jueves, 6 de mayo de 2021

LOS PERROS GANADEROS

    El perro fue el primer animal domesticado por el hombre. En esto coinciden todos los historiadores. También está claro que todos los perros domésticos actuales proceden de diversas subespecies del lobo común o gris que poblaba toda Europa, gran parte de Asia y América del norte.

Olivero, mastín español custodiando una las últimas piaras de cabras de raza Guisandera.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

    La primera utilidad del perro sería la colaboración en la caza y la defensa contra los depredadores. Posteriormente, al domesticarse otros animales, el hombre tuvo necesidad de protegerlos de los depredadores y comenzó a utilizar al perro en esta tarea.

Olivero, Mastín Español de pura raza, cuidando de las cabras Guisanderas
(c) Silvestre de la Calle García.

    Los perros ganaderos son tan antiguos como la propia actividad ganadera, seleccionándose ya en la más remota antigüedad diferentes tipos en función del ganado que debían custodiar o de las tareas que debían realizar. Nos centraremos en los tres tipos principales de perros ganaderos empleados en España, utilizando asimismo una raza representativa de cada uno de los tres tipos:
- Mastín.
- Alano.
- Carea.

Pareja de mastines.
(c) Silvestre de la Calle García.

    Los mastines son posiblemente los perros ganaderos más conocidos de nuestro país. Animales poderosos y de gran tamaño, están presentes en numerosas áreas ganaderas del mundo, habiéndose originado posiblemente en la meseta tibetana.
En España, la raza más representativa de este tipo es el MASTÍN ESPAÑOL, perro utilizado durante siglos para custodiar los rebaños trashumantes de ovejas  y defenderlas del ataque de lobos y osos.

El mastín español es un perro asociado siempre a las ovejas.
(c) Miguel Alba.

Los machos miden como mínimo 77 cm de alzada aunque es deseable que superen ampliamente los 80 cm.
Las hembras deben alcanzar como mínimo los 72 cm siendo deseable que superen los 75 cm.
El peso en los antiguos mastines ganaderos rondaba los 40-50 kilogramos si bien actualmente los mastines de exposición, pueden superar ampliamente estos pesos.

Oliveros, mastín español de vieja estirpe ganadera.
Obsérvese su tamaño comparado con las cabras Guisanderas que son una de las razas ibéricas más corpulentas.
(c) Silvestre de la Calle García.

    Los mastines son perros de gran corpulencia y una resistencia proverbial, pudiendo realizar largos desplazamientos diarios acompañando al rebaño y resistir las largas jornadas de los recorridos trashumantes. Pueden parecer perros dóciles e incluso pasivos pero cuando detectan cualquier amenaza, rápido avisan al ganado y al pastor.
La coloración de estos perros es sumamente variable, existiendo tanto capas homogéneas como combinadas.

Preciosa hembra de Mastín Español.
(c) Juan Antonio Rodríguez Vidal.

    Los alanos, llegaron posiblemente a la península Ibérica acompañando al pueblo Alano, siendo ya muy estimados en la Edad Media como perros de montería, empleándose para la caza de piezas como el oso y el jabalí. 
Los alanos fueron muy utilizados en el pasado como perros de guerra.
En España existen varias razas que podrían clasificarse en este grupo, pero sin duda alguna, la más genuina es la que da nombre al grupo.
El ALANO ESPAÑOL, se sigue utilizando como perro de caza pero su utilidad principal es el manejo del ganado vacuno extensivo, particularmente el ganado bravo.
Los machos miden entre 58 y 63 cm y pesan entre 30 y 40 kilogramos mientras que las hembras miden entre 55 y 60 cm y pesan de 25 a 35 kilogramos.

Alano español.
(c) Diego Torres.

    El alano es un perro de morfología recia y atlética que le permite moverse con gran rapidez entre las vacas, evitando así cornadas y patadas. Estas mismas cualidades le convierten en un gran perro de caza.
El pelaje es variado, predominando las capas atigradas o barcinas y las leonadas, aunque también pueden ser negros.

Alano de color oscuro.
(c) Diego Torres.

    Los careas, son perros de tamaño median abundantes en las zonas ovejeras de Europa. Para muchos autores, su origen estaría en las islas del Atlántico norte (Islandia e Islas Feroe) para pasar luego a las Islas Británicas y desde allí a  Europa continental.
En España, país ovejero por excelencia, contamos con multitud de razas de careas, entre ellas el CAREA CASTELLANO-MANCHEGO.
Los machos alcanzan una alzada de 43 a 49 cm y pesan entre 12 y 18 kilogramos mientras que las hembras miden de 42 a 48 cm de alzada y su peso se sitúa entre los 10 y los 16 kilogramos.

Carea Castellano-Manchego.
(c) Javier Bernal.

    El Carea Castellano-Manchego es un perro ligero y ágil, además de tener una gran inteligencia. Está siempre atento a las órdenes del pastor pero es capaz de trabajar prácticamente solo una vez que está adiestrado y conoce el careo que debe seguir el rebaño.
Su coloración es muy variada pero predomina el color oscuro con las partes inferiores del cuerpo y la cara de color crema o claro.


Carea cuidando gallinas.
(c) Javier Bernal.

    Los perros que hemos descrito, tenían utilidades totalmente distintas. Podríamos identificar al mastín con la explotación de ovinos y caprinos trashumantes, al alano con el manejo de ganado vacuno extensivo y al carea con el pastoreo de rebaños estantes o trasterminantes de ovejas y cabras.
No obstante, esto no es una regla absolutamente fija.


Mastín cuidando un rebaño de ovejas estantes. Tradicionalmente, el manejo de estos rebaños era tarea reservada a los careas.
(c) Miguel Alba.

    Los grandes mastines eran utilizados fundamentalmente para ahuyentar a los depredadores como osos y lobos, no dudando en atacarlos. Para protegerlos de las posibles mordeduras de los animales salvajes, se les colocaba collares especiales denominados "carlancas".
Aunque actualmente el oso y el lobo son más escasos, siguen planteando serios problemas a los ganaderos, por lo que en muchas zonas los mastines siguen cumpliendo su función secular.
Donde no encontramos a estos carnívoros, el mastín cumple funciones de guarda y defensas ante cualquier otra amenaza.

Mastín con la carlanca.
(c) Miguel Alba.

Carlanca antigua, mucho más fuerte que las actuales.
Hoy, los lobos y osos son escasos pero en el pasado eran muy numerosos y los perros tenían que luchar contra ellos.
(c) Juan Manuel Yuste Apausa.

    Los alanos, perros de tamaño mediano, decididos y veloces, que saben manejarse a la perfección entre las vacas de temperamento arisco o bravo.
En el pasado eran utilizados por ganaderos y carniceros para sujetar al ganado mayor, en incluso en las corridas de toros eran empleados para capturar al toro y que pudiese ser sacrificado.
Actualmente, se siguen utilizando para el manejo de vacuno extensivo.

Alanos agarrando a una vaca Avileña.
Estos perros, según el dicho de los viejos vaqueros, "agarran y no desgarran" puesto que jamás hieren al ganado.
(c) Diego Torres.

    Los careas, de tamaño mediano a pequeño, veloces y muy inteligentes, eran utilizados fundamentalmente para el manejo de rebaños de ovejas y cabras, facilitando mucho el trabajo del pastor para mantener al rebaño unido y evitar que entrase en sembrados y fincas particulares. 
Aunque hoy las fincas están cercadas en su gran mayoría, en las zonas montañosas o de pastizales abiertos, el carea sigue cumpliendo su función.
Son los careas poderosos aliados incluso para la ganadería intensiva pues ayudan a manejar ganado de todo tipo, desde vacas lecheras a cerdos, cuando es necesario realizar alguna actividad.

Los careas son insustituibles para el manejo del ganado menor.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

    Los perros ganaderos fueron vitales durante milenios pero la paulatina desaparición de los depredadores salvajes y la aparición del alambre para cercar los terrenos de pastoreo, provocaron que muchos ganaderos dejasen de mantener perros al no ser animales productivos.

Aunque las grandes dehesas estén cercadas, el alano sigue siendo vital para el manejo del ganado vacuno extensivo.
(c) Diego Torres.

    Sin embargo, en las zonas donde aún hay osos y lobos o donde la ganadería extensiva y trashumante sigue teniendo gran importancia, el uso de perros sigue siendo imprescindible para el adecuado manejo del ganado.
Lamentablemente, muchas veces se sustituyen los perros autóctonos por razas extranjeras siguiendo curiosas "modas", ocurriendo muchas veces que los perros introducidos no son tan eficaces como los autóctonos.

Ya pueden venir "modas" que los mastines siguen y seguirán junto al rebaño.
Olivero sigue con sus cabras Guisanderas en la Sierra de Gredos, donde el lobo ya está presente.
(c) Silvestre de la Calle García.
    
    Para terminar, debemos aclarar que para los buenos ganaderos los perros no son simples mascotas sino animales de trabajo que tienen la misma consideración que un pastor asalariado. De hecho, durante siglos, los perros de las grandes explotaciones ganaderas tenían asignado un sueldo y una cantidad de pan idénticos a los de un pastor.

Entre pastor y perro hay un vínculo muy fuerte que vaya más allá de la relación amo-animal. Es una relación de absoluto compañerismo.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

En áreas ganaderas, cuando vayamos paseando con nuestros perros de compañía, deberemos llevarlos atados para que no perturben ni al ganado ni a los perros ganaderos.
Los ganaderos llevan sueltos a sus perros porque no se alejan del ganado y deben manejarlo y defenderlo de posibles amenazas.

Perro vigilando a un rebaño de ovejas.
Santiago de Aravalle (Ávila).
(c) Silvestre de la Calle García.

Bibliografía y fuentes consultadas:
Echevarría Sesé, Gustavo. (2020) España a través de sus razas caninas. Real  sociedad española de razas caninas y Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Fdo: Silvestre de la Calle García.
Técnico forestal.
Guijo de Santa Bárbara (Cáceres)





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