España ha sido siempre un país ovejero. Contamos con una gran variedad de razas autóctonas siendo sin lugar a dudas la Merina la más famosa de todas a nivel mundial por su finísima lana, su carne de gran calidad y por los quesos elaborados con su leche.
Pero existen otras muchas razas repartidas por el territorio peninsular y ambos Archipiélagos, siendo posiblemente una de las razas más curiosas la CANARIA DE PELO.
Oveja Canaria de Pelo.
(c) Fernando Martín González.
DENOMINACIÓN.
Como su propio nombre indica, esta oveja es autóctona de Canarias y en lugar de estar cubierta por un tupido vellón, posee pelo de color rojizo semejante al de las vacas, motivo por el cual es conocida también como Pelibuey en América Latina donde esta palabra no designa a una sola raza sino a un amplio conjunto de ovinos de pelo divididos en diversas razas.
En épocas pasadas, los ganaderos canarios las conocían como ovejas rapas.
Carnero Canario de Pelo.
(c) Fernando Martín González.
CARACTERÍSTICAS.
Ovinos de perfil subconvexo, eumétricos y mediolíneos.
Ambos sexos carecen de cuernos y presentan el pelo cubierto de pelo de longitud variable, apareciendo en ocasiones lana de forma vestigial en el dorso.
La coloración es rojiza con diversos grados de intensidad.
El formato oscila entre los 45-55 kilogramos en el caso de las hembras y los 60-80 kilogramos en el caso de los machos.
Carnero Canario de Pelo.
(c) Fernando Martín González.
ORIGEN E HISTORIA.
Antes de la Conquista del archipiélago Canario, los aborígenes ya mantenían ganado de diversas especies como cabras, ovejas, perros y cochinos.
Los conquistadores se sorprendieron al ver ovejas sin lana a las que describieron como "ovinos de pelo de capa blanca de gran tamaño, con tendencia al engrasamiento y con cuernos en algunas islas. Se mantenían en semilibertad y no se ordeñaban.
Corderos Canarios de Pelo.
(c) Fernando Martín González.
Los aborígenes canarios se vestían con pieles y fibras vegetales pero al llegar los españoles, creyeron oportuna la introducción de ovejas de lana para poder disponer de esta materia prima para la confección de prendas de vestir.
Estas ovejas, se cruzaron con las ovejas autóctonas de pelo que acabaron por ser desplazadas poco a poco hasta su total extinción.
Sin embargo, los Conquistadores llevaron a América ovejas de pelo pues se adaptaban mejor al clima tropical. Ya en su segundo viaje, Cristóbal Colón llevó estos ovinos a América.
Ovejas Canarias de Pelo.
(c) Fernando Martín González.
En 1990 cuando ya no había ovejas de pelo en Canarias, el empresario platanero Rodolfo Sicilia, importó de América ovejas Pelibuey. Para sorpresa de todos, un viejo cabrero del sur de Tenerife llamado José Rodríguez, de 104 años de edad, aseguró haber visto esas ovejas en Canarias hasta el año 1927 en la localidad de Ifonche y que eran conocidas como ovejas rapas.
Por tanto la oveja de Pelo "regresó" a Canarias después de haber salido 500 años antes, si bien ya no eran iguales puesto que habían recibido sangre de ovinos africanos y habían sido sometidas a selección natural y artificial en América.
Con todo, en 1997, la raza Canaria de Pelo fue reconocida como raza autóctona e incluida en el Catálogo Nacional de razas de ganado de España.
Corderos Canarios de Pelo.
(c) Fernando Martín González.
IMPORTANCIA Y EXTENSIÓN.
Inicialmente distribuida por Canarias tras su reintroducción en Tenerife, la raza comenzó a cobrar importancia en las zonas bajas de las islas occidentales, asociándose a los cultivos de plátanos.
Aunque extendida por todo el archipiélago, sigue siendo Tenerife la isla con más ejemplares.
Posteriormente, ha sido traída a la Península con gran éxito siendo frecuente en algunas Comunidades como Cantabria.
Ovejas Canarias de Pelo en Cantabria.
(c) Fernando Martín González.
CUALIDADES. Y APTITUDES.
La Canaria de Pelo es una raza rústica especialmente adaptada a vivir en zonas de clima tropical.
El motivo de su reintroducción en España fue la búsqueda de un animal que consumiese todos los subproductos generados en el cultivo de plátanos y que produjese estiércol para utilizarlo como abono. Tradicionalmente se habían utilizado vacas para estos fines, pero se buscaba un animal más tranquilo y manejable.
Corderos Canarios de Pelo.
La gran docilidad caracteriza a esta raza.
(c) Fernando Martín González.
Reproducción.
La raza Canaria de Pelo puede entrar en gestación en cualquier época del año, teniendo lugar la primera cubrición en torno a los 11 a 15 meses por lo que el primer parto se produce entre los 16 y los 20 meses.
La prolificidad oscila entre 120 y 150 corderos por cada 100 partos y el intervalo entre partos es de unos 240 días.
Teniendo en cuenta la prolificidad relativamente alta y el intervalo entre partos, es posible obtener 2 ó más corderos por oveja y año, lo que aumenta la rentabilidad de la explotación.
Oveja Canaria de Pelo con sus corderos recién nacidos.
(c) Fernando Martín González.
Producción de carne.
Es la principal producción de la raza, siendo el tipo más representativo el cordero de 12 a 18 kilogramos de peso vivo con una edad de unos 90 días y un rendimiento en canal del 50%.
Corderos Canarios de Pelo.
(c) Fernando Martín González.
Producción de estiércol.
En las zonas dedicadas al cultivo en las islas Canarias, el abono animal es muy necesario dado que los suelos volcánicos tienen muy poca materia orgánica. Por ello, los agricultores procuran tener siempre ganado en las propias plantaciones para disponer de abundante estiércol.
Las ovejas son mantenidas en cobertizos adecuados para poder recoger la mayor cantidad posible de estiércol.
(c) Fernando Martín González.
EXPLOTACIÓN Y MANEJO.
En Canarias, estas ovejas son explotadas asociadas al cultivo de plátanos y otros productos, siendo alimentadas con subproductos agrícolas.
Forma rebaños de tamaño variable desde menos de 10 ovejas hasta más de 400.
En la Península Ibérica, es explotada en pequeños lotes más como curiosidad que como actividad comercial.
Ovejas Canarias de Pelo alimentándose.
(c) Fernando Martín González.
SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS DE FUTURO.
Oficialmente, la oveja Canaria de Pelo está considerada como una raza en peligro de extinción aunque poco a poco se va extendiendo por el archipiélago canario y por la Península.
Su rusticidad y buenas cualidades como productora de carne unido a la ausencia de lana que reduce los consabidos costes del esquileo, hacen de esta raza una de las más rentables para pequeños productores.
Oveja Canaria de Pelo con sus corderos.
(c) Fernando Martín González.
Además, su peculiar aspecto, diferente del de cualquier otra raza ovina española, hacen que sea muy atrayente como mascota o animal de compañía para casas de campo o alojamientos rurales donde sin duda alguna atraerá a todos los visitantes y especialmente a los más pequeños.
Lucía Martín con un cordero Canario de Pelo.
(c) Fernando Martín González.
AGRADECIMIENTOS:
A Fernando Martín González, ganadero de Cantabria.
- Bibliografía y fuentes consultadas:
Artículo sobre las razas ovinas Canarias en la revista PELLAGOFIO.
Esteban Muñoz C. (2003) RAZAS GANADERAS ESPAÑOLAS OVINAS. Colección FEAGAS.
Fdo: Silvestre de la Calle García.
Técnico Forestal.
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