lunes, 23 de septiembre de 2024

IBAI MENOYO AGUIRRE: UN GRAN CABRERO DE EUSKADI

Ibai Menoyo Aguirre (n.1984) es un cabrero natural de Arrigorriaga (Bizkaia) aunque su explotación ganadera se encuentra en la cercana localidad de Zaratamo donde mantiene un extraordinario rebaño de cabras Azpigorris, raza autóctona de Euskadi.

Ibai con sus cabras.
Zaratamo (Bizkaia).
(c) Ibai Menoyo Aguirre.

A Ibai le encantan los animales, especialmente las cabras, desde que era niño pero sus padres no eran ganaderos aunque sus abuelos paternos sí que mantuvieron siempre ganado en el caserío familiar donde Ibai creció escuchando a su abuelo contar miles de historias de ganado y de ganaderos, soñando que un día él podría ser un gran ganadero como sus antepasados.

Ovejas Latxas, símbolo de la ganadería de Euskadi.
(c) José Antonio Uriarte.

La andadura de ganadero de Ibai comenzó cuando hace alrededor de 20 años compró un caballo. Para que el animal no estuviese solo, decidió comprar al año siguiente otro más.
Al principio los animales pastaban en Arrigorriaga pero en 2004, Ibai compró un terreno de alrededor de 4 hectáreas en Zaratamo. 

Ibai con sus dos caballos.
Zaratamo (Bizkaia).
(c) Familia Menoyo.

El terreno comprado por Ibai estaba ocupado en gran parte por bosque y maleza, por lo que para desbrozarlo sin gastar dinero, decidió tomar una gran decisión: comprar cabras.
Inicialmente, compró dos cabras cruzadas de tipo alpino con una cabrita cada una. El objetivo de estas cabras no eran producir carne o leche sino simplemente comer maleza, algo que a las cabras se les da muy bien.

Las primeras cabras de Ibai.
Zaratamo (Bizkaia).
(c) Familia Menoyo.

Unos años más tarde, Ibai comenzó a soltar las cabras al monte junto a las de un amigo el cual le habló de las grandes ventajas de criar cabras de raza Azpigorri, autóctonas de la zona y por lo tanto perfectamente adaptadas al terreno y al clima de los montes de Euskadi.
Ibai se decidió a comprar cabras autóctonas comenzando así lo que se ha convertido en parte fundamental de su vida.

Cabras Azpigorris.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Familia Menoyo.

En 2015, Ibai participó junto a su hermana Enara, en el famoso Garrastaxtu. Era la primera vez que participaban con su ganado en un concurso como hacían el resto de criadores de raza Azpigorri, presentando 4 cabras y un chivo, siendo para ellos el día más especial de sus vidas como ganaderos.

Ibai y Enara. 2015.
(c) Familia Menoyo.

Sin embargo, el momento más especial para Ibai llegaría el 1 de enero de 2016 cuando a las 00:09 vino al mundo su hijo Oinatz y unos minutos más tarde, a las 00:13 su hija Udane, siendo los primeros niños del año nacidos en la provincia de Bizkaia.
Estos niños nacidos entre azpigorris, son dos auténticos "guindillas" que no paran quietos ni un minuto pero que se han convertido ya en auténticos cabreros.

Oinatz y Udane.
(c) Familia Menoyo.

Años más tarde, concretamente el 28 de mayo de 2022, nació Elaia, la hija de Enara, que desde el principio ha vivido junto a sus primos entre las cabras y es que nada con pocos días de vida, ya acudía con su madre a los concursos y exposiciones en los que, como veremos más adelante, participaban las Azpigorris de la familia Menoyo.

La familia Menoyo al completo.
Ibai y Enara con Udane, Oinatz y Elaia.
(c) Familia Menoyo.

Pero hablemos un poco de las cabras y de su manejo.
La cabra es un animal rústico, sobrio y muy resistente adaptado a vivir especialmente en lugares secos donde soporta temperaturas extremas, siendo capaz de alimentarse de pobres pastos que crecen en lugares inaccesibles para vacas y ovejas.
Tales ambientes son absolutamente antagónicos respecto a Euskadi, el norte de España y Europa Central y Septentrional donde, sin embargo, las cabras llevan miles de años habitando gracias a los esmerados cuidados a los que son sometidas por los ganaderos.

Cabras en un bosque húmedo de Euskadi.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Ibai Menoyo Aguirre.

Para que las cabras estén protegidas y resguardadas de la lluvia especialmente durante la noche y también del frío invernal, Ibai cuenta con unas magníficas instalaciones construidas por un auténtico experto que no es ni más ni menos que su padre. Sin ser ganadero, apoya plenamente a su hijo y le ayuda en todo lo que puede.
Ibai piensa lo que quiere construir, se lo dice a su padre y este lo pone en práctica.

Cabras con la nave o cabreriza que les sirve de refugio al fondo.
Zaratamo (Bizkaia).
(c) Familia Menoyo.

Construida con materiales sencillos como chapa galvanizada y madera de la mejor calidad, el alojamiento de las cabras cumple plenamente su función:
Mantener a las cabras a salvo de la lluvia y del frío donde el suelo permanezca limpio, seco y libre de barro.
Interiormente, se encuentra dividida en pequeñas cuadras separadas con sencillos tabiques de madera para poder mantener separadas a unas cabras de otras cuando es necesario.

Cabras bajo un cobertizo.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Familia Menoyo.

Debidamente distribuidos y colocados se encuentran diferentes tipos de comederos y bebederos para que las cabras se alimenten cómodamente y sin molestarse unas a otras.

Cabra tomando su ración de sal.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Familia Menoyo.

Algunos comederos son sumamente sencillos pero a la vez ingeniosos, permitiendo a las cabras comer fácilmente el pienso sin que surjan peleas entre ellas. Se trata de tubos de pvc seccionados por la mitad, apoyados sobre unas patas y un soporte de madera y colocados a la altura perfecta para que las cabras coman con comodidad.

Cabra comiendo en un comedero.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Familia Menoyo.

Alrededor de la nave o cabreriza, se encuentra un amplio cercado con malla metálica que impide que las cabras se escapen y les permite tomar el sol cuando hace buen tiempo, algo que les encanta.

Cabras tumbadas tomando el sol.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Familia Menoyo.

Los machos o chivos, permanecen durante una parte del año separados de las cabras para que no puedan cubrirlas y controlar así tanto la época de la paridera como la paternidad de cada cría nacida en la explotación, algo muy importante teniendo en cuenta que la raza Azpigorri está en gravísimo peligro de extinción.

Chivos Azpigorri.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Familia Menoyo.

Llegado el momento oportuno, los chivos serán liberados de su encierro y terminando su temporada de castigo, soltándolos alternativamente para controlar exactamente qué chivo cubre a cada cabra y también para evitar los combates entre los chivos que, en un rebaño tan pequeño, serían muy frecuentes y contraproducentes más pendientes de pelear entre ellos por el control de las cabras que de las cabras que salgan en celo.

Chivo en actitud de cortejo.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Familia Menoyo.

El sistema de manejo seguido por estas cabras es básicamente extensivo, pues aunque la alimentación de las cabras se complemente con piensos durante las épocas de mayores necesidades (gestación, lactación...) su sustento depende en gran medida de los recursos naturales que el campo ofrece en cada momento.

Cabras pastando en una parcela cercada.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Ibai Menoyo.

El cercado de las parcelas se realiza con postes de madera y líneas de alambre o malla ganadera. 
Preparar una cerca para cualquier tipo de ganado es una actividad compleja pero en el caso de las cabras requiere aún más conocimientos y habilidades pues pueden saltar por encima, meterse por debajo o escaparse por el más mínimo hueco que encuentren.

Vallado para las cabras.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Familia Menoyo.

En las parcelas cercadas, las cabras pueden permanecer solas aunque conviene vigilarlas de cerca por si acaso ya que son animales muy intranquilos que prefieren ramonear que rozar la hierba corta como hacen las vacas, los caballos o las ovejas.

Cabras en un cercado.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Familia Menoyo.

Aunque permanezcan durante el día en parcelas cercadas, por la noche, son llevadas hasta la nave y para ello nada mejor que atraerlas con un poco de pienso ya que, si el tiempo está bueno, no se querrán recoger fácilmente cosa que sin embargo harán si llueve o hace frío.

Enara recogiendo las cabras.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Familia Menoyo.

Siempre que es posible, las cabras son llevadas a pastar al campo donde se alimentan de pastos, matorrales, hojas, bellotas...y todo lo que encuentran.
Esto permite a Ibai ahorrar muchísimo dinero a la hora de alimentar a las cabras, algo cada vez más importante debido al elevado precio de los piensos y los forrajes.

Cabras en pastoreo.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Familia Menoyo.

Ibai va con las cabras al campo sin importar el tiempo que haga. Muchos días le toca hacer esta tarea con ropa de abrigo e incluso con el paraguas para protegerse del frío y de la lluvia pues el de cabrero es un oficio muy sacrificado y absolutamente vocacional.

Pastoreando bajo el paraguas.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Familia Menoyo.

Otras veces, aunque se trate de una ganadería que pasta en Euskadi, toca cuidar a las cabras bajo un calor sofocante que hace que sobre hasta la camisa pero Ibai soporta lo que haga falta para que sus cabras puedan alimentarse adecuadamente.

Pastoreo a 40º.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Ibai Menoyo Aguirre.

Y como las cabras comen mucho y bien, generan muchos residuos que quedan tanto en el campo, donde sirven de valioso abono para los mismos pastizales que les sirven de sustento, como en el interior de la cabreriza donde duermen y a la que no se puede acceder con el tractor, por lo que el estiércol debe ser sacado una vez por semana con horca y carretillo.

Limpieza de las cuadras.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Familia Menoyo.

Durante el verano, las cabras permanecen sueltas en el monte pero deben ser controladas periódicamente. Para controlarlas, Ibai se vale de un buen truco como es subir unos trozos de pan, alimento que las cabras devoran con gran alegría.
Mientras se comen el pan, Ibai aprovecha para contarlas y ver si están todas bien.

Repartiendo pan a las cabras y revisándolas.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Familia Menoyo.

Si falta alguna cabra, Ibai tiene que buscarla con la gran incertidumbre de no saber lo que encontrará.
En ocasiones ha tenido que ver con gran dolor cabras heridas e incluso muertas por el ataque de perros asilvestrados que son abandonados por sus dueños o que no reciben los cuidados adecuados y pasan días y días en los montes.

Cabra muerta y parcialmente devorada por los perros.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Familia Menoyo.

En ocasiones, las cabras "sólo" sufren heridas de distinta gravedad que pueden ser curadas permitiendo al animal seguir con vida durante un tiempo pero sin saber si será la siguiente víctima de los temidos perros.

Curando las heridas a una cabra.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Ibai Menoyo Aguirre.

También es necesario vigilar a las cabras porque en ocasiones se pelean y ellas mismas se causan heridas que deben ser curadas o se enganchan unas con otras por los cuernos, algo que les puede ocasionar la muerte si el ganadero no actúa a tiempo.

Cabras enganchadas.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Familia Menoyo.

Las cabras Azpigorri se destinan fundamentalmente a la producción de cabritos.
Llegado el momento oportuno, Ibai junta a los chivos con las cabras para que tengan lugar las cubriciones. Al ser pocas cabras y con la doble finalidad de evitar peleas y de asegurar la paternidad de las crías, suelta un macho cada cierto tiempo para luego retirarlo y soltar otro.

Chivo siguiendo a una cabra.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Familia Menoyo.

Cinco meses después del apareamiento, se producirá el parto en el cual normalmente nacerán 1 ó 2 cabritos y que tendrá lugar en las pequeñas cuadras divididas por sencillos tabiques de madera que se encuentran en el interior de la nave.

Cabra con su cabritillo.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Familia Menoyo.

Normalmente, las cabras paren solas pero en el caso de los partos múltiples, Ibai tiene que intervenir en algunas ocasiones para ayudar a venir al mundo a los pequeños cabritos y es que un buen cabrero tiene que saber hacer de todo.

Ibai ayudando a parir a una cabra.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Familia Menoyo.

Durante los primeros días de vida, los cabritos necesitan bastantes cuidados hasta que llegado el momento oportuno, sean vendidos con destino al sacrificio, constituyendo su exquisita carne uno de los más suculentos y a la vez desconocidos manjares de la gastronomía de Euskadi aunque cocineros de renombre ya conocen los cabritos de Ibai, pues Joseba Arguiñano los sacó hace poco en su programa de televisión.

Cabra amamantando a su cabrita.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Familia Menoyo.

Como vemos, la vida de un cabrero es muy sacrificada o "esclava" como se dice en muchos lugares de España y el lector que viva un poco alejado del mundo ganadero puede pensar que tiene poco sentido y más cuando como ocurre en este caso, tanto Ibai como Enara tiene las cabras como una afición o complemento económico.
Sin embargo, las cabras son animales sumamente inteligentes y agradecidos que saben responder con gran dulzura a las muestras de cariño de sus dueños.

El beso de la cabra.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Familia Menoyo.

Una de las mayores satisfacciones de Ibai, es poder participar en las ferias y concursos con sus cabras, eventos a los que acude acompañado siempre de su hermana Enara, de sus hijos Oinatz y Udane y de su sobrina Elaia.

La familia Menoyo. 2022
(c) Familia Menoyo.

Ibai considera que lo más importante en estos eventos ganaderos es la convivencia y el intercambio de conocimientos y vivencias con otros cabreros de distintos puntos de Euskadi además de pasar un agradable día en compañía de la familia.

Ibai y sus hijos Oinatz y Udane.
Orozko (Bizkaia).
(c) Familia Menoyo.

Lógicamente, los premios recibidos en estos concursos, son siempre bien recibidos y valorados pues suponen el reconocimiento al gran trabajo que realizan estos y otros muchos cabreros haciendo especial ilusión a los niños el poder recoger y posar con los premios.
Entre los múltiples concursos en los que han participado con su ganado y recibido numerosos premios Ibai y su familia, podemos destacar el V EUSKADI AZPIGORRI TXAPELKETA en 2022 o el I BIZKAIKO APIGORRI TXAPELKETA en 2024 entre muchísimos otros.

Ibai, Oinatz y Udane.
Orozko (Bizkaia)
(c) Familia Menoyo.

Ibai, al igual que está haciendo ahora Enara con Elaia, ha inculcado desde niños a Oinatz y a Udane el amor por los animales y, hasta ahora, lo ha conseguido plenamente y los niños disfrutan mucho con el ganado pues para algo son los niños nacidos entre Azpigorris.

Oinatz, Elaia y Udane con las cabras.
Zaratamo (Bizkaia).
(c) Familia Menoyo.

Alrededor de 40 animales entre cabras adultas, chivos y cabritas componen actualmente la ganadería, cifra perfecta para que puedan ser convenientemente atendidos teniendo en cuenta las particularidades del sistema de explotación seguido y la condición de actividad secundaria respecto a otras actividades laborales de sus propietarios.

Rebaño regresando a casa.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Familia Menoyo.

Pero las cabras no son los únicos animales que tienen Ibai y su familia.
Por el almacén del pienso y los alrededores de la nave de las cuadras para las cabras, se pasean unos cuantos gatos cuya función es en teoría la caza de roedores y otros pequeños animales.
Sin embargo, los animales son más bien las mascotas de Udane que cazadores de ratones.

Udane con uno de sus gatos.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Familia Menoyo.

Hace años, Ibai confió la tarea de la caza de roedores a unos pequeños perros que, si bien no son autóctonos de Euskadi, tienen probada eficacia en su lugar de origen que son las huertas y arrozales de la Comunitat Valenciana. Se trata de perros de raza Gos rater valenciá.

Gos rater valencià.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Familia Menoyo.

Estos perros fueron cuidadosamente seleccionados por los agricultores valencianos para cazar ratas de agua, roedor más parecido a un pequeño conejo que a una rata y que vive en aguas limpias y se alimenta únicamente de vegetales siendo su carne un manjar exquisito muy apreciado antaño. Sin embargo, son también feroces cazadores de ratas comunes y ratones por lo que cumplen una importante función para Ibai.

Perros con una rata.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Familia Menoyo.

Aunque ha tenido diversos perros para el manejo del ganado, Ibai ha apostado recientemente por el Euskal Artzain Txakurra (perro de pastor vasco), raza autóctona de Euskadi ideal para el manejo de ovejas y cabras en sistemas extensivos como el llevado a cabo por Ibai.

Oinatz con el cachorro de Euskal artzain txakurra.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Familia Menoyo.

Pero una de las estrellas de la ganadería es sin lugar a dudas Rubia, una yegua de raza Poni de Shetland con la que Ibai quiere que sus hijos comiencen a sentir el mismo amor que el siente por los caballos.
Oinatz y Udane cuidan y pasean montados en Rubia, a la que también se acerca Elaia sin miedo alguno.

Oinatz, Elaia y Udane con Rubia.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Familia Menoyo.

Rubia
se hizo famosa en Euskadi el 6 de abril de 2024 cuando el Athletic Club de Bilbao ganó la Copa del Rey pues ese mismo día parió una pequeña potrilla que, como no podía ser de otra manera, fue bautizada como Copa.

Udane y Oinatz con Rubia y Copa.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Familia Menoyo.

Como vemos, Ibai Menoyo Aguirre es un gran cabrero y un gran padre que se esfuerza por conservar una raza caprina autóctona como es la Azpigorri e inculcando a sus hijos el amor a las cabras y a los demás animales y el valor de la familia asistiendo y participando en los concursos y ferias a los que antes aludíamos.
Ibai tiene un prometedor futuro como cabrero y desde EL CUADERNO DE SILVESTRE le apoyaremos siempre.

Ibai caminando hacia un futuro con sus cabras.
Zaratamo (Bizkaia)
(c) Familia Menoyo.

NOTA FINAL DEL AUTOR.
Aunque no tengo la suerte de conocer a Ibai en persona, tengo la suerte de contarlo entre mis mejores amigos desde hace muchos años.
Todo comenzó cuando contacté con él por Facebook manifestándole mi intención de escribir un artículo sobre la cabra Azpigorri pero que necesitaba fotografías para ilustrar dicho artículo. Desde el minuto uno, Ibai se ofreció a ayudarme en todo lo que necesitase y gracias a su ayuda y a de otra gran ganadera como fue Leire Amundarain Ganadutegia, pudo realizarse aquel artículo.

Chivo Azpigorri.
(c) Familia Menoyo.

Comenzó así entre Ibai y yo una gran amistad contando en todo momento con su apoyo a la hora de realizar artículos como EL MACHO CABRÍO en el que se incluyeron sensacionales fotografías y vídeos de los chivos de Ibai cortejando a las cabras o LA PARIDERA DE LAS CABRAS para el que Ibai realizó una espectacular secuencia fotográfica del parto gemelar de una de sus cabras.

Cabra Azpigorri pariendo.
(c) Familia Menoyo.

A esos artículos, les siguieron otros muchos como DEL CABRITO A LA CABRA en el que se habla pormenorizadamente de la carne de los distintos tipos comerciales de ganado caprino o EL PRECIO DE LOS CABRITOS en el que se analiza la situación a la hora de comercializar los cabritos.

Cabritos Azpigorris.
(c) Familia Menoyo.

Y si Ibai ha colaborado conmigo, tampoco se queda atrás su hermana Enara que junto a Ibai ha colaborado en artículos como JÓVENES CABREROS DE EUSKADI en el que se habla de ellos y de Joritz Arbaiza Amundarain, otro gran cabrero de Euskadi, LA MUJER RURAL en el que se cuenta el ejemplo de Enara como cabrera junto al de otros muchas mujeres españolas o el espectacular artículo NACIDOS ENTRE AZPIGORRIS el cual deberá ser corregido y ampliado en breve....

Famila Menoyo.

Y así podría seguir hablando de las colaboraciones de la familia Menoyo en mis artículos pero hoy le toca el turno a Ibai (con perdón de Enara) un gran cabrero, un gran padre y sobre todo un gran amigo que, pese a tener muchas ocupaciones y "dar más vueltas que un tiovivo" como él mismo dice, lee y comenta después conmigo cada uno de los artículos publicados en el blog.
Simplemente tengo que decirte ESKERRIK ASKO, IBAI.

Ibai con su sobrina Elaia y un cabritillo.
(c) Familia Menoyo.

Fdo: Silvestre de la Calle García.
Técnico Forestal.

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