EUSKAL ARTZAIN TXAKURRA (PERRO DE PASTOR VASCO)

La actividad ganadería tiene desde hace miles de años una gran importancia en la Península Ibérica siendo fundamental para defender de los depredadores y manejar al ganado el empleo de perros, lo que ha dado lugar al desarrollo de una gran variedad de razas caninas.
Una de ellas es el EUSKAL ARTZAIN TXAKURRA o Perro de Pastor Vasco cuya labor fundamental es la guía y conducción del ganado menor manejado en régimen extensivo.

Euskal artzain txakurra.
(c) Isaac Díaz.

DENOMINACIÓN, SINONIMIA Y CLASIFICACIÓN.
Recibe su nombre de su área de origen (Euskadi y Navarra) y de su utilizad principal ya que el vocablo artzain significa pastor en castellano mientras que txakur significa perro y txakurra el perro.
Existen dos variedades de la raza denominadas Iletsua (peludo)  y Gorbeiakoa o del Gorbeia por proceder de dicho Monte.
Dentro de la clasificación establecida por la Federación Cinológica Internacional (F.C.I.) y por la Real Sociedad Canina de España (R.S.C.E.) el Euskal Artzain Txakurra, en sus dos variedades, queda encuadrado dentro del Grupo 1 ; Perros de pastor y perros boyeros (excepto perros boyeros suizos), en su sección 1, la referida exclusivamente a los perros de pastor.

Pareja de Euskal Artzain Txakurra junto a un rebaño de cabras Azpi Gorri.
(c) David de Blas.

DESCRIPCIÓN FANERÓPTICA Y MORFOLÓGICA.
Como se ha dicho, existen dos variedades. Ambas pueden clasificarse como animales eumétricos, longilíneos y subconvexos. Poseen un tronco de amplios desarrollos y apariencia alargada.
Fanerópticamente, sus particularidades se pueden describir en cuanto a la capa característica de cada variedad. La Illetsua es rubia y leonada mientras la Gorbeiakoa es roja fuego con frecuentes oscurecimientos. En comparación, la variedad Illetsua tiene mayor longitud de pelo en dorso y en extremidades en su parte anterior y su pelaje es más cerdoso que en la Gorbeiakoa.

Euskal Artzain Txakurra.
(c) Enrique Zubia.

Morfológicamente, la variedad Illetsua presenta mayor anchura de pecho, con mayor índice cefálico y orejas siempre caídas. Su aspecto general es de un animal de tronco fuerte y rectangular, con cabeza de forma troncopiramidal alargada y perfil cefálico subconvexo. Cuello más bien corto, pecho con costillar arqueado, abdomen ligeramente recogido, cola de inserción media-alta, miembros anteriores bien aplomados y posteriores fuertes con moderada angulación.
La altura oscila entre los 47 a 63 cm en los machos y entre los 45 a 58 cm en las hembras con un peso de 18 a 33 kg en los primeros y de 17 a 30 kg en las segundas.

Cachorro de Euskal Artzain Txakurra.
(c) Ibai Menoyo.

En la variedad Gorbeiakoa, la cabeza es de perfil subconvexo. Cuello medianamente largo, costillares moderadamente arqueados y profundos, espalda fuerte, lomo recto, mediano y firme. Miembros anteriores fuertes, secos y bien aplomados y miembros posteriores paralelos y con marcadas angulaciones.
La alzada varía entre los 47 a 61 cm en los machos y 46 a 59 cm en las hembras con pesos de 18 a 36 kg y de 17 a 29 kg respectivamente.

Euskal Artzain Txakurra.
(c) Isacc Díaz.

ORIGEN E HISTORIA.
Durante siglos e incluso podríamos decir que milenios, el pueblo vasco basó su economía en la ganadería, ocupando las ovejas un puesto de gran relevancia, siendo la raza Latxa la más antigua de la península Ibérica y una de las más antiguas de Europa, proporcionando a sus criadores leche, carne y lana.
Junto a la raza Latxa se han criado otras como la Carranzana o la Sasi Ardi y también, aunque en menor medida, cabras que actualmente conforman la raza Azpi Gorri.

Ovejas Latxas.
(c) José Antonio Uriarte.

En las zonas bajas, cerca de pueblos y caseríos, la agricultura tenía cierta importancia pero existían tanto en estas zonas como en las más altas, extensos pastizales donde el ganado menor podía pastar libremente aunque custodiado siempre por el pastor para defenderlo del ataque de depredadores como el oso, el lobo o el zorro.
Cuando era posible, y al igual que otras áreas de la Península y del resto de Europa, los pastores mantenían grandes perros mastines para defender al ganado de los depredadores, aunque esto suponía un gran coste que no todos los pastores podían asumir y más teniendo en cuenta el tamaño relativamente pequeño de los rebaños.

Cabrero con sus cabras y el Mastín.
(c) David de Blas.

Para suplir la ausencia de perros de defensa, los pastores recurrieron a diversos métodos para mantener alejados a los depredadores del ganado aunque hasta bien entrado el siglo XX lo más efectivo fue la contratación de alimañeros que acaban con osos, lobos y zorros, siendo pagados, en metálico o en especie, por los pastores que se asociaban para contratar sus servicios.
De esta forma, en las primeras décadas del siglo XX, los osos ya habían desaparecido hacía tiempo y los lobos por lo que el trabajo de los perros en los altos pastizales era poco necesario aunque siempre venían bien para proteger al ganado de perros asilvestrados y otras amenazas.

Lobo ibérico.
(c) Javier Bernal.

Sin embargo, los zorros seguían y siguen habitando los montes vascos por lo que los pastores que subían con sus rebaños al monte, se llevaban pequeños perros para que les hiciesen compañía en la chabola y para que con sus ladridos y olor mantuviesen alejados a los zorros.
Se trataba de perros que no pertenecían a una raza definida y que no servían más que para "dormir y ladrar" como decían los propios pastores, ocasionando además algunos daños al molestar e incluso atacar a las ovejas de otros rebaños lo que generaba altercados entre los pastores.

Zorro.
(c) Miguel Alba.

A lo largo de los siglos XIX y XX, en Euskadi y Navarra, como en diversas zonas de la Península, se producen cambios en la organización agraria al transformarse amplias zonas de pastizal, especialmente en las zonas bajas, en terrenos fragmentados dedicados al cultivo.
Al no estar cercadas las parcelas, el pastor debía estar atento para que el ganado respetase las lindes. Por ello, los pastores se servían de niños que pasaban el día corriendo tras las ovejas y cabras para que respetasen los límites de las parcelas.

Oinatz cuidando las cabras.
(c) Ibai Menoyo.

A lo largo de la segunda mitad del siglo XIX primera mitad del siglo XX comienzan a introducirse los primeros perros de pastor en Euskadi y Navarra aunque muchos pastores se mostraron reticentes por considerar que eran perjudiciales para las ovejas al hacerlas correr en exceso con el consiguiente peligro de que se despeñasen en el monte.
En los años 40, aún eran muchos los pastores vascos que no tenían perro pero poco a poco su uso se fue generalizando, especialmente a partir de los años 50.
Estos perros se introdujeron fundamentalmente por dos vías. 

- Vía Otxandio (Olatzi/Olazagutia)
Existen testimonios de un pastor de Olazagutia que se desplazaba cada jueves a la Feria de Ganados de Vitoria, donde entabló amistad con un pastor del Gorbea llamado Diego Aldama, el cual mantenía alguna perra de pastor y que comenzó a vender cachorros con un coste similar al de una oveja.
Esto tuvo lugar en los años 40 del pasado siglo.

- Vía Catalano-Francesa.
Tras la Guerra Civil, muchos pastores tuvieron que trasladarse a la zona de los Pirineos, donde los pastores vascos vieron por primera vez trabajar a los perros con las ovejas, introduciendo posteriormente estos perros en sus pueblos de origen.

Euskal Artzain Txakurra.
(c) David de Blas.

Viendo su gran utilidad para el manejo del ganado ovino, y en menor medida caprino, los perros comenzaron a hacerse muy populares y los pastores comenzaron a realizar una rigurosa selección hasta obtener los ejemplares actuales.
Para ello, desde los años 50 han sido muy populares en el área de cría los concursos de perros pastores.
A partir de los años 90 se han realizado multitud de estudios sobre el Euskal Artzain Txakurra que hoy constituye una raza plenamente diferenciada y muy apreciada.

Euskal Artazain Txakurra.
(c) Ibai Menoyo.

LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA.
La variedad Illetsua se distribuye por todo el territorio vasco con núcleos de población numerosa también en Navarra. Hay constancia de su existencia en municipios de Cantabria, Galicia, Castilla y León y Cataluña.
La variedad Gorbeiakoa se encuentra fundamentalmente en el área del Parque del Gorbea al sur de Vizcaya y el norte de Álava, siendo muy numerosa en aquellos municipios que lo integran como Orozko, Castillo-Elejabeitia, Areatza y Cenauri por la parte de Vizcaya y Amurrio, Urcabustaiz, Zuya, Cigoitia y Legutiano por la parte alavesa, apareciendo también en municipios como Orduña, Arrankudiaga, Zebeiro, Igorre, Dima, Ubidea y Otxandio en Vizcaya y en Artziniega, Okondo, Llodio, Ayala y Aramaio por la parte Alavesa. Hay ejemplares en zonas de Navarra, Aragón, Madrid, Andalucía y Castilla y León.

Euskal Artzain Txakurra.
(c) Enrique Zubia.

ETOLOGÍA Y FUNCIONALIDAD.
Se trata de un perro de pastoreo seguro de sí mismo, sociable, de temperamento equilibrado, que suele establecer un estrecho vínculo con el dueño al que es fiel incondicionalmente.
Son perros muy cariñosos y complacientes, tanto con las personas como con otros animales aunque tienen tendencia instintiva y son bastante territoriales.

Oinatz Menoyo con un cachorro de Euskal Artzain Txakurra.
(c) Ibai Menoyo.

Tradicionalmente se ha utilizado en labores de pastoreo para la guía y conducción de ganado ovino de las razas Latxa, Carranzana y Sasi Ardi y de caprino de raza Azpi Gorri, utilizándose también como guardián de baserris y ustiategiak.

Cabras Azpi Gorri pastando bajo la atenta mirada de los Euskal Aztrain Txakurra.
(c) David de Blas.

Pastoreo.
El Euskal Artzain Txakurra es fundamental para el manejo del ganado menor en sistemas extensivos pues dada la complicada orografía y el escaso gregarismo de la oveja Latxa o de la cabra Azpi Gorri, ahorra muchas carreras al pastor.
Durante décadas se ha seleccionado un tipo de perro capaz de trabajar instintivamente reuniendo al ganado sin necesidad de recibir órdenes directas del pastor cuando realiza su labor en amplios terrenos abiertos.

Euskal Artzain Txakurra.
(c) Enrique Zubia.

Aprende rápidamente las órdenes del pastor y las cumple inmediatamente sintiendo gran alegría cuando éste le felicita por su trabajo. De hecho, al ser un perro muy activo, puede llegar a aburrirse si no se le permite trabajar.
Es importante que desde pequeño aprenda las órdenes básicas, especialmente cuando el ganado pasta en praderas o zonas bajas donde debe respetar las lindes y no invadir cultivos o parcelas ajenas.

Euskal Artzain Txakurra con un rebaño de ovejas Latxas en una pradera.
(c) Enrique Zubia.

CONCLUSIONES FINALES.
El Euskal Artzain Txakurra es una raza canina autóctona de origen relativamente moderno pero totalmente diferenciada en la actualidad y muy necesaria para el manejo del ganado extensivo que es tan necesario en nuestros montes para mantener la biodiversidad de los mismos, reducir el riesgo de incendios forestales y proporcionar alimentos como leche o carne de gran calidad.
Es importante mantener los sistemas de explotación tradicionales del ganado menor para que la raza pueda desarrollar el trabajo para el que fue seleccionada por los pastores vascos.

Hembra de Euskal Artzain Txakurra con sus cachorros.
Presente y futuro de una gran raza.
(c) Isacc Díaz.

Agradecimientos:
Realizar los artículos de EL CUADERNO DE SILVESTRE requiere la revisión de numerosa bibliografía especializada que, en ocasiones, no es fácil ni barata de conseguir. Además de eso, es fundamental la colaboración de numerosos fotógrafos y ganaderos que, de una manera totalmente desinteresada aportan sus fotografías y sobre todo sus conocimientos y vivencias junto al ganado.

- Isaac Díaz.
- David de Blas.
- Enrique Zubia.
- Ibai Menoyo.
- José Antonio Uriarte.
- Javier Bernal.
- Miguel Alba.

Bibliografía y fuentes consultadas.

- Echevarría Sesé, G. (2020) España a través de sus razas caninas. Origen, historia y funcionalidad. Ed. Real Sociedad Canina Española y Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

- VV.AA. (2000) Ganadería y pastoreo en Vasconia. Ed. Eusko Jaurlaritza, Gobierno de Navarra y Etniker Euskalerria.

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