c) Silvestre de la Calle García.
A la gente de la ciudad le encanta volver al pueblo y rememorar las antiguas tradiciones. Las fiestas de la trilla son cada vez más comunes en Castilla.
Fiesta de la trilla de San Martín de la Vega del Alberche (Ávila)
(c) Silvestre de la Calle García.
Además, una de sus principales utilidades es la "asinoterapia", consistente en realizar actividades con niños y adultos con algún problema físico o psicológico o que simplemente quieren desconectar del mundo estresante en el que vivimos.
Los dóciles borriquillos son ideales para que los maneje cualquier persona.
(c) Silvestre de la Calle García.
Pero posiblemente, tengamos en la leche la forma más segura de salvar al burro. La leche de burra puede ser consumida por personas intolerantes a la leche de vaca, siendo ya varias las empresas españolas que han comenzado a comercializarla.
En contra de lo que a menudo se piensa, las burras son buenas lecheras aunque por la reducida capacidad de la ubre, es necesario ordeñarlas varias veces al día.
(c) Jesús Herranz.
Además, sus virtudes cosméticas son de sobra conocidas, si bien no era Cleopatra la "descubridora" de este producto, sino que fue Popea, mujer del excéntrico emperador romano Nerón, quien se bañaba en leche de burra para mantenerse joven y bella.
Muchas empresas elaboran jabones y cosméticos de todo tipo a partir de la leche de burra.
La cría de burras lecheras puede ser una alternativa para fijar población en el medio rural.
Burra con su buche en Navacepeda de Tormes (Ávila)
Como vemos, el burro va dejando el arado para ir buscando otros "trabajos" y poder así sobrevivir. Ojalá podamos conservar y disfrutar de este animal que nos ha dado tanto.
Ojalá podamos disfrutar durante muchos años de tan bellas estampas en nuestros pueblos
(c) Javier Bernal.
(c) Javier Bernal.
Bibliografía:
Modelo, Desiderio; García Nieto, Eliseo. (2017) Hermano Asno. Córdoba.
Nota: Posiblemente el mejor libro sobre burros jamás escrito.
Si os gustan los burros, este libro no puede faltar en vuestras bibliotecas.
Fdo: Silvestre de la Calle García.
Técnico Forestal.
Guijo de Santa Bárbara.
Me encantan los burros. Mi abuelo tenía y las recuerdo con tannnnto cariño.
ResponderEliminarY si fuera millonaria haría realidad el proyecto que hice en el CFA.JJJJ
maravilloso Silvestre, que recuerdos tengo de tu abuelo Antonio dando de beber al burro frente a mi casa...
ResponderEliminarMuy bien, parece que se ve al perro Ché
ResponderEliminarQue buenos recuerdos de la niñez ....que ilusión de haber crecido en un medio rural y haber aprendido tantas cosas buenas de nuestros mayores....eres un Jabato Silvestre...una enciclopedia viviente de lo rural
ResponderEliminaryo tengo a mi Bartolo pronto le traeré una novia
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