LA AVILEÑA GALANA

Hoy hablaremos de una variedad no reconocida oficialmente la raza Avileña-Negra Ibérica: la GALANA.
Conocida también con los nombres de JARDA o BURRACA (Burraca = Urraca), se trata de vacas con un particular pelaje blanco y negro muy característico.
El nombre castellano más aceptado y "correcto" es BERRENDA, aunque como veremos, puede dar lugar a confusión.

Avileña Galana
San Martín de la Vega del Alberche (Ávila)
(c) Silvestre de la Calle García.

Para los antiguos expertos como el gran Antonio Sánchez Belda, la Avileña Galana debe ser:
Capirota, aparejada y botinera de las cuatro extremidades.
Esto quiere decir que el animal deberá ser enteramente negro, presentando blancos el espinazo, la parte inferior del cuerpo sin superar el esternón por delante ni la ubre o los testículos por detrás y la parte superior de las patas por encima de la articulación. Por los lados, el color blanco no superará la mitad de la panza. La cola será también blanca.

Avileña Galana subiendo la calzada romana del Puerto del Pico (Ávila).
Cañada Real Leonesa Occidental.
(c) Silvestre de la Calle García.

Vacas de este tipo siempre se encontraron de forma esporádica en el seno de la raza Avileña, puesto que es una mutación producida por un gen recesivo. 
Sin embargo, no eran muy abundantes y salvo en rarísimas excepciones, no formaban vacadas homogéneas, sino que aparecían de forma aislada o en pequeñísimos lotes dentro de la gran masa negra de la raza.

Vaca Galana portando un gran cencerro o zumba.
Cuevas del Valle (Ávila).
(c) Silvestre de la Calle García.

Tradicionalmente, cuando nacían ejemplares con esta capa en ganaderías de Avileño que seleccionaban rigurosamente la capa negra, eran vendidos para carne o si eran machos, se recriaban y castraban para utilizarlos como mansos o cabestros o bien para domarlos y utilizarlos como bueyes de labor que destacaban por su bonito pelaje.
Algún vaquero caprichoso, dejaba alguna vaca con esta capa pero no de forma generalizada, ya que lo que se pretendía era obtener ganado negro.

Yunta Galana en las eras de Barajas de Gredos (Ávila)
(c) Silvestre de la Calle García.

A la hora de diferencias de otras razas surge un verdadero problema. Esta capa o coloración es relativamente frecuente en diversas razas emparentadas entre sí y que forman parte del denominado TRONCO IBÉRICO. 
Es la capa única de la raza Berrenda en Negro aunque con patrones muy variables.
Tradicionalmente fue bastante común en el seno de la raza Morucha aunque hoy no se acepte y podía aparecer también esporádicamente en la raza Negra Serrana.
En la mítica raza de Lidia, también aparece con relativa frecuencia. Es de sobra conocida la policromía de esta raza española.

Vaca Galana con su ternera en el Puerto del Pico (Ávila)
(c) Silvestre de la Calle García.

Por ello, no todas las vacas que presentan esta capa son Avileñas puras, aunque no obstante, las hay aunque son sumamente escasas y muchas veces deberíamos recurrir a estudios genéticos para conocer su verdadero origen ya que en los cruzamientos, la capa berrenda prevalece sobre la capa simple, por lo que muchas veces vemos preciosas vacas con esta capa pero realmente no son Avileñas.

Vaca Galana de origen mestizo.
Navalosa (Ávila)
(c) Silvestre de la Calle García.

Surge también un problema con la raza más numerosa de España y que en algún momento fue numerosísima en el área de distribución de la Avileña: La Frisona.
Estas vacas lecheras de gran producción fueron intensamente criadas en los terrenos de la Avileña. Todas las familias vaqueras de estas zonas tenían algún ejemplar para abastecerse de leche para el consumo e incluso para la venta, llegando a constituir un ingreso extra para las familias.

Ángel de la Calle Vicente ordeñando a una vaca Frisona.
Guijo de Santa Bárbara (Cáceres)
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Hubo un tiempo antes de la introducción de los toros especializados para la producción cárnica, en que los sementales Frisones fueron cruzados intensamente con la Avileña para dar lugar a las populares vacas "mixtas" que eran excelentes criadoras y muy rústicas.
Era muy frecuente encontrar vacas blancas y negras en las vacadas Avileñas que poco tenían de Galanas.
Aunque cada vez se encuentran menos, especialmente en las vacadas más selectas, todavía se pueden ver algunas en ganaderías mestizas.

Vaca blanca y negra de origen mestizo en la calzada romana del Puerto del Pico (Ávila).
Como vemos, su morfología recuerda a la raza Avileña pero se ve claramente que es un animal mestizo.
(c) Silvestre de la Calle García.

Vaca Galana de clarísima ascendencia Frisona en Guijo de Santa Bárbara (Cáceres)
(c) Silvestre de la Calle García.

Actualmente, hay muchos problemas para diferenciar una Galana auténtica de otra que no lo es. 
Incluso un auténtico experto puede ser incapaz de distinguirlas. Muchas veces se adquieren toros de raza Berrenda en Negro o simples mestizos sin raza definida con la idea de obtener terneras mestizas de capa blanca y negra que se dejan como reproductoras por su bonito pelaje que, en muchas ocasiones, es idéntico al de las primitivas Avileñas Galanas.

Precioso ternero Galano en Guijo de Santa Bárbara (Cáceres)
En este pueblo siempre han sido abundantes las vacas de este pelaje, conociéndose como JARDAS.
(c) José Miguel Jiménez Díaz. 

¿Cuál es pues la solución?
Pues buscar las auténticas Galanas que queden y tras realizar exhaustivos estudios genéticos ver si es factible que sean reconocidas como variedad de la raza Avileña.

José Andrés Torres guía una yunta de bueyes por la calzada romana del Puerto del Pico (Ávila).
Uno de los bueyes es Galano y el otro Bardino.
(c) Silvestre de la Calle García.

Nosotros, por nuestra parte, dejamos abierto el debate sin ánimo de ofender al ganadero que lea este artículo.
Queremos dar a conocer un antiquísimo bovino que existió en nuestras serranías como nos cuentan nuestros viejos vaqueros y animamos a los ganaderos que crean tener Avileñas Galanas de pura raza a que luchen por conservarlas sin cruzarlas con toros extraños.

Becerras Jardas en Guijo de Santa Bárbara (Cáceres)
(c) José Miguel Jiménez Díaz.

Terminar este artículo sin el testimonio de algún viejo ganadero de la Sierra de Gredos, sería un auténtico pecado.
Hablamos con Máximo Rellán Hernández, de San Martín de la Vega del Alberche (Ávila), quien durante años fue vaquero en la mítica ganadería de "Los Reginos":
Aunque las vacas que había aquí de siempre eran negras y beciblancas, también salían algunas bardinas y galanas. A la mayoría de los vaqueros no les gustaban y las becerras que salían de esos colores, se vendían para carne aunque a veces se dejaban algunas.
Yo he conocido de siempre vacas galanas en estos pueblos aunque es verdad que no salían muchas.

Maxi posa junto a una yunta Galana en las eras de Barajas de Gredos (Ávila)
(c) Silvestre de la Calle García.


Bibliografía y fuentes consultadas:
- Sánchez Belda, A. (1983) La raza bovina Avileña-Negra Ibérica. (Madrid) Ministerio de Agricultura.

Fdo: Silvestre de la Calle García. 
Técnico Forestal.



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