LA VACA MONCHINA
España cuenta con una gran riqueza en razas ganaderas autóctonas. En el norte peninsular existe un rico mosaico de razas bovinas, algunas de las cuales son prácticamente desconocidas fuera de su área de cría.
Es el caso de la Monchina, raza bovina autóctona de los montes orientales de Cantabria, del oeste de Euskadi y del norte de la provincia de Burgos.
CARACTERÍSTICAS GENERALES.
Se trata de animales de perfil recto, longitud media y formato pequeño con poca masa y buen hueso.
Las vacas miden por término medio 123 cm de alzada y pesan unos 275 kilogramos mientras que los toros miden 127 cm de alzada y pesan unos 470 kilogramos, cifras que pueden superarse cuando el ganado recibe un cuidado manejo.
Presenta temperamento arisco debido a que tradicionalmente ha sido criada de manera totalmente extensiva y semisalvaje.
Actualmente se explota exclusivamente para la producción de carne.
PROTOTIPO.
Cabeza:
En los machos es fuerte y proporcionada, de porte distinguido y testuz elevada con abundante flequillo o moña.
En las hembras es más larga y estrecha, presentando también generosa moña.
Frente recta y corta.
Cara alargada y terminada en hocico estrecho. Ollares dilatados y labios gruesos.
Ojos vivos.
Orejas medianas y muy móviles.
Cuernos de tamaño discreto, en forma de paréntesis, de sección circular y dirigidos lateralmente en principio y luego hacia adelante y arriba, de color blanco y con puntas oscurecidas.
Cabeza de vaca Monchina.
(c) José Antonio Velasco Crespo.
Cuello:
Corto, fuerte, robusto y bien unido al tronco en los machos. Más largo y fino en las hembras. Papada de escaso desarrollo y discontinua.
Tronco:
Algo estrecho, con planos costales de longitud media, oblicuos en los machos y poco arqueado, sobre todo en las hembras.
Vientre proporcionado y recogido en los machos y algo más abultado en las hembras. Ijares bien manifiestos.
Cruz poco saliente en los machos y más aparente en las hembras.
Dorso corto de línea inclinada de atrás hacia delante.
Lomo estrecho y poco musculoso.
Pecho estrecho y profundo, con gran predominio del tronco anterior sobre el posterior en los machos y, aunque menos, también en las hembras.
Quilla esternal no muy ancha, pronunciada en las hembras y algo menos en los machos.
Grupa corta y estrecha, con espina sacra manifiesta, angulosa, ancha entre los iliones y estrecha entre los isquiones.
Cola de nacimiento anterior y ligeramente arqueada en el maslo, con borlón negro.
Vista lateral de una vaca Monchina.
(c) José Antonio Velasco Crespo.
Sistema mamario:
Ubres de escaso desarrollo y base, bien adosadas al vientre. Buena conformación y recubiertas de pelos largos y finos. Pezones bien desarrollados, simétricos, bien desarrollados y de color rosado.
Extremidades y aplomos:
Las anteriores musculadas, con rodillas fuertes y bien conformadas, cañas aplanadas lateralmente, tendones marcados y pezuñas pequeñas pero duras, fuertes y de color negro.
Las posteriores menos desarrolladas, de escasa musculatura y corvejones amplios, secos y fuertes.
Los aplomos son correctos, proporcionando marcha ligera y suelta.
Vaca Monchina andando.
Se aprecian perfectamente las particularidades de las extremidades.
(c) José Antonio Velasco Crespo.
Piel pelo y mucosas:
Piel gruesa y pelo basto y largo con marcado cambio estacional siendo en verano más corto fino y brillante y en invierno de marcado hirsutismo. Mucosas negras.
Color:
Capa castaña con oscurecimiento centrífugo dando lugar a caras ahumadas, ojeras negras, oscuridades en el borde auricular, rodete y plano anterior de la rodilla.
Como particularidades aparece siempre el bociclaro y pueden aparecer lombardos, listones y animales con decoloraciones en la parte superior de la frente.
La capa castaña puede variar desde el claro, semejante al rubio o trigueño, hasta el castaño intenso, siendo siempre más oscura en los machos.
Existen individuos de capa atigrada, chorreada o barrada.
Arriba: Vaca Monchina de capa clara.
Centro: Vaca Monchina de capa oscura.
Abajo: Novillo Monchino.
(c) José Antonio Velasco Crespo.
ORIGEN E HISTORIA
Existieron diversas teorías sobre el origen de la raza aunque actualmente se considera que pertenece al Tronco Cántabro junto con razas del norte de España y Portugal como la Tudanca, la Asturiana de la Montaña o Casina, la Asturiana de los Valles, la Alistana Sanabresa, la Vianesa, la Frieiresa, la Limiá en España y la Mirandesa y sus derivadas en Portugal.
Realmente, muchos autores se refieren más bien a estos bovinos como Tronco Castaño ya que estarían emparentados con otros bovinos europeos muy similares como las razas francesas Aubrac y Gascona por citar sólo a las más conocidas.
La Monchina es un claro representante del tronco Cántabro o Castaño.
(c) José Antonio Velasco Crespo.
La Monchina evolucionó de forma particular en un medio muy hostil con un clima lluvioso y frío y de forma totalmente natural al vivir prácticamente en estado salvaje y manteniendo escaso contacto con el hombre.
Precisamente el vivir en estado semisalvaje facilitó el mestizaje con otras razas hasta colocarla al borde la extinción y llegar a exterminarla por cruzamiento absorbente en muchas zonas.
Vacas Monchinas en el monte.
(c) José Antonio Velasco Crespo.
Aunque la raza se explote actualmente de manera exclusiva para la producción de carne, en el pasado fue utilizada también para la "lidia", utilizándose los novillos y las vaquillas para festejos taurinos populares debido a su temperamento arisco que llegaba a rayar con la bravura pero sin llegar nunca a la verdadera lidiabilidad.
Las imposiciones legales y la férrea oposición de los criadores de ganado de raza de Lidia así como la mejora de las comunicaciones que permitía llevar ganado bravo a las zonas donde se criaba la Monchina, terminó con tal aprovechamiento.
EXTENSIÓN E IMPORTANCIA.
Tradicionalmente, la Monchina ha vivido en los montes orientales de Cantabria, en el Valle de las Encartaciones (Vizcaya), en Álava y en el Norte de Burgos.
Hoy en día, sigue habitando en las mismas zonas pero su censo es menor que en épocas pasadas.
A 31 de diciembre de 2021, el censo era el siguiente:
Cantabria:
- Reproductores: 1410 hembras y 26 machos.
- Total de animales: 1739 hembras y 135 machos.
- Ganaderías: 47.
País Vasco:
- Reproductores: 670 hembras y 57 machos.
- Total de animales: 1068 hembras y 153 machos.
- Ganaderías: 11.
Castilla y León:
- Reproductores: 258 hembras y 5 machos.
- Total de animales: 291 hembras y 6 machos.
- Ganaderías: 3.
Vacas Monchinas en Cantabria.
En esta comunidad, se encuentra la mayor parte del censo.
(c) José Antonio Velasco Crespo.
EXPLOTACIÓN Y MANEJO.
El sistema de explotación tradicional ha sido el extensivo asilvestrado, permaneciendo el ganado siempre en el monte con visitas esporádicas y siendo reunido una vez al año para retirar los terneros sobrantes del cupo de recría así como el ganado de desvieje, aprovechando para realizar operaciones de manejo como la colocación de cencerros, el marcado a fuego y por incisiones en el pabellón auricular de los terneros y otras operaciones similares.
Para ello, los vaqueros recorrían el monte a lomos de los caballos Monchinos, raza autóctona de la zona, y se ayudaban de perros como el Villano de las Encartaciones.
Vacas Monchinas en el monte.
(c) José Antonio Velasco Crespo.
Actualmente el sistema sigue siendo muy similar en la mayoría de los casos, aunque se ejerce un mayor control sobre el ganado, especialmente en lo relativo al manejo sanitario, recogiéndose el ganado en corrales en el propio monte para llevar a cabo las campañas obligatorias de saneamiento.
Vacas durante el saneamiento.
(c) José Antonio Velasco Crespo.
La alimentación del ganado descansa fundamentalmente en los recursos naturales, aprovechando el pasto e incluso los brotes tiernos y las ramas de ciertos arbustos demostrando una eficacia alimenticia que llegar a ser similar a la de las cabras.
Vaca Monchina en una zona de matorral.
(c) José Antonio Velasco Crespo.
En invierno suele recibir alimentación complementaria en forma de heno que se reparte en las zonas bajas del monte donde las vacas acuden a comerlo. Tradicionalmente, se esparcía el heno directamente en el suelo pero hoy se deposita en comederos adecuados.
Vacas Monchinas alimentándose en el monte en invierno.
(c) José Antonio Velasco Crespo.
Algunos ganaderos van dirigiendo paulatinamente sus explotaciones hacia modelos más convencionales, recluyendo al ganado en amplios corrales donde reciben la ración complementaria durante el invierno y donde pueden ser cuidados adecuadamente.
Vacas Monchinas en un corral en zona baja.
(c) José Antonio Velasco Crespo.
Pese a su legendario temperamento arisco y semisalvaje, si son debidamente manejadas desde pequeñas, las Monchinas se comportan como cualquier otra vaca, siendo posible incluso amarrarlas en las cuadras tradicionales como si de vacas Pintas (Frisonas) se tratase.
La reproducción se realiza por monta natural con semental propio, teniendo lugar las cubriciones muchas veces en pleno monte lo que dificulta grandemente la cría en pureza si otros ganaderos mantienen sementales de otras razas sueltos.
Vaca Monchina y semental Limusín.
(c) José Antonio Velasco Crespo.
Hoy en día, con un manejo mucho más esmerado, las Monchinas no se diferencian mucho de cualquier otra vaca de cría extensiva realizando un parto anual generalmente en pleno monte y sin dificultad alguna.
No obstante, algunos ganaderos están optando por comenzar a recoger a las vacas durante la época de paridera ante la aparición del lobo en las áreas de cría de la raza.
Vaca Monchina recién parida en la cuadra.
(c) José Antonio Velasco Crespo.
La Monchina tiene una gran facilidad de parto incluso en los cruzamientos con razas pesadas, siendo frecuentes los cruzamientos con toros de las razas Asturiana de la Montaña, Asturiana de los Valles, Limusina, Charolesa e incluso Azul Belga.
Abandonada ya su utilización como animal de "lidia", la Monchina es una raza destinada a la producción de carne en ambientes muy hostiles en los que no cualquier raza es capaz de sobrevivir.
Los terneros puros son pequeños y de crecimiento lento, ya que al nacer pesan unos 20 kilogramos y al destete con 5-7 meses no superan los 100 kilogramos de peso vivo.
Los terneros cruzados alcanzan pesos muy superiores tanto al nacimiento como al destete.
Tras el destete, los terneros son finalizados en cebaderos y comercializados generalmente como añojos con 18 meses, un peso en canal de 220 kilos, un rendimiento en canal del 60% y una ganancia media diaria de 500 gramos durante el periodo de cebo.
Terneros.
(c) José Antonio Velasco Crespo.
La carne de raza Monchina es de gran calidad y está amparada por la IGP Carne de Cantabria junto con la de las razas Tudanca, Asturiana, Parda integrada por absorción, Limusina adaptada al medio y sus cruces.
Se distinguen los siguientes tipos:
- Ternera: Menos de 12 meses.
- Añojo: 12-24 meses.
- Novilla: 24-48 meses.
- Buey: Macho castrado de más 48 meses.
La Monchina está catalogada oficialmente como raza autóctona en peligro de extinción por su bajo censo total y el bajo censo de reproductoras.
La Asociación Nacional de Criadores de Ganado Vacuno de Raza Monchina con sede en Guriezo (Cantabria) se preocupa por el mantenimiento, selección, mejora y difusión de la raza que participa en ferias tanto en Cantabria como en lugares más alejados como Salamanca, donde causa siempre expectación.
Vaca Monchina.
(c) José Antonio Velasco Crespo.
El 23 de septiembre de 2022 tuvo lugar en el centro cívico de Meruelo (Cantabria), el I Encuentro de Razas Autóctonas Amenazadas Presentes en Cantabria, en el que participaron ganaderos, técnicos de las Asociaciones y veterinarios y en el que por supuesto se habló sobre la raza Monchina.
Mercedes Fernández, responsable del Libro Genealógico de la raza Monchina Bovina y Equina, realizó una ponencia sobre la raza en la que explicó sus características generales, su evolución censal y su situación actual además de contar curiosas anécdotas sobre el temperamento indómito de estos bovinos.
Mercedes Fernández en el I Encuentro de razas.
Meruelo (Cantabria).
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.
CONCLUSIONES FINALES.
La Monchina es una raza autóctona con un amplio potencial en la producción de carne de calidad en medios adversos además de constituir una reserva genética de primer orden.
Tras décadas en las que ha estado en grave peligro de extinción, actualmente cuenta con una Asociación de Criadores que vela por su preservación y por un grupo entusiasta de ganaderos que apuestan por esta raza autóctona en lugar de por razas más productivas pero que se adaptan peor a la vida en el monte.
Es el caso de José Antonio Velasco Crespo, ganadero que ha cedido desinteresadamente la inmensa mayoría de las fotografías que aparecen en este artículo dedicado a la mítica vaca Monchina.
- A José Antonio Velasco Crespo, criador de vacas Monchinas.
- A Isaac Díaz Granel, ganadero.
BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES CONSULTADAS.
- Sánchez Belda, A. (1984) Razas bovinas españolas.
- Sánchez Belda, A. (2002) Razas ganaderas españolas bovinas. Colección Feagas.
- Web del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
ENLACES DE INTERÉS.
Artículo sobre el I Encuentro de Razas Autóctonas Amenazadas Presentes en Cantabria:
Fdo: Silvestre de la Calle García.
Técnico Forestal.
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