NAVALOSA
Navalosa es un pequeño pueblo abulense situado en el Valle del Alberche en las estribaciones orientales de la vertiente norte de la Sierra de Gredos. Por su entorno natural, su arquitectura primigenia y su cultura tradicional, este pueblo es un auténtico museo que merece ser visitado.
Tres detalles podrían servirnos para definir la esencia de Navalosa: los corrales, los cucurrumachos y la ganadería.
Estas edificaciones antiquísimas edificaciones destinadas tradicionalmente al alojamiento del ganado y al almacenaje de heno, salpican el paisaje de Navalosa como testigos de un importantísimo pasado ganadero.
Se trata de edificaciones estructuralmente sencillos, con muros de piedra sin más vanos que la puerta de entrada y un pequeño agujero en la parte más baja para eliminar el estiércol en la planta baja y con la planta superior en el espacio que deja la cubierta de gran inclinación formada por un armazón de madera cubierto con piornos debidamente colocados. También cuenta la planta superior con un muro en uno de los lados más cortos en el que se abre la puerta de acceso a dicha planta.
En la planta baja se alberga o mejor dicho se albergaba el ganado durante la noche y también en los días más crudos del invierno para protegerlo de los ataques del lobo y de las inclemencias meteorológicas, alimentarlo convenientemente y al mismo tiempo poder hacer y recoger el necesario estiércol utilizado como abono para los cultivos.
El estado de conservación de los corrales es en muchos casos verdaderamente preocupante. Muchos se encuentran totalmente arruinados y otros amenazan por caerse pronto. Algunos han sido mantenidos o restaurados por sus propietarios aunque rara vez se les da ya su utilidad original por mantener al ganado más fácilmente en edificaciones modernas.
Corral en perfecto estado.
(c) Silvestre de la Calle García.
A los corrales habría que sumar otros muchos ejemplos de arquitectura tradicional como las chozas, las casillas, los guangos, los molinos, las callejas, los puentes, las pasaeras...y las casas antiguas del propio pueblo.
El carnaval de Navalosa es uno de los más espectaculares de la península Ibérica siendo los Cucurrumachos los protagonistas indiscutibles de la fiesta.
Ataviados con un traje consistente en una especie de mono realizado a partir de una de las mantas pingueras confeccionadas en los viejos telares de la localidad, con un cinturón repleto de grandes cencerros y una careta o carilla cubierta por crines de caballo y grandes cuernos de vaca, los Cucurrumachos salen a la calle del Domingo de Carnaval si bien en tiempos antiguos lo hacían el martes.
Por la mañana, los quintos recorren el pueblo, ataviados con una curiosa indumentaria compuesta por un traje negro, camisa blanca, guantes blancos, sombrero negro adornado con la escarapela y los puros forrados con cintas de vivos colores y que también adornan la cayada o garrota que llevan en la mano y un vistoso pañuelo en la espalda, acompañados de sus amigos y familiares piden a los vecinos alimentos para celebrar una fiesta.
Por la tarde, todo el pueblo se congrega en la plaza y alrededor del chopo que ha sido llevado y colocado previamente por los quintos, se forman tres círculos concéntricos en torno al citado árbol. Primero los quintos, después las mujeres con su traje de serrana y por último los Cucurrumachos.
Desde el Ayuntamiento se relata todo lo recaudo por los quintos y al terminar y tras producirse la muerte de la vaquilla, se deshacen los curiosos corros y los participantes se retiran.
Navalosa es un pueblo esencialmente ganadero aunque a diferencia de los pueblos del Alto Alberche, la agricultura ya tiene cierta importancia y es un complemento esencial de la ganadería.
Vacas, ovejas, cabras, burros, caballos, cerdos, gallinas...componen la ganadería local si bien son las vacas de aptitud cárnica la especie dominante y más importante desde el punto de vista económico.
Hasta hace poco tiempo, en Navalosa podían verse aún yuntas de vacas domadas para la realización de diversos trabajos agrícolas, las cuales eran herradas en los potros que hay en el pueblo.
Los pequeños rebaños de ovejas y cabras, atendidos a menudo por ganaderos jubilados, también tienen bastante importancia y dan lugar a una de las imágenes más icónicas de Navalosa: tía Juana con sus cabras.
A sus 93 años, Juana Gonnzález Jiménez sale cada día con su pequeño rebaño de cabras por los alrededores de Navalosa siendo fácil verla junto a la carretera donde está encantada de hablar con los turistas que se acercan y preguntan que si pueden hacerla alguna foto con las cabras, a lo que ella accede siempre de buen grado.
Navalosa es la suma de todos los elementos anteriores comenzando por los ganaderos que se asentaron en estas montañas y que construyeron los corrales para el ganado y las casas que les servirían de morada para luego ya celebrar con júbilo sus fiestas.
Corral.
(c) Silvestre de la Calle García.
Precisar el origen del pueblo es complicado. Podría ser el resultado de un antiquísimo poblado de época calcolítica o de época vetona como otros muchos pueblos de la provincia o bien surgir en la Edad Media con las repoblaciones medievales pero sea como fuere, ya existía hacia 1340 pues aparece mencionado en el célebre Libro de Montería escrito por orden del rey Alfonso XI quedando reflejado el nombre de Navalosa y la abundancia de osos. De hecho, el nombre del pueblo podría venir de ahí: Nava de la Osa o llanura entre montañas poblada por osos y no de Nava Losa o llanura entre montañas con abundantes losas de piedra. Nunca se sabe...
Oso pardo.
(c) Silvestre de la Calle García.
Desde EL CUADERNO DE SILVESTRE, animamos a los lectores a visitar este precioso pueblo abulense que no le dejará indiferente en ninguna época del año aunque el mejor día para visitarlo es sin duda alguna el domingo de Carnaval para disfrutar de una de las fiestas más espectaculares del país.
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