lunes, 14 de agosto de 2023

EL TORO DE LOS MOZOS

Barajas es un pequeño pueblo abulense situado en la vertiente norte de la Sierra de Gredos, cerca del nacimiento del río Tormes. Junto con la vecina localidad de Navarredonda, componen el municipio de Navarredonda de Gredos cuya economía gira en torno al ganado vacuno de aptitud cárnica motivo por el cual existe en Barajas una curiosa costumbre conocida como EL TORO DE LOS MOZOS.

(c) "El Toro de los Mozos".

Tradicionalmente, Barajas basaba su economía, al igual que Navarredonda, en la carretería de largo recorrido. Los carreteros con sus carretas tiradas por yuntas de bueyes transportaban madera de los pinares de la zona a ciudades como Ávila, Salamanca o Sevilla y regresaban al pueblo con productos que no se producían en la zona pues debido a las bajas temperaturas y a la pobreza del suelo, sólo podía cultivarse centeno y posteriormente también patatas.
En 1836, con la supresión de los privilegios de la Real Cabaña de Carreteros de Gredos, todo esto cambió y los carreteros se convirtieron en vaqueros dedicándose a la producción de terneras para carne y para vida y de novillos para trabajo.

Arando con yunta de vacas en Barajas.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Para que las vacas pudieran reproducirse, era necesaria la presencia de toros pero muchos ganaderos tenían dificultades para comprar un toro por lo que desde tiempo inmemorial, los mozos de Barajas compraban un toro en la Feria de Santiago de Navarredonda (26 de julio) y lo subastaban el día 16 de agosto con motivo de la festividad de San Roque.

 Feria de Santiago. 2013.
(c) Silvestre de la Calle García.

Quien comprase el toro, no tenía que pagarlo en el acto sino que se le vendía "a fiado", debiendo pagarlo al año siguiente. Para que la compra fuese válida, el comprador debía contar con un "fiador" que se hiciese cargo del pago si él no podía realizarlo en la fecha establecida.
Los toros, que eran siempre de raza Avileña que es la autóctona de la zona, podían utilizarse como sementales y venderse cuando ya no podían cubrir a las vacas o bien podían caparse y domarse para venderlos como bueyes de labor y así obtener un beneficio considerable.
La subasta del toro se realizaba siempre en un corral de Eleuterio Campos, junto a las Eras de Barajas.

Toro subastado en los años 60.
(c) "El Toro de los Mozos".

La compra y subasta del toro se repetía año tras año sin que se produjese incidente alguno. 
Únicamente en una ocasión, un toro no fue pagado cuando finalizó el plazo. Había sido comprado por un carnicero apellidado Del Río y que era natural de la zona de El Barco de Ávila. Al no pagar el toro, se echó un bando en el pueblo diciendo que "El toro se lo ha llevado el Río y no lo ha pagado".
El bando daba lugar claramente a confusión pues parecía que el toro había sido arrastrado por el río o algo por el estilo.
Los mozos pusieron dinero para poder continuar con la tradición.

Toro Avileño.
(c) Miguel Alba Vegas.

Esta antiquísima tradición, cuyo origen se desconoce, se mantuvo hasta los años 70 del siglo XX cuando debido a factores como la emigración, el descenso del número de mozos y los cambios que iban surgiendo en la ganadería, ocasionaron su extinción, aunque la costumbre quedó en el recuerdo.

El Toro de los Mozos pasó a formar parte de la memoria de los viejos.
Toro Avileño.
(c) Miguel Alba Vegas.

En 1995, unos cuantos mozos que eran sólo unos niños cuando se subastaron los últimos TOROS DE LOS MOZOS, decidieron recuperar la tradición.
Los mozos de Barajas hablando días antes de la fiesta, decidieron ir a la Feria de Santiago de Navarredonda y comprar un toro para subastarlo el día de San Roque.
Hablaron con un ganadero de Hoyuelos (Hoyos de Miguel Muñoz) queriendo comprarle uno de los chotos que llevó a vender a la feria pero les dijo que les vendía mejor uno que tenía en la sierra. 
Sin embargo, como no se fiaba de los jóvenes, antes de cerrar el trato se echó atrás y los jóvenes se vieron obligados a hablar con un ganadero trashumante de Villanueva de la Vera (Cáceres) para bajar allí y comprar un choto de raza Charolesa.


Alfonso Vegas y Juan Manuel Yuste. 1995.
Primer Toro de los Mozos en los tiempos modernos.
(c) "El Toro de los Mozos".

Los mozos quisieron organizar una sociedad para que la tradición de EL TORO DE LOS MOZOS nunca se volviese a perder.
Para ello fue decisiva la participación de Miguel García Yuste, sacerdote nacido en Barajas, que fue el primer secretario de la Asociación y se ocupó de organizar adecuadamente los libros y la lista de socios.

Primer acta.
(c) "El Toro de los Mozos".

La Asociación está integrada por hombres y mujeres pero no sólo de Barajas como en épocas pasadas, sino también de Navarredonda.
Es costumbre que el mismo año de nacer, los niños sean ya socios.

Manuel Yuste con sus nietas. 2007.
(c) "El Toro de los Mozos".

Los primeros socios pagaron una cuota de 2.000 pesetas y actualmente cada socio sigue pagando lo mismo (12 €) siendo tradición que los niños sean apuntados a la sociedad nada más nacer.
Cada año se nombran 4 mayordomos (2 hombres y 2 mujeres) que se encargan de la organización de todo lo relacionado con la subasta y el festejo que tiene lugar en torno a ella, así como de realizar a lo largo del año diversas actividades y rifas para conseguir fondos.

Mayordomos de EL TORO DE LOS MOZOS.
(c) "El Toro de los Mozos".

Naturalmente, se encargan también los mayordomos de comprar el toro para la subasta para lo cual se recorren diversas ganaderías acreditadas.
El dinero sobrante de las cuotas y de la venta del toro, se destinan a la realización de diversas actividades para el pueblo: conciertos, espectáculos diversos, fuegos artificiales... pero siempre reservando una cantidad por si acaso no se paga el toro llegada la fecha estipulada.

Alicia Yuste Apausa, mayordoma en 1996.
(c) "El Toro de los Mozos",

Una de las tareas de los mayordomos, es la preparación de la limonada y el picadillo para los asistentes a la subasta.
La limonada es una bebida refrescante elaborada con vino, limón, azúcar y frutas diversas según el gusto y las costumbres propias de cada pueblo. Nunca falta en las celebraciones de los pueblos castellanos.
Durante toda su vida, Esteban Garabato se encargó de elaborar la limonada en casa de tía Pascuala, su madre, y en 1995 siendo ya muy mayor, retomó la tradición, llegando a Barajas cada año desde Madrid solamente para hacer la limonada.

Preparando la limonada.
(c) "El Toro de los Mozos".

El picadillo se elabora con carne picada de la mejor calidad previamente adobada y frita después en grandes sartenes.
Acompañado con buen pan de leña y con la limonada o simplemente un buen vaso de vino, es un manjar exquisito.

Haciendo el picadillo.
(c) "El Toro de los Mozos".

Cualquier actividad es buena para conseguir fondos para la compra del toro y para la preparación de la limonada y del picadillo, pero en 2013 los miembros de la Real Cabaña de Carreteros de Gredos tuvieron la gran idea de subastar dos carros de heno suelto.
En un pueblo ganadero, el heno siempre viene bien e interesa a cualquier ganadero para alimentar a sus vacas durante el frío invierno.

Carros cargados de heno.
(c) "El Toro de los Mozos".

Respecto al toro, principal protagonista del evento, es preciso decir que desde que se recuperó la tradición en 1995, ha habido un pequeño pero sustancial cambio con respecto a épocas pasadas.
Ya dijimos que en otro tiempo, los toros eran Avileños por ser la raza autóctona de la zona y la que mayoritariamente criaban los ganaderos locales aunque en los años 70 ya había también vacas Frisonas, aquí llamadas Suizas, para la producción lechera.
Sin embargo, actualmente y aunque la raza Avileña-Negra Ibérica sigue siendo la más abundante, los ganaderos realizan cruzamiento industrial con toros de raza Charolesa para obtener terneros más precoces y de mejor conformación que son más demandados en el mercado.
Por ello, los toros subastados son de raza Charolesa y proceden de selectas ganaderías de diversos puntos de España.

Toro Charolés.
(c) "El Toro de los Mozos".

El 16 de agosto, festividad de San Roque, se realiza en las eras de Barajas la subasta del Toro de los Mozos.
En esta extensa llanada, utilizada durante siglos por los vecinos del pueblo para trillar el centeno, actividad que a modo de demostración se sigue haciendo hoy en día el fin de semana siguiente a esta jornada festiva, se dan cita gran cantidad de espectadores para seguir realizando esta antiquísima tradición recuperada hace ya casi tres décadas.

Las Eras de Barajas en una de las primeras subastas.
(c) "El Toro de los Mozos".

El primer subastador del toro fue el mítico Don Antonio (Juan Martín), guarda de la finca Navarquita. Se encargó de este menester entre 1995 y 2004, año en el que murió.
Popularmente era conocido como el "Marqués de Cañalhorno".

Don Antonio subastando el toro.
(c) "El Toro de los Mozos".

Posteriormente, ha habido otros encargados de subastar el toro como Gregorio Martín que lo hizo en 2007.

Gregorio Martín subastando el toro en 2007.
(c) "El Toro de los Mozos".

Vecinos de Barajas y Navarredonda no falta a esta jornada festiva, desde los más mayores que aún recuerda las antiguas subastas de los años 50 y 60 a los que no las conocieron pero viven con gran ilusión esta actividad y se preocupan para seguir realizándola.
Ganaderos y vecinos de otros pueblos cercanos, unidos por esa "sangre ganadera" que hermana a todos los gredenses, acuden a la subasta del Toro de los Mozos y aprovechan para saludarse, preguntar por el ganado y la familia y recordar siempre los viejos tiempos.

Vítor (agachado), hombre muy querido que falleció durante la pandemia. 2007
(c) "El Toro de los Mozos".

Durante la subasta, el toro permanece en un corral de cancillas para que los ganaderos puedan verlo bien y decidir la cantidad que están dispuestos a pagar por él.
Pero en cierta ocasión (2007), el animal derribó el corral y se escapó, siendo imposible devolverlo al corral y obligando a realizar la subasta a distancia.

Corral derribado por el toro.
(c) "El Toro de los Mozos".

Se procura desde entonces que el corral sea lo más sólido posible para evitar sobresaltos y que los compradores puedan mirar y remirar con total seguridad al animal para valorar sus características, estudiar la genealogía del animal mostrada en un documento y decidir si les conviene para sus vacas y hasta cuánto pueden pujar según las circunstancias.
Sabe el buen ganadero que "no hay que comprar el toro por la cara sino por el culo". Explicaremos esto para las personas poco familiarizadas con el sector.
Los bovinos de aptitud cárnica tienen las piezas de mayor valor comercial en el lomo y los cuartos traseros por lo que interesa que el animal tenga una nalga bien conformada aunque, lógicamente hay que fijarse en otras muchas características pero la cabeza es, posiblemente, lo menos importante frente a lo que ocurría en los bovinos de labor que se criaban antaño.

El toro visto desde atrás.
(c) "El Toro de los Mozos".

Tras la subasta, se realiza un contrato de compraventa con las mismas condiciones que se hacía antiguamente.

El contrato queda reflejado en los libros y es firmado por el comprador y los mayordomos.

Contrato de 2022
(c) "El Toro de los Mozos".

Hecho esto, el acto concluye con el nombramiento de los nuevos mayordomos, elegidos por los mayordomos salientes que les entregan a cada uno una vara decorada que va pasando de unos mayordomos a otros.

Subastador y mayordomos en 2021.
(c) "El Toro de los Mozos".

Desde 1995 se ha venido realizando la subasta de EL TORO DE LOS MOZOS de manera ininterrumpida. Únicamente no pudo realizarse en 2020 debido a la famosa pandemia que marcará para siempre nuestra Historia, pero después de aquel año, se ha vuelto a realizar como siempre.

Cartel de la subasta de 2022.
(c) "El Toro de los Mozos".

Los ganaderos y vecinos de Barajas y Navarredonda demuestran con esta tradición su interés por mantener vivas y recuperar las tradiciones heredadas de sus antepasados.
No en vano, realizan a lo largo del año otras muchas actividades tradicionales entre las que sobresalen la mencionada FIESTA DE LA TRILLA.
Desde este blog dedicado a la ganadería y la cultura tradicional, aplaudimos una vez más la encomiable labor realizada por los habitantes de estos preciosos pueblos de la Sierra de Gredos.

Trilla en las Eras de Barajas.
(c) Silvestre de la Calle García.

SUBASTAS DE TOROS Y GANADO FUERA DE BARAJAS.
Las subastas de ganado eran muy comunes en diversos lugares de España donde se realizaban siempre con motivo de alguna fiesta señalada y con el objetivo de facilitar la compra de animales a personas de pocos recursos, destinando el sobrante del dinero obtenido por la subastas del toro a la realización de diversas actividades relacionadas muy a menudo con el culto religioso.
En Hoyos del Espino, a pocos kilómetros de Barajas, tuvo lugar hasta los años 60 la subasta de EL TORO DE LA VIRGEN que era subastado el 15 de agosto.
Esto lo cuenta Alfredo González Tejado en su maravilloso libro AIRES DE GREDOS (2008) donde se recogen multitud de detalles sobre las tradiciones y la cultura de Hoyos del Espino, pero de esto hablaremos en otra ocasión.

Toro Avileño.
(c) Silvestre de la Calle García.

AGRADECIMIENTOS.
Para realizar el presente artículo ha sido imprescindible la ayuda de Juan Manuel Yuste Apausa, uno de los primeros mayordomos de EL TORO DE LOS MOZOS en 1995, y de su esposa Isabel López Arrabé.

Isabel López Arrabé y Juan Manuel Yuste Apausa.
(c) Silvestre de la Calle García.

ENLACES DE INTERÉS:
Se ha hablado fundamentalmente de dos razas bovinas: La Avileña y la Charolesa.
Ambas son muy conocidas en el ámbito ganadero español pero para que los lectores que lo deseen ponemos a continuación dos enlaces sobre artículos dedicados a estas razas publicados en EL CUADERNO DE SILVESTRE:

- La vaca Avileña.


- La raza Charolesa.


Fdo: Silvestre de la Calle García.

2 comentarios:

  1. Muy buen artículo. Se dice en el mismo que siempre el comprador del toro debe aportar un fiador que en su caso pagaría el precio por él. Pero al principio se habla de un caso en que un carnicero apellidado Del Río no pagó el toro. No me ha quedado claro si en ese caso lo pagó el fiador o el toro quedó sin pagar. Es una simple curiosidad. Muchas gracias por todos tus escritos.

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    1. Pues es una historia que se ha transmitido a lo largo del tiempo y no se sabe muy bien lo que ocurrió realmente, pero lo cierto es que en el plazo estipulado el toro estaba sin pagar.

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