domingo, 31 de julio de 2022

LA MIERA

Durante miles de años, los ganaderos han utilizado plantas medicinales y remedios naturales para curar las enfermedades y dolencias de los animales.
Eran expertos conocedores del medio en el que vivían y sabían las utilidades de cada planta.
Uno de los remedios más utilizados para curar diversas afecciones de ovejas y cabras fue LA MIERA.

Cabra lamiendo sal con miera.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

La miera, también conocida como aceite de cada o aceite de enebro, es un líquido semejante al aceite de oliva, de color oscuro y fuerte olor.
Se obtiene por destilación seca o quema controlada de las ramas y raíces del oxycedro o enebro de la miera (Juniperus oxycedrus), arbusto o arbolillo de la familia de las cupresáceas.
El enebro de la miera crece en suelos pobres y pedregosos prefiriendo las regiones de clima seco y soleado por lo que en las zonas de montaña busca las laderas más abrigadas y orientadas al sur.



Arriba: Enebro de la miera.
Abajo: Ramilla con frutos.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

El proceso de elaboración tradicional de la miera, era el siguiente.
Se elegían enebros bastante viejos por ser los más "cargados" de resina. Dividida la madera en astillas, se colocaba en el interior de hornos especiales de gran tamaño y forma semiesférica con un orificio en la parte superior para regular la salida del humo.



Arriba: Vista exterior de un horno de la miera.
Abajo: Detalle del orificio de salida de humo en la falsa cúpula.
Losar de la Vera (Cáceres).
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

El horno tenía una pequeña puerta de acceso. El piso interior estaba debidamente enlosado y contaba con un canalillo para permitir la salida de la miera.
Cuando el horno estaba lleno, se encendía y se controlaba la entrada de aire por la puerta y por el orificio de la cubierta para que la combustión fuese lo más lenta posible.

Detalle del interior del horno donde se aprecian las paredes ennegrecidas por el efecto del humo.
Losar de la Vera (Cáceres).
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

El líquido salía al exterior y era envasado en cántaros para su posterior distribución a los ganaderos que conservaban la miera en recipientes de cuerno denominados liaras para facilitar su transporte y utilización.

"Liara" o "aceitera".
Cuerno utilizado por los pastores para guardar y transportar líquidos.
(c) Silvestre de la Calle García.

La miera era utilizada fundamentalmente para desparasitar al ganado menor. En el caso de las ovejas, era muy utilizada para tratar la sarna o roña, enfermedad parasitaria producida por el ácaro Psoroptes ovis. Esta enfermedad, terriblemente contagiosa, producían grandes pérdidas ya que el animal perdía mucha lana y la que quedaba se depreciaba.
Los pastores debían estar atentos y revisar a las ovejas cada mañana y cada noche cuando salían del redil y ante la más mínima sospecha de que alguna tuviese roña, actuar con rapidez retirando la lana infectada y aplicando un chorrito de miera con la liara.

Rebaño de ovejas merinas trashumantes.
(c) Miguel Alba Vegas.

También era utilizada para combatir los vermes o gusanos intestinales que afectaban tanto a cabras como a ovejas.
En este caso, como el producto debía aplicarse internamente, se mezclaba la miera con sal para que el ganado la comiese, ya que por su sabor y olor amargo es muy difícil que la consuman directamente. Algunos pastores intentaban dársela a algún animal una cucharadita de miera pero normalmente se negaban a comerla.
Por ello, se echaba un chorrito de miera en la sal y se mezclaba hasta que la sal tuviese un tono parduzco semejante al café.

Mezcla de sal y miera.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

La mezcla de miera y sal se disponía en los lugares habituales donde se suministraba sal al ganado como en las tradicionales "saleras", "salegas", "alegas"... grandes losas de piedra a menudo con pequeños orificios donde se repartían puñados de sal seca para que la lamiese el ganado.

Oveja lamiendo sal en una salega.
(c) Silvestre de la Calle García.

También podía distribuirse en pesebres de madera conocidos como "gamellas", "gamellones", "camellones"... que facilitaban su movilidad y posterior limpieza.

Mezcla de sal y miera en un camellón de madera.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Con el paso del tiempo, la miera cayó en desuso dado su complejo proceso de fabricación pues se necesitaba realizar un gran esfuerzo para obtener una reducida cantidad de producto. Además aparecieron en el mercado preparados veterinarios como el clásico Zotal, ideal para desparasitar al ganado.
No obstante, aún hoy en día hay ganaderos que utilizan la miera pues conocen su probada eficacia durante siglos .
Es el caso de Alejandro Torralvo Gutiérrez, joven cabrero de la localidad de Guijo de Santa Bárbara que sigue mezclando la miera con sal para dársela a sus cabras y que de esa forma estén libres de parásitos.

Alejandro Torralvo Gutiérrez con su padre Florián Torralvo Sánchez.
Guijo de Santa Bárbara (Cáceres)
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Alejandro Torralvo Gutiérrez nos cuenta:
"La miera es un líquido del color del café y que huele muy fuerte. Por eso las cabras no lo quieren y hay que mezclárselo con la sal para engañarlas y que lo tomen.
Les viene muy bien para estar limpias por dentro y por fuera porque al no tener gusanos dentro, eso hace que la comida les siente mejor y que estén más fuertes y tengan mejor pelo y así tampoco crían bichos por fuera".

El aspecto de las cabras que consumen miera es magnífico.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

El uso de la miera nos revela una vez más el gran conocimiento que tienen los cabreros de las plantas y los remedios naturales. Ya hemos dicho en repetidas ocasiones en EL CUADERNO DE SILVESTRE que los cabreros son auténticos sabios y que su sabiduría merece ser conocida y preservada por todos.

Fdo: Silvestre de la Calle García.
Técnico forestal.



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