El carnaval es una fiesta absolutamente pagana pero que se vive con gran júbilo y alegría en el medio rural desde tiempos inmemoriales. Era una fiesta en la que las férreas normas sociales y morales que regían la vida de los agricultores y ganaderos pasaban, en cierta medida, a un segundo plano para que, al menos durante unos días, se viviese con alegría y cierta libertad comiendo, bebiendo y bailando antes de la llegada de la austera Cuaresma.
Los quintos de 2025 y el acompañamiento.
Guijo de Santa Bárbara (Cáceres).
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.
Durante mucho tiempo, aunque sin pleno agrado, la Iglesia permitió que se celebrase el carnaval pese a que se sabía que podían surgir altercados y que las libertades acabasen convirtiéndose en libertinaje.
Ya en el siglo XX y sobre todo a partir de la Guerra Civil, las autoridades religiosas y especialmente civiles regularon severamente la celebración del carnaval prohibiendo sobre todo el uso de las tradicionales máscaras.
Don Julián Vicente Garzón.
Cura párroco de Guijo de Santa Bárbara entre 1929 y 1950.
(c) Familia De la Calle.
Sin embargo, el carnaval se siguió celebrando a lo largo y ancho de España aunque adaptando los disfraces tradicionales. En muchos pueblos, la gente se limitaba a sacar de los armarios y arcas todo tipo de ropas antiguas o se disfrazaban utilizando mantas viejas, telas, sacos....
Tras la Dictadura, comenzó a haber más libertad y en muchos pueblos, pese a que gran parte de la gente y especialmente la juventud había emigrado, volvió a celebrarse el carnaval como antaño, recuperando las máscaras guardas durante décadas por los mayores.
De la importancia del carnaval en el medio rural, hemos hablado durante los últimos años en EL CUADERNO DE SILVESTRE y por ello en el presente artículo haremos una recopilación de los artículos dedicados a esta temática.
Publicado el 3 de marzo de 2022.
La celebración de la Fiesta de los Quintos, también conocida como Día de los Gallos, tuvo siempre una gran importancia en la localidad cacereña de Guijo de Santa Bárbara coincidiendo tradicionalmente con el martes de carnaval aunque hoy en día debido a que es día laborable, suele trasladarse al fin de semana anterior.
Iván Blázquez Rodríguez, Silvestre de la Calle García y Jesús Santos García.
Quintos 2007.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.
Los jóvenes que entraban en quinta y que iban a marchar a cumplir el Servicio Militar Obligatorio (La Mili), celebraban una gran fiesta el martes de carnaval. Para ello, recorrían las calles de la localidad recogiendo huevos y chorizos para luego hacer una cena en común a la que invitaban a sus amigos y a algunos familiares.
Para recoger los huevos y chorizos que la gente daba, cada quinto llevaba una cesta y como solían ser muchos, no tenían problemas para recoger todo lo que les entregaban los vecinos. Sin embargo, con el paso del tiempo, al disminuir grandemente la natalidad y el número de habitantes, cada año había menos quintos y se decidió llevar un burro para cargar lo que la gente iba entregando.
El motivo de referirse a este día como Día de los Gallos, se debe a que tradicionalmente se realizaba en Guijo de Santa Bárbara, al igual que en MUCHOS OTROS pueblos de España, la carrera de los gallos, consistente en colgar gallos vivos por las patas en una cuerda entre dos postes para que los quintos, a lomos de caballerías, pasasen corriendo velozmente bajo la cuerda y arrancasen la cabeza de los gallos, los cuales eran posteriormente servidos en la cena de los quintos.
Con el paso del tiempo, se suspendió la realización del Servicio Militar Obligatorio pero la fiesta se siguió celebrando participando en ella también las quintas o mozas que junto a sus compañeros recorren el pueblo pidiendo huevos y chorizos para hacer una cena en la que se sirven además otras viandas y a la que asisten ya todos los vecinos del pueblo. Por su puesto, hace décadas que la carrera de gallos no se realiza pero la cena sigue siendo conocida como Cena de los Gallos.
Publicado el 15 de febrero de 2023.
Navalosa es un pueblo abulense situado en la vertiente norte de las estribaciones orientales de la Sierra de Gredos a orillas del río Alberche. Destacable por su arquitectura tradicional de la que son ejemplo más representativo los corrales, en este pueblecito ganadero se celebran uno de los carnavales más espectaculares de la península Ibérica siendo los protagonistas indiscutibles LOS CUCURRUMACHOS.
El domingo de carnaval por la mañana, los quintos recorren el pueblo pidiendo cosas a los vecinos para hacer una cena, aportando cada uno lo que quiere y puede. Vestidos con una peculiar indumentaria van acompañados de uno o varios burros para cargar todo aquello que recogen.
Por la tarde, tiene lugar en la plaza del pueblo, alrededor del chopo, una singular escena. Los quintos y las mujeres ataviadas con el traje de serrana esperan impacientes la llegada de los cucurrumachos que vestidos con un traje confeccionado a partir de las clásicas mantas pingueras que aún se tejen en los telares de la localidad y con la cara cubierta por una máscara o carilla de madera cubierta con crines de caballo y con dos grandes cuernos de vaca o carnero, salen a la calle. Complementan esta imponente vestimenta un gran número de cencerros de grandes dimensiones atados a la cintura, portando el cucurrumacho un fuerte garrote en la mano.
Cucurrumachos.
(c) Silvestre de la Calle García.
Cuando los cucurrumachos llegan a la plaza, los quintos forman un círculo alrededor del chopo agarrados de la mano mientras que las mujeres ataviadas de serrana forman otro círculo alrededor de los quintos. Finalmente, los cucurrumachos forman otro círculo.
Desde el balcón del ayuntamiento se va diciendo todo lo que han recogido los quintos y de vez en cuando se hace una pausa diciendo: "una vueltecita y otro trago".
En ese momento, los quintos giran alrededor del chopo mientras las serranas giran en sentido contrario, girando los cucurrumachos en el mismo sentido que los quintos y haciendo sonar sus cencerros.
Cuando se termina de hacer la relación de productos recogidos por los quintos, termina la singular manifestación festiva y los cucurrumachos, serranas y quintos se van retirando poco a poco.
Publicado el 20 de febrero de 2023.
Muy relacionado con el primer artículo citado en esta relación, en él se habla exclusivamente de la importancia que tiene el burro para los quintos de Guijo de Santa Bárbara (Cáceres). Con un aparejo o albarda sobre el que se colocan unas aguaderas y con diversos adornos como cintas y mantas de colores, el burro es utilizado para transportar los huevos y chorizos, siendo descargado de vez en cuando para que no lleve mucho peso.
El animal no sufre ningún tipo de maltrato. Su dueño se lo presta a los quintos que se comprometen a utilizarlo y cuidarlo en todo momento, devolviéndolo cuando terminan de realizar el recorrido.
Quintos de 2007 con el burro.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.
Publicado el 12 de febrero de 2024.
Ya en el primer artículo citado en esta relación, se habla del uso que se daba a los gallos en épocas pasadas en la celebración del carnaval en no pocos pueblos ibéricos así como de la utilización del burro en Guijo de Santa Bárbara (Cáceres) del cual también se habla en el tercer artículo de la relación.
Sin embargo, se introducen unas nueves y curiosas protagonistas del carnaval en algunos pueblos: LAS VAQUILLAS.
Pudiera pensar el lector que se trata de hembras jóvenes de ganado vacuno empleadas en algún festejo taurino pero realmente esto no es así.
Las vaquillas de carnaval están formadas por un armazón de madera cubierto con telas y en cuya parte delantera se colocan unos cuernos de vaca.
El portador de este armazón se coloca dentro del mismo y persigue a la gente como si de una vaca se tratase.
Vaquilla corriendo por las calles.
(c) Miguel Alba Vegas.
Son muy populares en pueblos abulenses como Navarredonda y Barajas o en El Barco de Ávila. Se trata de una tradición antiquísima que llegó a desaparecer pero que gracias al tesón de varias personas se ha recuperado en estos municipios.
A MODO DE EPÍLOGO.
Como vemos, la celebración del carnaval en el medio rural tuvo siempre gran importancia y pese a que durante décadas ciertas prácticas se mantuvieron o se recuperaron con el paso del tiempo y hoy siguen sobreviviendo al margen de ese carnaval más conocido con chirigotas, comparsas, carrozas...
Es lo que ha ocurrido un año más en Guijo de Santa Bárbara donde en 2025 han sido quintos Álex Leal de la Calle, Juan Jiménez Castañares, Alberto Santos Vicente, Elsa Zabala Pobre y Vera García Pobre.
Quintos 2025.
De izquierda a derecha: Alberto Santos, Vera García, Elsa Zabala, Juan Jiménez y Álex Leal.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.
Ataviados con la indumentaria tradicional de los quintos formada por pantalón negro, camisa blanca, chaleco negro con pañuelo bordado en la espalda y sombrero adornado con un puro decorado con cintas de colores, los jóvenes antes mencionados recorrieron el sábado 1 de marzo por la mañana las calles de la localidad para pedir el chorizo.
Para poder transportar con facilidad los chorizos y huevos que les entregaban los vecinos, los quintos buscaron una burra que aparejaron y adornaron primorosamente para la ocasión.
Como los quintos tienen que estar pendientes de pedir el chorizo confían el cuidado de la burra a algún familiar o persona entendida en el manejo de estos animales, correspondiendo normalmente esta tarea en 2025, como en años anteriores, a Silvestre de la Calle García, cronista oficial de la villa que, por uno u otro motivo siempre tiene estrecha relación con alguno de los quintos, siendo este año primo del quinto Álex Leal de la Calle.
Numerosos familiares, amigos, vecinos y turistas curiosos acompañaron a los quintos durante el recorrido que estuvo amenizado con música tradicional en esta ocasión a cargo del grupo Rondalla pencona de Aldeanueva de la Vera y del que es integrante el quinto Juan Jiménez Castañares. A ellos se sumaron los tamborileros locales Estanislao Santos Vicente y Jesús Santos García, abuelo y tío del quinto Alberto Santos Vicente.
Desde la Plaza de Los Correores los quintos comenzaron a pedir el chorizo y los huevos. Cada quinto llevaba una cesta de mimbre para ir llamando a las puertas de los vecinos que con gran alegría al ver que se sigue manteniendo la tradición colaboran generosamente.
Cuando las cestas están repletas de huevos y chorizos, los quintos cargan estos productos en las aguaderas de la burra y cuando la carga ya es considerable se descarga en un coche para llevarlo a la casa de cultura, lugar donde se preparará la cena para todo el pueblo.
A lo largo del recorrido, se hacen varias paradas en lugares significativos del casco urbano de esta bella localidad serrana para que los músicos puedan tocar y cantar tranquilamente y para que, si alguien se anima, pueda bailar una jota, algo muy típico de esta localidad.
También se detiene la comitiva junto a la casa de cada quinto donde la familia agasaja a todo el acompañamiento con dulces típicos caseros o de la panadería local como perrunillas, mantecados, flores... y licores como la clásica gloria, elaborada con mosto y aguardiente en todas las bodegas guijeñas.
Se continúa el recorrido llamando los quintos absolutamente a todas las casas habitadas del municipio, sabedores de que todos los vecinos, desde los más jóvenes a los más mayores colaborarán pues habrán preparado ya días antes los chorizos de su matanza y los huevos de sus gallinas o los habrán comprado en los comercios locales si ya no hacen matanza ni tienen gallinas.
Álex Leal y Juan Jiménez con Aurora Santos.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.
Y terminado el recorrido, todo lo recogido se lleva a la Casa de Cultura donde los quintos y sus familias invitan a todos los que han ido con ellos a recorrer el pueblo a una comida consistente en migas veratas con huevo frito.
Después de eso, gran número de mujeres del pueblo preparan la cena para todo el pueblo la cual consistirá en tortilla de chorizo, huevos rellenos, queso, ensalada y fruta. Unas 400 personas acuden a la cena pero los quintos van personalmente a casa de las personas mayores que no pueden salir de casa o que ya no quieren tanto jaleo para llevarles una tortilla para que cenen y celebren así el día de los quintos.
Visitación Hidalgo (95 años) dando huevos y chorizos a Álex Leal.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.
La tradición de los Quintos en Guijo de Santa Bárbara, aunque con ciertos cambios a lo largo del tiempo, está muy viva. Cada año, los jóvenes a los que les toca ser quintos y sus familias viven con gran ilusión esta fiesta mientras que los quintos de años anteriores recuerdan cuando lo fueron ellos y los que lo serán en el futuro, esperan ansiosos la llegada de ese gran día.
Los Quintos, la burra y el burrero y cronista de la Villa.
(c) Alonso de la Calle Hidalgo.
Desde EL CUADERNO DE SILVESTRE apoyamos y apoyaremos siempre esta tradición guijeña dedicando este año este artículo a los QUINTOS 2025:
- Álex Leal de la Calle.
- Juan Jiménez Castañares.
- Alberto Santos García.
- Elsa Zabala Pobre.
- Vera García Pobre.
Fdo: Silvestre de la Calle García.
Cronista Oficial de la Villa de Guijo de Santa Bárbara.
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