ENTRE VACAS

El ganado vacuno ha tenido desde tiempo inmemorial, y sigue teniendo aún hoy, una gran importancia en España, especialmente en el norte peninsular y en zonas montañosas del centro y sur, en áreas adehesadas del suroeste, así como en algunas islas del archipiélago canario como Tenerife, Gran Canaria o La Palma generando una rica cultura a su alrededor y marcando la vida de aquellas personas que han nacido y vivido entre este tipo de ganado como es el caso de Silvestre de la Calle García, autor del presente artículo.

El autor con una ternera. 1999.

(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Cuando yo, Silvestre de la Calle García, nací el 11 de agosto de 1988, mis padres Alonso de la Calle Hidalgo (n.1952) y Vicenta García de la Calle (n.1955) no eran vaqueros aunque sí se dedicaban a la ganadería puesto que eran apicultores y a la agricultura cultivando frambuesas.

Mi abuelo paterno Antonio Leandro de la Calle Jiménez (1924-2022) era por entonces el cartero rural del pueblo pero aunque él y mi abuela Visitación Hidalgo Burcio (n.1929) habían sido vaqueros durante mucho tiempo, ya no tenían vacas.

Sin embargo, mis abuelos maternos Juan García García (1927-2012) y Marcelina de la Calle Vicente (1930-2009) eran por entonces ganaderos y agricultores, manteniendo en su finca de La Huerta unas cuantas vacas entre las que yo me crié.

Una de las vacas de mis abuelos. 1996.

(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Desde que tengo uso de razón, recuerdo que muchas tardes al salir de la escuela y los fines de semana, mi abuelo Juan e incluso alguna vez mi abuela Marce aunque ella estaba bastante delicada de salud y no podía hacerlo tan a menudo, me llevaban a ver las vacas. Poco podía hacer yo allí al principio aunque con el paso del tiempo ya iba ayudando a mi abuelo a realizar algunos trabajos sencillos por lo que bien puede decirse que yo era vaquerillo.

El vaquerillo.

(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Guardo en mi memoria grandes y gratos recuerdos de aquella infancia sencilla junto a mi abuelo y sus vacas. Aunque se jubiló al cumplir los 65 años en 1992, mi abuelo era un hombre demasiado activo e inquieto para vivir sin ganado pues toda su vida había transcurrido entre animales. Nació entre cabras, después tuvo ovejas y finalmente vacas por ser más fáciles de manejar y poder compaginar su cuidado con la actividad agrícola, ya que mi abuelo como tantos y tantos veratos, fue cultivador de tabaco aunque yo ya sólo le conocí como vaquero y agricultor para el consumo familiar.

Con mi abuelo y una ternera. 1999.

(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Tiempos felices fueron aquellos para mí, aunque cierta gente no viese muy normal que un niño de 9 ó 10 años prefiriese ir con su abuelo a las vacas después de salir de la escuela durante la semana o el domingo al salir de Misa en lugar de dedicar el tiempo a otras aficiones más "normales" para los niños de aquella época, pero de eso hablaremos en otro momento.

El autor junto a una vaca y su ternero.

(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Pero aquellos tiempos felices cambiaron para siempre el viernes 16 de junio de 2000  cuando mi abuelo sufrió un ICTUS que le impediría seguir con su actividad lo que obligó a que las vacas tuviesen que ser vendidas a un tratante toledano que se las llevó el 28 de junio de 2000 terminando así más de 175 años de crianza de vacas, documentada por escrito, en mi familia.

Las últimas vacas de mi abuelo.

(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Pocos días tan duros recuerdo como aquel 28 de junio en el que se embarcaron en el camión del tratante las tres vacas Blanca, Paloma y Golondrina con sus tres terneros. 500.000 pesetas (alrededor de 3.000 euros) valió aquel lote de excelentes animales.

Recuerdo que hasta entonces, siempre que me preguntaba qué sería de mayor, decía que vaquero y veterinario pero....el hombre propone y Dios dispone.

A día de hoy, cuando ha pasado un cuarto de siglo de aquello, entro a la cuadra y me parece estar viendo a cada vaca atada en su pesebre esperando a que llegue mi abuelo para ordeñar.

Apunto de cargar las vacas.

(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

¿Suponía aquello el fin de mi relación con las vacas? Pues rotundamente no.

Nací y me crié entre vacas y lo que uno vive en la infancia, le marca para el resto de su vida.

Por aquel entonces, tenía vacas suizas mi tío Ángel de la Calle Vicente "Caniche", hermano de mi abuela Marce y a mí me gustaba mucho ir a verlas. Como yo no podía estar sin animales, desde el 2001 tuvo una perra en nuestra finca de La Huerta y cuando cada tarde bajaba desde el pueblo a sacarla a pasear, coincidiendo normalmente con la hora en la que mis tíos Ángel y Toñi ordeñaban las vacas, paraba en su local de La Fuentefría para verlos y ver las vacas.

Mi tío Caniche ordeñando una de sus vacas.

(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Uno de los días del año que más me gustaba era el día en el que la gran mayoría de las vacas del pueblo regresaban de la dehesa y subían a la Sierra al comenzar el agostadero. Es lo que hoy muchos llaman trashumancia, aunque las vacas de mi pueblo realizan un desplazamiento más corto que es conocido como trasterminancia.

Al amanecer empezaban a pasar las primeras piaras de vacas y yo me iba al punto en el que se colocaban tío Pepe y tío Fili, los contaores encargados de contar todas las vacas que pasaban, algo que parece fácil pero que no lo es. Con ellos, aprendí también mucho sobre vacas.

Tío Pepe y tío Fili.

(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Con el paso del tiempo, cuando terminé mis estudios como Técnico Forestal y empecé a trabajar en una empresa de jardinería, recuerdo lo que compré con mi primer sueldo:

El libro RAZAS BOVINAS ESPAÑOLAS de Antonio Sánchez Belda, publicado en 1984 pero que es un auténtico clásico de la literatura zootécnica española y que, como a mí me gusta decir, es "La Biblia de los vaqueros".

A ese libro le seguirían muchos más que poco a poco han ido conformando mi biblioteca ganadera.

Libro Razas Bovinas Españolas.

15 años de uso constante, dejan señales.

(c) Silvestre de la Calle García.

En 2021 comencé a escribir este blog titulado EL CUADERNO DE SILVESTRE aunque ya antes había dado a conocer mi talento literario publicando un par de libros, numerosos artículos en revistas ganaderas y de cultura tradicional y pequeños escritos en una conocida red social.

El blog está dedicado, como bien saben los lectores habituales, a la ganadería y la cultura tradicional, y aunque en su logotipo aparece una cabra, las entradas o artículos sobre vacas han sido verdaderamente numerosos.

Logotipo del blog

(c) Silvestre de la Calle García.

Hagamos pues un breve resumen de los artículos que he escrito y publicado en este blog dedicados al ganado vacuno bien sea a razas bovinas concretas o a diversas operaciones de manejo relacionadas con estos animales.

Comencemos haciendo un recorrido por toda España hablando de las razas bovinas que tienen algún artículo en EL CUADERNO DE SILVESTRE, empezando por Galicia, donde vive la singular raza CACHENA que es la más pequeña de España y una de las más pequeñas del mundo, para pasar después a Asturias con su monumental ASTURIANA DE LOS VALLES pero sin olvidarnos de la más pequeña pero preciosa ASTURIANA DE LA MONTAÑA, denominaciones muy acordes al emplazamiento tradicional de ambas razas pero que sorprenderían a los tratadistas y a los propios ganaderos de antaño que se referían a ellas como CARREÑANA Y CASINA.

Vaca Casina.

(c) Carlos Fidel Vejo.

Y de Asturias, pasamos a Cantabria donde nos recibe la altiva TUDANCA que ha sido protagonista de numerosos artículos sola o acompañada por su vecina y pariente cercana la CASINA. Comparte los pastos occidentales de Cantabria estas dos antiquísimas razas con una más moderna como es la PARDA DE MONTAÑA conocida popularmente como Ratina.

Tudanca.

(c) Carlos Fidel Vejo.

Poca cabida tienen estas razas en los valles orientales de Cantabria, aunque también las hay, ya que tales territorios están ocupados desde tiempo inmemorial por la noble PASIEGA, la única raza bovina autóctona de la Península Ibérica especializada en la producción de leche, o por la arisca y montaraz MONCHINA.

Vaca Pasiega.

(c) Áurea Quintial Ortiz.

Siguiendo nuestro desplazamiento hacia el Este, llegamos a Euskadi y Navarra, donde una raza singular nos aguarda. Se trata de la PIRENAICA que, pese a ser verdaderamente numerosa en tiempos pasados, estuvo a punto de extinguirse hace unas décadas aunque hoy es una de las principales razas bovinas de la Península.

Vaca Pirenaica.

(c) Leire Amundarain Ganadutegia.

Continuamos el viaje entre vacas hacia el sur de la península Ibérica y lo haremos por el Sistema Ibérico encontrándonos en los inmensos pinares del suroeste de Burgos y el norte de Soria a la raza SERRANA NEGRA la cual tuvo un pasado glorioso como bovino de trabajo pero que hoy se encuentra en grave peligro de extinción.

Vaca Serrana Negra.

(c) Iván Ureta.

Ante nosotros tenemos la inmensa Meseta castellana tierra donde no hay vacas ¿Seguro?

Estamos en tierras que siempre fueron de pan llevar o dedicadas al cultivo cerealista que eran labradas por infinidad de yuntas de vacas y cuyos polvorientos caminos eran recorridos por carretas tiradas por esas mismas vacas pero fundamentalmente por monumentales bueyes. 

Justo en el extremo opuesto de la Meseta, nos encontramos con una de las razas bovinas más primitivas de la Península: la SAYAGUESA.

Toro y vaca de raza Sayaguesa.

(c) Antonio Vázquez Marino.

En las dehesas situadas más al sur, ya en la provincia de Salamanca y en la de Cáceres, nos encontramos a la recia vaca MORUCHA de capa negra o cárdena y famosa antaño como animal de labor y hoy como productora de carne de calidad.

Vaca Morucha.

Jorge Rubio Antón / Ganadería El Capricho.

Pero antes de recorrer Extremadura debemos detenernos en la provincia de Ávila que da nombre a una singular raza bovina: La AVILEÑA-NEGRA IBÉRICA.

Además de la variedad negra, la más numerosa de la raza, existen tres variedades más conocidas como BOCIBLANCA, GALANA Y BARDINA, la primera reconocida oficialmente y las dos restantes sin reconocer por el momento.

Toro, vaca y ternero de raza Avileña variedad bardina.

(c) Juan Manuel Yuste Apausa.

Ahora sí, pasamos a Extremadura donde nos espera una de las razas bovinas más espectacular, emblemáticas y enigmáticas de la Península: la BLANCA CACEREÑA. Esta raza, en grave peligro de extinción pero mucho más numerosa en el pasado, compartía hábitat y también amores con la Avileña, dando lugar a la vaca BARROSA CACEREÑA, que no llegó a estar nunca reconocida oficialmente.

Vacas de raza Blanca Cacereña.

(c) David Bernaldo de Quirós Pablo.

En las dehesas extremeñas habitan otras razas como la RETINTA, que se extiende también por Andalucía, Castilla-La Mancha y otras Comunidades y por las razas BERRENDAS. Pese a existir dos razas con nombre parecido son totalmente diferentes entre sí y su origen tampoco es común perteneciendo la raza BERRENDA EN NEGRO al Tronco Ibérico y la BERRENDA EN COLORADO al Tronco Rojo Atlántico.

Raza Berrenda en Negro.

(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

En el sur peninsular encontramos razas como la gran NEGRA ANDALUZA que puebla las dehesas del norte y noroeste de Andalucía o la primitiva raza PAJUNA que habita en Sierra Morena y Sierra Nevada, teniendo en la Axarquía malagueña una raza emparentada con ella pero que no está reconocida oficialmente y que es denominada por sus criadores como CASTELLANA DE LA AXARQUÍA.

Vacas Castellanas de la Axarquía.

(c) Francisco Porras.

Nuestro recorrido no termina aquí, sino en las Islas Canarias donde habita la raza CANARIA, uno de los pocos bovinos españoles que conserva íntegra la triple aptitud trabajo-carne-leche.

Vaca Canaria.

(c) Germán Gutiérrez Martín.

Tras terminar de hablar de las razas autóctonas, volvemos a la península donde en diversos lugares, existen algunas razas bovinas extranjeras entre las que se encuentra un grupo de razas denominadas integradas por llevar décadas criándose en España y estando perfectamente adaptadas. Podemos destacar las razas francesas CHAROLESA y LIMUSINA, especializadas en la producción de carne y las razas lecheras FRISONA y PARDA que son tratadas en un artículo conjunto.

Raza Limusina.

(c) Diego Ceballos San Miguel.

Como ya se dijo, se han publicado artículos relacionados con el manejo y las producciones del ganado bovino que durante siglos ha sido criado como animal de TRABAJO, para la producción de LECHE y para la producción de CARNE.

Arando con una yunta de vacas.

(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Los artículos relacionados con las producciones del ganado bovino han dado lugar a artículos curiosos como LA REAL CABAÑA DE CARRETEROS DE GREDOS, AUTÉNTICA CARNE DE BUEY, CARNE DE...¿VACA VIEJA?, LA VACA MA...RRA (ya sabe el lector que el título de este artículo es mejor no ponerlo....), LA VACA LECHERA EN EXTREMADURA, LA LECHE GORDA,  LA MANTEQUILLA ARTESANAL...

Vaca Ma...rra (Melliza de macho)

(c) Carlos Fidel Vejo.

Para que el ganado bovino sea productivo y la especie pueda perpetuarse y las razas sean seleccionadas y mejoradas convenientemente es fundamental el cuidado de los TOROS reproductores pues de una buena campaña de cubrición depende que la PARIDERA sea satisfactoria.

Vaca Parda de Montaña con ternero recién nacido.

(c) Ganadería Almirante.

Muchas otras operaciones relacionadas con el manejo del ganado vacuno se han tratado en EL CUADERNO DE SILVESTRE como LA TRASHUMANCIA, los cuidados durante EL INVIERNO y que son diferentes a los de LA PRIMAVERA, EL ORDEÑO TRADICIONAL, EL HERRADERO, EL HERRADO DE LOS BUEYES, EL SANEAMIENTO DEL GANADO BOVINO, LAS VACAS NODRIZAS,....

Vaca nodriza

(c) Pilar Domínguez Castellano.

También se han publicado artículos curiosos relacionados con aspectos históricos, sociales, culturales...relacionados con el ganado vacuno como LA VACA DE SANTA BÁRBARA, UNA OLLA DE ALGO MÁS VACA QUE CARNERO, EL DÍA DEL TORO, EL TORO DE LOS MOZOS, SAN ANTONIO "EL CARRETERO", LAS VECERAS...

Toro Avileño Bociblanco.

(c) Juan Manuel Yuste Apausa.

Todos estos artículos son el resultado de años de trabajo e investigación y para ello ha sido fundamental la colaboración de multitud de ganaderos, sobre muchos de los cuales se han escrito artículos en EL CUADERNO DE SILVESTRE.

Entre los principales vaqueros colaboradores, tengo que citar a mis cuatro abuelos (ver al principio), a mi tío Ángel de la Calle Vicente, a mi tía Martina de la Calle Vicente (1924-2023) o a mi tía Nicolasa Sánchez García (1922-2012). Todos ellos me contaron sus experiencias, vivencias y un sinfín de anécdotas relacionadas con las vacas.

Con mis abuelos paternos Antonio Leandro y Visitación.

(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Sin mis abuelos y tíos hubiera sido imposible escribir artículos sobre mis antepasados vaqueros como EL GANADO DEL ABUELO VIEJO, LAS VACAS DE AGÜELO CIPRIANO, LOS SENAGÜILLAS: UNA FAMILIA GANADERA, LAS VACAS DE TÍO ALONSO e incluso de mis propios abuelos como A UN VIEJO VAQUERO o LAS VACAS DE "EL CORREO".

Mi bisabuelo Ángel de la Calle Jiménez "El Senagüillas" con sus vacas suizas.

(c) Familia de la Calle.

Pero muchos otros vaqueros son los que me han ayudado y sobre los que he escrito, algunos de los cuales, por desgracia, ya nos han dejado como la gran Teresa Callejo Fernández (1980-2022), vaquera de Tudancas. 

El autor y Teresa Callejo.

(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Los vaqueros sobre los que se han escrito artículos en EL CUADERNO DE SILVESTRE han sido los siguientes hasta el momento:

- Áurea Quintial Ortiz es la matriarca de una gran familia ganadera residente en Riaño, Solórzano (Cantabria), dedicada a la cría de la raza Pasiega que, en gran medida se ha conservado gracias a esta gran vaquera que se convirtió en una de las principales colaboradoras del blog hace ya tiempo. Las vacas pasiegas de Áurea y su hijo Juan, son cuidadas por perros Loberos Cántabros.

En Casa Quintial está el pasado, el presente y EL FUTURO DE LA PASIEGA.

El autor y Áurea Quintial Ortiz.

(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

- Sergio Canales García, ganadero residente en San Mamés de Meruelo, Meruelo (Cantabria) y dedicado a la cría de vacas de raza Pasiega siguiendo el manejo holístico y teniendo en cuenta las pautas de la ganadería regenerativa. Cría además en su explotación Cabras del Asón  y también Gallinas Cántabras.

Sergio lucha mucho por la conservación de la raza Pasiega y ha sido uno de los principales responsables de que la raza haya conseguido el LOGOTIPO RAZA AUTÓCTONA 100%.

El autor con Sergio Canales García y ROMERITO.

(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

- José Ortiz Pérez, ganadero de Entrambasaguas (Cantabria), mantiene en su explotación magníficas vacas de raza Asturiana de los Valles junto con unas excelentes cabezas de ganado caprino que él mismo define como las cabras de abuelo Ventura pues siempre ha seguido los criterios selectivos que aprendió de su abuelo el gran ganadero Ventura Ortiz Marañón, si bien muchas de estas cabras han sido consideradas ya como pertenecientes a la cabra del Asón.

Vaca Asturiana de los Valles.

(c) José Ortiz Pérez.

- Javier Zamanillo Ortiz, ganadero de la localidad de Solórzano (Cantabria) que nació y se crió entre vacas Pintas y que ahora mantiene unas cuantas cabezas de raza Limusina. Cuando su abuelo murió, las vacas tuvieron que venderse pero unos años más tarde, Javier decidió comprarlas nuevamente y, aunque lo trataron de loco, ahora es el más feliz del mundo.

Javier con sus vacas.

(c) Javier Zamanillo Ortiz.

- Leire Amundarain Ganadutegia una gran ganadera de la localidad de Orozko (Bizkaia) que, si bien hoy en día y por circunstancias diversas no es ganadera, lo fue hasta hace poco y colaboró siempre activamente con el blog por ser experta en vacas de raza Pirenaica y cabras de raza Azpigorri. Hoy sus hijos Joritz y Ustaritz siguen al frente de la explotación familiar.

Leire con una de sus vacas.

(c) Leire Amundarain Ganadutegia.

- Antonio Vázquez Marino ganadero de la localidad zamorana de Villar del Buey donde mantiene alrededor de un centenar de extraordinarias vacas de raza Sayaguesa, unas cuatrocientas ovejas churras, cerdos cruce de Ibérico y Duroc manejados en extensivo, cabras, caballos, burros, gallinas....

Antonio con uno de sus sementales de raza Sayaguesa.

(c) Antonio Vázquez Marino.

- Esperanza de la Cruz Caselles, ganadera de Pascualcobo (Ávila) donde mantiene ganado vacuno de raza Avileña-Negra Ibérica, destacando sus ejemplares bociblancos. Tiene además un pequeño rebaño de cabras recuerdo de aquel rebaño de más de 700 cabras de raza Serrana del Guadarrama en control lechero que la familia mantuvo hasta hace unos pocos años.

Esperanza con sus vacas.

(c) Esperanza de la Cruz Caselles.

- Alejandro Torralvo Gutiérrez  joven ganadero de la localidad cacereña de Guijo de Santa Bárbara (Cáceres). Aunque vive dedicado fundamentalmente a la cría de unas 300 cabezas de ganado caprino de raza Verata al igual que hiciera su abuelo, tío Pivo (1927-2020), también mantiene bastantes vacas en extensivo en la sierra de Guijo y en dehesas de municipios como Jaraicejo (Cáceres).

Alejandro con su abuelo Pivo.

(c) Alejandro Torralvo Gutiérrez.

- Alexis Ávila Pulido, vecino de la localidad de Montehermoso (Cáceres), es propietario de excelente ganado ovino de raza Fleischschaf, manteniendo también algunas cabras y un par de soberbias vacas, además de una gran variedad de aves de corral a las que es un gran aficionado.

Alexis con una de sus vacas.

(c) Alexis Ávila Pulido.

- Gonzalo Lorenzo Gómez, ganadero de la localidad cacereña de Aceehúche, población famosa por su queso de cabra  y por la singular fiesta de Las Carantoñas. Miembro de la importante familia ganadera acehucheña de Los Trochas, Gonzalo mantiene en su explotación más de 300 ovejas, 40 cabras y 30 vacas.

Gonzalo con sus vacas.

(c) Gonzalo Lorenzo Gómez.

- Dionisio Prieto Cuarto, importante ganadero de la localidad cacereña de Casas de Millán, se dedica fundamentalmente a la cría de ganado caprino, aunque mantiene otros animales como gallinas y cochinos, una yegua, una burra y más de una veintena de vacas de aptitud cárnica.

Las vacas de Dioni.

(c) Dionisio Prieto Cuarto.

- Pilar Domínguez Castellano es una ganadera de la localidad de Brozas donde mantiene excelente ganado ovino entre los que sobresalen sus ejemplares de raza Ile de France aunque también cría otras razas de las que hablaremos en otra ocasión y por supuesto ganado vacuno fundamentalmente de raza Limusina aunque tiene algunas Frisonas, conocidas en Extremadura como suizas, siendo especialmente famosa su mítica vaca Sofía.

Pilar con su vaca Sofía.

(c) Pilar Domínguez Castellano.

- Ángel Martín Rodríguez joven ganadero de la localidad toledana La Calzada de Oropesa donde mantiene ganado vacuno cruzado y de raza Berrenda en Colorado, ovejas de raza Roya Bilbilitana, Gallinas Extremeñas Azules, caballos, gallinas, cerdos, cabras...

Ángel junto a una vaca y su ternero.

(c) Ángel Martín Rodríguez.

- Germán Gutiérrez Martín es un joven vaquero de La Laguna, Tenerife. Puede pensarse que en Canarias no hay vacas pero Germán es propietario de medio centenar de cabezas de la raza autóctona conocida oficialmente como Canaria y como Basta en Tenerife y también de la raza Frisona, conocida como Fina para distinguirla de las vacas locales.

Germán con algunos ejemplares de vaca Basta.

(c) Germán Gutiérrez Martín.

Muchos más son los vaqueros que colaboran con EL CUADERNO DE SILVESTRE aunque no tengan artículo específico al menos por el momento. Ya saben que me ofrezco a hacerlo sin ningún problema y de hecho ya hay alguno en proyecto que verá la luz en los próximos días o semanas....

Mencionándolos a todos, correría el riesgo de olvidarme de alguno pero ellos saben bien quiénes son.

David Mahillo González 

De todo lo dicho se desprende que la vaca es un animal muy especial para mí y bien podría decir como hice en aquel artículo titulado ¿CABRERO SIN CABRAS? que soy un VAQUERO SIN VACAS y esto con más propiedad puesto que cuando yo nací, mis abuelos no tenían cabras pero sí vacas y me siento tan orgulloso de mi pasado como vaquerillo que por eso he dedicado parte de mi vida al estudio de la vaca, de las razas bovinas autóctonas españolas y de la cultura tradicional asociada a este animal.

Cuando yo era vaquero.

(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Como no podía ser de otra manera, termino dedicando este artículo a la memoria de mis abuelos Juan y Marcelina pues, aunque también mis abuelos Antonio Leandro y Visitación fueron vaqueros en su día, cuando yo nací y hasta que tenía casi 12 años, viví ENTRE VACAS, las vacas de mis abuelos Juan y Marcelina.

Ellos no podrán leer este artículo pero sé que les habría gustado hacerlo.

Mis abuelos Juan y Marce, VAQUEROS.

(c) Alonso de la Calle Hidalgo.

Fdo: Silvestre de la Calle García.

Cronista Oficial de la Villa de Guijo de Santa Bárbara.