GANADERÍA Y ¿CAMPANAS?: EL TOQUE MANUAL DE CAMPANAS.
Durante siglos, el sonido de las campanas colocadas en las torres de las iglesias primero y después en edificios concejiles o municipales, ha marcado la vida de la gente de los pequeños pueblos españoles.
Toda la gente, incluyendo los agricultores y ganaderos, organizaban su jornada en función del sonido de las campanas de la iglesia más cercana y de los diferentes toques que monaguillos, sacristanes, sacerdotes o experimentados campaneros daban, especialmente si eran toques que indicaban algún acontecimiento especial.
Cabras en el campo.
Al fondo Iglesia Parroquial de San Nicolás de Bari.
Casas de Millán (Cáceres).
(c) Dioni Prieto Cuarto
Las campanas se empezaron a colocar en las torres o campanarios, situados anexos a las iglesias o exentos pero en sus proximidades, cuando estos templos cristianos comenzaron a construirse en todos los pueblos en la Edad Media.
El objetivo inicial era avisar con el sonido de las campanas a los fieles de la celebración de los cultos religiosos y de las horas de oración.
El párroco, el sacristán o los monaguillos, solían ser los encargados de tocar las campanas.
Campanario de Neila de San Miguel (Ávila)
(c) Silvestre de la Calle García.
Sin embargo, se vio que el toque de campanas era un medio muy eficaz para avisar y congregar a la población para dar cualquier tipo de aviso o para avisar rápidamente de cualquier emergencia pues ante el sonido de la campana de la iglesia, situada casi siempre en el centro del pueblo o en un lugar elevado, la gente acudía con suma rapidez.
Hasta ese momento, el único medio para avisar a la población era tocando un cuerno de vaca que recibía diferentes nombres.
Cabrero tocando una "bocina" de cuerno de vaca.
Guijo de Santa Bárbara (Cáceres).
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.
Al sonar las campanas, igual que cuando la gente escuchaba el cuerno en tiempos antiguos, todo el mundo acudía rápidamente aunque no supiesen lo que sucedía.
Por el recorrido del sol o por la luz del día si estaba nublado, la gente sabía más o menos si era una llamada para algún acto litúrgico o para otra cosa.
Campanario de la Iglesia de Nuestra Señora del Socorro.
Guijo de Santa Bárbara (Cáceres).
(c) Silvestre de la Calle García.
Comenzaron entonces a colocarse en las torres, especialmente en las más amplias, dos o más campanas de diferentes tamaños que permitiesen dar diferentes toques en función del aviso que se pretendiese dar a la población tanto a nivel religioso como civil. Incluso en las torres de las iglesias y ermitas de los pueblos más pequeños y pobres, donde a menudo sólo tenían un pequeña campana, se las ingeniaban para dar toques diferentes.
Campanario de Navalsauz (Ávila).
(c) Silvestre de la Calle García.
Cuando sonaban las campanas, la gente escuchaba con atención durante unos segundos y sabían el motivo del toque: primer, segundo o tercer toque para la Misa, doble por un hombre, por una mujer o por un niño fallecidos, toque de fiesta, toque de "a rebato" para avisar de alguna desgracia como podía ser un incendio...
Fuese lo que fuese, lo mejor era acudir a la iglesia porque allí estaría el sacerdote, el sacristán o el monaguillo e informarían con mayor detalle del motivo del toque.
Iglesia de Santa Ana.
Navasequilla (Ávila).
(c) Silvestre de la Calle García.
En Villarejo de la Sierra (Zamora), el ganado de los vecinos se agrupaba en rebaños comunales para ser custodiado por turno o vela por los propietarios según la cantidad de ganado que tuviesen. Todas las ovejas de los vecinos se agrupaban en dos hatos, las cabras en tres cabriadas y las vacas en una vacada.
Rebaño de ovejas Castellanas.
(c) Deme González Calvo.
Por la mañana temprano, un toque de campanas avisaba al primer rebaño de cabras, abriéndoles la puerta de la cuadra para que saliesen a la calle y se incorporasen al rebaño. Según el sonido de la campana grande o la pequeña respectivamente, se iba para arriba o para abajo.
Minutos después, dos toques de campana avisaban al primer hato de ovejas, con tres toques a la segunda cabriada, con cuatro toques al segundo hato de ovejas y con cinco a la tercera cabriada.
Finalmente, seis campanadas daban aviso a los propietarios de la vacada.
Toques similares existían en diversos pueblos de Zamora.
Así, en Villarín de Campos, existía un toque ganado al campo, de vecera o de vacada.
El toque se daba cuando salía el ganado al amanecer y cuando regresaba al atardecer, permaneciendo en el campo custodiado por dos personas.
En la misma localidad, existía un toque denominado de alborada para avisar a los pastores y labradores de la celebración de la misa que se celebraba de madrugada para que pudiesen asistir antes de marcharse a trabajar al campo.
También existía el toque de rogativas, muy importante en los pueblos agrícolas y ganaderos para pedir por el buen desarrollo de los cultivos y la buena marcha del ganado.
En concreto, en esta localidad se realizaban rogativas a San Isidro, San Gregorio y San Marcos para pedir agua o ante diversas necesidades de las gentes del campo.
Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Assunción.
Villarín de Campos (Zamora)
En la mayoría de pueblos, tanto de Zamora como de otros muchos lugares de España, a las doce del mediodía se daba el toque de Ángelus, siendo el momento de parar un momento durante el trabajo para rezar la oración del Ángelus.
Muchas veces, se aprovechaba ya esta pausa para descansar un poco e incluso para comer tanto en el campo como en los pueblos.
Hacia las seis de la tarde, se repetía en la mayoría de lugares un toque similar y se volvía a rezar la oración del Ángelus, parando ya de trabajar y regresando al pueblo para descansar durante la noche.
Otro toque muy singular, era dado en Nuez de Aliste, conociéndose como toque de tente nublao.
Estos toques eran populares en toda Zamora y en toda España pues era muy común que en las torres de muchas iglesias hubiese una campana dedicada a Santa Bárbara por ser la abogada contra las tormentas y tempestades, y que junto a San Paulino de Nola, es patrona de los campaneros como veremos más adelante.
Se tocaban las campanas cuando estaba lloviendo fuertemente o granizando porque las ondas sonoras de las campanas vibran y su vibración ahuyente las tormentas, aunque más que por este motivo, probablemente se tocasen por devoción a Santa Bárbara.
Muy similar, por no decir idéntico, era el toque dado en las Comarcas de Tierra de Campos y Tierra del Pan aunque era conocido como toque de tente nube.
En Abejera, perteneciente a Riofrío de Aliste, también hay documentado un toque similar denominado Detente nublao.
En Figueruela de Abajo, perteneciente a Figueruela de Arriba, se documenta el toque Tente nube, como en las comarcas de Tierra de Campos y Tierra del Pan.
Como hemos dicho, las campanas servían para dar todo tipo de avisos ante situaciones de alarma. Así, en Santa Cristina de la Polvorosa existía un toque de alarma para avisar a los vecinos del desbordamiento del río Órbigo cuyo curso discurre al Este de la población.
También servían los toques en momentos festivos para dar avisos en momentos festivos aunque en muchos casos para esto se utilizan campanas colocadas en los ayuntamientos que, no es raro que tengan torres con un reloj provisto de campanas.
En la localidad de Fermoselle, el 1 de agosto, después de las campanadas del mediodía, se toca manualmente la campana del reloj del ayuntamiento, conocida como Campana Torera, para dar comienzo a las fiestas.
Pero los toques más relacionados con la ganadería, además de los toques para organizar el pastoreo comunal como dijimos al hablar del caso de Villarejo de la Sierra, eran los llamados TOQUES DE LOBO.
En Abejera, pueblo que ya hemos citado, se daba este toque para ahuyentar al lobo y mantener seguros a los rebaños.
En la provincia de Zamora, la población de lobo ibérico es la más elevada de toda Europa Occidental alcanzando las mayores densidades en la Sierra de La Culebra.
La caza del lobo era vital para controlar su población y mitigar de esa manera los constantes ataques al ganado de todas las especies pero fundamentalmente a las ovejas.
Rebaño de ovejas Castellanas.
(c) Deme González Calvo.
La caza de lobos no se hacía libremente, sino que el Ayuntamiento debía disponer del preceptivo permiso del Gobernador Civil de la Provincia. Una vez obtenido, ya se convocaba a todos los vecinos, fundamentalmente ganaderos y también agricultores, para organizar la cacería u ojeo.
El día del ojeo, se avisaba a los vecinos con un madrugador repique de campanas conocido en Molondones como repiquete de lobo mientras que en Nuez recurrían a un toque muy particular consistente en tocar a lobo con la campana grande. Dicho toque se daba haciendo sonar tres tañidos separados por un minuto.
Las cacerías anteriores se hacían utilizando armas de fuego, pero también se cazaban lobos utilizando los peculiarísimos cortellos siendo el más espectacular de todos el de la localidad de Lubián.
Los cortellos son grandes cercados de piedra en cuyo interior se colocaba un animal vivo, normalmente una cabra, para atraer al lobo. Al entrar en el cercado, que presentaba altas paredes ligeramente inclinadas hacia el interior, el lobo no podía escapar.
El cortello de Lubián, situado a 1.150 metros de altitud, tiene forma ligeramente ovalada con unas dimensiones que oscilan entre los 33,80 y los 32,40 metros, presentando una pequeña puerta que permite la entrada al recinto.
Cuando un lobo caía en la trampa, alguien gritaba ¡O lobo en El Cortello! tocándose de inmediato la campana con un repique establecido para la ocasión, acudiendo todo el vecindario para ver al lobo.
Lobo.
(c) Leticia Pato Martín.
Sin embargo, la progresiva aparición de los relojes en el medio rural y el cambio en los usos y costumbres así como la utilización de otros medios de comunicación como los teléfonos fijos y móviles después terminaron poco a poco con los curiosos toques de campana para avisos diversos, quedando restringidos únicamente al uso dentro del ámbito litúrgico donde se ha pasado de tocar las campanas de forma manual a hacerlo de forma electrónica, aunque aún se mantiene por fortuna el toque manual de campanas gracias a personas que luchan para que no desaparezca.
Toque manual de campanas.
Iglesia de Nuestra Señora de Rocamador.
Valencia de Alcántara (Cáceres)
(c) Álvaro Rodríguez González.
Entre esas personas está José María Benítez Carroza (n.1985) de la localidad pacense de Alange.
Con 8 años de edad empezó a ser monaguillo de la parroquia de Alange y se encargó de atender la ermita de San Bartolomé durante muchos veranos porque se celebraban en ella Misas oficiadas por los sacerdotes que iban a tomar los baños en el balneario de Alange y todos los domingos por la tarde también decía la Misa en dicha ermita el párroco D. Pedro Belloso el cual le animó a comenzar a tocar las campanas de la espadaña de la ermita iniciando así su andadura como campanero de una forma prácticamente autodidacta porque en muy pocas ocasiones vio tocar dichas campanas a otros monaguillos.
A día de hoy, estas campanas se siguen tocando manualmente porque no poseen mecanismo de toque electrónico.
Actualmente, es el coordinador del Grupo de Campaneros de Extremadura, el cual comenzó a formar a raíz de un viaje a la Comunidad Valenciana, justo antes de la Pandemia, donde conoció a los campaneros de la localidad de Albaida (Valencia) los cuales tienen una trayectoria de 8 siglos.
En dicha visita conoció el proyecto que tenían en marcha las asociaciones Campaners D´Albaida e Hispania Nostra con la finalidad de ser presentado a la UNESCO para que el Toque Manual de Campanas consiguiera una protección por parte de la UNESCO a nivel nacional.
Como en Albaida no tenían ningún contacto, ni información sobre esta temática en Extremadura, a partir de ese momento José María comenzó a ser el representante de su región en dicho proyecto.
En junio de 2021 una periodista del Diario Hoy contactó con José María al ver los vídeos que él había publicado en redes sociales y, muy asombrada sobre la conservación actual del toque de campanas de forma manual, decidió publicar un gran artículo que llevó por título LOS ÚLTIMOS CAMPANEROS EXTREMEÑOS donde se mencionaba que en pueblos como Fregenal de la Sierra, Alange o Valle de la Serena en la provincia de Badajoz y Montehermoso en la de Cáceres, conservaban el toque manual de sus campanas.
A raíz de este artículo, José María contactó con campaneros de las localidades mencionadas y así comenzó a formarse el Grupo de Campaneros de Extremadura.
En la localidad cacereña de Montehermoso, José María conoció a Gabriel Rivera Blanco, campanero y sexta generación de fabricantes de campanas en la Fundición Campanas Rivera.
Las campanas de Montehermoso figuran entre las más famosas a nivel nacional y muchas iglesias de Extremadura y otras regiones cuentan en sus torres o campanarios con campanas montehermoseñas.
Es preciso añadir aquí, y más teniendo en cuenta que este artículo lleva por título GANADERÍA Y ¿CAMPANAS? que los cencerros o "pequeñas campanas", también conocidos en algunas localidades de gran tradición ganadera como Guijo de Santa Bárbara (Cáceres) son conocidos con el nombre de campanillos, son fabricados en esta localidad cacereña que destaca entre otras muchas cosas por su extraordinariamente bello traje regional femenino del que la pieza más conocida es la característica gorra.
José María Benítez Carroza y Gabriel Rivera Blanco decidieron crear una página en Facebook y un canal de YouTube con el nombre de CAMPANEROS DE EXTREMADURA, para empezar a indagar sobre los campaneros que pudieran existir en toda la región.
Volteo de campanas.
Gabriel Rivera Blanco y Juan Carlos López Domínguez.
Santuario de Nuestra Señora del Puerto.
Plasencia (Cáceres).
José María tomó la iniciativa de llenar una mochila de los utensilios necesarios para tocar manualmente las campanas (sogas, guantes, tapones para los oídos...), llevarla en el maletero de su coche y hacer parada pueblo por pueblo para conocer a sus párrocos y los campanarios de sus iglesias con la finalidad de conocer el estado de los mismos y de sus campanas para devolverles el tañer de antaño, lo cual ha despertado grandes recuerdos en muchas poblaciones donde hacía hasta medio siglo que la puerta del campanario fue cerrada por el último campanero que hubiera.
José María Benítez Carroza.
Campanario de la Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción.
Villanueva de la Vera (Cáceres).
Esta labor, llevó a José María a conocer a muchas personas que, anónimamente, continuaban tocando las campanas a mano en sus pueblos sobre todo en momentos puntuales del año como son las fiestas patronales. Todas estas personas hicieron que poco a poco fuera creciendo el Grupo de Campaneros de Extremadura.
Como se ha comentado anteriormente, el citado Proyecto para presentar a la UNESCO, comenzó a fraguarse en Albaida (Valencia), lugar donde se tomó la iniciativa de ubicar en el año 2015 el Museo Internacional del Toque Manual de Campanas (MITMAC), lugar de vital importancia para centralizar información y documentación sobre esta temática a nivel mundial.
En el año 2019 se consiguió un primer logro a nivel nacional, ya que, el Toque Manual de Campanas fue declarado Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial.
Posteriormente, durante varios años, todos los campaneros de España, ya sea a través de Asociaciones y/o Grupos de Campaneros o de forma individual, así como multitud de personas colaboradoras aportaron gran cantidad de información, creando un expediente muy completo merecedor de la esperada resolución positiva por parte de la UNESCO.
En este proceso, hay dos fechas clave.
La primera de ellas fue el 14 de noviembre de 2022 en Madrid, donde tuvo lugar la defensa del expediente del citado Proyecto sobre el Toque Manual de Campanas ante el Comité Intergubernamental de Patrimonio Inmaterial de la UNESCO.
La presentación de la defensa de dicho expediente, estuvo precisamente a cargo de José María Benítez Carroza, pudiendo verse en el siguiente enlace:
Para este acto, 4 campaneros fueron elegidos para contar sus experiencias y su labor en distintas provincias, representando a todos los campaneros de España y se mostró un interesante y emotivo vídeo realizado por el Ministerio de Cultura, en el que se demostraba que esta tradición sigue viva y tiene muy diferentes formas de ejecución según el lugar del país donde se continúa conservando este arte milenario.
El citado vídeo puede verse en el siguiente enlace:
Madrid, 14 de diciembre de 2022.
La segunda fecha clave es el 30 de noviembre de 2022 en Rabat (Marruecos), donde el Toque Manual de Campanas Español fue incluido en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO gracias al Proyecto presentado por el Ministerio de Cultura que, como se ha citado anteriormente, fue promovido por la sociedad civil.
En numerosas localidades este hecho fue celebrado con gran alegría, especialmente en la población pacense de Almendral.
Un año después, el Grupo Campaneros de Extremadura publicó un cartel conmemorativo del I Aniversario de la declaración del Toque Manual de Campanas como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, eligiendo para ello una espectacular fotografía de José Antonio Silvero Moreno, de Almendral, quien habiendo nacido el 28 de junio de 2015, es el campanero más joven de Extremadura.
A raíz de conseguir este título tan deseado para el Toque Manual de Campanas, el Grupo de Campaneros de Extremadura ha continuado creciendo, teniendo como objetivo principal el de recopilar, transmitir y conservar todo lo relacionado con esta tradición en la región, del mismo modo que actúa, por ejemplo, la Asociación Cultural de Campaneros Zamoranos en la provincia de Zamora, de la cual es presidente Antonio Ballestero Durán, gran conocedor de los antiguos toques de campanas relacionados con la ganadería, habiendo sido su aportación fundamental para la redacción de este artículo.
Antonio Ballestero Durán y José María Benítez Carroza.
Arquillanos (Zamora).
Los mencionados toques recopilados por Antonio y otros campaneros, ya sólo se ejecutan en las exhibiciones que realizan frecuentemente por toda la provincia de Zamora dando así a conocer la historia, el significado y la importancia de la figura del campanero y la finalidad de las melodías que transmitían las campanas en una sociedad en la que este instrumento musical realizaba las funciones que hoy en día se lleva a cabo empleando aparatos electrónicos y modernas aplicaciones que precisas del uso de Internet.
Arriba: Campaneros de Zamora en Villalpando.
Abajo: Repicando las campanas frente a la catedral de Zamora.
La Asociación Cultural de Campaneros Zamoranos que tiene en Arquillanos su sede y escuela de Campaneros, está llevando a cabo una grandísima labor para recopilar y mantener vivo el rico patrimonio relacionado con el Toque Manual de Campanas en la provincia zamorana.
Volviendo a hablar de Extremadura, hay localidades donde la continuidad de la tradición está garantizada como puede ser en Almendral (Badajoz), donde el interés despertado en su Cronista Oficial, José Joaquín Pérez Guedejo, a raíz de la declaración de la UNESCO por el retomar del Toque Manual de Campanas en la iglesia de San Pedro Apóstol, le llevó a volver a juntar un gran número de antiguos monaguillos del pueblo y a crear la primera Escuela de Campaneros en Extremadura.
Tan grande comenzó a ser la repercusión de este enorme movimiento de campanas y campaneros en Almendral, que se decidió realizar allí la I Convivencia de Campaneros en Extremadura el 8 de diciembre de 2023.
Arriba: Cartel de la I Convivencia de Campaneros.
Abajo: Foto de familia de los participantes en la Convivencia.
Almendral (Badajoz).
En Almendral existe además una Escuela de Campaneros integrada actualmente por 10 alumnos entre los que se encuentra el ya citado José Antonio Silvero Moreno, campanero más joven de la región.
La II Convivencia de Campaneros en Extremadura se realizó en la localidad pacense de Puebla del Prior, donde se ha conservado hasta nuestros días un concurso de repiques manuales que comenzó en el año 6 de abril de 2024 , lo cual ha favorecido la transmisión del intenso repique y del melódico toque de rogativas propio de los campaneros de esta localidad.
Arriba: Cartel de la II Convivencia de Campaneros.
Centro: Foto de familia de los asistentes a la II Convivencia.
Abajo: Ignacio Vázquez Chavero (nacido el 21 de junio de 1939).
Puebla del Prior (Badajoz).
Otra localidad e la que el repique de campanas tiene una gran tradición es el pueblo pacense de Salvatierra de los Barros donde también se lleva a cabo un concurso para la conservación y transmisión del repique propio de los campaneros salvaterreños.
El Grupo de Campaneros de Extremadura tiene el privilegio de contar entre sus componentes con mujeres campaneras, las cuales han existido siempre pero, en la mayoría de los casos, en un segundo plano, porque solían ser mujeres de campaneros y ejercían el oficio cuando sus maridos tenían que atender otras obligaciones como por ejemplo labores agrícolas y ganaderas.
Lorenza, sacristana, repicando las campanas.
Valverde de la Vera (Cáceres).
(c) José María Benítez Carroza.
Los municipios de Valle de la Serena, Almendral y Salvatierra de los Barros en la provincia de Badajoz, así como, el de Montehermoso en la de Cáceres cuentan con mujeres campaneras a día de hoy.
Como apuntábamos anteriormente, los patronos de los campaneros son San Paulino de Nola y Santa Bárbara.
El primero, cuya festividad se celebra el 22 de junio, fue bautizado en Burdeos y tras renunciar a la dignidad consular, pasó de ser noble y rico a pobre y humilde por Cristo, trasladándose a la ciudad italiana de Nola donde junto a su mujer y compañeros, llevó una vida ascética cerca del sepulcro de San Félix. Fue ordenado obispo por su erudición y santidad, muriendo en Nola en el año 431.
La tradición cuenta que San Paulino fue el primero en colocar una campana en una iglesia.
Santa Bárbara fue una virgen y mártir de Nicomedia, actual Turquía, donde fue martirizada entre el siglo III y IV.
Diversas leyendas existen sobre esta santa pero la más conocida es que por ser cristiana y negarse a contraer matrimonio con quien su padre quería, éste mandó que la encerrasen en una torre con dos ventanas. Tras dar las órdenes pertinentes a los constructores, marchó a un largo viaje y al regresar se encontró con la torre terminada con tres ventanas en lugar de dos. Al preguntar enfurecido, los constructores dijeron que Bárbara había mandado construir una tercera ventana en recuerdo de la Santísima Trinidad. Entonces, el padre consintió que su hija fuese torturada hasta que él mismo le quitó la vida.
Por ese encierro, la torre es uno de los símbolos de Santa Bárbara y, como al igual que ella los campaneros pasaban gran parte de su vida en las torres de las iglesias poniendo a punto y tocando las campanas, llegando en muchos casos a vivir en habitaciones preparadas para ellos en dichas torres, Santa Bárbara se convirtió en su patrona.
Imagen de Santa Bárbara sosteniendo la torre.
Guijo de Santa Bárbara (Cáceres).
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.
Para finalizar, es muy importante hacer mención a las personas mayores que todavía son historia viva del Toque Manual de Campanas y que son fuente de información de aquel antiguo oficio que, hoy en día, se ha convertido en una afición de personas interesadas en dar a conocer y hacer que no se pierdan para siempre el tañer de las campanas de antaño.
Podemos citar como ejemplo el caso del señor Julio Trujillo Bote, natural de Castañar de Ibor (Cáceres) que con 90 años estuvo tocando las campanas de la iglesia de San Benito Abad hasta pocos días antes de su fallecimiento el 29 de enero de 2023 o el caso del señor Alfonso Martínez Mejías, natural de La Zarza (Badajoz), que a sus 92 años ha estado repicando las campanas en la víspera de San Martín, el pasado 10 de noviembre, en la iglesia de su pueblo.
Gracias a esos campaneros mayores, muchos jóvenes como Alejandro o el propio José María, han decidido continuar manteniendo vivo ese legado campanero para que jamás se pierda el Toque Manual de Campanas en las iglesias de nuestros pueblos.
José María y Alejandro.
Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Rocamador.
Valencia de Alcántara (Cáceres).
Niños como Noel Lorenzo Martín, de la localidad cacereña de Acehúche e hijo del gran colaborador de este blog Gonzalo Lorenzo Gómez, muestran gran ilusión por el mundo campanero y están interesados en aprender este arte ayudando para ello a los campaneros profesionales como José María cuando acuden a repicar las campanas de Acehúche, localidad famosa por su fiesta de Las Carantoñas y sus exquisitos Quesos de cabra con Denominación de Origen Protegida.
A MODO DE EPÍLOGO.
Hoy en día, el uso de las campanas se ha restringido mucho y sólo se toca en la mayoría de los pueblos antes de la celebración de la Misa, siendo muchas las personas que dicen que les molesta su sonido...
En el recuerdo de mucha gente y especialmente de los agricultores y ganaderos quedan aquellos toques que, en una época en la que no había o eran poco comunes los relojes y tampoco había otros medios de comunicación, el sonido de las campanas regía la vida y horarios del agricultor y del ganadero.
Isabel López Arrabé y su esposo Juan Manuel Yuste Apausa con su yunta de vacas.
Iglesia de San Benito.
Barajas (Ávila)
(c) Silvestre de la Calle García.
AGRADECIMIENTOS:
- A D. Antonio Ballestero por el aporte de los toques tradicionales relacionados con la actividad agropecuaria en Zamora.
- A D. José María Benítez Carroza, campanero y profesor, sin cuya inestimable colaboración habría sido imposible la realización de este artículo. José María, gran lector y colaborador de este blog desde hace años, es una de las personas que más está luchando por mantener viva esta ancestral tradición del toque manual de campanas.
José María Benítez Carroza tocando las campanas de la Ermita de San Bartolomé de Alange, donde comenzó su carrera como CAMPANERO.
Alange (Badajoz).
(c) Ana López Ruiz.
NOTA FINAL DEL AUTOR.
Este artículo se ha escrito en la localidad de Guijo de Santa Bárbara donde sus vecinos se preparan estos días para celebrar las fiestas en honor a la gloriosa y esclarecida Santa Bárbara virgen y mártir, patrona de la localidad y de los campaneros.
En varias ocasiones, los guijeños hemos podido deleitarnos con el toque manual de campanas de la torre de la parroquia de Nuestra Señora del Socorro con motivo de las fiestas de nuestra querida patrona, las cuales fueron magníficamente repicadas por José María.
El resto del año, estas campanas son tocadas electrónicamente por quien escribe estas líneas que, además de escritor, es el sacristán de la parroquia antes citada y fue uno de los últimos monaguillos campaneros de la localidad hace ya....algunos años.
Repique de campanas.
Fiestas de Santa Bárbara.
Guijo de Santa Bárbara (Cáceres).
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.
BIBLIOGRAFÍA:
Talegón Sevillano, J. (2021) Carqueisa florida, loba parida. El lobo en la cultura tradicional del noroeste de Zamora. Ed. TYPUS, Gráficas y Publicidad. S.L.
Fdo: Silvestre de la Calle García.
Técnico forestal.
Cronista Oficial de la Villa de Guijo de Santa Bárbara (Cáceres).
Me ha encantado Silver......
ResponderEliminarMuchísimas gracias
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