NO MEZCLES CHURRAS CON MERINAS

Todos hemos escuchado, y posiblemente utilizado muchas veces, la expresión no mezcles Churras con Merinas pero ¿sabemos realmente lo que significa?
En este artículo trataremos de explicarlo de manera sencilla.

Ovejas Merinas.
(c) Silvestre de la Calle García.

España es un país con una gran diversidad de razas ovinas siendo la más famosa y conocida dentro y fuera de nuestras fronteras la raza Merina pero también tiene gran importancia la raza Churra. Se trata de dos razas absolutamente diferentes en cuanto a su morfología, sus características, sus producciones, su sistema de explotación...

Oveja Churra.
(c) Miguel Alba Vegas.

Además de estas existen muchas razas más, algunas tan conocidas como la Castellana, la Manchega, la Segureña, la Latxa...y otras mucho menos conocidas como la Xalda, la Menorquina, la Eivissenca, la Canaria, la Canaria de Pelo, la Roya Bilbilitana....

Ovejas Royas Bilbilitanas.
(c) Ángel Martín Rodríguez.

Pero centrémonos en las dos razas que hoy nos ocupan.
La Merina es una oveja de perfil cefálico recto, formato medio y proporciones ligeramente alargadas. Ambos sexos pueden presentar cuernos, mucho más desarrollados en los machos. En las hembras, la presencia cuernos es más rara y a menudo son rudimentarios.

Carnero y ovejas de raza Merina.
(c) Silvestre de la Calle García.

Existen dos variedades en función del color del pelo y la lana: la blanca y la negra.
La variedad negra se encuentra en grave peligro de extinción.

Ovejas Merinas Negras.
(c) Abel Pache Gómez.

La principal característica de la Merina es el vellón extraordinariamente desarrollado, extendido por todo el cuerpo, dejando libres únicamente la cara y las partes distales de las extremidades. Su lana es la más fina de todas las razas ibéricas.

Oveja Merina.
(c) Silvestre de la Calle García.

Tradicionalmente, la raza Merina se explotaba en grandes rebaños trashumantes que pasaban el invierno en las dehesas extremeñas y el verano en zonas montañosas de los Sistemas Ibérico y Central y en la Cordillera Cantábrica.
Aún hoy quedan algunos rebaños trashumantes si bien son muy pocos los que realizan trashumancia de largo recorrido a pie.

Francisco Morgado, uno de los últimos trashumantes.
(c) Silvestre de la Calle García.

La Merina era explotada fundamentalmente para la producción de lana fina que llegó a ser la base de una lucrativa industria que hizo que España destacase a nivel mundial. Tras la autorización para la exportación de animales vivos de la raza, el mercado lanero nacional se desplomó y se buscaron alternativas a esta producción.

Ovejas Merinas.
(c) Silvestre de la Calle García.

La Merina se explota hoy por su triple aptitud carne-lana-leche. La producción de corderos lechales, recentales y pascuales es el principal objetivo de explotación de la raza.

Oveja Merina con su cordero.
(c) Abel Pache Gómez.

La producción de lana tiene cierta importancia aunque en ocasiones, debido al bajo precio de la lana en el mercado, los ingresos obtenidos de su venta no alcanzan para pagar los gastos de la esquila.

Esquilando un carnero Merino Negro.
(c) Abel Pache Gómez.

En bastantes explotaciones, las ovejas son sometidas a ordeño. Pese a ser una raza con un producción lechera reducidísima, ésta es extraordinariamente rica en grasa y proteína y por lo tanto ideal para la elaboración quesos como el de La Serena o la Torta del Casar.

Elaboración artesanal de queso.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

La Churra es una oveja de perfil recto a subconvexo, tamaño medio, proporciones alargadas y con lana larga y basta, presentando claros rasgos lecheros.
Ambos sexos pueden tener cuernos, mucho más frecuentes en los machos, aunque se tiende a su eliminación.

Carneros Churros.
(c) Miguel Alba Vegas.

La coloración es blanca con pigmentación centrífuga negra que afecta al hocico, alrededor de los ojos y las orejas, siendo el resto del cuerpo y la lana de color blanco. La lana ocupa el tronco y el cuello, pudiendo ocupar la zona superior de la cabeza. Las patas carecen de lana.

Ovejas Churras.
(c) Miguel Alba Vegas.

Siempre ha habitado en el valle del Duero donde ha sido explotada tradicionalmente en rebaños estantes o trasterminantes relativamente pequeños. Solía estar asociada a explotaciones agrícolas cerealistas.

Rebaño de ovejas Churras.
(c) Miguel Alba Vegas.

Fue siempre una raza de triple aptitud carne-leche-lana si bien en ciertas zonas del norte de Burgos o la comarca zamorana de Sayago se explotaba para la producción de carne. Actualmente, la producción cárnica se centra en el cordero lechal o lechazo.

Ovejas Churras con sus corderos.
(c) Miguel Alba Vegas.

La oveja Churra presenta unas extraordinarias cualidades lecheras, destinándose su leche a la elaboración de quesos de gran renombre como el Zamorano. A menudo las explotaciones cuentan con pequeñas queserías propias.

Queso de oveja Churra.
(c) Miguel Alba Vegas.

La lana, larga y basta, conocida popularmente como lana colchonera, se aprovechaba en épocas pasadas para el relleno de colchones o la fabricación de mantas y paños bastos.

Oveja Churra con su cordero.
(c) Miguel Alba Vegas.

Pero entonces ¿por qué no pueden mezclarse estas dos ovejas?
Se trata de dos razas sumamente rústicas, sobrias y resistentes pero mientras que la Churra es capaz de soportar las intensas heladas, lluvias y nevadas gracias a su lana larga y basta, la Merina prefiere temperaturas suaves y clima relativamente seco.

Ovejas Churras en la nieve.
(c) Antonio Vázquez Marino.

Y es que mientras las Churras habitan fundamentalmente en la zona central de la Submeseta Norte (Castilla y León), las Merinas lo hacen en el cuadrante suroccidental de la Península, fundamentalmente en Extremadura aunque haya núcleos residuales en áreas utilizadas tradicionalmente por la Merina durante la trashumancia estival.

Merinas trashumantes llegando a Extremadura.
(c) Silvestre de la Calle García.

Además, son razas seleccionadas para ser explotada de forma muy diferente. Lo habitual era que la Churra se agrupase en rebaños de 100-200 cabezas pastoreadas por el propietario o algún miembro de la familia, rara vez por pastores asalariados, mientras que las Merinas se agrupaban en rebaños de 1.000-1.300 cabezas que a su vez podían agruparse en cabañas de 20 ó 30 rebaños, siendo cuidado cada rebaño por media docena de pastores asalariados.

Pastor con sus ovejas Churras.
(c) Miguel Alba Vegas.

Las Merinas se explotaban casi exclusivamente para la producción de lana final de gran calidad, teniendo la producción cárnica escasa importancia y siendo el ordeño algo prácticamente desconocido en el seno de la raza mientras que las Churras se criaban para la producción de carne y para la producción de leche destinada a la elaboración de queso siendo la producción de lana poco importante por su baja calidad.

Abel con un carnero Merino Negro.
(c) Abel Pache Gómez.

De este antagonismo en tantos sentidos, surge la expresión no mezcles Churras con Merinas pues, como se ha visto, estas razas no habitan en los mismos entornos por lo que es difícil que se mezclen y crucen entre sí dando lugar a tipos intermedios aunque existen algunas razas como la Merina de Grazalema que para algunos autores habrían surgido del cruzamiento entre ambas razas mientras que otros autores opinan que es fruto de una adaptación de la raza Merina a un entorno frío y lluvioso que llevó consigo un embastecimiento de la lana.

Ovejas Merinas.
(c) Silvestre de la Calle García.

Es preciso decir que NO TODAS las ovejas españolas son Churras o Merinas pues, como se ha dicho antes, hay muchas razas ovinas.
Curiosamente, en muchas zonas de España, hay razas que reciben popularmente el nombre de churras cuando no lo son. También es común que se agrupe a las ovejas españolas por la calidad de su lana y no por su origen como se hacía en la famosa división por troncos (merino, churro, entrefino e ibérico) pero de esto hablaremos en otro artículo.

La oveja Latxa no es Churra...
(c) Ganadería La Lera.

Esperamos que este artículo haya servido para que los lectores puedan conocer el origen de la expresión que sirve de título al mismo y al mismo tiempo hayan podido aprender un poco más sobre las dos razas ovinas más emblemáticas de España.

Carnero Merino.
(c) Silvestre de la Calle García.

Fdo: Silvestre de la Calle García.
Técnico Forestal.

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