LA VACA ASTURIANA DE LA MONTAÑA O CASINA

España cuenta con gran número de razas autóctonas de todas las especies ganaderas, destacando las razas bovinas pues, pese a ser un país mediterráneo, el ganado bovino tiene una gran importancia, especialmente en el norte peninsular donde destacan razas como la Asturiana de la Montaña también conocida como Casina.

Vaca Asturiana de la Montaña.
(c) Carlos Fidel Vejo.

ETIMOLOGÍA Y SINONIMIA.
Recibe su nombre de la Comunidad Autónoma de origen, Principado de Asturias, y de su asentamiento en las zonas montañosas orientales de dicha Comunidad.
Popularmente es conocida por los criadores como Casina, gentilicio de los habitantes del concejo de Caso, centro del área de cría tradicional de la raza.

Vaca Asturiana de la Montaña.
(c) Carlos Fidel Vejo.

CARACTERÍSTICAS GENERALES.
Agrupa animales de perfil cefálico subcóncavo, con tendencia a la elipometría suave y con tendencia al acortamiento, buena masa y excelente hueso.
Capa castaña con diferentes tonalidades y particularidades (morro, párpados, pestañas, borde de las orejas y borlón de la cola negros; ojos rodeados de una aureola de color gris claro al igual que el hocico, zonas bajas del tronco y parte distal de las extremidades.

Vaca Asturiana de la Montaña.
(c) Carlos Fidel Vejo.

Sumamente rústica con gran resistencia, sobriedad y docilidad, asociadas a una dotación digestiva que le permite consumir recursos pobres y groseros e incluso recurrir al ramoneo si es preciso.
Regularidad en los ciclos reproductivos que unida a la buena capacidad lechera aseguran la obtención de un ternero anual.

Vaca Asturiana de la Montaña con su ternero en la nieve.
(c) Carlos Fidel Vejo.

Animales de temperamento dócil y fácilmente manejables como cabría esperar de una raza utilizada antaño para el trabajo y que se sometía regularmente a ordeño.

Carla Vejo con un semental de raza Asturiana de la Montaña.
(c) Carlos Fidel Vejo.

PROTOTIPO RACIAL.

Coloración de la capa: El color más propio es el castaño con variaciones de intensidad desde el rojo avellana al blanco cremoso.
Las degradaciones de color se observan en axilas, bragadas, periné y alrededor del hocico; en las hembras también alrededor de los ojos.
Las intensificaciones con presencia de pelos negros se localizan más concretamente en la cara, supranasales, parte inferior de las órbitas, cuello, espalda y borde de las orejas, siendo asimismo constante el rodete en las cuatro extremidades. El borde de los párpados, pestañas y borlón de la cola son de color negro.

Vaca Asturiana de la Montaña con coloración típica.
(c) Carlos Fidel Vejo.

En los machos las intensificaciones de color son más acentuadas, extendiéndose por el tronco e incluso por el abdomen.

Toro Asturiano de la Montaña con coloración típica.
(c) Carlos Fidel Vejo.

Coloración de las mucosas: Son negras o color pizarra oscuro las de la nariz, labios e interior de la boca, incluida la lengua. Las mucosas anovulvares son igualmente de color negro o pizarroso.

Coloración de los cuernos: Su tonalidad es blanca o blanco-cremosa con la punta negra.

Coloración de las pezuñas:  Invariablemente de color negro.

Coloración del escroto: De tonalidad blanco-rosácea con presentación invariable de color negro en la parte inferior.

Toro Asturiano de la Montaña con las particularidades mencionadas en el párrafo anterior.
(c) Carlos Fidel Vejo.

Conformación general: Se trata de animales profundos y armónicos dentro de su pequeño tamaño. De perfil rectilíneo a subcóncavo, esqueleto fino y angulosidad de formas, se corresponde con un biotipo racial de orientación lechero-mantequera.

Vaca Asturiana de la Montaña.
(c) Carlos Fidel Vejo.

Órganos sexuales: Ubre bien implantada y de buen desarrollo y conformación, pezones de mediano tamaño de colocación simétrica y color rosado o rosado sucio.
En los machos, testículos normalmente desarrollados.

Vaca Asturiana de la Montaña con su ternero.
Obsérvese la disposición de la ubre.
(c) Carlos Fidel Vejo.

Desarrollo corporal: El formato se corresponde con el de animales subeumétricos, es de escasa ampulosidad muscular, debiendo tender a formas intermedias, evitando las desviaciones hacia valores extremos.

Conjunto de animales de raza Asturiana de la Montaña.
(c) Carlos Fidel Vejo.

Cabeza: Bien proporcionada, de pequeño tamaño, ancha en la base de los cuernos, proporcionalmente más larga en las hembras que en los machos.

Detalle de la cabeza de una Vaca Asturiana de la Montaña.
(c) Carlos Fidel Vejo.

Cuello: De mediana longitud, más corto en los machos, escasamente musculado en las hembras, papada abundante sobre todo en los machos. Tablas con abundantes y ostensibles pliegues.

Detalle del cuello de un toro Asturiano de la Montaña.
(c) Carlos Fidel Vejo.

Cruz: Poco destacada, enjuta y más bien estrecha.

Espalda: Medianamente larga, bien dirigida y escasamente musculad. Bien unidad al cuello y costillar.

Pecho: Ligeramente musculado en los machos, menos desarrollado en las hembras.

Tórax:  Profundo largo y arqueado.

Vaca Asturiana de la Montaña.
(c) Carlos Fidel Vejo.

Vientre: Profundo, ancho y bien proporcionado.

Dorso: Línea dorso-lumbar ligeramente ensillada con cierta inclinación ascendente hacia el nacimiento de la cola. Superficie dorsal ancha y plana.

Lomo: Medianamente ancho y musculado.

Vaca Asturiana de la Montaña.
(c) Carlos Fidel Vejo.

Cola: De nacimiento ligeramente alto y en cayado, características que han de tenderse a corregir. Es constante la abundancia de pelo en su nacimiento y también abundante borlón terminal.

Muslos: Moderadamente musculados, más en los machos, tendentes a la convexidad pero con ligera depresión central.

Nalgas: Corrientemente rectas e incluso escurridas, en los machos suele haber cierta tendencia a la convexidad.

Vista latero-posterior de un toro Asturiano de la Montaña.
(c) Carlos Fidel Vejo.

Extremidades: De corta a mediana longitud, medianamente musculadas, articulaciones bien definidas y constitución esquelética destacadamente fina.

Aplomos: Correctos tanto frontal como lateralmente.

Pezuñas: Pequeñas, redondeadas, duras, simétricas y cerradas.

Toro Asturiano de la Montaña.
(c) Carlos Fidel Vejo.

Apreciaciones métricas: Machos de 750 kg de peso vivo y 134 cm de alzada y hembras de 450 kg y 120 cm respectivamente.

Toro y vaca de raza Asturiana de la Montaña.
(c) Carlos Fidel Vejo.

ORIGEN E HISTORIA.
La raza Asturiana de la Montaña es un claro representante del tronco bovino Castaño que pueblo el noroeste y norte peninsular así como ciertas zonas de Europa. Se encuentra pues emparentada con razas españolas como la Asturiana de los Valles, la Tudanca, la Monchina, la Alistana-Sanabresa, la Vianesa, la Limiá, la Frieiresa o la Cachena así como con la Mantequera Leonesa recientemente recuperada así como con razas ya extinguidas como la Lebaniega y la Campurriana. También está emparentada con razas portuguesas como la Barrosa, la Mirandesa, la Aurouquesa...y con razas francesas tan célebres como la Aubrac.

Vaca Asturiana de los Valles.
(c) José Ortiz Pérez.

Inicialmente, la Asturiana de la Montaña era una raza de triple aptitud carne-leche-trabajo, centrándose en el primer caso en la producción de terneros que eran comercializados al destete siendo muy apreciados pese a su pequeño tamaño, la segunda en la producción de leche destinada a la elaboración de los quesos asturianos tradicionales (Casín, Cabrales, Gamoneu...) y la tercera a la utilización de bueyes y vacas para la realización de tareas agrícolas y forestales.

Vaca Asturiana de la Montaña amamantando a su ternero.
(c) Carlos Fidel Vejo.

Pese a tener excelentes cualidades como productora de leche gracias a la cantidad relativamente alta producida y a la gran riqueza en grasa y proteína, la raza no fue seleccionada para mejorar esta aptitud sino que comenzó a cruzarse con sementales de las razas Frisona y Parda Alpina ocasionando su rápida desaparición en muchas zonas y su acantonamiento en aquellas zonas más inaccesibles a las que otros bovinos no lograban adaptarse.

Vacas Asturianas de la Montaña en una zona de montaña.
(c) Carlos Fidel Vejo.

En 1981 se creó la Asociación de Criadores de Ganado Selecto de Raza Asturiana de la Montaña (ASEAMO) con el objetivo de preservar y mejorar la raza y fomentar su crianza. Inicialmente, la asociación contaba con 489 socios (472 en Asturias, 11 en Castilla y León, 4 en Cantabria y 2 en el País Vasco.

Vaca Asturiana de la Montaña en Caloca (Cantabria)
(c) Carlos Fidel Vejo.

EXTENSIÓN E IMPORTANCIA.

El último censo oficial, realizado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación el 31 de diciembre de 2023 arroja las siguientes cifras:

ARAGÓN.
- Reproductores:
    Hembras: 53
    Machos: 2

- Total animales:
    Hembras: 72
    Machos: 2
    Total: 74

Nº de ganaderías: 1

CANTABRIA.
- Reproductores:
    Hembras: 934
    Machos: 11

- Total animales:
    Hembras: 1.171
    Machos: 19
    Total: 1.190

Nº de ganaderías: 66

CASTILLA Y LEÓN.
- Reproductores:
    Hembras: 2.231
    Machos: 8

- Total animales:
    Hembras: 2.872
    Machos: 18
    Total: 2.890

Nº de ganaderías: 76

MADRID.
- Reproductores:
    Hembras: 35
    Machos: 0

- Total animales:
    Hembras: 46
    Machos: 0
    Total: 46

Nº de ganaderías: 1

PAIS VASCO.
- Reproductores:
    Hembras: 92
    Machos: 1

- Total animales:
    Hembras: 174
    Machos: 2
    Total: 176

Nº de ganaderías: 11

PRINCIPADO DE ASTURIAS
- Reproductores:
    Hembras: 9.112
    Machos: 372

- Total animales:
    Hembras: 14.951
    Machos: 675
    Total: 15.626

Nº de ganaderías: 451


Total hembras reproductoras: 12.457
Total machos reproductores: 394
Total hembras: 19.286
Total machos: 716
Total animales: 20.002
Nº de ganaderías: 606

Toro, vaca y terneros de raza Asturiana de la Montaña.
(c) Carlos Fidel Vejo.

La importancia de la raza reside en su gran adaptación a terrenos montañosos a los que no se adaptan o lo hacen con gran dificultad otros bovinos, logrando la Asturiana de la Montaña aprovechar de manera sumamente eficaz los recursos naturales y proporcionar carne de gran calidad contribuyendo al mismo tiempo al mantenimiento de los ecosistemas de montaña en los que habita y permitiendo la fijación de población en el medio rural.

Vacas Asturianas de la Montaña.
(c) Carlos Fidel Vejo.

EXPLOTACIÓN Y MANEJO.
La Asturiana de la Montaña sigue el sistema de explotación propio de todas las razas bovinas del norte peninsular, salvo contadas excepciones, y del resto de zonas montañosas de Europa.
Permanece durante la mayor parte del año en pastoreo, realizando desplazamientos altitudinales periódicos en función de la época del año y siendo sometida a estabulación en las jornadas más crudas del invierno.

Vaca Asturiana de la Montaña con su ternero en la montaña.
(c) Carlos Fidel Vejo.

Durante el invierno y la primavera, las vacas permanecen en los valles bajos donde pastan siempre que es posible en prados particulares que posteriormente serán reservados para poder ser segados en verano y almacenar así hierba seca para poder alimentar al ganado en las jornadas m´s crudas del invierno.

Vacas Asturianas de la Montaña.
(c) Carlos Fidel Vejo.

Avanzada la primavera, las vacas son trasladadas a zonas más altas pudiendo hacerse este traslado de una vez o paulatinamente con el objetivo de aprovechar al máximo los pastos.
Tradicionalmente, las vacas seguían a la denominada lloquera, una vaca fuerte y experimentada que portando un cencerro dirigía a las demás. La propia lloquera, muchas veces sin que el vaquero se preocupase demás, dirigía a las vacas durante todo el verano y llegado el otoño, comenzaba el camino de vuelta a los valles.

Vaca Asturiana de la Montaña con cencerro.
(c) Carlos Fidel Vejo.

Actualmente, esto se realiza de manera más organizada y los ganaderos suben a todas las vacas hasta las brañas o puertos donde permanecerán todo el verano aprovechando los pastos y siendo periódicamente vigiladas y revisadas por los vaqueros que tienen que realizar a menudo largos recorridos a pie desde los pueblos o desde los lugares hasta los que pueden llegar los vehículos.

Vacas Asturianas de la Montaña camino de los pastos de altura.
(c) Carlos Fidel Vejo.

A menudo, las vacas y sus terneros permanecen completamente solos pues aunque en estas montañas abundan los osos y los lobos, al llevar miles de años conviviendo con ellos, las vacas saben defender perfectamente a los terneros formando un círculo defensivo con las cabezas hacia afuera y encerrando a los terneros en el centro, medida que suele ser eficaz.
No obstante, por si lo anterior falla, los vaqueros confían la guarda y custodia de las vacas a recios mastines a los que suben a dar de comer con la debida frecuencia o colocándoles comederos especiales para que otros animales no les roben la comida.

Vacas Asturianas de la Montaña con sus terneros y el mastín en los pastos de montaña.
(c) Carlos Fidel Vejo.

Llegado el otoño, las vacas son trasladadas a zonas bajas bien directamente o de manera paulatina como ya se dijo pues al haber permanecido todo el verano en las zonas altas, la hierba de las zonas medias ha crecido lo suficiente para poder ser pastada y de ese modo se da aún más descanso a los prados de siega del fondo de los valles que podrán ser aprovechados posteriormente.

Vacas Asturianas de la Montaña.
(c) Carlos Fidel Vejo.

Llegado el invierno, se sigue recurriendo a la estabulación de las vacas en cuadras tradicionales o en modernas naves dado que el tamaño de las explotaciones ha pasado de las 6-10 vacas a varias decenas de cabezas por lo que se necesitan mayores y más cuidadas instalaciones para facilitar el manejo, permitiendo el uso de maquinaria para la dispensación de la hierba seca y para la limpieza..

Vacas Asturianas de la Montaña estabuladas en una nave moderna.
(c) Carlos Fidel Vejo.

Actualmente, la raza se cría también en ambientes muy diferentes a su área de origen, adaptándose sin problema alguno a la explotación en áreas adehesas del sur o a zonas montañosas más secas.

Vacas Asturianas de la Montaña.
(c) Carlos Fidel Vejo.

El manejo reproductivo sigue el sistema de monta natural con semental propio, pudiendo recurrir en ocasiones a la inseminación artificial.
Se practica también el cruzamiento con sementales de otras razas, práctica muy antigua para la Asturiana de la Montaña pero atrás quedó el cruzamiento por absorción con las razas Frisona, Parda Alpina e incluso Asturiana de los Valles dando paso al cruzamiento industrial con sementales de razas cárnicas especializadas entre las que se encuentra la Asturiana de los Valles.

Toro, vaca y ternero de razaAsturiana de la Montaña.
(c) Carlos Fidel Vejo.

Se intenta en todo momento que los partos se produzcan durante el periodo de estabulación invernal o en todo caso antes de subir a los pastos de altura puesto que, aunque estas vacas no presentan ningún tipo de problemas en el momento del parto, de esta forma pueden ser vigiladas y atendidas con mayor facilidad y al mismo tiempo los terneros están más protegidos del ataque de los depredadores.

Vaca Asturiana de la Montaña con su ternero.
(c) Carlos Fidel Vejo.

Tras la fase de estabulación, los terneros acompañan siempre a sus madres durante el pastoreo siendo, por regla general, vendidos al regresar a tierras bajas si bien muchas ganaderías optan ya por el cebo de los terneros machos vendiendo únicamente las terneras sobrantes del cupo de reposición.

Terneros Asturianos de la Montaña y Tudancos en periodo de cebo.
(c) Carlos Fidel Vejo.

PRODUCCIONES.
Como ha quedado de sobre explicado, la raza Asturiana de Montaña fue en su origen una raza de triple aptitud si bien hoy en día estamos ante una raza dedicada exclusivamente a la producción de carne de calidad, siendo la producción de leche y el uso como animal de trabajo, meramente circunstanciales.

Vaca Asturiana de la Montaña con su ternero.
(c) Carlos Fidel Vejo.

Carne.
Pese a su tamaño relativamente pequeño, la Asturiana de la Montaña es una raza muy atractiva para la producción de carne debido a la compacidad de formas y a la buena conformación de la canal, unido a la gran calidad de la carne.
Aunque existen varios tipos comerciales, los principales serían el ternero pastenco destetado al bajar del puerto o el añojo ligero tras un breve periodo de cebo.

Macho joven de raza Asturiana de la Montaña.
(c) Carlos Fidel Vejo.

No obstante, otros tipos comerciales tienen gran aceptación sobresaliendo el vacuno mayor por sus canales ligeras y de gran calidad y destacando los bueyes y las difíciles de encontrar pero extraordinarias vacas machorras, hembras genéticamente estériles y cuya carne es incluso mejor que la del buey.

Vaca Asturiana de la Montaña machorra.
(c) Carlos Fidel Vejo.

Leche.
En épocas pasadas, el ordeño fue una actividad frecuente en la mayoría de las explotaciones destinando la leche obtenida a la elaboración de mantequilla y quesos puros o de mezcla con leche de cabra y/u oveja entre los que destacan los más renombrados quesos asturianos como el Casín (exclusivamente de vaca), el Cabrales, el Gamoneu...entre otros.

Vaca Asturiana de la Montaña.
(c) Carlos Fidel Vejo.

La bibliografía arroja producciones de hasta 10-12 litros de leche diarios al comienzo de la lactación con una riqueza en grasa del 4-9% conociéndose el caso de una vaca que produjo en 24 horas 16,350 kg de leche  al 6,76% de grasa, cantidades comparables con las de la celebérrima raza Jersey.
Existen datos de animales debidamente controlados que produjeron como media 1.974 kg de leche al 4,50% de grasa en 304 días de lactación con extremos de 1.669 kg de leche al 4,46% de grasa en 297 días para el primer parto y de 2.104 kg de leche al 4,50% de grasa en 289 para el quinto parto.

Vaca Asturiana de la Montaña con su ternero.
(c) Carlos Fidel Vejo.

En el pasado, gran parte de las vacas eran sometidas a ordeño especialmente cuando los pastos eran abundantes o cuando los terneros no podían consumir toda la leche pero hoy en día esta práctica va desapareciendo ante la mayor producción de razas como la Frisona y la Parda. No obstante, en algunas explotaciones se realiza el ordeño de una o varias vacas para atender las necesidades familiares e incluso si las vacas conviven con razas lecheras especializadas pueden ser sometidas a ordeño con vistas a la producción de leche para la venta a la industria quesera.

Vaca Asturiana de la Montaña.
(c) Carlos Fidel Vejo.

Trabajo.
Tradicionalmente, las vacas Asturianas de la Montaña eran utilizadas para realizar los reducidos trabajos de la explotación agrícola mientras que los bueyes solían ser empleados para realizar trabajos forestales en los bosques.
Aunque con menor intensidad que los de otras razas norteñas debido a su pequeño tamaño, se exportaban al interior peninsular para su uso como animales de tiro en las explotaciones agrícolas.
Hoy en día, apenas se utilizan para el trabajo como tal si bien tienen cierta demanda con destino al País Vasco y otras zonas para el uso en las tradicionales competiciones de arrastre así como para participar en eventos culturales y recreaciones de carácter folklórico.

Bueyes de raza Asturiana de la Montaña en Euskadi.
(c) José Antonio Uriarte.

COMERCIALIZACIÓN.
La raza Asturiana de la Montaña cuenta con el LOGOTIPO RAZA AUTÓCTONA 100% que asegura la procedencia de la carne, leche y derivados lácteos obtenidos de esta raza, que serán elaborados y comercializados en las Comunidades Autónomas del Principado de Asturias, Cantabria, País Vasco, La Rioja, Castilla y León (provincias de León, Zamora, Salamanca, Ávila, Segovia, Soria y Burgos), Comunidad de Madrid y Castilla-La Mancha (provincia de Guadalajara.

Fuente: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación

La carne de la raza se encuentra amparada por la IGP (Indicación Geográfica Protegida) TERNERA ASTURIANA junto con la procedente de animales de raza Asturiana de los Valles y los cruces entre ambas.
Dentro de esta IGP se comercializa carne de TERNERO (animales menores de 12 meses) y AÑOJO (animales mayores de 12 meses y menores de 18) distinguiendo dentro de cada categoría los tipos Culón, Valles y Casín, correspondiendo los dos primeros a la Asturiana de los Valles y el segundo a la Asturiana de la Montaña o Casina.
Naturalmente, esta IGP afecta únicamente a animales nacidos y criados en Asturias.

Fuente: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación


También la IGP CARNE DE CANTABRIA ampara la carne procedente de animales de las razas Tudanca, Mochina y las dos Asturianas (Valles y Montaña) así como de las razas Parda de Montaña, Limusina, Pirenaica, Charolesa, Blonda de Aquitania, Fleckvieh y sus cruces.
La carne se comercializa bajo las categorías de TERNERA BLANCA (animal menor de 8 meses), TERNERA (animal de 8 a 12 meses), AÑOJO (animal de 12 a 24 meses), NOVILLA (animal de 24 a 48 meses), BUEY (Macho castrado de al menos 48 meses) y VACA (Hembra mayor de 48 meses).

Fuente: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación

Respecto producción lechera, aunque cada vez son menos las explotaciones que ordeñan, sigue teniendo importancia para la elaboración de quesos con DOP (Denominación de Origen Protegida), mencionándose específicamente la leche de vaca Asturiana de la Montaña en los pliegos del Queso Gamoneu y naturalmente en el que toma el nombre de la raza, el Queso Casín, si bien junto a la leche de otras razas y especies (oveja y cabra) y junto a la de diferentes razas bovinas en el segundo caso, pudiendo emplearse también aunque no se mencione específicamente en el Queso de Cabrales, el Afuega'l Pitu o el Queso de los Beyos.

Fuente: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación

Respecto al comercio de animales para vida, hay cada vez mayor demanda de hembras jóvenes tanto para reposición y aumento de efectivos como para la creación de nuevas explotaciones.
Los machos son demandados como sementales y también para castrarlos, domarlos y utilizarlos en competiciones de arrastre si bien se suelen preferir razas más grandes aunque la Asturiana de la Montaña tiene la gran ventaja de su enorme rusticidad.

Hembra joven de raza Asturiana de la Montaña.
(c) Carlos Fidel Vejo.

SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS FUTURAS.
De tener un glorioso pasado en las montañas asturianas y en regiones vecinas, la raza Asturiana pasó a estar al borde de la extinción en los años 60 y 70 pero gracias al gran trabajo de los ganaderos y al empeño de la Asociación de Criadores, comenzó a recuperarse paulatinamente hasta alcanzar el más que aceptable censo actual con tendencia al aumento dadas las bondades de la raza ya anotadas.

Vaca Asturiana de la Montaña con su ternero.
(c) Carlos Fidel Vejo.

El trabajo de los ganaderos y de la Asociación de Criadores (ASEAMO) es realmente impresionante habían conseguido recuperar esta antiquísima raza que estaba al borde de la extinción y que ha demostrado sobradamente sus cualidades para ser explotada en zonas de montaña del norte peninsular e incluso del resto del país.
La raza participa en multitud de concursos y ferias en su área de origen y también exposiciones en las grandes ferias españolas donde causa admiración entre ganaderos y aficionados.

Toro de raza Asturiana de la Montaña.
(c) Carlos Fidel Vejo.

La raza Asturiana de la Montaña tiene por delante un prometedor futuro como raza de aptitud cárnica productora de carne de gran calidad en terrenos montañosos.

Vaca Asturiana de la Montaña.
(c) Carlos Fidel Vejo.

DEDICATORIA Y AGRADECIMIENTOS.
Quiero dedicar este artículo a CARLOS FIDEL VEJO y su familia, de la localidad cántabra de Caloca (Pesaguero), criadores de extraordinario ganado de raza Asturiana de la Montaña o Casina y Tudanca.

Carlos Fidel Vejo.

Aunque Carlos y yo no nos conocemos en persona, tenemos y teníamos muy buenos amigos comunes como el gran ganadero y fotógrafo Miguel Alba Vegas y su compañera Teresa Callejo Fernández (1980-2022) célebre criadora de Tudancas y que nos dejó demasiado pronto.

Teresa Callejo y Carlos Fidel Vejo.
(c) Miguel Alba.

Precisamente gracias a Miguel y a Teresina comenzó mi amistad con Carlos Fidel Vejo pues ella siempre me decía:
"Si necesitas algo de Tudancas y Casinas, Caloca es Caloca".

Vaca Asturiana de la Montaña.
(c) Carlos Fidel Vejo.

Carlos Fidel, al igual que su hija Carla, han colaborado conmigo en multitud de artículos de EL CUADERNO DE SILVESTRE tales como LA VACA MACHORRA. UN MANJAR DE REYES, DE CASINAS Y TUDANCAS, CASIÑAS Y CARREÑANAS, EL TORO SEMENTALLA PARIDERA DE LAS VACAS, CEBILLAS Y TRASHUMANCIA: LAS VACAS EN INVIERNO, PRADOS Y DEHESAS: LAS VACAS EN PRIMAVERA, LA MUDA EN CANTABRIA, LAS VACAS DE CANTABRIA entre muchos otros.

Carla Vejo y Carlos Fidel Vejo.

Muchísimas gracias Carlos Fidel y Carla por ser grandes colaboradores y fieles seguidores de EL CUADERNO DE SILVESTRE.

Fdo: Silvestre de la Calle García.
Técnico Forestal.

Bibliografía y fuentes consultadas:

- García Dory, M. A. (1990) Guía de Campo de las Razas Autóctonas Españolas. Alianza Editorial
- Sánchez Belda, A. (1984) Razas Bovinas Españolas. Ministerio de Agricultura.
- Sánchez Belda, A. (2000) Razas Autóctonas Españolas Bovinas. Colección FEAGAS.
Web del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

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