VÍCTOR: OVEJAS LATXAS DE CARA NEGRA EN GANADERÍA LA LERA

Víctor Fernández Sainz (4 de julio de 1992) es un joven ganadero cántabro dedicado a la cría de ganado ovino selecto de raza Latxa de cara negra en Ganadería La Lera. 
Su historia es muy curiosa puesto que, aunque siempre ha sentido una auténtica pasión por los animales, las ovejas no le gustaban hasta que conoció más a fondo la raza Latxa, enamorándose de ella hasta tal punto que hoy estos animales lo son todo para él.

Víctor con dos de sus maravillosos ejemplares.
(c) Ganadería La Lera.

Nacido, criado y residente en Iruz, en el término municipal de Santiurde de Toranzo (Cantabria), Víctor tiene su explotación en el paraje La Lera (de ahí el nombre de la ganadería) en Corvera, término municipal de Corvera de Toranzo, criando en ella animales de diversas especies y razas como cabras, caballos, burros, perros, gatos y, por supuesto, ovejas de raza Latxa que son el emblema de la ganadería como podemos ver en su logotipo.

Logotipo de Ganadería La Lera
(c) Ganadería La Lera.

La Latxa es una raza ovina autóctona del norte de la península Ibérica, extendiéndose por Navarra, Euskadi y Cantabria fundamentalmente auque también hay rebaños en otras comunidades autónomas.
Son ovejas de tamaño medio, lana muy larga de color blanco y zonas deslanadas de color rubio o negro existiendo dos variedades fundamentales: la Latxa de cara negra y la Latxa de cara rubia. Precisamente a las primera variedad, pertenecen las ovejas de Víctor.

Latxa de cara negra.
(c) Ganadería La Lera.

Ambos sexos pueden presentar cuernos, especialmente en el caso de la variedad de cara negra siendo más frecuente este carácter en las ovejas originarias de Navarra.
Se trata de una raza que, en tiempos pasados fue de triple aptitud, carne-leche lana pero que hoy es de doble aptitud leche-carne con muchos rebaños dedicados exclusivamente a la producción de carne.

Oveja Latxa.
(c) Ganadería La Lera.

Antes de hablar de las ovejas Latxas de GANADERÍA LA LERA, hablemos de Víctor quien, como tantos y tantos niños cántabros, nació se crió entre animales en la ganadería familiar de sus abuelos paternos. Él mismo nos cuenta sus recuerdos de aquella época:
"Sólo sé que con 2 ó 3 años ya andaba durmiendo entre los terneros y montando en el carro de la yegua. Podría contar tantas historias...
Recuerdo como anécdota curiosa, que una vez intenté rejonear a una vaca con una burra pero no se dio...
Siempre crecí con esa pasión por los animales que para mí son el elemento principal de mi vida. Con ellos, todo cobra sentido."

Víctor a lomos de una yegua.
(c) Ganadería La Lera.

Los caballos siempre han sido la gran pasión de Víctor, que podría estar horas y horas hablando de ellos. Apasionado de la alta escuela, la doma y el desbrave. No en vano hay gente que le llama susurrador de caballos porque es algo que disfruta como un niño, sintiendo una conexión especial cuando trabaja con ellos.

Víctor, el susurrador de caballos.
(c) Ganadería La Lera.

Desde el 2010, Víctor se dedicó a la lucrativa cría de caballos de aptitud cárnica, llegando a tener 12 yeguas y un semental Burguete, raza originaria de Navarra y famoso por su aptitud mixta carne-trabajo produciendo sus potros una carne de calidad inigualable.

Yeguas con sus potros.
(c) Ganadería La Lera.

Ante la caída de los precios de los potros Víctor decidió quitar las yeguas de carne hace apenas unas semanas y actualmente sólo mantiene en su ganadería una yegua de raza Warlander, una potra de raza Burguete y un potro mestizo de ambas razas.

Yegua de Víctor.
(c) Ganadería La Lera.

También tiene Víctor tres burras mestizas, animales a los que también es aficionado y que cumplen en las fincas una gran labor al consumir los pastos de peor calidad despreciados por los caballos.

Una de las burras de Víctor.
(c) Ganadería La Lera.

No pueden faltar en ninguna ganadería los gatos que, aunque escondidos mantienen a raya a los ratones que acuden en busca del pienso. Tres gatos andan por la finca de La Lera. 
Visibles sí que son los dos mastinas de trabajo, fundamentales para defender al ganado del ataque de los lobos, muy numerosos en Cantabria y que ocasionan grandes pérdidas a los ganaderos.

Mastina de trabajo.
(c) Ganadería La Lera.

Víctor tiene también 5 cabra y un macho cabrío, todos ellos pertenecientes a la línea de la Cabra del Asón, autóctona de los valles orientales de Cantabria.
Las cabras cumplen una función muy importante como desbrozadoras vivientes de los terrenos de matorral ahorrando así trabajo y dinero a sus propietarios.

Cabras de Víctor.
(c) Ganadería La Lera.

Y llegamos a las famosas ovejas Latxas que, como ya dijimos, son las estrellas de GANADERÍA LA LERA, teniendo tras de sí una curiosa historia que Víctor nos cuenta así:
"A mí no me gustaban las ovejas. Es más, le hice a mi padre vender por cuatro duros las últimas ovejas de razas cárnicas que hubo en casa porque odiaba estar pendiente de ellas y de tratar con ellas. A los pocos días, me cambiaron una cabra por dos ovejas Latxas con cuernos pequeños y cuando fui a comprar un carnero para ellas y vi aquellas ovejas con unas cabezas como Tudancas, una pose igual que si fueran cabras y una lana pegada al suelo como si tuvieran un montón de seda encima, empecé a informarme y a enamorarme de ellas."

Oveja Latxa.
"La Tudanca de las ovejas".
(c) Ganadería La Lera.

Corría el año 2020 cuando Víctor comenzó su vida como ganadero ovino con un pequeño rebaño de ovejas Latxas, esas mismas ovejas que le había cautivado y enamorado.

El rebaño inicial.
(c) Ganadería La Lera.

Actualmente, el rebaño de Víctor está formado por 29 hembras reproductoras y 4 sementales.
Este pequeño rebaño, similar a los que hubo desde tiempo inmemorial en todo el norte de España como complemento del ganado vacuno y de otras actividades económicas, se destina a la producción de corderos para carne y corderas para recría.

Rebaño de ovejas en pastoreo acompañadas  de sus corderos.
(c) Ganadería La Lera.

Como se dijo anteriormente, la Latxa fue en otros tiempos una raza de triple aptitud pero su lana larga y basta, denominada popularmente en algunos lugares de España como lana colchonera por utilizarse tradicionalmente para el relleno de colchones, apenas tiene valor hoy en día, algo realmente lamentable porque sería extraordinaria para la confección de prendas de abrigo.

La lana de la oveja Latxa es la más larga de todas las lanas ibéricas.
(c) Ganadería La Lera.

La producción de leche de la raza es verdaderamente alta y se destina a la elaboración de algunos de los quesos más renombrados del país como el Roncal, el Idiazabal o el Cabrales. Sin embargo, muchos ganaderos como por ejemplo Víctor, no someten a las ovejas a ordeño siendo la leche consumida enteramente por los corderos.

Oveja amamantando a sus corderos.
(c) Ganadería La Lera.

La producción cárnica de la oveja Latxa se centra en el cordero lechal pues atrás quedaron los tiempos en los que los consumidores demandaban corderos de mayor edad y peso.
Cabe señalar que la Latxa no es una oveja especializada en la producción cárnica y que su prolificidad es relativamente baja, superando rara vez los 130 corderos nacidos por cada 100 partos aunque con un buen manejo y en rebaños pequeños, los partos dobles no son raros.

Oveja con dos corderos.
(c) Ganadería La Lera.

En el caso de Víctor, toda la producción se destina al consumo familiar:
"Soy únicamente carnívoro y se consume mucha carne en casa. Los excedentes se destinan generalmente a amigos y conocidos, no siendo una producción excesiva."

Oveja con su cordero.
(c) Ganadería La Lera.

Las corderas que no se destinan al consumo, son recriadas para reposición de las ovejas de la propia explotación siendo el objetivo de Víctor "intentar mejorar lo que humildemente podemos".

Oveja y cordera.
(c) Ganadería La Lera.

El manejo es extensivo, permaneciendo las ovejas la mayor parte del tiempo en las fincas alimentándose del pasto.
Las ovejas Latxas están adaptadas a soportar condiciones climáticas adversas, resistiendo a la intemperie las constantes lluvias e incluso las nevadas pudiendo pastar tanto en zonas llanas como en otras de fuertes pendientes a las que las vacas no pueden acceder.

Ovejas en pastoreo.
(c) Ganadería La Lera.

En ocasiones, se llega a comparar a estas ovejas con las cabras por ser capaces de alimentarse de las hojas y renuevos de árboles y arbustos aunque en esto llegan a ser superadas por la oveja Sasi Ardi con la que están estrechamente emparentadas.

Oveja ramoneando.
(c) Ganadería La Lera.

Las Latxas presentan un comportamiento diferente a otras ovejas ya que no tienen el mismo sentido gregario a la hora de forma grandes rebaños cohesionados sino que pastan de forma más individualizada ocupando todo el espacio disponible. Pelean entre sí con gran frecuencia para establecer la jerarquía, llegando en Euskadi a aprovecharse el carácter combativo de los machos para realizar espectaculares peleas en épocas pasadas.

Ovejas Latxas peleando.
(c) Ganadería La Lera.

En verano, cuando el pasto escasea, la alimentación de las ovejas se suplementa con pienso distribuido en comederos colocados estratégicamente en los prados.
Estos comederos consistentes en tubo de pvc cortado por la mitad y apoyado sobre soportes de madera, son de fabricación casera pero totalmente funcionales para alimentar a las ovejas con pienso o grano.

Ovejas comiendo en un comedero.
(c) Ganadería La Lera.

En invierno, especialmente cuando el tiempo es demasiado frío y lluvioso, las ovejas son encerradas en cuadras y alimentadas con hierba seca.

Ovejas en invierno.
(c) Ganadería La Lera.

Antes Víctor pastoreaba las ovejas con la yegua en los ratos libres que su trabajo le permitía, pero ahora prefiere mantenerlas en las fincas junto al resto del ganado pues únicamente las cabras salen por la mañana a pastar a terrenos comunales para ser recogidas por la noche.

Ovejas en pastoreo.
(c) Ganadería La Lera.

Aunque la lana de estas ovejas no tenga valor comercial y no se utilice, es necesario esquilarlas llegado el verano para que no pasen excesivo calor y no sufran problemas de salud.
Es en esta época cuando las ovejas Latxas presentan un aspecto más "feo" al carecer del largo y sedoso abrigo lanoso tan característico y que en invierno hace que sen unas ovejas realmente espectaculares y sin parangón dentro del panorama ovino español.

Ovejas Latxas en verano.
(c) Ganadería La Lera.

Para Víctor sus ovejas son mucho más que simples animales que tienen un número y cada una tiene su nombre propio tales como Carbonera, Mimi, Clara, India, Gacha, Santina, Marquesa...

"Pastora" con un año de edad.
(c) Ganadería La Lera.

Los sementales también tienen nombre propio como el Cuco, el Pata o el Chaparro.

El "Cuco".
(c) Ganadería La Lera.

Los animales de Víctor son cuidados con gran esmero y son llevados a ferias y exposiciones donde siempre causan admiración entre los visitantes, especialmente los grandes carneros con sus enormes cuernos retorcidos.

Carnero con cuernos muy desarrollados.
(c) Ganadería La Lera.

A MODO DE EPÍLOGO.
Lo dicho en la introducción, queda totalmente demostrado al leer este artículo. Víctor es un apasionado de los animales, como ocurre con tantos y tantos ganaderos cántabros para quienes sus animales son mucho más que un medio de vida. Estas ovejas, altivas como Tudancas, se han ganado un hueco en el corazón de Víctor y más aún ahora cuando ya la mayor parte de sus yeguas han tenido que abandonar la explotación.

Ovejas Latxas.
(c) Ganadería La Lera.

AGRADECIMIENTO.
Quiero dar las gracias a Víctor Fernández Sainz, propietario de Ganadería La Lera, por su colaboración a la hora de realizar este artículo y por ofrecerse desinteresadamente a formar parte de ese cada vez más numeroso grupo de colaboradores de EL CUADERNO DE SILVESTRE. 
Para mí es todo un orgullo poder dedicar un artículo a un joven ganadero que apuesta por una de nuestras razas autóctonas más antiguas y emblemáticas en tiempos difíciles para el sector ganadero.

Caminando siempre hacia adelante.
(c) Ganadería La Lera.

Fdo: Silvestre de la Calle García
Técnico forestal especializado en ganadería extensiva.

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