martes, 2 de mayo de 2023

III FERIA AGROGANADERA DE CANDELEDA

La III Feria Agroganadera de Candeleda se ha celebrado entre los días 29 de abril y 1 de mayo de 2023 en la localidad abulense de Candeleda, congregando a un gran número de ganaderos, expositores y visitantes.


La localidad de Candeleda, situada a la vera de Gredos, se encuentra en la vertiente sur de la Sierra de Gredos, a los pies del Pico Almanzor, que con sus 2592 metros de altitud sobre el nivel del mar, es del punto más alto de la llamada antiguamente y con gran acierto Cordillera Carpetovetónica y hoy conocida simplemente como Sistema Central.

Cabras pastando en Candeleda.
Al fondo el Almanzor nevado.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Su término municipal, inmensamente rico, es muy adecuado para la agricultura de regadío aunque desde tiempos remotos, la principal actividad económica ha sido la ganadería, habiéndose encontrados restos arqueológicos que lo atestiguan en yacimientos como el Prao de la Carrera (poblado de la Edad del Bronce) y el castró vettón del Collado del Freíllo próximo al anejo de El Raso.

Castro de El Raso.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Sin lugar a dudas, los vettones que habitaron el castro del Raso antes de la dominación romana, fueron ganaderos y la cabra, fue la especie predominante.
Decir que criaban ya cabras VERATAS, la raza autóctona de la zona, es una temeridad puesto que el concepto raza se remonta solamente al siglo XVIII-XIX, pero posiblemente se tratase de cabras muy similares a las actuales Veratas, caracterizadas por su perfil recto o ligeramente cóncavo, proporciones medias y formato medio, presentando cuernos de gran desarrollo en ambos sexos en forma de espiral o de arco y capas variables: negra o morucha, castaña o revolada, cárdena...con diversas particularidades como carrileras, oriscanas...

Cabra Verata.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Pero centrémonos en la Feria Agroganadera de Candeleda, que este año ha celebrado su III Edición con un éxito sin precedentes.
Este importante evento ganadero al que acuden personas relacionadas con el sector de toda la Sierra de Gredos y áreas vecinas así como visitantes de numerosas localidades, supone un gran impulso para la economía de la localidad, celebrándose en lo que antaño fue el Centro de Fermentación de Tabaco del municipio.

Entrada a la feria.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

En el interior del edificio, hay varias secciones, encontrando en primer lugar la zona dedicada al escenario y a los expositores y puestos de productos agroalimentarios, como quesos, embutidos, artículos de equitación o la singular exposición de cencerros, donde Dionisio Galán Fraile, conocido como el afinador de cencerros, hizo demostraciones sobre esta singularísima actividad muy desconocida por la gente no vinculada al sector ganadero.
Resulta curioso que un gran artista como Dionisio, al igual que su hermano Ángel que destaca por las impresionantes tallas de madera que realiza, reciban el apodo de "Los Torpes", recibido de su padre, puesto que su madre pertenecía a la familia de "Los Guáchares".

Dionisio Galán Fraile, mostrando los distintos tipos de cencerros.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

La zona de exposición de ganado cuenta con dos áreas diferenciadas. 
En el interior, se encontraban expuestos los lotes de ganado caprino y ovino pertenecientes a diversas razas, destacando por encima de todas la cabra VERATA, autóctona de la zona y que pese a llevar el nombre de la comarca cacereña de La Vera, se ha criado desde tiempo inmemorial en Candeleda, pues la ganadería y la cultura no entienden de fronteras, creando así un hermanamiento entre las comarcas de La Vera cacereña y el Valle del Tiétar abulense.

Cabras Veratas de capa cárdena carrilera.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

No sólo se expusieron cabras Veratas sino otras razas caprinas criadas en el municipio o en la comarca como la Murciana-granadina, la Malagueña, la Florida a  la singular raza caprina Guisandera o Guisandesa, que se encuentra en gravísimo peligro de extinción al no existir más que un par de explotaciones. 

Raza Guisandera.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Especialmente llamativas para los visitantes y sobre todo para los más pequeños fueron las cabras de raza Enana que por su pequeño tamaño y su colorida capa, causan sensación en cualquier feria en la que se expongan.

Cabras enanas.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

En cuanto al ganado ovino, que siempre ha tenido gran importancia en Candeleda aunque sin llegar a eclipsar jamás al caprino, se expusieron excelentes lotes de razas como la Merina, la Merina Precoz, la Manchega, la Entrefina o Serrana que, siendo el resultado de diversos cruces es el tipo autóctono de estas sierras, la Ojalada o la Assaf.

Carnero Merino.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Llamó poderosamente la atención de los visitantes un pequeño lote de ovejas enanas. Estos animales suelen ser mestizos o pertenecer a la raza francesa Ouessant, considerada como una de las más antiguas del mundo pese a lo que pueda pensarse, estando directamente emparentada con las ovejas que criaron los celtas.

Carnero enano.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

En el exterior, y en corrales adecuados para su tamaño, se exponían los ejemplares de ganado mayor: vacuno, equino caballar, mular y asnal de diversas razas.
Bovino: Berrenda en colorado, Charolesa, Limusina, Blonda de Aquitania, Angus, Fleckvieh, Frisona y por supuesto Avileña-Negra Ibérica que es la raza autóctona de estas Serranías.
Equino caballar: Hispano-Bretón, Pura Sangre Árabe...
Asnal: Zamorano-Leonés.

Toro de raza Highland.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Pero sin lugar a dudas, las estrellas de la feria en cuanto a ganado mayor se refiere, fueron los tres descomunales bueyes presentados por la Real Cabaña de Carreteros de Gredos, animales que superan la tonelada de peso y los 170 cm de alzada.

Cordones, buey de 14 años de edad.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

A lo largo de los días de la feria, se han realizado actividades de todo tipo como talleres de ordeño a mano y elaboración de queso, esquileo de ovejas con tijera a la manera tradicional, herraje tradicional de caballos, forja tradicional, elaboración de jabones de leche de cabra, manualidades infantiles, exhibiciones con perros careas de raza Carea Castellano-Manchego, exhibiciones ecuestres, exhibiciones con bueyes...

Maribel Sánchez Vadillo con sus jabones artesanos de leche de cabra.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Además, hubo ronda folklórica que jamás puede faltar en Candeleda, conciertos de flamenco, degustaciones de cabrito y caldereta de cabra, conferencias sobre diversos aspectos del sector agropecuario...

La gran Manuela García Jara, conocida como "El Almirez de la Vera".
Una de las principales conservadoras del folklore tradicional de la Sierra de Gredos.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Como en ediciones anteriores, las exhibiciones llevadas a cabo por la Real Cabaña de Carreteros de Gredos, causaron gran admiración entre el público.
Carga de vigas en el carro, realización de una trilla tradicional, recorrido con el carro por las calles más representativas del municipio...

Juan Manuel Yuste e Isabel López unciendo los bueyes al carro.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

En su origen, la Real Cabaña de Carreteros fue una asociación creada en 1497 con el beneplácito de los Reyes Católicos Isabel I y Fernando V, quienes otorgaron una serie de privilegios a los carreteros de diversas zonas de Castilla por su participación en la Guerra de Granada, existiendo las Cabañas de Carreteros de la Serranía de Cuenca, la Sierra de Gredos y la de Burgos-Soria, que fue la más importante de todas.
Hasta la supresión de los privilegios reales y señoriales en 1836, la Real Cabaña de Carreteros realizó numerosos trabajos en beneficio de la Corona.
Posteriormente, los carreteros trabajaron por cuenta ajena hasta casi desaparecer pero en 2012 un grupo de entusiastas ganaderos abulenses, se propusieron retomar el trabajo con bueyes, participando hoy en ferias y eventos de numerosos pueblos de España.

Los bueyes por las calles de Candeleda.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Es todo un espectáculo ver a los bueyes, este año concretamente una yunta de bueyes Avileños de la variedad bardina, en grave peligro de extinción, recorriendo las principales calles de Candeleda, por la que en otros tiempos transitaron estos animales transportando todo tipo de productos desde las fincas o lugares lejanos a las casas o al mercado del pueblo, así como la piedra y la madera necesarias para la construcción de edificios públicos y particulares.

Isabel López y Juan Manuel Yuste con el carro de bueyes frente al Ayuntamiento.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

El casco antiguo de la villa de Candeleda cuenta con preciosos rincones en los que las fotografías con el carro de bueyes como parte central de la imagen, quedan realmente sublimes.
Frente al Ayuntamiento de la Villa o junto a la cercana Casa de Las Flores, pueden hacerse unas fotografías impresionantes.

Juan Manuel e Isabel con los bueyes frente a la Casa de las Flores.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Las calles de Candeleda son a menudo estrechas para los vehículos modernos pero los carros transitan por ellas sin problema alguno, sin duda porque cuando fueron trazadas se pensó justamente en que tanto los carros de bueyes y vacas o las caballerías que transportaban variadas cargas en sus serones, pudieran desplazarse por ellas sin problema alguno.
No obstante, la pericia del carretero es decisiva para guiar a los animales que ya no están muy acostumbrados a caminar por tales sitios.

Los bueyes por las calles de Candeleda.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

A mitad del recorrido, fue necesario realizar una parada junto a la fuente de la Plaza. Los bueyes son animales muy resistentes a la fatiga pero el calor les causa bastante molestia y todos sabemos que estos días de finales de abril y principios de mayo, no están siendo especialmente frescos por lo que personas y animales agradecen la cercanía del agua.

Carreteros y bueyes descansando en el pilón.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Una vez recuperados los bueyes y después de ser fotografiados por gran número de curiosos, tocaba deshacer el camino para regresar al recinto de la feria y continuar con las actividades previstas dejando atrás el pueblo de Candeleda y las crestas de la Sierra de Gredos peladas y desnudas de todo rastro de nieve, cosa rara aún estando en esta época del año.

Camino de vuelta.
Al fondo, la Sierra de Gredos.

Una de las principales tareas realizadas antaño por los bueyes y las vacas a lo largo y ancho de España y especialmente en las zonas de clima más seco, era la trilla del cereal.
Comenzaba esta actividad con la siega del cereal (trigo, cebada, centeno) y su posterior transporte hasta la era, donde una vez tendida la parva, se procedía a triturar la paja y a separarla del grano.

La trilla.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

En este caso, al hacer sólo una recreación, se utilizó paja ya trillada pero la actividad permitía a los visitantes hacerse una idea de cómo se realizaba en tiempos de sus padres y abuelos e incluso servir para que la gente mayor recordase su infancia, ya que esta actividad no se realiza actualmente salvo en muy pocos lugares. No obstante, las fiestas de la trilla son cada vez más populares durante los meses veraniegos.
Por ejemplo, la Real Cabaña de Carreteros de Gredos realiza la fiesta de la trilla en la localidad de Barajas de Gredos el fin de semana siguiente al 17 de agosto.

La yunta de bueyes en la parva.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

La trilla tenía lugar en los meses de verano. Para ello, una vez extendida la paja en la era se uncía a los bueyes con el yugo y se unía este al trillo, que es un tablero que en su parte inferior tiene cuchillas y trozos de pedernal. En trillo se une al yugo con un palo largo denominado cañizo.

Bueyes con el trillo y el cañizo.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Sobre el trillo debía ir montada una persona para ir guiando a los bueyes y dando pequeños saltos para evitar que se formasen rulos con la paja o se arrollase la parva.
Esta tarea podía ser realizada por niños o por mayores. Al ser la trilla de la feria de Candeleda una actividad demostrativa, se permitió a los niños montar en el trillo, algo que les encantó.

Los niños montados en el trillo.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Como la gente no conoce ciertos, aspectos sobre los bueyes, la carretería, la Real Cabaña de Carreteros y otros aspectos relacionados con el trabajo realizado por los bueyes, algún miembro de la Real Cabaña de Carreteros de Gredos, generalmente Alfonso Vegas García, suele dar explicaciones mientras se realiza la actividad. Sin embargo, durante la trilla realizada este año, las explicaciones fueron dadas por Silvestre de la Calle García.

Silvestre de la Calle García.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Pero como decimos, también la gente mayor montaba en el trillo y en esta ocasión el excelentísimo alcalde de Candeleda D. Carlos Montesino Garro quiso también montar en el trillo, mostrando de esta forma su implicación a la hora de conservar los oficios tradicionales para fomentar así la realización de eventos tan importantes como esta Feria.

Isabel López dirige la yunta mientras montan en el trillo Silvestre de la Calle y D. Carlos Montesino.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

El punto final de la feria fue la entrega de premios a los ganaderos de raza caprina Verata que participaban en el concurso de la raza, recibiendo un diploma de agradecimiento, productos típicos y una estatuilla que representaba una cabra.

Los criadores de cabra Verata.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

El resto de ganaderos participantes, tanto los que habían expuesto cabras de otras razas como los que habían expuesto ovejas, vacas, caballos, burros y mulos, también recibieron un diploma de agradecimiento y un lote de productos típicos.

Foto de familia de todos los premiados.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

También se otorgó un reconocimiento especial a Dionisio Galán Fraile, afinador de cencerros, por participar siempre de manera desinteresada en todas las actividades culturales y especialmente en aquellas dedicadas al sector ganadero que se realizan en la localidad de Candeleda y como no podía ser de otra forma, recibió como regalo un bonito cencerro de manos del alcalde.

Dionisio recibiendo su cencerro.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

La Feria Agroganadera de Candeleda se ha convertido ya un importante evento a nivel nacional, pues aunque no se realicen en ellos subastas ganaderas ni numerosos concursos morfológicos de las razas de ganado que participan en ella, constituye un importante punto de encuentro para los ganaderos de la zona que pueden intercambiar opiniones y conocimientos acerca de la difícil situación que atraviesa el sector a la vez que la exposición de ganado constituye un auténtico escaparate de sus explotaciones para que sean conocidas por ganaderos de otros pueblos o regiones que visitan la feria.

Cabras Veratas.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Del mismo modo, la feria tiene una gran importancia para dar a conocer a empresas del sector y que puedan comercializar sus productos, siendo fundamental la labor de divulgación de la cultura tradicional y los oficios antiguos permitiendo que puedan ser conocidos por los visitantes, tanto niños como mayores y muy especialmente los niños candeledanos, para que así puedan conocer como vivían sus padres y sus abuelos que, en estos eventos pueden también recordar las labores que hicieron en otros tiempos y las razas ganaderas que criaron.

Muchos años han pasado desde que se dejó de trillar en Candeleda con bueyes...
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

COMENTARIO PERSONAL DEL AUTOR.
La Feria Agroganadera de Candeleda tiene gran importancia para este blog al poder hablar en ella con numerosos amigos ganaderos que son grandes colaboradores de EL CUADERNO DE SILVESTRE como por ejemplo Maribel Sánchez Vadillo y Jesús Carreras Delgado de El Raso, Fidel García Blázquez de Guisando, Diego Torres de Navarredonda de Gredos o Juan Manuel Yuste Apausa e Isabel López Arrabé de Barajas de Gredos.

Jesús Carreras Delgado.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Ha sido un orgullo ver como el excelentísimo Ayuntamiento de Candeleda y la Organización de esta III Feria Agroganadera de Candeleda ha reconocido el buen hacer y el trabajo realizado por estos ganaderos que además de conservar razas autóctonas y sistemas tradicionales de explotación, permiten el mantenimiento de la cultura, las tradiciones y el medio ambiente de la Sierra de Gredos.

Diego Torres recogiendo uno de sus premios.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

El motivo de dar tanta visibilidad a la REAL CABAÑA DE CARRETEROS DE GREDOS es porque desde que se comenzó a escribir este blog hace ya más de 2 años, sus miembros han colaborado activamente conmigo, algo que es de agradecer.

Juan Manuel Yuste, Isabel López y Silvestre de la Calle.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Desde EL CUADERNO DE SILVESTRE agradecemos al Ayuntamiento de Candeleda la organización de este evento y animamos a que se siga celebrando para dar visibilidad a nuestras razas autóctonas y la cultura tradicional asociada a ellas.

Unciendo los bueyes den Candeleda.
Al fondo, la Sierra de Gredos.

Nota final:
No podía despedirme de la III Feria Agroganadera de Candeleda sin hacerme una foto con dos novillas Frisonas, "suizas" como se las llama en mi pueblo y en todo Gredos, puesto que son las vacas que durante décadas criaron mis bisabuelos y mis abuelos y las que había en mi casa cuando yo era niño. Aunque sean una raza introducida, llevan muchos años criándose en España y han tenido una gran importancia económica, social, histórica y cultural, mereciendo nuestro reconocimiento.

El autor con las novillas frisonas.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Fdo: Silvestre de la Calle García.
Técnico forestal.

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