ESPERANZA: CABRERA, VAQUERA Y EJEMPLO DE MUJER RURAL
El día 15 de octubre se celebra el DÍA DE LA MUJER RURAL.
Un magnífico ejemplo de mujer rural es ESPERANZA DE LA CRUZ CASELLES, cabrera y vaquera de la localidad de San Miguel de Serrezuela (Ávila) aunque mantiene su ganado en la vecina población de Pascualcobo, en la que vivió durante 20 años.
Esperanza con las vacas.
(c) Esperanza de la Cruz Caselles.
Podríamos contar su vida pero es mejor que se ella misma la que nos la relate y qué mejor día para hacerlo que en este día de la Mujer Rural y en el que además se cumplen 36 años de su boda con Julián García Gayo:
" Yo empecé de ganadera o de ayudante de ganadera cuando me casé.
Antes de eso, mi padre tenía vacas de leche y le ayudaba; iba a buscarlas, ordeñaba, sacaba la basura con el horquillo y el carretillo pero no iba al campo con ellas.
Cuando me casé, mi marido y su hermano el mayor tenían cabras y ya empecé. Primero iba y los echaba una mano limpiando los canales, cogiendo el pienso...y eso se fue llamando a más y a más y cada vez hacía más cosas.
Ellos iban al campo con las cabras y a me tocaba atender a las que se quedaban en la nave, echarlas de comer....
También me tocaba ordeñar las cabras que se quedaban en la nave y en primavera también en el campo cuando las cabras se quedaban allí y tenía que ayudar a mi marido y a mi cuñado.
Cuando empezamos, ordeñábamos a mano y yo no ordeñaba tanto como ellos pero también me tocaba bastante.
A los 4 ó 5 años ya pusimos ordeñadora y eso fue una gran diferencia aunque tocaba ordeñar por la mañana y por la tarde, echar pienso, echar forraje, barrer...
Ir al campo con las cabras fui bastantes veces aunque iban más mi marido y mi cuñado.
Al principio sólo teníamos cabras, pero a los tres años compramos vacas. Empezamos con una docena y poco a poco fuimos criando.
Cabras llegamos a tener unas 700 y vacas tendremos ahora mismo unas 150.
Hace dos años, cuando se jubiló mi cuñado, decidimos quitar las cabras porque tener cabras y vacas era mucho trabajo para mi marido y para mí. Tenemos dos hijos pero están trabajando fuera y ya es demasiado trabajo para nosotros solos.
Cabras en pastoreo.
(c) Esperanza de la Cruz Caselles.
El día a día ahora pues me toca ir con mi marido a las vacas para echarlas de comer, echar el forraje...
Los días que no está él, me toca a mí hacerlo sola.
Si hay que cambiarlas de finca las cambio, si hay que cambiar cubas o cualquier otra cosa, también lo hago, si hay que ir con el tractor a una finca pues unas veces lleva mi marido el coche y yo el tractor y otras al revés.
A parte del ganado, las tareas de casa las hago yo también aunque mi marido y uno de mis hijos que vive todavía en casa, me ayudan también."
Esperanza junto a su marido Julián García Gayo y sus hijos David (izda.) y Javier (dcha.)
Las cabras de Esperanza pertenecían a la raza denominada CABRA DEL GUADARRAMA, también conocida popularmente por los ganaderos como "Serrana del Guadarrama".
Se trata de una raza autóctona del sureste de Ávila, sur de Segovia y Norte de Madrid, caracterizada por su perfil cefálico ligeramente cóncavo, formato medio y tendencia al alargamiento. Presenta pelo largo y diferentes capas, explotándose por su aptitud mixta leche-carne.
Cabras del Guadarrama.
(c) Esperanza de la Cruz Caselles.
La explotación de Esperanza estaba muy tecnificada realizando ordeño mecánico como ya se dijo y control lechero para conocer exactamente la producción individual de cada cabra tanto diariamente como a lo largo de la lactación y la producción media de la explotación.
Esperanza revisando la producción durante el ordeño.
(c) Esperanza de la Cruz Caselles.
Tras un periodo de gestación de 5 meses, las cabras parían a sus cabritos y unas horas después estos eran separados de la madre ya que en esta explotación los cabritos eran criados mediante el sistema de lactancia artificial con máquina nodriza para obtener la máxima cantidad posible de leche de las cabras.
Cabras con cabritos recién nacidos.
(c) Esperanza de la Cruz Caselles.
Durante los primeros días, los cabritos eran alimentados con calostro, secreción mamaria producida por las cabras y que es similar a una leche densa con multitud de nutrientes necesarios para el correcto desarrollo inmunológico e intestinal de los pequeños cabritos.
Esperanza dando calostro a los cabritos.
(c) Esperanza de la Cruz Caselles.
Cabritillos en la sala de cría.
(c) Esperanza de la Cruz Caselles.
Cabras en pastoreo.
(c) Esperanza de la Cruz Caselles.
La cabra del Guadarrama compensa su menor producción lechera respecto a otras razas especializadas del sur peninsular y del Archipiélago Canario con su gran adaptación al frío, pudiendo explotarse de forma extensiva en las montañas y llanuras del Sistema Central.
Cabras en invierno.
(c) Esperanza de la Cruz Caselles.
Como ya se dijo antes, Esperanza y su marido vendieron las cabras hace dos años porque les daban demasiado trabajo aunque todavía tienen 13 cabras y un macho para el abastecimiento familiar.
El pequeño rebaño actual.
(c) Esperanza de la Cruz Caselles.
Respecto a las vacas de Esperanza, pertenecen a la raza AVILEÑA-NEGRA IBÉRICA autóctona de las zonas montañosas del centro peninsular y caracterizada por su perfil recto, formato medio a grande y bien proporcionados, presentando capa mayoritariamente negra como su nombre indica.
Vacas Avileñas.
(c) Esperanza de la Cruz Caselles.
Entre las aproximadamente 150 cabezas de ganado vacuno de Esperanza, destaca la presencia de 25 cabezas de la variedad BOCIBLANCA, considerada por muchos autores como la fracción original y genuina de la raza Avileña, presentando una capa que oscila entre el negro con tonalidades rojizas y el castaño con una orla blanca o parda alrededor del hocico, naciendo los terneros de color rojo que poco a poco vaca cambiando hasta las tonalidades oscuras propias del ganado adulto.
Avileña-Negra Ibérica bociblanca.
(c) Esperanza de la Cruz Caselles.
Sin lugar a dudas, las Avileñas Bociblancas son espectaculares y presentan ese aire primitivo del antiguo ganado castellano, al igual que la raza Serrana Negra de Soria o la Sayaguesa de Zamora.
Todas estas razas recuerdan mucho al uro, bovino salvaje del que descienden todas las vacas domésticas y que habitó en gran parte de Europa, Asia y el norte de África hasta su extinción en Polonia en 1627. Por ello, estas vacas son una auténtica reserva genética y los ganaderos que como Esperanza se dedican a su cría, están colaborando con la conservación de un auténtico tesoro.
La producción principal y actualmente la única de la raza Avileña es la carne de gran calidad tanto de ternera, añojo e incluso novillo como la de animales adultos.
En la explotación de Esperanza se realiza el cebo de los terneros machos tras el destete para ser vendidos posteriormente.
Esperanza en el cebadero.
(c) Esperanza de la Cruz Caselles.
La reproducción se realiza mediante el sistema de monta natural con sementales propios utilizando sementales de raza Avileña y Avileña Bociblanca para cubrir en pureza a las mejores vacas y sementales de raza Charolesa y Limusina para cubrir al resto de vacas y obtener animales de crecimiento más rápido y mejor conformación de la canal sin perder la gran calidad de carne propia de la raza Avileña.
Toro de raza Charolesa.
(c) Esperanza de la Cruz Caselles.
Impresionantes son sin lugar a dudas los toros Avileños, tanto negros como bociblancos, criados en la explotación de Esperanza, como "Coronel", "Bolero" o "León" que es hijo del primero.
Arriba: Coronel.
Centro: Bolero.
Abajo: León.
(c) Esperanza de la Cruz Caselles.
El manejo seguido por las vacas de Esperanza es el extensivo, permaneciendo todo el año en el campo, siendo periódicamente cambiadas de finca y alimentadas con pienso y forraje cuando el campo no dispone de suficientes recursos.
Esperanza con las vacas.
(c) Esperanza de la Cruz Caselles.
Las vacas amamantan a sus terneros hasta los 5-7 meses, siendo luego estos vendidos o cebados o bien recriados en el caso de las terneras puras y de algún macho sobresaliente que son dejados como futuros reproductores.
Vaca Avileña bociblanca con su ternero.
(c) Esperanza de la Cruz Caselles.
Las vacas Avileñas destacan por su enorme rusticidad, siendo capaces de soportar a pleno campo el calor y el frío extremos así como la lluvia y las nevadas debiendo Esperanza hacerse cargo de ellas sin importar las condiciones meteorológicas.
Como podemos ver, Esperanza es una auténtica mujer todoterreno que ha tenido que trabajar mucho junto a su marido para poco a poco ir progresando y poder construir naves, instalar la sala de ordeño, comprar maquinaria...y de esa forma poder sacar adelante a su familia.
Una mujer así, merece un sencillo pero sincero homenaje en EL CUADERNO DE SILVESTRE.
Esperanza con sus vacas.
(c) Esperanza de la Cruz Caselles.
Es preciso decir que Esperanza es una mujer que hace su trabajo con gran ilusión y alegría pero no por recibir reconocimientos ni méritos, aunque hace unos años pudimos verla en el programa MUJERES EN LA GRANJA de la televisión autonómica de Castilla y León.
Cuando el otro día le propuse la posibilidad de escribir un artículo sobre ella, me dijo:
- "Buena idea, pero creo que hay muchas mujeres ganaderas que se lo merecen más que yo".
Esto es una muestra más de esa humildad y sencillez de las mujeres de campo, recias mujeres que han trabajado siempre para sacar adelante a sus familias.
MUCHÍSIMAS GRACIAS, ESPERANZA Y FELIZ DÍA A TODAS LAS MUJERES RURALES.
Fdo: Silvestre de la Calle García.
Técnico Forestal.
Esas mujeres casi invisibles... Imprescindibles en las explotaciones agrarias y en los hogares. Gracias por contarlo.
ResponderEliminarAfortunadamente, mujeres como Esperanza son cada día más visibles y ese es uno de los principales objetivos de EL CUADERNO DE SILVESTRE: Dar visibilidad a las mujeres y a los jóvenes del medio rural.
EliminarEspe es una de las grandes mujeres rurales de Castilla, recia como las Castellanas, mujer valiente, que decidió quedarse en su pueblo. Se merece todos los reconocimientos por ser una trabajadora incansable.
ResponderEliminarAsí es. En una época en la que lo más fácil era irse del pueblo, Espe decidió quedarse y sacar adelante a su familia.
EliminarDesde EL CUADERNO DE SILVESTRE tenemos el compromiso de dar visibilidad a las mujeres y a los jóvenes que apuestan por el medio rural.
Gracias
EliminarUn ejemplo a seguir
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