LAS RAZAS AUTÓCTONAS
España cuenta con más de 160 razas y variedades autóctonas reconocidas oficialmente en el Catálogo Oficial de Razas de Ganado de España en el que se incluyen además una veintena de razas integradas que, sin ser autóctonas, están plenamente adaptadas a nuestro país teniendo una gran importancia y dos razas más registradas en España. A esas razas habría que añadir bastantes razas no reconocidas oficialmente o no incluidas en el Catálogo y algunas que, por desgracia, se han extinguido ya.
El citado Catálogo, modificado por Real Decreto 527/2023 de 20 de juno, incluye las siguientes razas bovinas, ovinas, caprinas, porcinas, equinas caballares, equinas asnales, aviares (gallinas y ocas) y de otras especies (camello y conejo):
RAZAS BOVINAS.
Autóctonas:
Albera, Alistana-Sanabresa, Asturiana de la Montaña, Asturiana de
los Valles, Avileña-Negra Ibérica (incluida la variedad
Bociblanca), Berrenda en Colorado, Berrenda en Negro, Betizu, Blanca
Cacereña, Bruna dels Pirineus, Cachena, Caldelá, Canaria, Cárdena
Andaluza, Frieiresa, Lidia, Limiá, Mallorquina, Mantequera Leonesa,
Marismeña, Menorquina, Monchina, Morucha (incluida la variedad
Negra), Murciana-Levantina, Negra Andaluza, Pajuna, Pallaresa,
Palmera, Parda de Montaña, Pasiega, Pirenaica, Retinta, Rubia
Gallega, Sayaguesa, Serrana de Teruel, Serrana Negra, Terreña,
Tudanca, Vianesa.
Integradas:
Blonda de Aquitania, Charolesa, Fleckvieh, Frisona, Limusina, Parda.
RAZAS OVINAS.
Autóctonas:
Alcarreña, Ansotana, Aranesa, Canaria, Canaria de Pelo, Carranzana
(incluida la variedad cara negra), Cartera, Castellana (incluida la
variedad negra), Colmenareña, Chamarita, Churra Lebrijana, Churra
Tensina, Churra, Guirra, Latxa, Lojeña, Maellana, Manchega (incluida
la variedad negra), Merina (incluidas las variedades Negra y Merina
de los Montes Universales), Merina de Grazalema, Montesina, Navarra,
Ojalada, Ojinegra de Teruel, Ovella Eivissenca, Ovella Galega, Ovella
Mallorquina, Ovella Menorquina, Ovella Roja Mallorquina, Palmera,
Rasa Aragonesa, Ripollesa, Roya Bilbilitana, Rubia de El Molar, Sasi
Ardi, Segureña, Talaverana, Xalda, Xisqueta.
Integradas:
Assaf, Berrichon du Cher, Fleischschaf, Île de France, Lacaune,
Merino Precoz.
Otras razas registradas en España: Salz
RAZAS CAPRINAS.
Autóctonas:
Azpi Gorri, Bermeya, Blanca Andaluza o Serrana, Blanca Celtibérica,
Blanca de Rasquera, Cabra de las Mesetas, Cabra Galega, Del
Guadarrama, Florida, Eivissenca, Majorera, Malagueña, Mallorquina,
Moncaína, Murciana-Granadina, Negra Serrana, Palmera, Payoya,
Pirenaica, Retinta Tinerfeña, Verata.
RAZAS PORCINAS.
Autóctonas:
Chato Murciano, Euskal Txerria, Gochu Asturcelta, Ibérico (incluidas
las variedades Entrepelado, Lampiño, Manchado de Jabugo, Torbiscal y
Retinto), Negra Canaria, Porco Celta, Porc Negre Mallorquí.
Integradas:
Duroc, Landrace, Large White y Pietrain.
RAZAS EQUINAS CABALLARES.
Autóctonas:
Asturcón, Burguete, Caballo de Las Retuertas, Caballo de Monte de
País Vasco, Cabalo de Pura Raza Galega, Cavall Mallorquí, Cavall
Pirinenc Català, Menorquina, Pura Raza Española (incluida la
estirpe Cartujana), Hispano-Árabe, Hispano-Bretón, Jaca Navarra,
Losina, Marismeña, Monchina, Pottoka.
Integradas: Árabe, Anglo-Árabe, Pura Sangre Inglés, Trotador Español.
Otras razas registradas: Caballo de Deporte Español.
RAZAS EQUINAS ASNALES.
Autóctonas:
Andaluza, Ase Balear, Asno de las Encartaciones, Catalana, Majorera,
Zamorano-Leonés.
RAZAS AVIARES.
Autóctonas:
Andaluza Azul, Combatiente Español, Euskal Antzara, Euskal Oiloa,
Galiña de Mos, Gallina Castellana Negra, Gallina Eivissenca, Gallina
Empordanesa, Gallina Extremeña Azul, Gallina del Prat, Gallina del
Sobrarbe, Gallina Pedresa, Indio de León, Mallorquina, Menorquina,
Murciana, Pardo de León, Penedesenca, Pita Pinta, Utrerana,
Valenciana de Chulilla, Oca Empordanesa.
RAZAS DE OTRAS ESPECIES:
Autóctonas: Camello Canario, Conejo Antiguo Pardo Español, Conejo Gigante de España.
Raza Conejo Antiguo Pardo Español.
(c) Carlos Sánchez Burdiel.
La inmensa mayoría de las razas autóctonas incluidas en el Catálogo, se encuentra en peligro de extinción, estando alguna de ellas en peligro extremo con la Vaca Palleresa, la Vaca Murciana-Levantina, la Ovella Eivissenca, la Cabra Eivissenca, los Conejos Antiguo Pardo Español y Gigante de España al haber sido sustituidas o cruzadas con razas más productivas.
Fuera del Catálogo pero citando las especies que figuran en él, existen numerosas razas descritas pero que aún no cuentan con reconocimiento oficial como la Oveja Blanca de la Peña (Cantabria), la cabra Guisandera o Guisandesa (Ávila), la Cabra Mantrina (Asturias, León y Cantabria), la Cabra del Asón (Cantabria), la Gallina Cántabra (Cantabria), la Gallina Flor d´Ametller (Cataluña), la Gallina Pintarazada (Toledo) ... y razas declaradas oficialmente extinguidas como la cabra Jurdana que llegó a estar incluida en el Catálogo hace años así como razas que nunca figuraron el Catálogo como los cerdos Chato Vitoriano (Euskadi), Alistano (Zamora), Lermeño (Burgos), de Vich (Cataluña)...
Raza Cabra del Asón.
(c) Sergio Arriola Gómez.
También ciertas razas autóctonas reconocidas oficialmente desde siempre o desde hace mucho tiempo, cuentan con variedades que en un futuro posiblemente figuren también en el Catálogo, caso de las variedades Galana y Bardina de la vaca Avileña-Negra Ibérica.
Además de razas de estas especies, en España hay descritas razas de pavo, pato, paloma que no se encuentran recogidas en el Catálogo:
PAVOS: Gall d´indies Menorquí, Indiot Mallorquí, Pavo Oscense, Pavo de la dehesa.
PATOS: Annera Mallorquina.
PALOMAS: Buchón Canario, Buchón Colillano, Buchón Gaditano, Buchón Gorguero, Buchón Granadino, Buchón Jienenese, Buchón Laudino Sevillano, Buchón Marchenero, Buchón Marteño, Buchón Moroncelo, Buchón Morrillero Alicantino, Buchón Quebrado Murciano, Buchón Rafeño, Buchón Tiro y Emperche Pacense, Buchón Veleño, Chorrera, Colom Borino, Colom d´Escampadissa, Colom de Casta Grossa, Colom de Pinta, Colom de Vol, Colom Gavatxut, Colom Nas de Xot, Figureta, Flamenc, Mensajera Valenciana Magañ, Refilador, Ull de Maduixa.
Raza Pavo Oscense.
(c) Mariano Martín Ayuso.
También hay en España numerosas razas caninas reconocidas oficialmente por la Real Sociedad Canina de España:
Alano Español, Ca de Bestiar, Ca de Bou, Ca Eivissenc, Ca Mè Mallorquí, Can de Chira, Can de Palleiro, Can Guicho o Quisquelo, Carea Castellano Manchego, Euskal Artzain Txakurra, Galgo Español, Gos d´Atura, Gos Rater Valencià, Lobito Herreño, Majorero, Maneto, Mastín del Pirineo, Mastín Español, Pachón Navarro, Pastor Garafiano, Perdiguero de Burgos, Perro de Agua Español, Perro Leonés de Pastor, Pondeco Andaluz, Podenco Canario, Podenco Orito Español, Presa Canario, Ratonero Bodeguero Español, Sabueso Español, Valdueza, Villano de las Encartaciones, Xarnego Valenciano.
A estos perros habría que sumar algunas razas descritas pero no reconocidas como el Perro Lobo Español o Lobero Cántabro.
Raza Euskal Artzain Txakurra.
(c) Isaac Díaz Granel.
Raza Avileña-Negra Ibérica variedad Bociblanca.
(c) Juan Manuel Yuste Apausa.
Las razas autóctonas tienen una gran importancia como patrimonio o reserva genética. Todas ellas han sido criadas durante siglos en zonas muy concretas dando en ocasiones prioridad a la rusticidad extrema y adaptación al medio soportando los rigores climáticos y alimentándose de los recursos naturales, pero cuando muchas de ellas son trasladadas a zonas más fértiles y su manejo cambia ligeramente, muestran todo su potencial por lo que si se seleccionan cuidadosamente, como ya se ha hecho con algunas de ellas, pueden figurar entre las razas más extraordinarias del mundo.
Raza Pirenaica.
(c) Leire Amundarain Ganadutegia.
Muchas razas autóctonas, seleccionadas desde antiguo en lo que hoy es España, constituyeron la base para crear nuevas razas en otros países como Reino Unido, Francia, Austria, Italia, Estados Unidos, Argentina, Uruguay, Australia, Nueva Zelanda...entre otros muchos países.
Ejemplos como el Caballo de Pura Raza Española o la Oveja Merina son los ejemplos más claros, sobre todo esta última que fue la base para la creación de razas que hoy son criadas en nuestro país y se encuentran clasificadas como razas integradas (Berrichon du Cher, Île de France, Fleischschaf, Merino Precoz).
Raza Merina.
(c) Abel Pache Gómez.
Al mismo tiempo, los ganaderos españoles han creado nuevas razas a partir de razas extranjeras introducidas en el país con el objeto de mejorar las producciones. Al no adaptarse en pureza, muchas fueron cruzadas con las autóctonas, dando con el paso del tiempo a poblaciones que, tras una rigurosa selección, llegaron a ser consideradas razas autóctonas por haber sido seleccionadas en España. Ejemplo de esto serían la vaca Bruna dells Pirineus, caballos Hispano-Árabe, Hispano-Bretón, Burguete u ovejas como la Salz.
Algunas razas extranjeras fueron incluso sometidas a sistemas de explotación tradicionales hasta crear líneas totalmente diferenciadas y finalmente una raza completamente distinta de la original. Este es el caso de la vaca Parda de Montaña, creada por los ganaderos españoles a partir de la raza Parda Alpina original de doble aptitud hasta obtener un animal especializado en la producción cárnica.
Algunas razas autóctonas españolas han permanecido prácticamente inalteradas durante siglos e incluso milenios sin haber sido sometidas a selección humana sino que han estado sujetas a la selección ambiental, siendo sumamente primitivas y sirviendo hoy en algunos casos para programas de reconstrucción o recreación de especies extintas como el Uro, antepasado de las vacas domésticas y en cuyo proceso para "devolverle a la vida", se están empleando razas como la vaca Sayaguesa.
La mayoría de las razas tienen una gran importancia histórica tanto por haber sido el pilar fundamental de la economía del país y su importancia en la formación de parte del patrimonio zootécnico mundial, por ejemplo la raza Merina ya citada, como por haber sido el principal medio de subsistencia para muchas familias a lo largo de los siglos proporcionando carne, leche, huevos, lana, piel o fuerza de trabajo.
Algunas razas sumamente apreciadas en el pasado, han perdido hoy gran parte de su utilidad al no haber seleccionadas para reconvertirlas y darles otra utilidad mientras que otras sí que han conseguido mantener sus características originales pero dedicándose hoy a actividades totalmente distintas. Este segundo caso sería el del caballo Asturcón que fue utilizado como caballo de guerra por los Astures y posteriormente como animal de carga mientras que hoy es utilizado para la hípica infantil y juvenil.
El primer caso tendríamos razas tan curiosas como la vaca Blanca Cacereña, utilizada por los romanos como animal para la realización de sacrificios rituales al dios Júpiter, quedando después relegada a ser utilizada como bovino de labor mientras que otras razas de su entorno comenzaron a seleccionarse por su aptitud cárnica y la superaron aunque no en adaptación al medio. Sólo por ese pasado tan curioso, ésta y otras razas merecen ser conservadas.
Criadas a menudo en zonas inhóspitas y agrestes a las que han sido desplazadas por las razas integradas que son más productivas siempre y cuando se complementen sus recursos o por razas autóctonas de otras regiones pero que han sido ya seleccionadas, muchas razas autóctonas son fundamentales para el aprovechamiento de unos recursos que, de no ser por ellas, quedarían infrautilizados.
Raza Roya Bilbilitana.
(c) Ganadería La Higuera.
Muchas razas autóctonas aún siguen explotándose de forma trashumante, con lo que contribuyen a mantener la biodiversidad en distintas zonas y al mismo tiempo mantienen un milenaria y rica cultura.
En tales entornos, las razas autóctonas transforman los recursos naturales en productos de gran calidad que a menudo están amparados por Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) o Denominaciones de Origen Protegidas (DOP) además de contar en muchos casos con el Logotipo Raza Autóctona 100% que asegura la procedencia de un determinado producto obtenido de una raza autóctona concreta.
Cabra del Guadarrama.
(c) Jonatan Rodríguez Seara.
Raza Pasiega.
Granja La Ferrería.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.
También tienen las razas autóctonas una gran importancia cultural al participar en fiestas tradicionales, ferias, exposiciones...atrayendo turismo a las zonas donde se realizan dichos eventos y al mismo tiempo dando a conocer a los consumidores los productos de gran calidad que se elaboran a partir de ellas.
Y así podríamos seguir hablando largo y tendido de este tesoro que son nuestras RAZAS AUTÓCTONAS y que está en nuestra mano, defender, proteger y promover tanto como ganaderos como consumidores pues se puede hacer mucho por ellas priorizando en nuestra mesa los productos obtenidos a partir de ellas.
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