domingo, 9 de julio de 2023

LA VACA CACHENA

Una de las razas bovinas más singulares de la península Ibérica es sin lugar a dudas la CACHENA.
Su pequeño tamaño y su peculiar morfología hacen que sean inconfundible y que llame la atención a todos los que ven por primera vez a estos bovinos que no se parecen a ninguna otra raza española aunque en Portugal sí que existe raza hermana muy conocida denominada Barrosã.

Vaca Cachena.
(c) David Outeiro Fernández.

DENOMINACIÓN Y SINÓNIMOS.
La raza es conocida oficialmente tanto en España como en Portugal con el nombre de CACHENA, que en gallego significa "pequeña".
También ha sido mencionada en la bibliografía como Pisca y Galluda, si bien estas denominaciones tienden a desaparecer.

Vaca Cachena.
(c) David Outeiro Fernández.

CARACTERÍSTICAS GENERALES.
Agrupa animales de perfil cóncavo o ligeramente recto, proporciones tendentes al acortamiento y formato muy pequeño.
Expresión cefálica inconfundible con cuernos de gran desarrollo en ambos sexos.
Capa castaña con diversas particularidades.

Vacada en pastoreo.
(c) David Outeiro Fernández.

MORFOTIPO.
Cabeza con pequeña, con perfil cóncavo. Órbitas poco salientes, cara larga en la hembra y más corta en el macho terminada en morro ancho.
Orejas horizontales y con abundante pilosidad interior.
Cuernos muy desarrollados que nacen en la línea de prolongación de la nunca para dirigirse primero hacia los lados, luego hacia adelante y después hacia arriba, abriéndose hacia afuera en los ejemplares más viejos. Sección elíptica, de color blanco nacarado con las puntas oscurecidas.

Vaca Cachena.
(c) David Outeiro Fernández.

Cuello corto y con abundante papad.
Tronco robusto y redondeado, con línea dorsolumbar recta o ligeramente ensillada.
Grupa ancha y recta, algo levantada en la región sacra con nacimiento de la cola un poco adelantado pero no muy curvado.
Pecho ancho, tórax profundo y costillares arqueados.
Ijares extensos y vientre voluminoso.
Muslos y nalgas poco desarrollados.
Extremidades bien proporcionadas y terminadas en pezuñas pequeñas y duras de color negro.
Testículos bien desarrollados en los machos y ubre con buena conformación en las hembras aunque de escaso volumen como corresponde a una raza rústica de montaña.


Vaca adulta.
(c) David Outeiro Fernández.

La piel es fina con pelo corto y tupido en verano y más largo en invierno, lo que le permite sobrevivir en zonas de alta montaña.
La capa es castaña con decoloraciones alrededor del morro, los ojos y las zonas distales de las extremidades.

Vaca adulta.
(c) David Outeiro Fernández.

En los toros, la capa es más oscura, especialmente en el tercio anterior, presentando una mancha negra alrededor de los ojos.
Como todos los toros pertenecientes al denominado tronco Castaño o Cántabro, presentan la "cúpula" o fondo de la bolsa testicular de color negro. 

Toro adulto.
(c) Vaca Celta.

Los machos castrados o bueyes, presentan una coloración muy similar a la de las vacas debido a la ausencia de hormonas masculinas motivada por la castración a edades tempranas. Sin embargo, si se castran después de la pubertad, mantienen una capa similar a la de un toro.

Buey adulto.
(c) Vaca Celta.

Formato variable aunque dentro de límites bajos, siendo la raza ibérica más pequeña de todas, especialmente los ejemplares que viven en la pelada Serra do Xurés en la comarca ourensana de Baixa Limia, en el límite con Portugal.
Las hembras adultas miden entre 90 y 120 cm de alzada y los machos entre 100 y 130 cm de alzada con pesos que varían entre los 380 kilogramos en las hembras y los 585 kilogramos en los machos adultos.

Vaca adulta.
(c) David Outeiro Fernández.

ORIGEN E HISTORIA.
La Cachena pertenece al tronco bovino Castaño o Cántabro guardando grandes semejanzas con razas vecinas de España (Limiá, Frieiresa, Vianesa, Alistana-Sanabresa...) y Portugal (Barrosã, Mirandesa, Arouquesa...)
Se trata de antiquísimos bovinos autóctonos que en épocas remotas recibieron influencia del ganado del Tronco Podólico que puebla las estepas de Europa Oriental, lo que explica sus grandes encornaduras y particular aspecto.

Vaca Cachena.
(c) David Outeiro Fernández.

Durante mucho tiempo, las razas Cachena y Barrosã fueron consideradas como una sola hasta que a finales del siglo XX cuando en Portugal se fundó la Asociación de Criadores en 1993.
En España siempre fue conocida como raza Cachena y ROMAGOSA (1947) le atribuía un censo de 3.000 cabezas distribuidas por los municipios de Bande, Lobios, Entrimo, Muiños, Padrenda y Pontevedra.

Vacas Cachenas.
(c) David Outeiro Fernández.

Pese a su singular aspecto y a su clara diferenciación morfológica respecto a las demás razas gallegas, fue considerada durante décadas como parte del abigarrado e inexacto calificativo de Razas morenas del noroeste junto con las razas Limiá, Caldelá, Frieiresa, Vianesa, Alistana-Sanabresa y Mantequera leonesa. Hoy en día, la denominación de Morenas Gallegas se sigue utilizando en muchas ocasiones para referirse a todas las razas gallegas diferentes a la Rubia Gallega.

Vacas Cachenas.
(c) David Outeiro Fernández.

SÁNCHEZ BELDA (1984) fue el primero en hacer un estudio exhaustivo sobre la raza en Españaopinaba que sólo quedaban entre 200 y 1000 cabezas en Entrimo y fue precisamente en este municipio, en la parroquia de A Illa y en la localidad de Olelas donde consiguieron sobrevivir hasta que hace unas décadas se comenzó a realizar el programa de recuperación.

Vaca Cachena.
(c) David Outeiro Fernández.

EXTENSIÓN E IMPORTANCIA.
Aunque autóctona de las montañas fronterizas del norte de Portugal y el suroeste de Ourense, la raza Cachena se haya hoy distribuida por numerosos puntos tanto dentro como fuera de Galicia.
El 31 de diciembre de 2022 el censo oficial del Ministerio de Agricultura era el siguiente:

ANDALUCÍA.
- Hembras reproductoras: 1
- Machos reproductores: 0

- Hembras: 20
- Machos: 3

- Total de animales: 23

- Ganaderías: 2

CASTILLA-LA MANCHA.
- Hembras reproductoras: 40
- Machos reproductores: 1

- Hembras: 61
- Machos: 22

- Total de animales: 83

- Ganaderías: 1

CASTILLA Y LEÓN.
- Hembras reproductoras: 233
- Machos reproductores: 32

- Hembras: 298
- Machos: 97

- Total de animales: 395

- Ganaderías: 11

Vacas Cachenas en Ávila.
(c) Vaca Celta.

EXTREMADURA.
- Hembras reproductoras: 27
- Machos reproductores: 3

- Hembras: 35
- Machos: 13

- Total de animales: 48

- Ganaderías: 1

GALICIA.
- Hembras reproductoras: 3.222
- Machos reproductores: 189

- Hembras: 4.535
- Machos: 917

- Total de animales: 5.452

- Ganaderías: 147

Vacas Cachenas en Galicia.
(c) David Outeiro Fernández.

PAÍS VASCO.
- Hembras reproductoras: 20
- Machos reproductores: 2

- Hembras: 26
- Machos: 2

- Total de animales: 28

- Ganaderías: 1

TOTALES:
- Hembras reproductoras: 3.543
- Machos reproductores: 227

- Hembras: 4.975
- Machos: 1.054

- Total de animales: 6.029

- Ganaderías: 163

Vacas en pastoreo.
(c) David Outeiro Fernández.

Al presentar un censo inferior a 5.000 reproductoras, se considera que la raza se encuentra en peligro de extinción aunque ciertamente su situación es mucho menos preocupante que hace unas décadas y es, dentro de las razas gallegas consideradas en peligro, la que menos riesgo de desaparición corre.

Vacas Cachenas.
(c) David Outeiro Fernández.

La importancia de la raza Cachena radica en su adaptación a entornos de suelos pobres y clima húmedo y frío, soportando perfectamente los duros inviernos y la escasez de pastos aunque, como vemos, hoy en día se distribuye por diversas regiones de España donde es criada con gran éxito.

Vaca Cachena en invierno.
(c) David Outeiro Fernández. 

Su particular aspecto y aire "primitivo" hace que tenga interés en los famosos proyectos de rewilding o reconstrucción de los ecosistemas originales donde cumpliría una función similar a la del extinto Uro, bovino silvestre del que descienden todos los bovinos domésticos además de tener una gran valor estético en parques zoológicos o como animal de experimentación y compañía.

Cachenas en una zona de bosque.
(c) David Outeiro Fernández.

EXPLOTACIÓN Y MANEJO.
La raza Cachena se explota actualmente en sistema extensivos integrales, en ocasiones sin más abrigo que el proporcionado por los árboles o en sencillos albergues.
A lo largo del tiempo, el sistema de explotación ha ido cambiando al modificarse el tamaño de las ganaderías y la aptitud productiva de estas vacas.

Vacas Cachenas en una zona boscosa.
(c) David Outeiro Fernández.

Tradicionalmente, en su área original de cría, las vacas pastaban durante parte del año en los prados particulares o en las zonas de monte cercanas a las aldeas, ascendiendo en verano a las zonas más altas.
A menudo, se formaban vacadas integradas por todos los animales de aldea y se pastoreaban por sistema de turnos.

Vacas Cachenas en una zona de matorral.
(c) David Outeiro Fernández.

En invierno o durante la noche, las vacas eran estabuladas en pequeñas cuadras donde podían recibir alimentación complementaria si era necesario y generalmente a base de heno.
Esto era posible gracias a la reducida dimensión de las explotaciones.

Vacas en una cuadra tradicional.
(c) David Outeiro Fernández.

Actualmente, al ser las explotaciones mucho mayores, el ganado permanece todo el año en el campo, especialmente en aquellas zonas de clima más benigno, sin más cobijo que el que ofrece el arbolado o sencillos cobertizos.

Vacas Cachenas al aire libre.
(c) David Outeiro Fernández.

Por su pequeño tamaño, es ideal para manejarla en pequeñas parcelas y llevar a cabo un programa de pastoreo rotacional y de regenerativo, contribuyendo a la mejora de los suelos degradados por el aprovechamiento ganadero convencional y para realizar limpieza de terrenos de monte que llevan décadas abandonados tras haber sido tierras de cultivo o antiguos pastizales.

Vacas Cachenas.
(c) Vaca Celta.

Para ello, se dividen los pastizales en pequeñas parcelas en las que el ganado permanece muy pocos días, consumiendo la hierba en el momento óptimo de su desarrollo y no dañando el suelo con el excesivo pisoteo o por permanecer tumbadas durante muchas noches en el mismo sitio.
Las deyecciones del ganado contribuyen a mejorar la fertilidad del suelo.

Parcela ya aprovechada por las vacas.
(c) David Outeiro Fernández.

La separación de las parcelas se realiza por sencillos cercados de alambre, recurriendo normalmente al electrificado de las mismas para impedir que las vacas invadan otras parcelas atraídas por la hierba de las mismas.
Para ello, se colocan pequeñas baterías o dispositivos alimentados con energía solar.

Cerca eléctrica alimentada con energía solar.
(c) David Outeiro Fernández.

Si todas las parcelas de la explotación carecen de pasto en un determinado momento por diferentes causas o en determinadas épocas (invierno, sequías, temporales...) el ganado es alimentado con heno que puede ser cosechado en la propia explotación.

Vacas comiendo heno.
(c) David Outeiro Fernández. 

No obstante, esto no se realiza en todas las explotaciones y en muchas de ellas se siguen sistemas similares a los de cualquier raza de aptitud cárnica, realizando desplazamientos periódicos entre zonas de pasto de invierno y verano.

Trasladando las vacas.
(c) David Outeiro Fernández.

Respecto a la reproducción la raza no presenta grandes particularidades. 
Tradicionalmente, las vacas realizaban el primer parto pasados los tres años y con un buen manejo el intervalo entre partos solía ser próximo al año, algo excelente teniendo en cuenta que la raza era explotada en régimen extensivo en zonas muy pobres.

Vaca Cachena con su ternero.
(c) David Outeiro Fernández.

Hoy en día, el primer parto tiene lugar antes que en el pasado, siendo frecuente que algunas vacas lo hagan hacia los dos años mientras que el intervalo entre partos suele ser inferior al año, teniendo la Cachena un acusadísimo instinto maternal.
Pese a su pequeño tamaño, defiende con coraje a sus crías de cualquier enemigo, algo que ha sido fundamental a lo largo de la historia por convivir y seguir conviviendo con lobos.

Vaca siguiendo al vaquero que se lleva su ternero.
(c) David Outeiro Fernández.

Los partos son fáciles y se producen a menudo al aire libre sin ningún tipo de ayuda, contribuyendo a ello el pequeño tamaño de los terneros cuyo peso oscila entre los 18 y 22 kilogramos en el caso de los machos y entre los 17 y 21 kilogramos en el caso de las hembras.

Vaca Cachena con ternero recién nacido.
(c) David Outeiro Fernández.

Dado el pequeño tamaño de las vacas Cachenas, no pueden utilizarse en cruzamientos con razas pesadas pues la diferencia de tamaño hace imposible la monta natural y la inseminación daría como resultado terneros demasiado grandes que ocasionarían partos distócicos, comprometiendo la integridad física de la madre.
Por ello, el sistema habitual de reproducción es la monta natural con semental propio o la inseminación artificial con semen de toros Cachenos.

Vacas y semental de raza Cachena.
Obsérvese el reducido tamaño de los animales comparados con el ganadero.
(c) David Outeiro Fernández.

La Cachena es una excelente productora de leche, garantizando la perfecta crianza del ternero hasta el destete que tiene lugar entre los 5 y los 9 meses.
No es raro que, en el caso de los terneros machos, estos pesen casi tanto como la madre si la lactancia se alarga.

Vaca Cachena con ternero ya crecido.
(c) David Outeiro Fernández.

Una vez destetados, los ejemplares destinados a la reposición son recriados como los de cualquier otra raza hasta que están listos para comenzar su vida reproductora que es sumamente larga, especialmente en el caso de las hembras.

Vaca con su ternera.
(c) David Outeiro Fernández.

Aquellos terneros destinados a la producción cárnica, son sacrificados al destete o cebados de manera convencional, presentando una ganancia media diaria de unos 500 gramos.

Macho joven.
(c) Vaca Celta.

APTITUDES Y TIPOS DE PRODUCCIÓN.
En tiempos pasados, y por raro que pueda parecer, la Cachena fue una raza de triple aptitud trabajo-carne-leche.
Los bueyes Cachenos, pequeños pero sumamente sobrios y resistentes, eran muy buscados para trabajar en las estrechas terrazas del área de cría, empleándose también las yuntas de vacas para trabajos menores, siempre que pudieran compatibilizar esta actividad con la crianza.
Ocasionalmente eran ordeñadas para destinar la leche al consumo familiar de forma directa o transformada en queso y mantequilla, algo muy común en Portugal.

Vaca Cachena con ternero.
(c) David Outeiro Fernández.

Respecto a la carne, los principales tipos comerciales eran la ternera, procedente de las hembras sobrantes del cupo de renuevo, y sobre todo el cebón, machos castrados de 3-4 años que proporcionaban una de las carnes más renombradas del mercado español y portugués, exportándose ya en el siglo XVIII a Inglaterra, si bien no procedían única y exclusivamente de ejemplares cachenos.
SÁNCHEZ BELDA, recuerda que en los años 30 y 40 era frecuente ver bueyes de raza Barrosã desembarcar de los trenes en las estaciones madrileñas para contribuir al abasto de carne de la Capital. Posiblemente, buena parte de aquellos bueyes pequeños de cuerpo y de enormes cuernos, fuesen realmente Cachenos.

Macho joven.
(c) Vaca Celta.

Hoy en día, la Cachena es explotada principalmente para la producción de carne de gran calidad tanto en su área original de cría como en otras de la península Ibérica dado que es considerada por muchos como una de las mejores carne del mundo.
Los tipos comerciales varían desde la ternera lechal al buey.

Vacas Cachenas.
(c) David Outeiro Fernández.

La carne de Cachena destaca por su excelente sabor y su jugosidad, derivados de la perfecta cobertura e infiltración de la grasa, especialmente de los animales criados a pasto.
Dependiendo de la categoría o tipo comercial y de la pieza, la carne puede consumirse de diferentes formas tanto fresca como madurada.
La carne de los animales adultos mayores de 4 años (vacas y bueyes), madurada en cámaras especiales durante varias semanas e incluso meses es un auténtico manjar.

Carne de vaca Cachena criada en pastoreo.
(c) Vaca Celta.

COMERCIALIZACIÓN.
En su área de origen, la carne de Cachena está amparada por dos Indicaciones Geográficas Protegidas:

- TERNERA GALLEGA.
Carne de animales de las razas Rubia Gallega y Morenas Gallegas (Cachena, Limiá, Frieiresa, Caldelá y Vianesa) además los cruces entre sí y con las razas Asturiana de los Valles, Limusina y Blonda de Aquitania. También se aceptarán los cruces de machos de las razas anteriores como hembras de raza Frisona y Pardo Alpina.

Las categorías comerciales son las siguientes:

- Ternera Gallega: Animales destetados a diferentes edades y sacrificados con menos de doce meses, siendo la base de su alimentación los forrajes y concentrados autorizados por el Consejo Regulador.

- Ternera Gallega Suprema: Animales que se crían en explotaciones con vacas madres y que tuvieron un periodo mínimo de lactancia de siete meses. Su sacrificio se realizará antes de los diez meses.

- Añojo: Animales que se sacrifican con más de doce meses y menos de dieciocho. 

Vaca Cachena con su ternero.
(c) David Outeiro Fernández.

- VACA GALLEGA/BUEY GALLEGO.
Carne de animales de las razas Rubia Gallega y Morenas Gallegas (Cachena, Limiá, Frieiresa, Caldelá y Vianesa), Asturiana de los Valles, Limusina, Blonda de Aquitania, Frisona y Pardo Alpina, ya sea en pureza o cruzadas entre sí.

Encontramos dos categorías comerciales:

- Vaca: Hembra que hay tenido al menos una gestación antes de su sacrificio.

- Buey: Macho castrado antes del año de vida y que supere los 48 meses al momento del sacrificio.

Vaca Cachena.
(c) David Outeiro Fernández.

Al adquirir carne de estas IGP nos tenemos la seguridad de consumir carne de ganado vacuno de calidad criado en Galicia pero no necesariamente tiene que ser de raza Cachena.
Para asegurarnos de la procedencia, debemos recurrir al LOGOTIPO RAZA AUTÓCTONA 100% que sí nos garantiza que la carne procede única y exclusivamente de animales de raza Cachena. 
El logotipo ampara otros posibles productos que puedan derivar de la raza Cachena como la leche, la piel y otros productos transformados y elaborados a partir de estos bovinos.


En  toda España y no sólo en Galicia, son frecuentes las explotaciones que crían esta raza de manera totalmente extensiva.
Los terneros son criados de forma totalmente natural, alimentándose exclusivamente de leche materna durante las primeras semanas y comenzando poco a poco a complementar su dieta con pasto, a menudo hasta el momento del sacrificio, si bien en ocasiones pueden destetarse y cebarse durante un breve periodo, a menudo con piensos ecológicos, o seguir alimentándose de pasto.

Terneros en pastoreo.
(c) Vaca Celta.

Cada vez es más frecuente la castración de los jóvenes machos para producir bueyes.
Los bueyes son, como ya ha quedado dicho anteriormente, machos bovinos castrados a edades tempranas y sacrificados con una edad mínima de 4 años. Si el sacrificio se realiza antes, aunque estén castrados no serán auténticos bueyes sino cebones. No obstante, conviene esperar algún tiempo más para que estén plenamente desarrollados.
Como decíamos antes, la carne madurada de buey Cacheno, figura entre las mejores del mundo.

Buey Cacheno.
(c) Vaca Celta.

CONCLUSIONES FINALES.
Como hemos podido ver a lo largo de este artículo estamos ante la raza más pequeña de nuestro país, fácilmente reconocible por su capa castaña, enormes cuernos y mirada expresiva.
Sumamente rústica y adaptada a todo tipo de ambientes, proporciona una carne de gran calidad que figura entre las más apreciadas de España y del mundo.
Entre todos debemos luchar por conservar esta joya de nuestro patrimonio ganadero tanto los consumidores como los ganaderos y especialmente las distintas administraciones que deben proteger a la raza CACHENA.

Vaca Cachena.
(c) Vaca Celta.

AGRADECIMIENTOS.
A David Outeiro Fernández, ganadero de A Fonsagrada (Lugo), quien desde un principio mostró su apoyo en este proyecto aportando desinteresadamente gran parte de las fotografías que acompañan al texto.

David Outeiro Fernández.

A Felipe y María de la ganadería VACA CELTA de Navalperal de Pinares (Ávila) quienes han apostado por criar esta singular raza en los montes abulenses y que han estado encantados de colaborar con EL CUADERNO DE SILVESTRE.
Podéis encontrar más información sobre VACA CELTA en el siguiente enlace:

Ganadería Vaca Celta.
Fdo: Silvestre de la Calle García.

Bibliografía y fuentes consultadas:
- Álvarez Bartolomé, S. (2010)) La raza Gris de Hungría y el tronco podólico. Revista Feagas Nº36.
- Mouta Faria, M. (2007) Os cornos do Auroque.
- Sánchez Belda, A. (1984). Razas bovinas españolas.
- Sánchez Belda, A. (2000). Razas Españolas Ganaderas Bovinas. FEAGAS.
- Web ministerio de agricultura.

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