GANADERÍA LATATU S.C.
Al hablar de la ganadería en Cantabria, pensamos automáticamente en vacas lecheras y concretamente de raza Pinta o Frisona. Desde mediados del siglo XIX estas vacas lecheras han tenido una gran importancia en toda España destacando por su censo Cantabria, donde encontramos explotaciones como GANADERÍA LATATU S.C. en el barrio de La Alcomba, Ruesga.
GANADERÍA LATATU S.C.
Antes de entrar en detalles sobre esta Ganadería, es importante conocer brevemente la historia del ganado lechero en la actual Cantabria. Hemos de remontarnos a la época romana cuando Estrabón ya habló de la elaboración por parte de los montañeses del norte peninsular del butyro (mantequilla) a partir de la leche de sus vacas.
A lo largo de la historia, el ordeño de las vacas tuvo una gran importancia en Cantabria. Así, en el este y sur de la actual Comunidad Autónoma, la vaca Tudanca, la Lebaniega y la Campurriana eran utilizadas fundamentalmente para el trabajo pero también para la crianza de terneros, siendo ordeñadas para cubrir las necesidades familiares de leche, queso y mantequilla.
Pero serían los míticos vaqueros pasiegos, habitantes de los valles que les dieron nombre, los que seleccionarían una vaca que con el tiempo se ha convertido en la única raza bovina autóctona de la península Ibérica especializada en la producción lechera: la Pasiega.
Ya en el siglo XVIII, los pasiegos empezaron a emigrar con sus vacas a las principales ciudades españolas para crear vaquerías urbanas y suburbanas y abastecer así de leche fresca a la creciente población ya que las cabras, único animal lechero hasta entonces en muchos lugares de España, no podían cubrir la demanda.
En la primera mitad del siglo XIX, los pasiegos ya habían conseguido obtener una raza totalmente especializada pero que mantenía su gran rusticidad y sobriedad siendo explotada en particular sistema extensivo trashumante con cortos desplazamientos conocidos como muda.
En esa fecha comienzan a introducirse en España razas lecheras especializadas extranjeras que producían más leche que la Pasiega pero que requerían mayores cuidados. Estas vacas acabaron por imponerse, especialmente la Frisona y la Parda Alpina conocidas en Cantabria como Pinta y Suiza o Ratina respectivamente. Cantabria se convirtió desde un principio en la región productora de vacas Frisonas que eran exportadas al resto de España hasta que progresivamente se fueron estableciendo núcleos de cría en otras regiones.
Vaca Pinta (Frisona).
(c) GANADERÍA LATATU S.C.
Conocida ya la evolución del ganado lechero, pasemos a hablar de GANADERÍA LATATU S.C.
Francisco Jesús Fernández, titular de la ganadería, nos cuenta que la misma se encontraba inicialmente en San Juan de Soba, perteneciendo a una tía suya quien al jubilarse pasó la explotación a la madre de Francisco, ahora ya retirada.
Francisco trabajó en la construcción durante unos 11 años pero debido a la crisis del sector, en 2016 decidió incorporarse a la explotación de forma profesional aunque desde niño había estado ayudando en ella. Ahora, con su madre ya jubilada, él ha pasado a ser el único titular de la explotación.
Inicialmente, la Ganadería se encontraba en San Juan de Soba ocupando dos cuadras tradicionales pero hace unos dos años, al jubilarse un ganadero de La Alcomba, decidieron arrendarle la explotación y trasladar allí el ganado, comprando a dicho ganadero algunas novillas y vacas.
Actualmente, la explotación cuenta con unos 90 animales de los que aproximadamente 50 son vacas en ordeño, las cuales tienen una producción lechera media en 305 días de lactación de 9.836 kg de leche al 3,29% de grasa y 3,22% de proteína.
La Ganadería realiza control lechero para conocer a la perfección la producción de cada animal y la calidad de la leche la cual se comercializa a un precio base de 0,44€/l, cobrando mensualmente de media en esta Ganadería en los últimos meses 0,52€/l.
Vacas en ordeño.
(c) GANADERÍA LATATU S.C.
La producción señalada anteriormente es la media de toda la explotación pero hay vacas con producciones medias de 29, 26 ó 24 kilogramos de leche en un sólo ordeño lo que demuestra la gran calidad genética de estos animales y los esmerados cuidados que reciben.
La mayoría de los ejemplares de la Ganadería pertenecen a la raza Frisona conocida en Cantabria, como ya dijimos como Pinta, llamada así por su capa o coloración berrenda, manchada o pinta formada, generalmente, por manchas blancas y negras (pinta negra) de muy diferente extensión, dando lugar a animales prácticamente negros frente a prácticamente blancos con todas los patrones intermedios posibles mezclando estos dos colores.
Sin embargo, también aparecen ejemplares de capa pinta roja con los mismos patrones de distribución de las manchas pero de color blanco y rojo o anaranjado, siendo estos animales muy del gusto de Francisco.
Además de eso, Francisco tiene algún ejemplar de la mítica raza Pasiega, autóctona de los valles orientales de Cantabria, y alguna vaca de raza Parda. Estas vacas producen por término medio menos leche que las Frisonas pero al mismo tiempo es una leche más rica en grasa y proteína lo que se traduce en un aumento del precio de la leche ya que para la comercialización de este producto no se tiene en cuenta únicamente el peso sino también los grados de grasa.
La explotación cuenta con una superficie de unas 30 hectáreas de las que 10 se dedican a siega para hacer hierba seca y bolas de silo. El resto del terreno se destina a pasto, al no poder entrar el tractor.
Sólo las novillas y vacas secas (las que no dan leche) salen al pasto mientras que las que están en producción salen únicamente a parcelas próximas a la explotación para hacer ejercicio y pastar algo aunque su alimentación no depende exclusivamente del pasto.
En las instalaciones de la explotación, las vacas lecheras ocupan la cuadra mientras que las terneras pasan 4-5 meses en boxes para luego pasar a la cuadra, saliendo a pastar a los 5-6 meses, siendo encerradas en invierno en una cabaña donde se alimentan de hierba seca.
Hasta que paren por primera vez, van rotando por las parcelas de la finca, pasando luego a la nave para ser explotadas junto a las vacas adultas.
Respecto a la alimentación, las terneras se alimentan exclusivamente de leche hasta los 3 semanas, comenzando luego a darles algo de pienso y hierba. A los 3 meses son destetadas y pasan a alimentarse de paja y pienso de arranque para terneras.
Cuando comienzan a salir a la finca, se alimentan básicamente de pasto aunque si es necesario reciben como complemento silo en los comederos.
En invierno reciben silo, hierba seca, paja y pienso de novillas.
Las vacas adultas en producción reciben unos 8 kg de alfalfa deshidratada, 10 kg de pulpa de remolacha verde, 13 kg de pienso, silo a voluntad y ración de hierba seca recogida en la finca. Ocasionalmente se les da algo de paja.
La reproducción se realiza mediante inseminación artificial, siendo inseminadas las vacas antes de que pasen 90 días tras el parto, realizando controles de gestación cada dos semanas para comprobar qué vacas están preñadas y qué vacas necesitan volver a ser inseminadas. En una explotación lechera es fundamental controlar la reproducción para obtener la máxima productividad y para dar, al mismo tiempo, el necesario descanso a las vacas entre cada lactación.
Las vacas son inseminadas siempre de toros seleccionados. Se utiliza semen de toros de raza Frisona para aquellas vacas de mayor producción y mejores características mientras que las demás son inseminadas de toros de raza Azul Belga con el fin de obtener terneros de mejor conformación de la canal y calidad de la carne que son muy estimados en el mercado.
Terneras.
(c) GANADERÍA LATATU S.C.
Únicamente las novillas que están sueltas en los prados, son cubiertas de manera natural por un novillo que convive con ellas. Esto es común en ganaderías con una cierta extensificación ya que el mantenimiento del novillo es muy sencillo. Además, al no conocerse la producción que tendrán las novillas durante su primera lactación, las terneras nacidas del primer parto, no suelen dejarse como futuras reproductoras salvo que se conozcan muy bien los antepasados de la vaca y se pueda estimar su producción.
Francisco es socio de Agrocantabria y de Valles Unidos. Agrocantabria se encarga de la recogida de la leche y del suministro del pienso para las vacas así como de la pulpa de remolacha mientras que Valles Unidos suministra el pienso para novillas, algún viaje de forraje, el servicio veterinario, el servicio técnico del ordeño y el tanque. El servicio veterinario incluye clínica, inseminación, manejo reproductivo, podología, etc...
Vacas pastando.
(c) GANADERÍA LATATU S.C.
La ganadería española en general y cántabra en particular no atraviesa por su mejor momento. Francisco cuenta lo siguiente:
"Hemos estado mucho peor en otros momentos por los precios de los terneros y del forraje. Ahora la cosa está bastante bien, aunque podría estar mejor.
Hace dos años el viaje de forraje valía el doble que hoy. Con el precio que tenían la leche y el forraje las cuentas no salían, pero ahora estamos bien. El valor de los terneros y de las vacas de carne ha mejorado bastante.
El principal problema es la burocracia, los papeles y las trabas que hay para todo. Habría que simplificar.
Yo he vivido siempre con las vacas, sé lo que es una vaca y lo que tengo que hacer con ella en todo momento, sé si está bien o mal...
Ahora no te dan una receta ni un tubo de secado para una vaca si no tiene recuento celular, ni medicinas para una vaca que está mala. Es lo contrario al Bienestar Animal.
Lo que veo mal es que no nos dejen trabajar. Un ganadero sabe lo que tiene que hacer en todo momento, cuándo segar un prao, cuándo abonar...
Las vacas de leche son el trabajo más esclavo que existe, porque supone todos los días del año y todas las horas del día, por lo que deberían facilitarnos el trabajo.
Si hubiera más animales en los montes y nos dejaran desbrozar las fincas y pastizales no habría tantos incendios como hay. Están desapareciendo los animales de los montes pero hay más lobos y miseria. No sabes si te vas a encontrar mañana una novilla mordida o muerta en una finca. Hace poco un buitre me mató una novilla que estaba pariendo.
A los ganaderos no nos apoyan. Estamos dando de comer a toda la población y la actividad industrial contamina mucho más. Si Cantabria está verde es por los animales. Tenemos que respetarnos todos."
Francisco Jesús Fernández considera que el mayor problema al que se enfrenta la ganadería en general y la lechera en particular es la ausencia de relevo generacional:
"En este barrio quedamos 3 ganaderos de leche, cada vez menos como en todas partes. Algunos se han pasado a las vacas de carne.
Aunque las cosas estén mejor ahora, todo son trabas y la gente abandona. Las vacas de leche son un trabajo muy esclavo. Yo me quedé con esto porque me gusta mucho y tuve siempre claro que si algún día me faltaba el trabajo, me quedaría con ellas".
Hace unos años Cantabria era una región famosa por la cría de vacas lecheras y desde el Mercado Nacional de Ganados de Torrelavega salían cada semana decenas de camiones cargados con novillas y vacas de primer parto con destino a toda España. Aunque ya hace décadas existían excelentes núcleos de cría de la raza en el centro de y sur de la península Ibérica, las vacas cántabras seguían teniendo una gran fama.
La situación ha cambiado enormemente y hoy en Cantabria domina el ganado de aptitud cárnica representado especialmente por la raza Limusina. También tienen gran importancia las razas Tudanca, Pasiega y Monchina así como la Parda de Montaña mientras que la Frisona o Pinta y la Parda o Ratina van perdiendo poco a poco su importancia. Junto a estas razas aparecen otras razas autóctonas españolas que están presentes en Cantabria desde hace mucho tiempo como la Asturiana de la Montaña o Casina, la Asturiana de los Valles y razas extranjeras especializadas en la producción cárnica como la Azul Belga, la Charolesa y especialmente la Limusina.
Vacas pastando.
(c) GANADERÍA LATATU S.C.
Por eso, desde EL CUADERNO DE SILVESTRE, consideramos que es muy importante mencionar casos como el de Francisco, que sigue luchando para conservar la ganadería lechera que fue el medio de vida de sus antepasados y de tantas y tantas familias cántabras. Además, artículos con este permiten conocer de primera mano las dificultades que atraviesa en España la ganadería en general y la ganadería lechera en particular, algo que no es precisamente nuevo por otra parte.
Vacas pastando.
(c) GANADERÍA LATATU.
AGRADECIMIENTOS.
Quiero agradecer a Francisco Jesús Fernández su amabilidad e inestimable colaboración para poder realizar este interesante artículo sobre su ganadería.
Fdo: Silvestre de la Calle García.
Técnico Forestal.

































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