domingo, 10 de julio de 2022

ALPACAS DE CAMPOO

Cantabria es una comunidad autónoma que siempre ha destacado por su riqueza ganadera. Al pensar en esta región del norte de España, nos vienen a la cabeza verdes prados donde pastan vacas blanquinegras (Pintas) pero en Cantabria hay mucho más. Hay hasta....¿Camellos?
Realmente no hablaremos de camellos en el sentido estricto de la palabra pero sí de un interesante animal perteneciente a su familia: LA ALPACA.


Alpacas en un prado
(c) Miguel Alba Vegas.

Antes de nada, expliquemos qué es una alpaca.
La alpaca es un mamífero artiodáctilo como las vacas o las ovejas pero perteneciente a la familia de los camélidos. 
Esta familia se subdivide en dos grandes grupos: los camélidos del Nuevo Mundo (llama, alpaca, guanaco y vicuña) y los camélidos del Viejo Mundo (camello bactriano, camello doméstico y dromedario).

Alpaca con su cría.
(c) Alpacas de Campoo.

Los camélidos son rumiantes muy primitivos que se originaron en América del Norte hace millones de años, extendiéndose después a Asia y América del sur. Posteriormente y ya en épocas históricas y en estado de domesticación, se extenderían a África, Oceanía y Europa.
Fueron piezas muy codiciadas por los cazadores paleolíticos para convertirse luego en animales domésticos insustituibles en algunas de las regiones más inhóspitas del mundo como los fríos desiertos de Asia Central, los calurosos desiertos de Arabia y África y el altiplano de Los Andes.

Las alpacas están muy adaptadas al frío y la nieve.
(c) Alpacas de Campoo.

Los camélidos del Nuevo Mundo, se distribuyen por América del Sur, principalmente en la Cordillera de los Andes y la Patagonia.
Mientras que el guanaco y la vicuña viven en estado salvaje, llamas y alpacas fueron domesticadas hace más de 6000 años.
Existe una gran controversia sobre el origen de estas especies. Tradicionalmente, se consideraba que la llama descendía del guanaco y la alpaca de la vicuña pero esto se discute mucho hoy. 
Así, mientras unos autores asignan a la alpaca el nombre científico de Lama pacos otros le asignan en el de Vicugna pacos.

Alpaca.
(c) Alpacas de Campoo.

Sea como fuere, la alpaca es un animal de tamaño medio con una alzada a la cruz de unos 90 cm y un peso de 50-70 kilogramos. Presenta un cuello largo y unas pequeñas orejas erguidas.

Alpaca con su cría.
(c) Alpacas de Campoo.

Presentan como característica singular unos dientes incisivos de crecimiento continuo como los roedores, lo que hace que sean muy longevas al no sufrir tanto el desgaste dentario como otros herbívoros. 

Detalle de los dientes de una alpaca.
(c) Alpacas de Campoo.

Posee una finísima lana de 20 a 38 micras dependiendo de la raza y del manejo. Encontramos dos razas principales:
- Huayaca: Más grande, con vellón de fibras más cortas y tupidas y muy resistente al frío. Es la más numerosa.
- Suri: De pelo largo, rizado y más fino pero menos resistente al frío.

Jóvenes alpacas Huayaca.
(c) Alpacas de Campoo.

Cuando los conquistadores españoles llegaron a América en el siglo XVI, encontraron numerosas especies de animales domésticos como pavos, patos mudos, perros, conejillos de indias, llamas y alpacas.
Las llamas eran utilizadas como animales de carga, para la producción de lana y para la producción de carne mientras que las alpacas no se empleaban como animales de carga sino que eran apreciadas por su valiosa fibra, mucho más fina que la de las llamas y más abundante que la de las vicuñas salvajes, que se capturaban para esquilarlas por la finísima lana que poseen.

Alpacas.
(c) Alpacas de Campoo.

En el siglo XVI, España era el principal productor de lana fina del mundo, procedente de la simpar oveja Merina, por lo que las alpacas interesaron poco a los españoles.
Siguieron siendo criadas en el altiplano andino por los habitantes locales y no sería hasta los siglos XIX y XX cuando comenzasen a extenderse por el mundo a países como Sudáfrica, Australia, Reino Unido e incluso España.

Ovejas Merinas.
(c) Miguel Alba Vegas.

Pero ¿Qué hacen estos animales en Campoo?
Campoo-Los Valles es una comarca situada al sur de Cantabria, en nacimiento del río Ebro. Está formada por los siguientes municipios:
Campoo de Enmedio, Campoo de Yuso, Hermandad de Campoo de Suso, Las Rozas de Valdearroyo, Pesquera, Reinosa, San Miguel de Aguayo, Santiurde de Reinosa, Valdeolea, Valdeprado del Río y Valderredible.
El clima de esta comarca es diferente al del resto de Cantabria, al encontrarse en un punto de transición entre el clima oceánico y el mediterráneo continental. 
En Reinosa, capital de la comarca, se registran unas precipitaciones medias anuales de 1000 mm. y una temperatura anual de 8,2ºC.

Alpaca con su cría en la nieve.
(c) Alpacas de Campoo.

Comarca ganadera desde tiempo inmemorial, destacó en épocas pasadas por su ganadería bovina contando con su propia raza autóctona, la Vaca Campurriana, semejante a la Tudanca pero de mayor corpulencia y capa más oscura, siendo muy apreciada para el trabajo y exportándose sus bueyes a Castilla.

Vaca Tudanca.
Pariente de la Campurriana.
(c) Miguel Alba Vegas.

Hace 7 años, unos ganaderos de esta comarca decidieron criar alpacas. Los comienzos no fueron fáciles pues, aunque ya había alpacas en Cantabria, existía un gran desconocimiento de la especie y hubo que esperar para tener todos los permisos necesarios.
Hace 5 años, pudieron adquirir los primeros ejemplares: 2 hembras y un macho castrado. Aunque nacidos en Inglaterra, estos animales llevaban ya tiempo en España y estaban plenamente aclimatados.
Así nació ALPACAS DE CAMPOO.

Alpaca.
(c) Alpacas de Campoo.

Poco a poco fueron llegando más animales al rebaño inicial, que hoy cuenta con 11 ejemplares: 9 hembras adultas y 2 sementales.
Animales sumamente rústicos, sobrios y resistentes, se han adaptado perfectamente al clima de Campoo porque en cierta medida es bastante parecido al suyo. En su región de origen pueden sobrevivir en zonas muchos más altas y de clima mucho más frío y seco, pero en Campoo viven a 800 metros de altitud y se encuentran "como en casa".

Alpacas en invierno.
(c) Alpacas de Campoo.

El manejo de estos animales es sumamente sencillo ya que por su resistencia pueden permanecer la mayor parte del año al aire libre alimentándose en praderas.
Para ello, la finca se encuentra dividida en parcelas de pequeño tamaño en las cuales las alpacas van pastando de forma rotacional permitiendo así la regeneración del pasto y del suelo antes de volver a dicha parcela.

Alpacas en una parcela de pastoreo.
(c) Alpacas de Campoo.

En invierno, cuando la nieve cubre los pastizales, lo cual es muy habitual en Campoo, los animales reciben alimentación complementaria a base de hierba seca, alfalfa y pienso especial, contando con cobertizos para protegerse de las inclemencias meteorológicas.

Alpacas alimentándose en un cobertizo.
(c) Alpacas de Campoo.

Si el manejo alimentario es sencillo, el manejo reproductivo tampoco presenta grandes inconvenientes. Los machos permanecen generalmente separados de las hembras con el fin de que la paridera tenga lugar en el momento más adecuado.

Macho separado de las hembras.
(c) Alpacas de Campoo.

Tras unos 11 meses de gestación, la hembra da a luz a una única cría a la que alimenta durante varios meses.
El aspecto de las pequeñas alpacas recuerda al de un peluche.

Alpaca amamantando a su cría.
(c) Alpacas de Campoo.

2 veces al año, las alpacas son desparasitadas y con la llegada del calor se esquilan al igual que las ovejas para obtener la preciada fibra.
Cada alpaca produce entre 3 y 4 kilogramos de lana. El esquileo se realiza a máquina.

Esquilando una alpaca.
(c) Alpacas de Campoo.

La lana, una vez limpia y seleccionada, se envía a hilaturas de Francia y Bélgica donde se transforma en hilo de diversos grosores que es devuelto a la explotación de origen.

Hilo de alpaca listo para tejer.
(c) Alpacas de Campoo.

El hilo es utilizado para la confección de diversas prendas como gorros, chaquetas, ponchos, guantes, mantas y gran variedad de prendas para bebés.
Por su gran finura, la lana de alpaca "no pica" y por ello es ideal para confeccionar ropa para bebés.

Prendas confeccionadas con lana de las ALPACAS DE CAMPOO.
(c) Alpacas de Campoo.

CONCLUSIÓN.
La alpaca se está convirtiendo poco a poco en una especie doméstica más entre nosotros.
No debemos pensar en ella como una amenaza para nuestra ganadería local, sino todo lo contrario puesto que permite diversificar las producciones, haciendo así más rentables las explotaciones ganaderas al no depender únicamente de un sólo animal o producto.

Alpacas en un prado.
(c) Alpacas de Campoo.

Por sus particulares características a la hora de pastar, las alpacas pueden asociarse a otras especies como el ganado bovino para aprovechar de manera más eficiente el pasto al ser capaces de consumir hierbas más cortas y duras.

Alpacas pastando.
(c) Alpacas de Campoo.

Es normal que pensemos en ellas como animales exóticos pero tenemos que tener en cuenta que, por extraño que parezca, animales como la oveja o la gallina fueron un día especies exóticas en nuestras latitudes y hoy no podemos imaginarnos un pueblo español sin ovejas ni gallinas.
Las alpacas han llegado para quedarse y yo creo que podemos hacerles un huequito en la cuadra ¿no os parece?

Las albarcas, calzado tradicional del pueblo cántabro.
Al fondo, las alpacas pastan plácidamente.
(c) Alpacas de Campoo.

* NOTA: No dudéis en contactar con ALPACAS DE CAMPOO a través de Facebook o Instagram para adquirir sus productos.

AGRADECIMIENTOS.
Quiero agradecer a ALPACAS DE CAMPOO su gran amabilidad a la hora de aportarme información y fotografías para ilustrar este artículo.

Por su puesto, agradecer también mi gran amigo MIGUEL ALBA VEGAS, extraordinario fotógrafo ganadero, por ceder siempre sus fotografías de manera desinteresada y por haberme dado la idea para escribir este artículo.

Fdo: Silvestre de la Calle García.
Técnico Forestal.





















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