JÓVENES CABREROS DE EUSKADI
El pueblo vasco siempre se ha preocupado por conservar su milenaria cultura y tradiciones. Dentro de esta cultura, las razas ganaderas autóctonas como la mítica oveja Latxa tienen una grandísima importancia.
El ganado caprino es mucho menos conocido, pero Euskadi cuenta con una raza autóctona: LA CABRA AZPI GORRI.
Un grupo de cabreros entusiastas, han apostado por conservar, seleccionar y mejorar estas cabras. Entre ellos, encontramos jóvenes cabreros como los hermanos Ibai y Enara Menoyo Aguirre o Joritz Arbaiza Amundarain.
Antes de nada, hablemos un poco de la raza Azpi Gorri para que quienes no la conozcan, sepan un poco sobre ella.
Hace ya tiempo que en EL CUADERNO DE SILVESTRE dedicamos un artículo a esta raza caprina que el lector que lo desee puede ver pinchando en enlace que encontrará al final del presente artículo.
La Azpi Gorri es una raza de perfil cefálico recto o ligeramente cóncavo, de tamaño medio y morfología ligeramente alargada.
Ambos sexos presentan cuernos de gran desarrollo, de tipo aegagrus o con forma de arco en la hembra y ligeramente abiertos en el macho.
La principal característica de la raza y la que le da precisamente nombre, es su particular capa negra con degradaciones rojizas en las patas, parte inferior del cuerpo y la cabeza.
Cabra Azpi Gorri.
(c) Leire Amundarain Ganadutegia.
Durante mucho tiempo, al igual que todas las cabras del norte peninsular, estos caprinos fueron considerados como una población dentro de la raza Pirenaica, siendo reconocidos como raza independiente en 1997.
La Azpi Gorri se distribuye fundamentalmente por Euskadi donde se encuentra dispersa en pequeños rebaños de 20-30 cabras que rara vez superan las 50 y sólo en casos muy contados, superan los 100 ejemplares.
Se trata de una raza de eminente aptitud cárnica si bien en el pasado fue sometida a ordeño y actualmente algunos propietarios están volviendo a interesarse por dicha producción para elaborar quesos de calidad.
Una de las razones por las que los ganaderos mantienen estas cabras, aparte de por su extraordinaria belleza, es por la importante labor de limpieza que realizan en los terrenos de monte que, si no fuese por estas cabras, serían totalmente improductivos.
Descrita ya someramente la raza, pasemos a conocer a jóvenes cabreros que luchan por conservar esta singular raza autóctona.
Es una gran satisfacción poder hablar de razas autóctonas y decir que sus criadores son jóvenes ganaderos preocupados por conservar las tradiciones de su tierra.
En otros tiempos, afortunadamente ya lejanos, las razas autóctonas eran "cosa de viejos" mientras que los jóvenes ganaderos apostaban por las razas extranjeras que eran mucho más productivas.
Veamos el ejemplo de estas dos ganaderías de Euskadi.
IBAI Y ENARA MENOYO AGUIRRE.
Los hermanos Ibai (22 de abril de 1984) y Enara (1 de abril de 1988) son dos jóvenes cabreros criados en Arrigoriaga (Bizkaia).
Descendientes por parte paterna de familia ganadera, siempre les gustaron mucho los animales, por lo que hace 20 años Ibai compró un caballo y al año siguiente otro más.
En un principio, los hermanos Menoyo tenían sus dos caballos en Basauri pero en 2004 Ibai compró un terreno en Zaratamo. Se trataba de un monte de unas 4 hectáreas que tenía mucha maleza y para limpiarlo, Ibai decidió comprar 4 cabras.
Se trataba 2 cabras adultas con una hija cada una y así comenzó su aventura como cabrero, ayudado siempre por su hermana Enara. Se trataba de cabras cruzadas de tipo Alpino.
Años más tarde, hace alrededor de 10 años, Ibai comenzó a soltar sus cabras al monte con las de un amigo que le convenció de criar cabras de raza Azpi Gorri, las autóctonas de la zona.
Ibai y Enara comenzaron a comprar cabras Azpi Gorri y a dejar a un lado las Alpinas hasta que las quitaron, lo que les dio mucha pena por ser las cabras con las que empezaron su aventura.
Actualmente, tienen unos 50 animales entre cabras, chivos y recría, todos ellos de raza Azpi Gorri.
Aunque Ibai es el que se encarga habitualmente de las cabras, Enara le ayuda siempre que es posible, aunque estos días está de baja puesto que el pasado sábado 28 de mayo fue madre de una niña.
Ibai y Enara cuentan también con la ayuda de su padre que, aunque no es tan aficionado como ellos a las cabras, hace todo lo que está en su mano, encargándose del diseño de las cuadras y de reparar todo lo que es necesario.
Desde que tienen las cabras de raza Azpi Gorri, Ibai y Enara han participado en exposiciones y concursos ganado diversos premios.
En 2015 ganaron el Garrastatxu con 4 cabras y un chivo, siendo uno de los días más grandes para estos jóvenes ganaderos.
Al año siguiente, quedaron en segundo lugar con un lote de cabras y en 2017 cuartos con otro lote de cabras, quedándose sin premio en 2018 y 2019 aunque esperan conseguirlo el próximo 12 de junio.
Recientemente, han recibido varios premios en el V Euskadiko Azpi Gorri Txapelketa celebrado en Mañaria el 22 de mayo.
JORITZ ARBAIZA AMUNDARAIN.
Joritz es posiblemente el cabrero más joven de Euskadi pues nació el 4 de enero de 2003.
Joritz Arbaica con un chivo en el V Euskadiko Azpi Gorri Txapelketa.
(c) Leire Amundarain Ganadutegia.
Proviene de una importante familia ganadera pues su madre, Leire Amundarain Ganadutegia es ganadera y propietaria de unas extraordinarias vacas de raza Pirenaica, también autóctonas de Euskadi, Navarra y Aragón.
Joritz tiene sus cabras en Orozko (Bizkaia). Aunque lleva alrededor de 2 años con las cabras, en su casa siempre hubo algunas cabras, por lo que desde niño ha estado vinculado a estos animales.
Hace unos años, ante la necesidad de mantener limpios unos montes, el padre de Joritz se decidió a comprar cabras Azpi Gorris por ser la raza autóctona de la zona y por considerar que eran idóneas para mantener limpios los montes de manera natural.
La ganadería de Joritz está integrada actualmente por unas 40 cabras adultas y 2 chivos.
A juicio de Joritz, las mejores cabras Azpi Gorri de Euskadi son las de su amigo Gerva, quien le ayuda muchísimo a mejorar sus animales.
Esta ganadería ha sido galardonada también con numerosos premios como los recibidos hace apenas unos días en el V Euskadiko Azpi Gorri Txapelketa celebrado en Mañaria el 22 de mayo.
CONCLUSIÓN.
Ejemplos como los de Ibai y Enara Menoyo Aguirre y Joritz Arbaiza Amundarain deben servir a todos los jóvenes para animarles a seguir con la actividad ganadera y a la conservación de las razas autóctonas.
Estos jóvenes cabreros de Euskadi están manteniendo una parte importantísima del legado cultural de sus antepasados y por ello, desde EL CUADERNO DE SILVESTRE queremos dedicarles este sencillo homenaje.
Ibai y Enara Menoyo Aguirre.
Joritz Arbaiza Amundarain.
Agradecimientos:
Quiero agradecer a Ibai, Enara y Joritz su colaboración para la realización de este artículo.
También agradecer a Ibai Menoyo y a Leire Amundarain la inestimable colaboración prestada desde hace mucho tiempo para la realización de un gran número de los artículos de este blog.
Fdo: Silvestre de la Calle García.
Técnico Forestal.
ENLACES DE INTERÉS.
La cabra Azpi Gorri
https://elcuadernodesilvestre.blogspot.com/2021/04/la-cabra-azpi-gorri.html
Afortunadamente nosotros tenemos a Juan Antonio y Alejandro...y a Pablo
ResponderEliminarAsí es.
EliminarEn El Guijo de Santa Bárbara podemos presumir porque aunque sólo tengamos 3 piaras importantes de cabras, los cabreros son muy jóvenes.
Tienen que ser un orgullo para todos los guijeños.
Tenemos relevo generacional!!!!!!
ResponderEliminarLa azpi gorri (tripa roja en castellano) como su nombre indica hace referencia a una capa concreta. En el país vasco siempre a habido cabras con distintas capas, desde blancas hasta negras con distintas tonalidades y cada capa llevaba consigo un nombre o referencia. La necesidad de crear "razas" y unificar criterios llevo desde los años 70 a nuestros días a crear razas utilizando criterios morfologicos de unos pocos "técnicos" en la materia.
ResponderEliminarLos animales que llegaron a nuestros días se seleccionaron por ser animales funcionales, produciendo leche, carne,lana.etc en los medios que nos rodeaban, monte, valle, etc.. pero hoy en día el surgimiento de criterios morfológicos en las razas muchas veces van en detrimento de esa producción, creando animales "bonitos" a ojos de un estándar racial prefijado.
Todo esto pone en riesgo de perder las funciones y habilidades intrínsecas de las razas autóctonas tanto en producción como la adaptabilidad al medio y/o rusticidad que las caracteriza teniendo el riesgo de caer en el "mascotismo morfológico".
Por último agradecer la labor y el entusiasmo puestos en este blog tan interesante, siempre es un placer leer los artículos que escribe.
Agur bat.