EL ASNO DE PURA RAZA ANDALUZA

El asno o burro ha tenido gran importancia en España como animal de trabajo durante siglos, contando con 6 razas autóctonas reconocidas oficialmente entre las cuales se encuentra el Asno de Pura Raza Andaluza o Asno Andaluz.

Asno de Pura Raza Andaluza.
(c) ASNOPRA

ETIMOLOGÍA Y SINONIMIA.
Conocido oficialmente como Asno de Pura Raza Andaluza o Asno Andaluz, recibe su nombre de la comunidad autónoma de Andalucía, área de origen y en la que se encuentran actualmente la mayoría de los ejemplares existentes.

Asno de Pura Raza Andaluza.
(c) ASNOPRA

En el pasado, recibía nombres como Cordobés, de Lucena...por ser la campiña cordobesa y especialmente el municipio de Lucena donde se encontraban los mejores ejemplares y donde la raza era más abundante. 
También fue conocido como Gran Asno Andaluz para diferenciarlo de los abundantes burros de pequeño tamaño muy abundantes en Andalucía y que son conocidos popularmente como morunos aunque por el momento no son una raza reconocida oficialmente.
Las denominaciones anteriores van cayendo en desuso hoy en día.

Asnos de Pura Raza Andaluza.
(c) ASNOPRA.

DESCRIPCIÓN DE LA RAZA.

Características generales:
La raza agrupa animales de perfil subconvexo, hipermétricos y sublongilíneos, de gran alzada (145-158 cm en machos y 135-150 cm en hembras), de conformación robusta y armónica en ambos sexos, cabeza algo descarnada, expresiva y dando impresión de energía y resistencia. 
Tronco entre paralelas y extremidades recias, con gran desarrollo del hueso y de las articulaciones que le permiten desarrollar una aptitud mecánica decidida, airosa y desenvuelta en todos los aires o marchas a los que se le somete. 
Capa torda (rucia) desde clara a oscura.
Animal de carácter equilibrado y apacible pero resuelto. 

Asno de Pura Raza Andaluza.
(c) ASNOPRA.

Características regionales:

Cabeza: ligeramente grande, con frente amplia y cara de longitud media y ancha, de perfil recto o sibconvexo. Órbita en línea de la frente, aunque algo saliente en el borde posterior. Ojo oblicuo pero a flor de cara, grande y no exento de belleza. Orejas de ancha base, de proporciones medias, erectas y de gran movilidad. Hocico no voluminoso, con ollares amplios y plegados. Boca recogida con labios delgados y finos.

Detalle de la cabeza.
(c) ASNOPRA.

Cuello: mediano, piramidal y con buen desarrollo muscular, más estilizado en las hembras. En estación forma un ángulo de 40º con la horizontal, de amplia y definida unión al tronco y a la cabeza. El borde superior es recto o ligeramente subconvexo, aunque el borde traqueal puede aparecer invertido.

Vista más amplia del ejemplar anterior donde se observa el cuello.
(c) ASNOPRA.

Tronco: cilíndrico, de igual o mayor longitud que la alzada a la cruz. Cruz enjuta y destacada. Dorso y lomos con tendencia a la rectitud. Pecho amplio y de fuerte complexión. Grupa redondeada y de proporciones medias, ligeramente inclinada. Palomillas marcadas y ancas algo descendidas. Cola con maslo grueso y de nacimiento bajo. Vientre recogida sin exageración.

Asno en el que se puede apreciar la morfología del tronco.
(c) ASNOPRA

Extremidades: de perfectos aplomos, con gran desarrollo muscular, óseo y de las articulaciones. 

- Extremidades anteriores: Espalda larga, musculosa, con una inclinación cercana a los 45º. Brazo algo corto pero con buen desarrollo muscular. Antebrazo vertical y musculoso. Rodillas de gran desarrollo. Metacarpos cortos, de tendón destacado y gran desarrollo del hueso. Menudillos amplios y cuartillas cortas de perfecta dirección. Cascos medianos pero fuertes y bien constituidos.

- Extremidades posteriores:  muslo largo, de igual dirección que la espalda, algo aplanado. Pierna de gran longitud, buen desarrollo y algo oblicua. Corvejones de ancha base, bien conformados. Metacarpos, menudillos y cuartillas de similares características que las anteriores. 

Asno en el que se aprecian perfectamente las extremidades.
(c) ASNOPRA.

Capa y faneras:  capra torda (rucia) desde clara a oscura y frecuentemente rodada, con tendencia a la pérdida de pigmentación del pelo negro (tordo regresivo). Pelo corto y fino, bien asentado y suave al tacto, en invierno más grueso y basto. Piel fina y ajustada, de color oscuro.

Grupo de asnos donde puede verse la variabilidad dentro de la capa torda o rucia.
(c) ASNOPRA.


Defectos:

No deseables: alzada inferior a los 145 cm en machos y 135 en las hembras.

Descalificables eliminatorios:
De acuerdo con el estándar racial descrito, se considerarán descalificables los siguientes defectos:

a) Cualquier capa que no sea la contemplada en el estándar racial.
b) Picón o belfo.
c) Cuello vencido.
d) Monórquido o criptórquido.
e) Enfermedades de transmisión genéticas.
f) Arpeo.
g) Defectos graves en cualquiera de las regiones descritas en los apartados del prototipo racial. 


Asnos de Pura Raza Andaluza.
(c) ASNOPRA.

ORIGEN E HISTORIA.
Al igual que ocurre con otras muchas razas ganaderas de diferentes especies, explicar el origen del Asno de Pura Raza Andaluza es bastante complicado por lo que los expertos se basan en diferentes hipótesis y teorías.
Los asnos domésticos descienden directamente del asno salvaje africano que fue domesticado en el Antiguo Egipto desde donde se expandió al resto del mundo llegando a la península Ibérica en el I Milenio antes de Cristo.

Asnos de Pura Raza Andaluza en una zona seca.
(c) ASNOPRA

La teoría más aceptada es que los antepasados del actual Asno de Pura Raza Andaluza fueron introducidos desde el norte de África por los Camitas que dieron lugar a los Íberos aunque posiblemente el comercio de asnos con el norte de África fue muy intenso durante la dominación musulmana, época en la que estos animales fueron muy apreciados. Todo esto explicaría la gran diferencia entre los asnos de la mitad sur peninsular y de las islas Canarias frente a los de la mitad norte y las islas baleares, siendo los primeros de capas tordas y claras y los segundos de capas oscuras.

Asno de Pura Raza Andaluza.
(c) ASNOPRA.

Sea como fuere, a finales de la Edad Media, la cría de asnos tenía una gran importancia en el sur peninsular tanto para la multiplicación de la propia especie con el fin de utilizar estos animales para las tareas del campo en aquellas regiones más secas y agrestes donde la cría y utilización del ganado bovino era complicada como para la producción de extraordinarios garañones utilizados en el cruzamiento con yeguas para la producción de mulas, animal que es un auténtico éxito de la ganadería.

Mulo andaluz.
(c) Antonio Jesús Sancho Reyes.

Hasta tal punto preocupó a los monarcas que se cruzase un elevado número de yeguas con asnos para la producción mulatera poniendo en peligro la cría de buenos caballos para el ejército, que en 1462 el rey Enrique IV dictó las primeras prohibiciones para la cría de mulas al sur del río Tajo, medida secundada por todos los reyes españoles hasta 1834.

Yegua con una muleta.
(c) Isidro Pérez Jiménez.

Esto hizo que, en cierta medida, los asnos y concretamente los antepasados del asno de Pura Raza Andaluza, estuviesen perseguidos y que los ganaderos no quisieran criarlos aunque en algunas zonas eran imprescindibles para trabajar siendo necesarios precisamente animales con gran fortaleza por lo que en los cortijos andaluces siguió habiendo grandes asnos mientras que los pequeños campesinos utilizaban los ya mencionados burros morunos que por su reducida talla eran fáciles de mantener y de manejar por mujeres y niños, algo muy habitual en el pasado.

Asnos de Pura Raza Andaluza.
(c)ASNOPRA.

Tras la prohibición de la cría de mulas al sur del Tajo, los grandes asnos andaluces volvieron a ser muy buscados y comienza así la época dora del Asno de Pura Raza Andaluza que durará hasta la llegada de la mecanización agrícola y del transporte.

Asno de Pura Raza Andaluza.
(c) ASNOPRA

En esa época dorada que mencionamos y que se prolongó desde mediados del siglo XIX hasta los años 60 y 70 del siglo XX, los asnos andaluces y las mulas producidas a partir de ellos, fueron abundantísimos no sólo en Andalucía sino también en toda la mitad sur peninsular. Así, arrieros andaluces como los cacharreros de Jaén se dedicaron a la venta de asnos por toda La Mancha y Extremadura donde estos asnos eran conocidos popularmente como burros cacharreros, teniendo una gran demanda para el trabajo agrícola.

Antonio Leandro de la Calle Jiménez y su hijo Alonso con un "burro cacharrero" cargado de tabaco en Guijo de Santa Bárbara (Cáceres) 1960.
(c) Familia de la Calle.

Además de emplearse como animales de carga y tiro ligero, los Asnos de Pura Raza Andaluza fueron siempre extraordinarios animales de montura. Su paso firme y seguro y su buena zancada debido a su gran tamaño, hacían muy cómodo viajar en ellos. 

A lomos de un burro.
(c) ASNOPRA.

La progresiva mecanización del campo con la aparición de los tractores y el uso de vehículos motorizados para el transporte, acabaron con las utilidades tradicionales de los Asnos de Pura Raza Andaluza que comenzaron a desaparecer a un ritmo vertiginoso hasta llegar a la situación actual como veremos más adelante.

Asno de Pura Raza Andaluza.
(c) José Antonio Nieto Melgarejo.

DISTRIBUCIÓN E IMPORTANCIA.
El censo oficial del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a 31 de diciembre de 2024 era el siguiente por comunidades autónomas:

ANDALUCÍA.
Hembras reproductoras: 260
Machos reproductores: 73

Total de hembras: 361
Total de machos: 131

Total de ejemplares: 492

Ganaderías: 126

CASTILLA-LA MANCHA
Hembras reproductoras: 3
Machos reproductores: 1

Total de hembras: 4
Total de machos: 2

Total de ejemplares: 6

Ganaderías: 1


EXTREMADURA.
Hembras reproductoras: 36
Machos reproductores: 9

Total de hembras: 41
Total de machos: 16

Total de ejemplares: 57

Ganaderías: 18

MURCIA.
Hembras reproductoras: 2
Machos reproductores: 2

Total de hembras: 3
Total de machos: 3

Total de ejemplares: 6

Ganaderías: 3

A nivel nacional, el censo asciende a 301 hembras adultas, 85 machos adultos, 409 hembras de todas las edades, 152 machos de todas las edades, lo que supone un total de 561 animales repartidos en 148 ganaderías.

Grupo de burros junto a un chozo o bujío.
(c) ASNOPRA.

Como vemos, la gran mayoría de los ejemplares y de las ganaderías se localizan en Andalucía llamando la atención la gran pérdida censal de esta raza en el resto de Comunidades mencionadas en el censo donde, hace apenas unas décadas, estos animales eran verdaderamente numerosos.
Podemos decir por ello, que el Asno de Pura Raza Andaluza se encuentra en grave peligro de extinción.

Asnos de Pura Raza Andaluza.
(c) José Antonio Nieto Melgarejo.

La raza tiene una gran importancia histórica y cultural. Aunque ya sus cualidades productivas, como luego veremos tengan menos importancia que en épocas pasadas, los asnos juegan un papel medioambiental fundamental en las áreas donde pastan al controlar, prácticamente con la misma eficacia que las cabras, el excesivo desarrollo del matorral, contribuyendo así a la reducción del riesgo de incendios forestales.

Burra con su cría.
(c) José Antonio Nieto Melgarejo.

MANEJO.
El manejo de los Asnos de Pura Raza Andaluza ha sido muy elemental durante siglos. Los animales permanecían sueltos al aire libre a menudo día y noche salvo en las horas de trabajo y sin recibir alimentación suplementaria. En ocasiones, se les construía algún sencillo cobertizo para resguardarse en las horas de más calor o para refugiarse de la lluvia, compartiendo en el mejor de los casos cuadras más confortables junto a los caballos y mulas.

Asnos en el campo.
(c) ASNOPRA.

Únicamente los garañones utilizados en la reproducción, solían mantenerse en cuadras para controlarlos mejor, de las cuales salían para hacer ejercicio y para cubrir a las burras o yeguas que se llevasen.

Garañón cubriendo a una burra.
(c) José Antonio Nieto Melgarejo.

La alimentación de los asnos se base fundamentalmente en forrajes naturales que pueden ser complementados con forrajes desecados (heno) y paja de cereal como ración de volumen. También se les puede suministrar ración de concentrados a base de cereales como avena y cebada pero en cantidades reducidas ya que los asnos tienden a acumular grasa en ciertas partes del cuerpo y la pierden con gran dificultad pudiendo ocasionarles severos problemas de salud. Además, muchos criadores constatan una mayor agresividad de los asnos cuando reciben concentrados al estar más fuertes.

Asnos alimentándose.
(c) ASNOPRA

En lo referente a la reproducción, se realiza tanto por inseminación artificial como mediante monta natural. 
Tradicionalmente se realizaba mediante monta natural con garañón propio o acudiendo con la hembra al macho de otro criador siendo muy frecuentes en otros tiempos las paradas en las que se mantenían caballos sementales y garañones para servir los unos y los otros tanto a yeguas como a asnas y producir así mulos y burdéganos.
Para saber si una asna está en celo basta con observarla porque presentará síntomas como orinar frecuentemente, levantará la cola...aunque el signo más evidente es ver al animal "mascar" abriendo y cerrando la boca.

Asna en celo.
(c) ASNOPRA.

En ese momento, hay que acercar la hembra al garañón el cual la montará normalmente sin problemas aunque conviene que el ganadero esté presente por si el garañón necesita ayuda. La cubrición en sí es rápida siendo conveniente repetirla para asegurar el éxito.
Si el que cubre a la asna es un caballo semental, deberá haber sido previamente entrenado puesto que mientras los garañones no presentan reparo alguno en cubrir a las yeguas, los caballos sí que suelen ser muy reacios a cubrir a las asnas para lo cual hay que valerse de algunos trucos.

Cubrición.
(c) ASNOPRA.

La gestación de las asnas dura algo más de un año, de ahí el dicho popular de "más largo que el parto de la burra", aunque el parto en sí suele ser rápido y sencillo naciendo por regla general una sola cría al igual que en los caballos, siendo los partos de gemelos verdaderamente raros.
Si las asnas están bien alimentadas, saldrán en celo a los 7-9 días de haber parido pudiendo ser nuevamente cubiertas por el garañón o inseminadas artificialmente.

Ganadero con la asna y su cría.
(c) ASNOPRA.

Durante varios meses, la cría permanecerá junto a su madre, alimentándose de su leche que, como curiosidad, es la más parecida a la leche de la mujer por lo que en épocas pasadas fue muy frecuente utilizarla para criar a aquellos niños que no podían ser alimentados por sus madres y que no toleraban otros tipos de leche.

Asna con su cría.
(c) ASNOPRA.

A las pocas semanas, el pequeño burrito, llamado buche en muchos lugares, ya comienza a consumir alimento sólido y hacia los 6 meses está listo para ser destetado y pasar a la fase de recría antes de comenzar el proceso de doma y su carrera reproductiva que no debe comenzar al menos hasta los 3 años en el caso de las hembras para que se desarrollen adecuadamente y hasta los 4 en el caso de los garañones aunque a partir de los 2 años, tanto machos como hembras pueden ya reproducirse.

Asna con su cría.
(c) ASNOPRA.

Conviene que desde pequeños, los asnos se acostumbre al trato con los humanos por lo que nunca es demasiado pronto para acariciarlos, hablarles, jugar con ellos y conforme vayan creciendo colocándoles la cabezada, levantándoles las patas, colocándoles la albarda...

El manejo de los buches es fundamental.
(c) ASNOPRA.

En contra de lo que muchos piensan, un asno sometido a un buen manejo y programa de doma, puede ser igual que un caballo y el Asno de Pura Raza Andaluza demuestra esto plenamente.

Doma de un burro.
(c) José Antonio Nieto Melgarejo.

APTITUDES Y TIPOS DE PRODUCCIÓN.
Ya ha quedado reflejado a lo largo del presente artículo que el Asno de Pura Raza Andaluza, al igual que otros asnos y especialmente los de mayor tamaño, ha sido un animal de trabajo utilizado para realizar todo tipo de tareas agrícolas relativamente pesadas en aquellas zonas más agrestes donde no podían utilizarse otros animales como caballos, mulas o vacunos.
Por su morfología son animales más adecuados para el transporte de cargas y personas a lomo que para el tiro, aunque pueden tirar sin problemas de pequeños aperos adaptados.

Asno cargado con paquetes de paja.
(c) ASNOPRA.

Actualmente, los Asnos de Pura Raza Andaluza son poco o nada utilizados para el trabajo del mismo modo que se hacía antes aunque suelen ser empleados en fiestas o jornadas de recreación de oficios tradicionales. Hoy se utilizan sobre todo con fines turísticos para realizar paseos por pueblos y ciudades, rutas por el campo, tirar de pequeños vehículos...

Asno de Pura Raza Andaluza.
(c) ASNOPRA.

Siguen siendo estos asnos utilizados como animales de montura. Debidamente domados son comodísimos para todo tipo de jinetes, incluso para los más inexpertos.

Asno de Pura Raza Andaluza.
(c) ASNOPRA.

También es reseñable la producción de mulas. Estos animales ya no son demandados para la agricultura pero siguen siendo utilizados en trabajos forestales como el transporte de corcho o de piezas de caza en monterías realizadas en zonas de montaña. También se demandan para el tiro de carretas.

Mulo de gran tamaño.
(c) Antonio Jesús Sancho Reyes.

Una función importantísima de los Asnos de Pura Raza Andaluza es la limpieza de fincas, motivo por el que muchos criadores los mantienen. Estos animales son excelentes para controlar el crecimiento excesivo de hierbas y matorrales.

Asna con su cría.
(c) ASNOPRA.

SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS FUTURAS.

Viendo el censo de la raza es fácil imaginarse la situación actual. El Asno de Pura Raza Andaluza se encuentra en grave peligro de extinción aunque, afortunadamente, todavía puede salvarse gracias al trabajo de ganaderos entusiastas y especialmente al trabajo realizado por ASNOPRA, asociación cuyo objetivo es la preservación, el fomento y de la raza asnal Andaluza, así como la representación, defensa y promoción de sus asociados.

(c) ASNOPRA.

BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES CONSULTADAS.
- Razas de ganado del catálogo oficial de España (2019). Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación.
- Aparicio Sánchez , G. (1960). Zootecnia especial. Etnología compendiada. Universidad de Córdoba.
- Modelo D. y García Nieto, E.(2017) Hermano Asno. Diputación de Córdoba.
- Yanes García, J. E. (2005) Razas asnales autóctonas españolas. Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación.

Asno bellamente enjaezado.
(c) José Antonio Nieto Melgarejo.

AGRADECIMIENTOS.

- A ASNOPRA por la cesión desinteresada de gran parte de las fotografías que ilustran este artículo.

- A José Antonio Nieto Melgarejo, criador de la raza que desde el primer momento estuvo encantado de colaborar en la realización de este artículo aportando magníficas fotografías de sus animales y ofreciendo su ayuda en lo que fuese necesario.

José Antonio Nieto Melgarejo.

Fdo: Silvestre de la Calle García.
Técnico forestal.

Comentarios

  1. Guillermo García caballero30 de julio de 2025, 12:34

    Me ha encantado el artículo. Me estoy iniciado en el burro pura raza andaluz, soy totalmente novato en esto pero con mucho entusiasmo e ilusión. Un artículo muy interesante.

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