martes, 5 de octubre de 2021

LA GALLINA PINTARAZADA

Al hablar de ganadería, nos vienen a la cabeza vacas, ovejas o cabras y pasamos por alto muchas veces a pequeñas especies como conejos o gallinas pensando que no tienen importancia.
Sin embargo, para los humildes campesinos la aparentemente vulgar gallina, tenía un gran importancia como fuente de alimentos e incluso como medio de vida.
Hoy hablaremos de una singular raza avícola española:
LA GALLINA PINTARAZADA.


Recibe su nombre de su plumaje pintado o moteado que da lugar a cuatro variedades diferentes como más adelante veremos.
Se trata de una gallina de tamaño medio y con un importante dimorfismo sexual. 


Los gallos son más grandes que las gallinas, pesando entre 2,5 y 3 kilos. La cresta es de tipo sencillo y de buen desarrollo.
El plumaje está formado por plumas largas en la parte superior del cuello (esclavina) y la parte superior del tronco o manto. Presenta una cola bien desarrollada con hoces largas y curvadas.
Las patas son fuertes, presentando grandes espolones.


Las gallinas son más pequeñas, con un peso comprendido entre los 1,8 y los 2,3 kilos.
El plumaje es más ceñido y de tonos menos brillantes.
Esta gran diferencia de color entre los gallos y las gallinas es muy común en las razas primitivas y en aquellas que han sido criadas tradicionalmente en libertad pues su plumaje menos llamativo, les permite esconderse entre la maleza durante la incubación.


Existen como decíamos antes, cuatro variedades diferenciadas por el color del plumaje.
- Variedad perdiz.
El pollito de esta variedad, presenta un plumaje muy semejante al de los perdigones o polluelos de perdiz. Cuando crecen, la gallina presenta un pluma marrón rojizo con puntos blancos.
Los gallos adultos tienen un plumaje más rojizo sin faltar las plumas blancas en zonas como las alas y la cola.


Variedad trigueña.
Semejante a la anterior, aunque más clara. 
El pollito presenta al nacer un color amarillento con con zonas de color pajizo en las alas y la cola.
Al crecer, la gallina presenta un pluma marrón claro o pajizo con plumas blancas.
El gallo, semejante al perdiz, tiene mayor abundancia de plumaje blanco que mezclado con el rojo da un aspecto más rubio.


Variedad piñana.
De color negro con manchas blancas.
El pollito nace de color amarillo con manchas negras en la parte superior. 
Al crecer, tanto el gallo como la gallina presentan un plumaje negro moteado en blanco.


Variedad Zalaría.
Si decíamos que la piñana es negra moteada en blanco, la zalaría vendría a ser lo contrario, pues predomina el tono blanco.
Los pollitos nacen bastante oscuros para poco a poco irse aclarando.
Los adultos presentan un plumaje de base blanca o clara sobre el que aparecen manchitas negras dando en ocasiones un tono grisáceo.


La gallina Pintarazada, como buena parte de las gallinas españolas, pertence al tronco o grupo Mediterráneo, integrado por gallinas de tamaño medio, cresta sencilla y orejilla blanca, con una aptitud fundamentalmente ponedora. A este grupo pertenecen razas como la Castellana Negra, la Utrerana o la Mallorquina.


El origen de esta raza, se encuentra en la confluencia de las provincias de Ávila, Cáceres y Toledo. Se suele decir, y con gran acierto, que el área de distribución tradicional de esta raza sería la misma que la de la oveja Talaverana.
Gallinas con estos plumajes se encontraban repartidas por las comarcas cacereñas de el Campo Arañuelo y La Vera, en Valle del Tiétar abulense y en todo el noreste de Toledo, que es precisamente donde se conservaron los últimos ejemplares en localidades como Oropesa y Lagartera.


La aptitud productiva de la gallina Pintarazada es esencialmente ponedora. Como todas las gallinas rústicas, no es una raza precoz y su puesta es menor que la de gallinas híbridas industriales lo que motivó su sustitución en la segunda mitad del siglo XX, cuando se buscaban aves más productivas.
Sin embargo, se trata de una raza longeva que puede poner durante varios años.
Tradicionalmente, los huevos tenían una gran importancia en el medio rural, destinándose tanto al consumo familiar como a la venta, constituyendo un ingreso extra para las modestas familias campesinas.


La producción cárnica de la raza podríamos clasificarla como deficiente en cuanto a la cantidad y el ritmo de crecimiento de los pollos pero no así en cuanto a la calidad pues la carne de los pollos o gallos criados en libertad durante varios meses es sencillamente exquisita.
Normalmente, cada familia dejaba anualmente un pollo para renovar el gallo que tenían para cubrir a las gallinas, vendiendo el resto de los pollos o consumiéndolos con motivo de alguna festividad familiar.


En cuanto a las cualidades reproductivas, son buenas. Tradicionalmente, los ganaderos dejaban a las gallinas incubar sus propios huevos de manera natural.
Las gallinas iban poniendo sus huevos en algún rincón seco y resguardado y cuando reunían el número suficiente comenzaban la incubación, naciendo los pollitos a los 21 días y siguiendo a la madre desde el primer momento.


Las gallinas dejan de poner cuando están incubando y criando a sus pollitos, por lo que cuando hacían falta huevos, los ganaderos retiraban diariamente los huevos para favorecer la puesta y de esa forma garantizar el suministro continuo de tal producto.
Cuando alguna gallina se ponía clueca, cosa común en las gallinas viejas, aprovechaban para utilizarla para incubar.
En otras ocasiones, se dejaba esta tarea a gallinas enanas que son excelentes madres y protegen a los pollitos con sumo celo o a pavas que, además de ser muy buenas madres, pueden cubrir mayor número de huevos.


Sin embargo, no se llevaba a cabo ningún control sobre el origen de los huevos al estar las gallinas de diferentes variedades juntas en los corrales, por lo que no había variedades definidas tal y como las conocemos hoy.
Por ello, actualmente, se lleva un control riguroso manteniendo los ejemplares destinados a la reproducción en gallineros independientes donde sólo hay un gallo y varias gallinas de una variedad.
Estos gallineros presentan nidales para que las gallinas puedan poner y los huevos puedan ser recogidos cada día y proceder luego a su incubación.


Una vez recogidos los huevos destinados a la incubación, son marcados con el nombre de la variedad a la que pertenecen, permitiendo así llevar un control muy exhaustivo y saber con absoluta seguridad el aspecto de los pollitos  incluso antes de comenzar el proceso de incubación.


Aunque todavía se realiza la incubación de manera natural en muchas ocasiones utilizando gallinas, gallinas enanas o pavas, lo habitual es realizar ya incubación artificial para controlar mejor todo el proceso.
De esta forma, las gallinas seleccionadas para la reproducción, pueden seguir poniendo durante toda la temporada y así traer al mundo un mayor número de pollitos.


Los pollitos son criados por su madre o madre adoptiva cuando se realiza la incubación natural o por los propios avicultores cuando la incubación se realiza de manera artificial.
En el primer caso, los pollitos empiezan a alimentarse imitando a su madre. En el segundo caso, son alimentados primero con piensos especiales para luego ir incorporando nuevos alimentos a su dieta conforme van desarrollándose hasta que están listos para convivir con las gallinas adultas.


La gallina Pintarazada ha sido criada tradicionalmente de manera extensiva tanto en los amplios corrales de las casas como en completa libertad en el campo donde los pastores de ovejas mantenían siempre unas cuantas gallinas junto al rebaño.


Cerca de los chozos donde vivían buena parte del año, los pastores construían pequeños gallineros de materia vegetal que servían de refugio a las gallinas durante la noche.
Cuando los pastores se trasladaban con el rebaño, a menudo desmontaban chozos y gallineros para instalarlos en un nuevo lugar. Si en la zona había encinas, las gallinas volaban hasta las ramas más bajas y allí pasaban la noche.


De hecho, fue en ese ambiente donde se seleccionó la gallina Pintarazada de forma totalmente natural a partir de la gallina primitiva llegada a la Península en época de los fenicios hace unos 3000 años.
Los gallos y gallinas de la variedad perdiz, conservan gran parecido con la gallina salvaje de las selvas del sudeste asiático. A partir de ella, los pastores seleccionaron el resto de variedades.


Al vivir en pleno campo, estas gallinas necesitaban que sus pollitos tuviesen un plumaje mimético para pasar desapercibidos de los depredadores cuando eran muy pequeños.
Las gallinas adultas de esta raza, conservan una extraordinaria capacidad de vuelo para encaramarse en los lugares altos como las ramas de las encinas y poder así huir del ataque de los depredadores.


Actualmente, las gallinas Pintarazadas siguen sistemas de explotación muy similares al tradicional aunque con algunas variantes.
Podemos encontrarlas aún en las dehesas y casas de campo en régimen de gran libertad, alimentándose de todo lo que encuentran en los alrededores, complementando los avicultores su dieta cuando es necesario.


En otras ocasiones, las gallinas son mantenidas en corrales tradicionales al lado de las casas. Aún criándose en este sistema, las gallinas gozan de una gran libertad, por lo que sus huevos y su carne son de una calidad excepcional.



Este sistema es el heredero de aquel que practicaron nuestros abuelos en los pueblos manteniendo las gallinas en casa durante la noche y dejándolas sueltas de día por la calle.
Pero llegaron los coches y lo que llaman progreso y las pobres gallinas pasaron a vivir primero en los corrales y huertos de las casas y luego a tener que irse a la periferia de los núcleos urbanos porque su olor molestaba a los vecinos y el estridente y ensordecedor canto de los gallos, impedía la quietud y el sosiego nocturno especialmente en la época veraniega.


Las aves dedicadas a la reproducción, como se dijo anteriormente, siguen un manejo más "intensivo" en gallineros, para poder controlar la puesta de las gallinas y seleccionar los huevos para incubarlos.


La situación de la gallina Pintarazada es crítica al no estar oficialmente reconocida como raza aunque está en vías de reconocimiento. 
Hace alrededor de 2 décadas, se comenzó a buscar por los pueblos de Lagartera y Oropesa todos los animales que reunían las características de las antiguas gallinas autóctonas.
La Asociación de Criadores llevó a cabo una labor titánica para conseguir agrupar a los animales y comenzar su selección rigurosa para fijar las 4 variedades de color y realizar un borrador del prototipo racial.


Hoy encontramos ejemplares de la raza en las Comunidades Autónomas de Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, Asturias, Andalucía, Navarra, País Vasco y Madrid.
El censo total ronda los 300 ejemplares.


La Asociación da a conocer la raza en ferias y exposiciones avícolas, así como a través de las redes sociales y de los medios de comunicación con el objetivo de que cada día sea conocida por más avicultores que quieran animarse a su crianza y conservación.



Pero uno de los proyectos más importantes llevados a cabo por la Asociación es la de dar a conocer la raza entre los niños de los colegios de la zona donde comenzó el proyecto de recuperación de la raza.
En dichos colegios, se han instalado incubadoras y cajones especiales para que los niños puedan criar a los pollitos, llevando controles durante la incubación y el crecimiento de los pollitos.




Sobre este tema, escribimos ya hace tiempo en este mismo blog un artículo titulado ¡POLLITOS EN EL COLE! que el lector interesado puede consultar en este enlace:

https://elcuadernodesilvestre.blogspot.com/2021/04/pollitos-en-el-cole.html?m=1


Muchas son las personas que luchan por la conservación y difusión de la raza Pintarazada pero especialmente destacable es la labor de D. Javier Bernal, presidente de la Asociación de Criadores de la raza y gran colaborador de este blog de EL CUADERNO DE SILVESTRE.
Javier realiza una gran labor tanto criando y seleccionando la raza como dándola a conocer en diversos medios de comunicación, ferias y colegios.
Gracias a gente como él que luchan por las razas autóctonas con gran tesón, se consigue que las mismas se conserven y puedan ser disfrutadas por generaciones futuras.



Ciertamente, del presente artículo podemos sacar varias conclusiones, aunque dos son las principales.
En primer lugar, la Pintarazada es una gallina que no puede competir en el campo de la producción avícola cuantitativamente con razas selectas o híbridos industriales destinados a la producción de carne, pero es una gallina ideal para la producción de huevos y carne de calidad en sistemas extensivos tradicionales.


En segundo lugar, la raza Pintarazada presenta un aspecto sumamente atrayendo por su variopinto plumaje, siendo una gallina de gran interés ornamental tanto para la participación en ferias y concursos como para mantenerlas en establecimientos agroturísticos donde su bella estampa atrae a los visitantes, especialmente a los más pequeños.


Desde EL CUADERNO DE SILVESTRE queremos aportar nuestro granito de arena para dar a conocer esta singular raza avícola española y animar a los avicultores a criarla y conservarla para que no desaparezca una parte tan importante del patrimonio ganadero español.


Agradecimientos:
A Don Javier Bernal, presidente de la Asociación de Criadores de la raza Pintarazada.

Fotografías: Javier Bernal.

Fdo: Silvestre de la Calle García.
Técnico Forestal





























3 comentarios:

  1. vivan las razas autoctonas, otro maravilloso articulo Silvestre

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  2. Ánimo, estas haciendo una labor extraordinaria, eres la representación de la buena juventud que tenemos en España.

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  3. Es muy interesante que allá personas que se preocupen de conservar las razas autóctonas gracias

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