Toda persona que tenga ganado, puede denominarse GANADERO. Pero es muy distinto decir que alguien es PASTOR aunque en muchísimas ocasiones, el GANADERO sí que es PASTOR.
El pastor.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.
El pastor es aquella persona que se ocupa de pastorear al ganado, por lo que necesariamente hablamos de ganado extensivo o semiextensivo que pase parte del día al aire libre en praderas, prados, campos, montes.....
Ahora bien, aunque cualquier "cuidador" de ganado en pastoreo puede denominarse pastor, esta palabra suele reservarse a la persona que cuida ovejas mientras que el que cuida las cabras es CABRERO, el que cuida las vacas es el VAQUERO y el que cuida los cerdos es el PORQUERO por poner algunos ejemplos.
El cabrero.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.
Solemos ver a las ovejas como pacíficos animales. Caminan agrupadas en rebaño y el pastor sólo tiene que vigilarlas ayudado por sus fieles perros.
A todos nos viene esta imagen a la cabeza, ¿Verdad?
O también esa otra imagen de los cuentos e incluso de La Biblia en la que vemos al pastor con el corderito o la oveja perdida sobre los hombros camino del redil.
Pastor con corderillo en una dehesa extremeña.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.
Pensamos entonces en lo bonito que sería ser pastor y a todos nos gustaría ser pastores por un día. Es posible incluso que visitemos a amigos que tienen ovejas o granjas escuela y podamos ser "pastores por un día". Incluso en algunos pueblos con gran tradición ganadera se hace la "FIESTA DEL PASTOR" o algo similar en verano para que los visitantes puedan disfrutar de tan bonito e idílico mundo.
Fiesta de la Trashumancia en Madrid. 2012.
(c) Silvestre de la Calle Hidalgo.
Ser pastor es mucho más que esto.
El pastor tiene que estar permanentemente con el rebaño haga sol, llueva o nieve, soportando calor extremo en verano y frío en invierno.
Haga lo que haga, las ovejas tienen que salir a pastar y si no, se las debe alimentar convenientemente durante los días más crudos en los que no pueden salir.
Sin embargo, cuando el tiempo lo permita, las ovejas deben salir al campo para desgastar las pezuñas, pues de lo contrario, pueden enfermar gravemente.
Ovejas de raza Latxa en la nieve.
(c) José Antonio Uriarte.
Permanecerá muchas horas sin más compañía que la de los perros y las ovejas y tendrá que estar vigilante en todo momento para evitar que las ovejas se pierdan, entren en sitios prohibidos o sean atacadas por los depredadores.
En muchas zonas abundan los lobos, los zorros y otros animales que pueden atacar a las ovejas adultas o a los corderos pequeños.
También es un gran peligro el tráfico rodado en aquellas zonas donde los pastizales son atravesados por carreteras o donde las propias vías pecuarias han sido invadidas por las modernas carreteras.
Pastor en los campos de Castilla.
(c) Miguel Alba.
Por las noches, las ovejas pueden dormir encerradas en una nave aunque todavía es frecuente en muchos lugares que duerman en el "redil", un corral hecho con redes de cuerda y postes de madera o bien con vallas o "cancillas" de madera o hierro, teniendo muchas veces que dormir el pastor cerca del redil para evitar el ataque de los depredadores.
Ovejas en un corral de cancillas metálicas o teleras.
(c) Silvestre de la Calle García.
Antaño, era habitual que los pastores durmiesen en chozos o en pequeños chozos portátiles denominados "chozuelos" o casetas portátiles de madera denominadas "mamparas".
Actualmente, esto ya no suele hacerse aunque en ocasiones, aún hay pastores que duermen en tiendas de campaña al lado del redil alguna que otra noche.
Chozuelo de madera o mampara.
(c) Silvestre de la Calle García.
Hoy, es más normal que las ovejas duerman en modernas construcciones o naves donde están más seguras. Sin embargo, en la época de paridera, el pastor tendrá que permanecer día y noche con las ovejas para ayudarlas en el parto si es necesario y tendrá que estar pendiente mientras las ovejas crían a sus corderillos para asegurarse de que todo marcha bien.
Oveja recién parida.
(c) Cristina Martín Peral.
Si se trata de ovejas lecheras, el pastor tendrá que ordeñarlas 1 ó 2 veces al día dependiendo de la producción de leche y de las costumbres de cada zona. También tendrá que limpiar todas las instalaciones, atender al ganado que no puede salir a pastar por diversos motivos, curar a los animales enfermos.....
Ovejas Latxas, una de las principales razas lecheras del mundo.
(c) José Antonio Uriarte.
El simple hecho de sacar a las ovejas a pastar al campo, ya requiere unos conocimientos enormes del ganado y del entorno en el que se desarrolla el pastoreo o "careo" como se suele conocer en muchas zonas rurales.
El recorrido tiene que cambiarse en función de la época del año, del clima e incluso del propio día, adelantándose a los acontecimientos meteorológicos para que el ganado este seguro y bien alimentado en todo momento.
Rebaño de ovejas en Salamanca.
(c) Deme González.
Podríamos escribir muchísimo sobre el tema, pero creo que con estas breves notas, ya queda claro que el oficio de pastor no es tan sencillo como parece y que no cualquiera puede ser pastor.
Cada vez que comamos cordero o queso de oveja y cada vez que nos pongamos una prenda de lana, recordemos que tras eso está un trabajador altamente cualificado: EL PASTOR.
Pastor con sus perros y una oveja.
(c) Miguel Alba.
No podemos terminar este artículo sin hablar de algún pastor en concreto para que nos sirva de ejemplo. Bien podríamos poner el caso de algún pastor actual, pero nos vamos a remontar bastante atrás en el tiempo para contar el caso de un pastor muy peculiar.
Hablaremos de D. Antonio Jiménez García (1810-1898), más conocido como "el Agüelo Viejo".
Antonio Jiménez García.
"El Agüelo Viejo"
Retrato realizado por Francisco Martín Rivera.
Como era habitual en la época, desde los 7 años ya se ocupaba de ayudar a su padre en las tareas del ganado y con tan sólo 11 años, al quedar huérfano de padre, tuvo que hacerse cargo de todo el ganado familiar al ser el mayor de los hermanos.
Antonio fue ganadero y pastor toda su vida pero, además de eso, fue escribiente, secretario del Ayuntamiento y alcalde con tan sólo 23 años.
Fue también diputado provincial de Cáceres por el partido judicial de Jarandilla, preocupándose especialmente por la mejora de las comunicaciones y la educación infantil.
Antonio Jiménez junto a su esposa Josefa Santos en 1890.
(c) Colección Antonio Leandro de la Calle Jiménez.
La Reina Isabel II de España le otorgó el título de Caballero de la Real y Distinguida Orden de Carlos III.
Hombre profundamente religioso, fue un gran benefactor de la parroquia de Nuestra Señora del Socorro hasta tal punto que el Papa León XIII le concedió una Indulgencia Plenaria Perpetua para él y sus descendientes hasta la cuarta generación.
A título póstumo, la Reina Regente María Cristina alabó la labor de tan insigne personaje.
Durante su vida, tuvo vacas, cabras y también un buen rebaño de ovejas, ocupándose mientras pudo del pastoreo y cuidado de sus animales. Por ello, antes de morir dijo a sus hijos:
- Poned en mi lápida que fui algún tiempo pastor. Luego ya ponéis lo que queráis.
Lápida de don Antonio Jiménez García.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.
Este hombre podía haber presumido de muchas cosas, pero de lo que más orgulloso se sentía era de haber sido pastor.
Dedicado a todos los pastores que lean este artículo.
Fdo: Silvestre de la Calle García.
Técnico Forestal.
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